Todo estaba oscuro y Jin andaba oscuro y desorientado. Todo lo que alcanzaba a ver era oscuridad y figuras diabólicas. Se encontraba extraño, cuando ,de pronto, se mareo, se cayó al suelo y empezó a tener convulsiones que estuvieron a punto de hacerle perder el sentido. De repente, vio una luz, que hacia disipar a las sombras. En ese momento, oyó una voz familiar. No, no podía ser, ¿Su difunta madre, Jun? En ese momento abrió los ojos y la vio, sonriente, con su cabello azabache cubriendo unos ojos que sollozaban. Le dio un beso y empezó a acariciarle mientras le decía:

- Jin, hijo mío, cuanto te he echado de menos.

Él por una vez, abandonó la coraza de desden que se había puesto después, y por una vez dejó salir a sus emociones. T ras estar ambos un largo tiempo abrazados, Jun, le dijo:

Hijo, estoy feliz de volver a verte. Pero, es hora de que nos ocupemos de ti. Tu mientras has estado liderando a Mishima Zaibatsu has llevado al mundo al borde de la destrucción, pero vas a tener la oportunidad de remediarlo todo. Ahora despierta, ya consciente te lo explicaran todo.

Madre, por favor no me dejes.

Nunca te he dejado y no te voy a dejar.

En ese momento Jun y la luz se fue alejando, mientras todo se volvía borroso. Y en ese momento, recuperó la consciencia.

Estaba en una habitación bastante sencilla. Había una cama sobre, la que él estaba, una armario, algún que otro mueble más y una ventana, que mostraba una ciudad que él no reconocía. Sabía por la cara de los habitantes, que no eran asiáticos sino europeos. Confundido, se giró al oír la puerta abriéndose.

Entró una mujer, que él reconoció como la guardiana del templo de Azazel, Zafina.

Por fin te has despertado.

¿Dónde estoy y que quieres?

¿No has soñado con tu madre?- Y posteriormente añadió debido a la perplejidad de Jin- Sí, se que tu madre se te ha aparecido en sueños, y se todo lo que debes hacer. Primero déjame explicarte la situación.

Ella se sentó en una silla cercana y empezó a relatarle lo sucedido, de cómo había vencido primero a Kazuya y Heihachi, antes de vencer a Azazel, y que en ese momento, la magia del monstruo atacó a Jin, provocándole la perdida de consciencia. Ella, que estaba de sobre aviso, al haberse comunicado Jun en una visión, mientras practicaba la astrología, se lo llevó a un lugar donde sus familiares no le pudieran encontrar.

Mientras tanto Heihachi recuperó Mishima Zaibatsu y la guerra continuó con más crueldad todavía. La Corporación G había perdido sus territorios japoneses refugiándose en África y el resto de Asia, así como partes de Europa como Italia. Mishima controlaba el resto. Había tres fuerzas rebeldes, los ex soldados de Mishima liderados por Lars, los rebeldes liderados por Hworarang y un ejército formado por una antigua orden de asesinos, a los que pertenecía Zafina.

Zafina también le dijó, que el mundo necesitaba a un héroe capaz de devolverle la paz, y el único candidato posible era él, Jin Kazama.

Al oír eso, se quedó un rato reflexionando, hasta que se levantó y dijó

¿Qué tengo que hacer?

En ese momento, Zafina sonrió y se lo explicó…