Disclaimer: CDM y sus personajes pertenecen a ChiNoMiko. En cambio, la historia y algunos OC'S mostrado Sí son de mi propiedad.

Nota: Lo cierto es que, aunque sea la primera vez que voy a publicar en esta web, realmente sentía la necesidad de crear una historia así, ¡me encantan!

Espero que ha vosotros, lectores, también (aunque es lógico que el principio, quizá, es un poco aburrido…).


.

Prólogo

.


—Estoy cansado…-murmuró el muchacho heterocromático, frotándose los ojos con desgana.

—¡Cállate, Lysandro!-replicó de inmediato su mejor amigo, agachado en el suelo embarrado en el que empezaba a dar el sol. Eran apenas las seis y media de la mañana-Dijiste que me acompañarías, ¿no?

Lysandro se quedó pensativo, mirando al cielo negro que comenzaba a teñirse de naranja, azul y luminoso blanco, como si estuviera hipnotizado por estos tres últimos. ¿Realmente había hecho eso?, se planteó su mente. Pero al no llegar a ninguna conclusión rápidamente, Castiel, que nunca había sido muy paciente, bufó irritado después de varios segundos esperando alguna respuesta de su parte.

—Tú y tu mala memoria-dijo, girando su rostro—falsamente dolido—hacia la valla de espinos que les impedía el paso-… Dijiste que me ayudarías…

El muchacho tres meses más joven que el del pelo negro encaró una ceja. No recordaba en absoluto haber prometido entrometerse en tan descabellada historia, pero, teniendo tan mala memoria como tenía, quizá era posible que si lo hubiese hecho (no era la primera vez que le sucedía algo similar, la verdad…); Castiel no le mentiría, así como así… O eso creía él.

—Está bien-concluyó finalmente el chico, provocando que una sonrisa curva cruzara la faz—casi siempre furiosa—de su mejor amigo, arrodillándose a su lado y recibiendo diversos golpes en el hombro por parte de este, a modo de mostrarle su agradecimiento sin necesidad de palabras.

Ambos niños en el suelo, y manchándose los pantalones que de seguro sus madres les harían lavar nada más regresar a casa (o al menos la de Castiel, teniendo tanto genio como su hijo, sí lo haría), empezaron a escarbar en la tierra hasta formar un buen hoyo por el que podrían pasar al otro lado.

—Pasa tú primero-dijo Castiel, casi empujándolo a hacerlo-. Yo te aguantaré la valla de mientras.

Lysandro, confiado de su amigo, no dudó en asentir y ponerse a reptar por el agujero recién formado, a medida que sentía los espinos de la valla desaparecer cerca de su piel: Castiel la estaba sujetando con fuerza, sin llegar a romperla, pero si destrozándose la yema de los dedos, lo que preocupó al chico menor en edad (aún no en altura), que lo vigilaba de reojo.

—¿Estás bien, Castiel?-le preguntó, deteniendo todo movimiento para desgracia del moreno.

—¿¡Pero qué haces, tonto!?-suspiró, casi resbalándose lo que sostenía encima del chico quieto-¡Sigue adelante, estoy bien!

No era cierto. Los alambres clavándose y desgarrando su piel no eran agradables y dolían como el infierno. Lysandro lo sabía, pero regresó a asentir y siguió hasta encontrarse de lleno en el jardín secreto de aquel enigmático lugar, al que les habían retado a ir.

Era más hermoso de lo que había imaginado nunca: flores aquí y allá, muy bien cuidadas, junto a un pequeño estanque con patos de piedra a su alrededor. Además de un precioso limonero que ya empezaba a marchitarse, por desgracia.

Lysandro se había quedado tan embobado, que apenas pensó en Castiel, que se las apañó para pasar hasta encontrarse los dos—sucios y magullados, más uno que el otro—juntos en el sitio, propio, de un cuento de hadas.

El muchacho de cabello níveo pensó que sería maravilloso venir aquí a leer, y los ojos le brillaban con intensidad por ello. Aunque, claro, eso sería posible si realmente no había ningún monstruo viviendo allí. Él no estaba muy seguro de que lo que contaban los demás niños (y algún que otro adulto) fuese real, pero nunca se sabe.

—Vamos-de golpe y porrazo, Castiel regresó a darle otro manotazo en la espalda, despertándole de su sueño-. Tenemos que picar al timbre para hacerle una foto o ese imbécil de Evan no me creerá.

Lysandro volvió a dudar, pero de nuevo se rindió al carisma de Castiel y siguió al chiquillo hasta el porche de la casa. Bastante vieja y tétrica, en realidad, a primera vista, parecía que nadie podía vivir allí por el simple hecho de ser un lugar inestable, que en cualquier momento podía derrumbarse encima de ti.

