NUEVA YORK: 4 AÑOS DESPUES DE LA GRADUACION.
Era lunes por la mañana y Rachel Berry se levantaba para hacer su sesión de ejercicios en la elíptica como todos los días. Luego de una hora y media, se fue a tomar un baño relajante y a prepararse para ir a trabajar.
Una hora después, salía de su departamento situado en una de las principales calles de Nueva York, cerca del teatro donde protagonizaba "Spring awakening" junto a su ex( y actual amigo) Jessie St. James, muy cerca de su lugar favorito, Broadway.
Decidió pasar a tomar su dosis diaria de café por un bar cerca de su casa, el cual era uno de sus preferidos en New York. Al entrar saludó al dueño con un asentimiento de cabeza y una sonrisa.
- Rachel! Como has estado?- le preguntó una de las mozas que usualmente la atendia.
- Hola Marie, muy bien y tu?-
- Ahora que te veo, demasiado bien- le coqueteó guiñándole un ojo.
- Me alegro- respondió con una sonrisa algo falsa mientras pensaba como la chica no se rendia en su intento por conquistarla después de haberla rechazado tantas veces- me traes lo de siempre por favor?-
- Claro, ya sale un café con leche de soja y unos bocaditos veganos- le respondió mientras le dedicaba una ultima sonrisa y se retiraba de la mesa. Rachel ni la miró irse, simplemente decidió jugar con su celular para hacer tiempo.
- Disculpa, tu eres Rachel Berry?- le pregunto una chica joven con algo tímida.
- Si, soy yo. Tu eres…?- respondió esperando a que la chica le dijera algo. Pasados unos minutos y al ver que la joven no agregaba nada, decidió dejar su celular en la mesa para mirarla directamente a los ojos.
- Ho—hola –le decía tímidamente- yo soy Amber, es un honor conocerte, soy fan tuya desde que te vi cantando en los nacionales aquí en Nueva York hace unos años.- le dijo hablando bastante rápido por los nervios.
- Ho, me alegro oírlo. Pues un gusto conocerte Amber- le responde sonriendo. Le causaba tanta ternura verla tan nerviosa que no podía evitar sonreir. Desde que se hizo conocida por haber participado en varias obras de Brodway desde que estaba estudiando en NYADA le encantaba el trato con sus fans, aunque no tanto los papparazzi. –Quieres sentarte?- le ofrece señalando la silla frente a ella.
- en serio?-le pregunta emocionada.
- Claro, ven siéntate. Quieres algo de tomar?-le pregunta llamando Marie, la moza.
- No quiero causarle molestias señorita Berry- le dice algo timida.
- Nada de eso pequeña, pídele a Marie lo que sea, yo te invito- le dice mirando a la moza que ya esperaba con su anotador en mano.
- umm, bueno, un latte con leche de soja por favor- le indica a Marie.
- Enseguida se lo traigo, y lo tuyo también estrella- responde insinuante. Ante eso, Rachel solo gira los ojos y Amber sonríe al verlo.
- Gracias Marie- termina agregando la cantante. –Y cuéntame pequeña, cuantos años tienes?- dice volviendo la atención a su fan.
- Tengo 16 años señorita Berry- responde algo nerviosa.
- Nada de señorita Berry, llamame Rachel por favor- le pide la morocha sonriendo.
- bueno señorita Berry, digo Rachel- responde viendo la mirada que le dio la cantante.
- eso esta mejor- le responde mientras observa a Marie que coloca los café sobre la mesa y se retira.
- Te.. te puedo preguntar algo?- le pregunta la joven nerviosa.
- Si, claro- le responde con una sonrisa para darle ánimos.
- Cuando decidiste ser vegana? Digo, eh leído tu biografia y comentan que lo eres desde pequeña pero me pregunto que fue lo que te llevó a eso?- dijo rápidamente.
- Pues… cuando era pequeña mis padres me llevaron a una granja un fin de semana y mientras estábamos ordeñando una vaca un niño se acercó y me dijo "tu ordéñala que yo después le digo a mi papá que la mate así comemos filete en la cena"- contó recordando esa fea experiencia- a lo que yo corrí llorando hacia mi papi Leroy y le pregunte si la carne que comíamos venia de los animales de la granja y él de la mejor forma me explico que si. Aunque me imagino que debe haber sido difícil para él explicarle algo así a una niña. – agregó sonriendo ante el recuerdo- y desde ese día les dije a mis padres que no volvería a comer carne y ellos lo aceptaron, y me apoyaron investigando por otros alimentos que remplazaron los valores alimenticios de la carne y sus derivados-
- woow que idiota ese niño- dijo sorprendida. A lo que la morena respondió con una carcajada.
- Supongo que si, aunque solo era un niño. Y gracias a eso eh aprendido a disfrutar de la comida sana. Y tu desde cuando tomas leche de soja?- le pregunto apuntando al café de su acompañante.
- umm desde que leí tu biografía y me intrigó conocer sobre el tema- respondió mientras se ruborizaba.
- ohh eso es muy lindo- respondió la morocha.
