Notas Previas: Hola a todos! :3 les traigo una nueva historia ambientada en los videojuegos de Pokémon: Black & White! Antes de que comiencen a disfrutar de esta historia, me gustaría aclarar algunos detalles de la misma ^^:
- Es una historia basada en el videojuego de BW, y aunque traté de hacerla lo más parecida posible, he cambiado algunas cositas de la historia para adaptarlas a este fic.
- Algunas personalidades no serán tan fieles a las de los videojuegos por lo mismo de darle más chispa a la historia ^^
- No habrá muchas escenas explícitas de batallas PKMN, soy muy mala narrándolas ):
- Esta historia la escribí antes de que revelaran los detalles de N, por eso no menciono nada de eso -w- (su coeficiente intelectual tan alto, su increíble inteligencia, etc.)
- Trataré de subir capítulos lo más seguido posible! :3
- Encontraremos aventura, viaje PKMN y romance en esta historia. Ajá, y un triángulo amoroso entre BlackxWhitexN también! ;3

- Habrá tanto escuela PKMN como viaje n.n!

En fin, eso es todo de momento. Ahora sí, no molesto más, sigan adelante y espero disfruten de esta historia que con gusto les comparto nwn:

Capítulo 1

La región de Unova, en el mundo Pokémon, era un lugar moderno y diverso, con muchas cosas interesantes por ver, tecnología de punta y muchos Pokémon nuevos. Es una de las regiones más pobladas del mundo, y es también muy conocida por su historia, donde se cuenta cómo el héroe elegido forma la región junto a su Pokémon legendario que, a pesar de las diferencias, eran los mejores amigos.
Nuvema Town, un pueblo pequeño pero rodeado de árboles y gente amable. Es aquí donde trabaja y vive una de las mejores investigadoras Pokémon, la profesora Juniper. Es primavera y las clases en la escuela para entrenadores Pokémon están por comenzar para todos los jóvenes del pueblo.
Son las 8:00 a.m., y en el aula de 1° grado los alumnos se preparaban para dar inicio al nuevo ciclo escolar y posteriormente a la aventura Pokémon. En esta escuela, una vez que te gradúas, puedes emprender tu aventura Pokémon viajando por toda la región de Unova, pero antes hay que tener conocimiento de herramientas útiles para aquellos que conviven con los monstruos de bolsillo, y esto se logra en 2 años de instituto.
La mayoría de los alumnos ya habían llegado al salón. En ese momento sonó el timbre que daría comienzo al aprendizaje.
-Jóvenes, ¡Bienvenidos! –Exclamó la que sería la maestra del grupo mientras caminaba rápidamente a través del aula para llegar puntual. Su cabello era una cascada de color morado adornado con un prendedor en forma de flor rosa, y vestía con una bata blanca y lentes cuadrados-. ¡Bienvenidos sean al primer curso de nivel preparatoriano Pokémon!
La maestra dejó su bolsa en el escritorio del profesor y respiró hondo. Los alumnos la observaban, en silencio.
-Mi nombre es Fennel y seré la maestra en este curso. He de asignarles sus lugares, ¿cierto? –mencionó la mujer con una sonrisa distraída. Con la mirada recorrió a los alumnos, y al cabo de unos momentos se detuvo en un joven de cabello oscuro que usaba lentes también; daba una imagen de frialdad con su mirada indiferente-. ¿Cuál es tu nombre, joven?
-Cheren. –Dijo él sin emoción alguna.
-Bueno Cheren, tú serás el primero en sentarte. –Mencionó la profesora y posteriormente le señaló un lugar. El joven se sentó en su nueva butaca sin titubear. Fennel volvió a recorrer la clase con su mirada.
-El siguiente en sentarse será… -susurró la mujer acariciándose la barbilla mientras buscaba a su siguiente víctima-. ¡Tú!
Señaló a una joven de pelo rubio y corto que estaba sumida en sus pensamientos. La joven miró a su maestra y parpadeó, perpleja.
-¿Huh? ¿Yo? –Preguntó ella inocentemente mientras se señalaba con su dedo índice.
-Tú irás delante de Cheren. –Ordenó Fennel.
Pasó un rato antes de que la maestra terminara de acomodar a todos sus alumnos. Aunque llevaba su tiempo, era obligación de los docentes asignar los lugares por políticas de la escuela. Cuando Fennel terminó el acomodo de los alumnos y estaba por iniciar la clase, una voz femenina la llamó:
-Profesora Fennel, a mí no me asignó lugar. -Dijo tímidamente una joven de cabello café oscuro largo y alborotado, recogido en una cola de caballo.
-¡Oh, no te vi! Anda, ¡Pero qué distraída soy, perdón! Uh, ¿No te importa sentarse detrás de Cheren? –Dijo la maestra. La chica miró la butaca detrás del joven; estaba en una esquina, a un lado de la ventana, casi escondida. La joven caminó hacia el lugar y se sentó con un suspiro. Fennel retomó el habla.
-Bien, entonces creo que podemos empe… -Comenzó la mujer, pero fue interrumpida por el estruendo de la puerta del aula al ser abierta con tanta fuerza: Un chico de cabello corto café claro y alborotado, de ojos color chocolate y una cara tierna que lo hacía guapo a la vez, entró al aula respirando agitadamente. Todos los ojos presentes se posaron en él.
-Perdón por eso. ¿Puedo pasar? –Preguntó el joven-. Se me ha hecho un poco tarde.
-Oh, no te preocupes, pasa, pero no vuelvas a entrar así por favor. –Dijo la maestra mientras se acomodaba sus lentes. El chico recorrió el aula con la mirada.
-Ya no hay butacas… ¿Puedo ir por una, profesora?
La maestra asintió.
-Y hay un lugar allá atrás, a un lado de la chica que está junto a la ventana. –Mencionó Fennel refiriéndose a la joven de antes. El chaval miró el espacio vacío y asintió, para después irse en busca de otra silla.
White, la joven de cabellos oscuros que ahora se sentaba junto a la ventana, suspiró. "Hasta la maestra no se percató de mi presencia" pensó mientras acomodaba su barbilla sobre la palma de su mano derecha. "Supongo que paso desapercibida muy fácilmente." En eso, el chico de antes regresó al salón cargando su butaca y se sentó al lado de White. La maestra Fennel pudo comenzar su clase finalmente.
White miró de reojo a su compañero de al lado; se veía fresco, jovial, y escuchaba las palabras de Fennel con una sonrisa en sus labios. Parecía de esos chicos que hacen amigos muy fácilmente y se lleva bien con todo el mundo. Después miró al chico llamado Cheren; el parecía ser muy inteligente, maduro y responsable. Era cuestión de tiempo el conocer a sus nuevos compañeros, pensó White.