Hola :) A estas alturas ya todos sabemos lo que pasó con Beth, cual fue su suerte. Sin embargo, esto no quiere decir que estemos de acuerdo o que no podamos seguir amando esta pareja. Adoro el Bethyl y lo voy a adorar por siempre. Asi que les dejo este fic que recién empieza (del cual los personajes no mje pertenecen y bla bla bla), que los realizadores de la serie hayan hecho que Beth muriese, no significa que haya muerto para nosotros y afortunadamente aun quedan los fanfics, wiiiiiiii :D Y como hoy es 25 FELIZ NAVIDAD!

CAP 1: Alexandria

La Zona Segura de Alexandria estaba rodeada de murallas, en alguna manera eso le recordaba a Woodbury. Daryl Dixon se asimiló al equipo de seguridad desde el primer momento en el que llegaron al lugar.

Las casas en Alexandria tenían techos a dos aguas y chimeneas, estaban cerca la una de la otra pero cada una contaba con espacio al exterior a manera de patios y pequeños jardines; el lugar estaba ubicado a las afueras de Washington, D.C. Las altas murallas los defendían de los caminantes, y de cosas peores que acechaban en el exterior; además, los paneles solares podían satisfacer ciertas necesidades de los sobrevivientes.

Se trataba de una zona algo apartada pero con el suficiente potencial para funcionar como un refugio. Habían llegado hacía poco menos de un mes y en corto tiempo se volvieron valiosos para la comunidad. Al igual que Daryl, Rick y Glenn también formaban parte del equipo de seguridad. Los demás habían ocupado otros puestos y los recién llegados se habían vuelto necesarios.

Todo muy diferente a allá afuera, pensó el arquero mientras pasaba cerca a una de las casas próximas al muro. Por la cual se aseguraba de pasar cada día

—¡Puedo hacerlo, Maggie! Estoy bien.

—No lo estás, recibiste un disparo… ¡en la cabeza!

—Eso pasó hace mucho. Voy a ganarme mi lugar, como los demás.

—Y lo harás. —dijo Maggie acercándose a su interlocutora— Pero no ahora. Todavía te mareas cuando estás de pie.

Daryl se había quedado mirando la escena ballesta al hombro. Las dos mujeres habían salido casi gritando hasta el pórtico de la vivienda. Maggie lo vio y se calló de pronto, la chica con la que hablaba giró la cabeza rápidamente al percatarse de eso.

—¿No vas a decir nada?— le preguntó Beth.

—Hazle caso a tu hermana. —respondió él con aquella voz grave tan particular.

Ella lo miró con los ojos muy abiertos a la espera de algo más.

—¡¿Es lo único que dirás?!— Beth estaba indignada y bruscamente regresó al interior de la casa.

—¿Qué pasó ahora?— le preguntó a Maggie.

—Quiere unirse al grupo de búsqueda de suministros.

Daryl respiró hondo, exhaló fuerte luego y dirigió la vista al suelo. La chica se había salvado de milagro, la bala había pasado por su cabeza… sin matarla. El momento en que el disparo dio en la cabeza de Beth lo recordaría siempre como uno de los peores, pero ese había sido también el día en el que ella demostraría lo fuerte que podía ser.

—Debes dejarla. —dijo levantando la mirada.

— ¿Qué? ¡No! No es el momento, estar en ese equipo significa salir, ni siquiera se por qué quiere estar en ese grupo. Podría quedarse aquí y ayudar con los niños…

—Ella no es más aquella niña. —la cortó Daryl— Quiere probarlo. Déjala hacerlo. Además, lo hará de todos modos, la única razón por la que te escucha es porque eres su hermana mayor, pero si te opones no podrás detenerla. Ni Dios podría hacerlo.

Daryl sabía cómo era aquel sentir, el de Beth, dándole deferencia a las opiniones de Maggie. Él había tenido un hermano mayor también y había sido el hermano pequeño por mucho tiempo, había pasado todo eso con Merle. Pero Beth había cambiado, era impetuosa ahora y había descubierto esa valentía que se mantenía oculta dentro de ella.

—Aún no está del todo recuperada. Si sale estará en más peligro que los demás.

—Yo iré con ella… Cada vez que tenga que salir, me aseguraré de ir yo en el grupo.

—¿Harías eso?

Daryl Dixon solo asintió con la cabeza y la miró fijamente. Él podía parecer poco amigable la mayoría del tiempo, pero Maggie sabía que no había hombre más confiable que aquel. Muchos le confiarían su vida y ella le podía confiar a su hermana.

—Gracias.

—Tengo que irme.—dijo el arquero.

Pero antes de continuar su recorrido hacia la muralla, su mirada intensa pasó de Maggie al par de ojos azules que lo observaban desde la ventana. Beth Greene le brindó una hermosa sonrisa, él le sonrió de lado y siguió su camino.

Maggie lo vio irse y supo que tenía razón. Por más que le preocupara tenía que dejarla seguir. No podía olvidar todavía todo el tiempo que le llevó a Beth recuperarse del disparo que casi se lleva su vida. Recordar de nueva cuenta verla salir en brazos de Daryl la llenaba de dolor. El momento en el que pudieron sentir que se mantenía respirando fue como si la hubiese visto volver a nacer.

Su hermana había dado muestras innumerables de fortaleza pero ella la había dado por muerta incluso antes de tener noticias, eso la carcomía por dentro. La única persona que siempre confió en su sobrevivencia era ese hombre que se alejaba.

"…no quiero tener miedo de estar viva", recordó haberle dicho a Glenn en la prisión.

"Tener miedo es lo que nos mantiene vivos", le respondió él.

"No. Es lo que nos mantiene respirando", le contestó ella.

Y era verdad, quería vivir, no sobrevivir. No quería tener miedo, a pesar de todo lo pasado, y su hermana tampoco. Por lo menos, Maggie Greene se sentía aliviada al tener la seguridad de que Daryl la cuidaría.

Y Daryl Dixon se sentía aún más aliviado al poder cuidar de Beth.