- Gracias- respondió antes de dar un sorbo a su latte. La morena imitó la acción, ya que con la historia de su adhesión a la vida vegana no había probado su café. Observó la hora en su reloj y se dio cuenta que se le hacia tarde para el ensayo en el teatro.
- Bueno Amber, ha sido un placer conocerte pero debo estar en el teatro en 10 minutos- le dijo mientras sacaba su billetera para pagar los café y dejar propina.
- El placer a sido mio, cuando les cuente a mis amigas que tome un café contigo no me lo van a creer- le dijo sonriente.
-Pues invítalas al teatro esta noche a que vean la obra, yo les regalo las entradas- le dijo sonriendo. Realmente esta niña le caia bien.
- Me encantaría, pero no creo que mis padres me dejen ir- dijo agachando la cabeza en tono triste.
- Invitalos a ellos también- le respondió.
- Gracias, pero realmente con un autógrafo tuyo o una foto me conformo- le respondió.
- Si eso quieres, no hay problema, aunque mantengo la oferta de las entradas al teatro- le dijo mientras buscaba una lapicera en su cartera y un papel donde firmarle. Cuando encontró lo que buscaba le escribió "con cariño, para Amber de tu amiga Rachel Berry" agregando su característica estrella al final de la firma. Cuando terminó la joven saco su celular y ella se acomodó a su lado para la foto.
- Gracias, de verdad muchas gracias- le dijo sonriente mientras miraba la foto en su celular y agarraba el autógrafo.
-De nada. Espero verte pronto Amber – le respondió mientras la chica le daba un abrazo emocionada.
- Lo mismo digo- respondió mientras se despedia de su ídolo.
Rachel salió del bar con un paso apurado mientras esquivaba gente sobre la acera. Estaba a tres cuadras del teatro y aunque le sobraban unos minutos, no quería llegar sobre la hora. Una vez en la puerta, saludo a uno de los chicos de seguridad y que le abrió la puerta y se dirigió a su camerino. Cuando estaba terminando de arreglarse alguien toco a su puerta.
Adelante- dijo frente al espejo.
Se puede?- preguntó una voz muy conocida.
Jesse!- grito la morena corriendo a los brazos de su amigo, y compañero de elenco.
Como estas princesa?- le pregunto mientras la levantaba y la hacia girar en el abrazo.
Bien, te extrañé este fin de semana, Funny Girl no es lo mismo sin mi compañero de cine- le respondió haciendo un puchero.
Hoo, no me hagas ese puchero, sabes que no quería irme pero Tom quería que lo acompañe a visitar a sus padres y no podía negarme- le dijo sonriente.(oh si! Jesse st james es gay señores!)
Si, ya demasiadas veces te escapaste de la presentación oficial, ya pensé que Tom me iba a querer llevar a mi en representación tuya- le respondió burlándose de su amigo.
Ja ja, no te pases listilla- le dijo haciéndole cosquillas.
Jajajajajaja no no para por favor- le pedia la morena.
Bien- le respondia mientras se giraba para salir del camerino – estas lista? El director nos espera en el escenario.
Si, ya estoy- dijo acomodandose la ropa.
Se encontraron con el director quien les dio algunas indicaciones y luego de unas horas de ensayo les dio tiempo para ir a almorzar y prepararse para el show de la noche.
Mientras tanto en L.A
En un lujoso departamento en las afueras de Los Angeles, y frente a la playa una rubia de ojos verdes se despertaba después de una noche alocada. Mientras se desperezaba en la cama notó que había alguien a su lado. Se giro para ver a su acompañante y luego volvió a su posición anterior. Luego de unos segundos se volvió a girar rápidamente asustada.
Oh por dios!- grito al ver a la morena tendida a su lado en ropa interior.
Que? Que pasa?- pregunto su acompañante todavía media dormida.
San! Santana levántate!- le grito mientras buscaba algo de ropa apresuradamente para taparse. Al ver que su amiga no se movia decidio sacudirla un poco –Santana que hicimos anoche?- preguntó asustada.
Que pasa Quinn?- pregunto molesta por la interrupción de su sueño.
Oh dios, oh dios Britt va a matarnos- decía la rubia mientras se agarraba la cabeza caminando de un lado a otro.
Quien va a matar a quien?- pregunto una rubia entrando en la habitación con una taza de café en la mano- Hay un asesino suelto que viene por nosotras quinnie?- agregó algo asustada.
Oh Britt-Britt!- dijo abrazando a su amiga- nadie, no te preocupes no hay ningún asesino suelto- le respondió mientras intentaba recordar algo de la noche anterior, pero solo tenia unas pocas imágenes de ellas en un club.
Veo que por fin se despiertan- dijo con una sonrisa la ex-cheerio mientras se sentaba en la cama al lado de su novia y le daba un beso tierno.
Britt tu recuerdas algo de anoche?- le pregunto Quinn a su amiga.
Claro, yo tuve que traerlas a la rastra del club porque no podían mantenerse en pie y quería ver si Lord Tubbington estaba fumando a escondidas- respondió frunciendo el seño ante su sospecha.
Pero, porque amanecimos casi desnudas y en la misma cama?- le preguntaba la otra rubia pensando en si habían echo algo mas que dormir.
