Hola!. Aqui estoy de nuevo, con otro fic de nuestra pareja favorita BBRAE. Espero que disfruten esta pequeña historia. Se me ocurrió y la plasmé. A leer!
Disclaimer: Los Teen Titans no me pertenecen, son propiedad de la Warner Bros y la DC.
Capítulo Único
Una Confesión Común
-¡Vamos, vamos!. No me vas a ganar idiota!. ¡No hay nadie que le pueda ganar al gran Cyborg!- Gritó el mitad máquina con emoción mientras jugaba. Movió rápido los botones, consiguiendo un combo que le dio la victoria sobre su adversario. -Booyah!. Eso te enseñará a no meterte con el gran Cyborg!- El atleta celebraba a lo grande.
-AAAHH!- Suspiró Chico Bestia por quinta vez, a su lado Cyborg trataba de ignorarlo, pero era casi imposible. -Hmph!- Otro sonido por parte del mutante. Cyborg paró el juego.
-Bestita, si te pregunto que te pasa,¿dejarás de hacer eso?- Chico Bestia lo miró para después saltar al sofá de enfrente y acomodarse.
-Es Raven- Comenzó el cambiante con una mirada seria -Verás, ella como sabes, no me hace caso. He tratado de llamar su atención de muchas formas...-
-¿Porque hablas como si no fueras tu?- Cyborg notó algo raro.
-Porque ahora leo libros, por Raven claro. Creo que ahora hablo mejor. Aparte de eso me baño tres veces al día, hago ejercicio y ya no hago bromas pesadas...-
-Será nada más a ella, porque a nosotros...-
-Si Cy, ya lo se. Pero el punto es que eso no sirvió de nada. Ella ni lo notó ni tampoco le importó...- Las orejas de el bajaron lentamente en señal de tristeza. Cyborg decidió hablar.
-Ok bestita, en primer lugar...ya deja de hablar así. Pareces otro. En segundo lugar...creo que deberías decírselo...- Opinó el mitad robot.
-Para que?. Eso serviría pero para terminar de alejarla de mí- El mutante no notó que alguien más se acercaba, pero Cyborg si.
-Emm, bestita...-
-Espera Cy, déjame terminar. No voy a decirle que me gusta, que tiene el rostro mas hermoso del mundo; que me gustaría tocar su piel, que seguramente has notado, se ve muy suave...-
-Bestita...- Cyborg miraba algo detrás del cambiante.
-Aguarda Cy, tampoco le diré que tiene el mejor par de piernas que he...-
-¡CHICO BESTIA!- Gritó el atleta señalando algo detrás de el.
-Está detrás de mi...¿Cierto?- Cyborg asintió lentamente sin dejar de mirar a Raven. El cambiante perdió el color. Una conocida voz habló detrás de el.
-Cyborg podrías dejarnos solos?. Por favor- Chico Bestia casi se desmaya.
-Cla...claro. Suerte bestita!- El mitad robot salió disparado. La gótica ocupó el lugar de Cyborg frente al cambiante, quien todavía estaba pálido y con los ojos y boca muy abiertos. Raven decidió hablar.
-Chico Bestia yo...-
-Ra...Raven, no es lo que crees!- Interrumpió el verde- Yo...yo...Cyborg...No creas todo lo que escuchaste!. Yo...-
-¡Callate de una maldita vez!- El chico se hizo bolita encima del sofá ante la reacción del hechicera. Raven respiró profundamente antes de continuar -Tu...también me gustas...- Un ligero carmín cubría sus pálidas mejillas-Creo que es bueno que hayas cambiado por mi...pero hay cosas que me gustaría que conservars de tu personalidad...-
-Rae...yo...-
-Aunque me gustaría que siguieras entrenando y bañando con regularidad- Chico Bestia sonrió.
-Claro que si Rae!- El cambiante se levantó y se dispuso a abrazarla,pero Raven lo detuvo con una mano.
-¿Que te he dicho sobre mi espacio personal?-
-Je,je. Lo siento- Raven sonrió.
-Creo que ya no eres el único que hace bromas aquí- Habló ella, para después abrazarlo. Se separaron -Otra cosa, Chico Bestia- Ahora estaba seria, cosa que puso alerta al cambiante. -En serio...crees que tengo las mejores piernas que hayas visto?- El cambiante quedó en silencio, síntomas de nerviosismo se asomaron en el.
-Pues...claro Rae. No te mentiría nena- Habló el guiñándole un ojo con más confianza. Raven sólo asintió. -¿Por que la pregunta?- La gótica sólo se encogió de hombros.
-Sólo quería saber si pensabas igual que yo. Ya que también creo que tengo las mejores piernas- Finalizó ella para después alejarse, dejando al cambiante con un gran signo de interrogación en la cabeza.
-Que modesta es mi Rae-Rae- Finalizó el verde antes de sentarse a jugar un rato.
Fin