Al contrario que el joven moreno, que corría como si la vida le fuera en ello, Lysandro decidió ir mucho más cuidadoso, mirando por donde pisaba y esperando que los crujidos que escuchaba por parte de la madera, fueran solo eso, ruidos sin importancia.

—¡Venga, Lysandro!-instó Castiel, irritado porqué su amigo fuera tan lento, e internamente miedoso por dar él solo al botón. Era una de las razones por las que había invitado al chico a venir con él-¡No se va a derrumbar nada, tranquilo!

El muchacho se sorprendió de que Castiel pudiera leerle la mente incluso en esa situación, pero luego recordó que por algo él era su mejor amigo y no otro: siempre había sido capaz de entenderle, aún si se pasaba horas sin hablar a su lado. Eso era una de las cosas que más le gustaban de Castiel.

Veloz y sonriendo, se acercó de nuevo a su compañero de hazañas, que justo ya sacaba de su bolsillo la cámara de fotos desechable que le había robado a su madre, mientras esta aún dormía, para no perder tiempo en hacerle una foto al supuesto monstruo (él tampoco creía que fuese real, pero, al igual que Lysandro, nunca se sabe…) y largarse de aquel lugar que, aunque bonito, comenzaba a darle escalofríos.

—Juntos, ¿vale?-dijo el doceañero, levantando uno de sus dedos en dirección al timbre.

Lysandro asintió, imitándole.

—Juntos.

—Pues uno, dos y…

—¿Qué estáis haciendo aquí?

Ambos entraron en una especie de shock al escuchar aquel murmullo de voz ronca y jadeante, a su lado, antes de que sus pequeños anulares tocaran el botón repleto de polvo y mugre.

Castiel se giró bruscamente, en una especie de autoreflejo, en dirección a la entrada de la casa, de donde provenía dicha voz. La puerta estaba abierta de par y par y en la oscuridad, se escondía una figura alta y delgaducha, que los visionaba por el único ojo que el sol era capaz de iluminar (ya completamente en el cielo), del color de las alcantarillas.

—Castiel-Lysandro habló hacia su amigo, todavía sin alzar su faz, contraída por el temor de que fuera algo realmente horrible-… Tómale la foto.

Ahora fue el turno de Castiel de asentir en aprobación, alzando lentamente la cámara que, para mala suerte, fue vista por la especie de criatura que tenían delante, haciendo que esta misma se asustase.

—¿Qué es eso?-gritó, posando un pie descalzo y con las uñas más largas que los chicos habían visto en su vida, fuera del recinto.

Lleno de terror, Castiel apenas apuntó para hacerle la fotografía, provocando que el flash de la cámara atontase a lo que estuviese a punto de salir, hasta el punto de caerse en el suelo en gemidos que siguieron sonando, incluso, cuando los dos amigos echaron a correr hacia el lugar por dónde habían entrado sin permiso.

Lysandro, sin saber realmente porqué, echó la vista atrás solo para encontrarse con lo que más temía en ese momento: un verdadero monstruo que regresó al interior de su hogar, aun mirándolos fijamente con odio por haberle molestado.

Fue la primera vez que había visto algo semejante. Pero, desgraciadamente, para él, y para sus futuros amigos, no iba a ser la única… Pues los monstruos están en todas partes, y muchas veces, saben camuflarse mejor que un Camaleón.

O al menos, eso es lo que aprendió aquel verano de 1973.


-Nombre Completo-

-Apodo(s)-

-Fecha de nacimiento-

-Edad-

(Entre 11 y 14 años de edad)

-Descripción física-

(Cuanto más minuciosos seáis, mejor: tanto el aspecto físico en sí, como la ropa que suele llevar y demás)

-Descripción psicológica-

(Los detalles son importantes en la apariencia física, pero el carácter es todavía más complejo por lo que, enrollaos como queráis y dadme detallitos bonitos)

-Familia y relación con ella-

-Biografía-

(Tened en cuenta que son los '70, por lo que cuanto más realismo tenga con esa época, mejor. Tanto en relación a la biografía, como a la familia en sí)

-¿Tiene algún talento o habilidad en especial?-

-¿Qué desea ser de mayor? ¿Por qué?-

-Chico/Pareja-

Nathaniel, Castiel, Lysandro, Viktor y Kentin (solo quedan disponibles Nathaniel y Castiel)

-Gustos-

-Disgustos-

-Extras-

(¿Algo más que añadir?)


Bueno, si queréis participar, solo tendréis que enviar un review informando de ello, y yo esperaré vuestras fichas por PM encantada (PD: En un principio no pensaba incluir a Viktor, pero al final me ha parecido buena idea; lamento tantas molestias).

Good luck~

Gaby