Em.. cuando llegamos ustedes decidieron hacer un streap-tease en el living y terminaron cayendo dormidas aquí- respondió sonriente- y debo admitir que fue muuuuy sexy- agrego inocentemente.
Brittany!- le grito Quinn- porque no me detuviste?- le pregunto enojada.
Es que me cumplieron una fantasia- le respondio tranquilamente.
QUE?- pregunto Santana ahora si despierta ante los dichos de su novia.
Que pasa Santy? Que dije de malo?- dijo la rubia mas alta haciendo un puchero que derritió a su novia.
Nada mi amor, no pasa nada- respondió esta dándole un beso tierno aunque la rubia decidio profundizarlo pidiendo acceso con su lengua a lo cual la latina no dudo en darle paso.
Ejem…- dijo Quinn llamando la atención de sus amigas viendo como santana tumbaba a su novia en la cama y se colocaba encima de ella.- todavía estoy aca eh!- dijo al ver que no se separaban.
Vete Fabgay, déjame darle los buenos días a mi novia como se debe- le dijo la latina mientras besaba el cuello de Brittany.
Quinn al escuchar eso se dio media vuelta enojada para dirigirse a la ducha. Se dio un baño para despejarse de la resaca y luego se dirigio a la cocina a prepararse un café bien cargado. Al mirar la hora se dio cuenta que eran mas de las doce del medio día, y en dos horas tenia que estar en el estudio de fotografía.
Si, ella era una de las fotógrafas más famosas de L.A. Luego de entrar en Yale a estudiar ciencias económicas, se dio cuenta de que eso no era lo suyo y tras hablar con el decano y varios profesores se cambio a la carrera de Bellas artes, obteniendo un post grado en fotografía y dirección. Se recibió con honores y con una oferta de trabajo en una galería fotográfica en la costa californiana. Los primeros dos años trabajo muy duro y ahorro lo máximo posible para luego lograr abrir su propio estudio de fotografía, y desde abajo se fue haciendo con un nombre y una excelente carrera con reconocimiento en el ambiente, fotografiando para las revistas mas importantes del mundo.
Su vida era tranquila, salvo las veces que salía con sus amigas desde hace tantos años. Ellas también vivian en L.A, Brittany era coreógrafa y profesora de danzas y Santana se había recibido hace poco de abogada, y ahora se encontraba trabajando en uno de los mejores Buffetes de la costa Este.
La latina y la rubia vivian juntas en el centro de la ciudad, cerca de la escuela de danzas de la holandesa, y desde hace unos meses estaban comprometidas. Aunque para la boda esperarían a que Santana terminara la carrera, cosa que sucedió hace poco menos de un mes.
La fotografa se encontraba pensando en la sesión que llevaría a cabo esa misma tarde para la revista People, cuando escucho su celular sonar, sacándola de su nube.
-Dime- contesto rápidamente al ver que era el numero de su asistente.
-Hey Quinn, como estas? Yo bien gracias por preguntar- le dijo Bruce irónicamente.
-No estoy de humor bruce, ve al grano- le dijo algo fastidiada por el humor de su asistente y amigo.
-Llamaron desde Nueva York, para la próxima campaña de Victoria Secret´s de la próxima semana, para confirmar el dia de la sesión.- le dijo rápidamente.
- humm, realmente no revise mi agenda- le respondió pensativa.- pero creo que el miércoles estaría bien-
- Quieres que revise tu agenda por ti por las dudas?- le pregunto amablemente.
- Si por favor- le dijo la rubia mientras se masajeaba la sien para calmar el dolor de cabeza.
- Bien, dame dos minutos y te llamo vale?-
-listo- respondió la rubia y corto. Decidió tomarse un calmante para el dolor de cabeza y alistarse para ir a trabajar.
Cinco minutos después, su celular volvió a sonar.
Bruce- dijo mientras se sentaba en el sillón del living y prendía su laptop
Bien, para la semana que viene solo tienes una reunión con los directivos de Armani el lunes a la mañana, luego tienes la semana libre- le dijo su asistente.
Bueno, puedes arreglarme un vuelo para el lunes a la tarde y hacer la reserva en el hotel?- pidió al tiempo que revisaba su casilla de mail.
Bien, te parece en el Trump International? Esta cerca del Central Park- le dijo sabiendo que su jefa ama ese lugar.
Me parece perfecto. Has la reserva por una semana, aprovechare el viaje para descansar de la playa y pasear por el pulmón de Nueva York- respondió sonriente recordando sus largos paseos por ese parque.
Listo, ya hago las reservas. Nos vemos a las dos, adiós Quinnie- se despidió su amigo.
Bye Bruce- respondió dejando su teléfono sobre la mesa ratona y cerrando su portátil.
La semana pasó rápido para la fotógrafa, quien cada vez estaba más nerviosa por su viaje a la gran manzana, aunque en realidad era ansiedad lo que sentía. Hacía años que no viajaba a Nueva York, y realmente quería aprovechar el viaje para relajarse luego de tanto tiempo trabajando arduamente.
