Título: Comprensión

Pairing: Kenlos, Kendall/Carlos

AU, Crack!fic, Humor, Slash

En un lugar profundo en el bosque estaban dos chicos, totalmente ajenos a lo que acontecía a su alrededor, porque estaban absortos el uno en el otro, fundidos en una caricia, ellos estaban besándose.

Uno estaba apoyando su espalda en un enorme encino, cubriéndolos con su sombra del sol de mediodía, él era Carlos, lo llamaban Caperucita roja, porque siempre llevaba puesto un sobretodo rojo con caperuza, el diminutivo era porque a pesar de ser mayor de edad, era de corta estatura, de piel morena y de mirada tierna, y carácter alegre que lo hacían ser querido por toda la comarca, aunque algunas personas lo tildan de ser algo inmaduro.

La persona que lo apresaba entre sus brazos, era Kendall, alias el Lobo Feroz, un rubio alto con cejas muy pobladas, aunque no era por eso que lo denominaban así, sino por su temperamento explosivo, además poseía una mirada penetrante, con sus ojos verdes, que provocaban tanto miedo a la pobre alma que osaba confrontarse con él.

A pesar de ser tan diferentes en su forma de comportarse, son muy felices estando juntos porque los dos tienen un rasgo personal que pasa desapercibido a los demás, quienes no los conocen bien.

Kendall debajo de su rudo exterior en el fondo es gentil y muy protector con las personas que ama. Carlos, por otra parte, no es tan inocente como sus ojos expresivos claman. Es como si sus diferencias los llegaron a unir, en lugar de repeler, haciendo el nexo más sólido debido a sus características complementarias y a sus semejanzas.

Volviendo a la escena antes mencionada, en el instante que sintió que sus pulmones iban a estallar por la falta del vital oxígeno, Carlos empuja a Kendall por los hombros, y tomando bocanadas de aire le dice:

"Kendall, por favor, … ", jadea, mientras Kendall sigue como hipnotizado viendo mover los labios de su novio, sin entender palabra.

El rubio sólo acierta a comunicarse con un "Mmmmmhh?", saliendo del trance en que se encuentra para poner atención a lo que Carlos tiene que decirle.

"Tengo que llevarle el canasto a mi abuelita", respira Carlos, dicho recipiente estaba sobre el suelo, repleto de comestibles, "… y voy a acusarte con ella por los tres besos que me diste…" dice en tono pícaro.

"Si sólo te he dado UN beso", se defiende Kendall, algo sorprendido por la falsa incriminación.

Debido a esto Kendall empieza a liberar a Carlos de su dominante agarre, y el espacio que los separa se hace más grande.

Al sentir esto, Carlos comienza a inquietarse y pregunta asustado:

"¿Qué, ya te vas?" agregando tristeza a la mezcla de emociones que sus ojos reflejan.

Comprendiendo bien a su novio, Kendall empieza a sonreír suavemente, inclinándose sobre Carlos, quien lo mira expectante. Una vez más, el de cabellera dorada ciñe sus brazos alrededor del cuerpo del dueño de su amor. El lindo prisionero suspira con alivio al darse cuenta de que el ojiverde no está pensando en retirarse de ahí próximamente.

De manera más posesiva y agresiva que antes Kendall reclama los dulces labios que hasta hace unos momentos eran suyos con un apasionamiento desbordado, con renovados bríos, sintiendo que Carlos se entregaba a él con la misma fuerza, haciendo que el rostro del moreno se pinte con un arrebol encendido.

Contando este beso son dos y falta por cumplir el tercero, piensa Kendall, pero él hará todo lo posible en sus manos y en su corazón para que no sea el último.

Fin

Nota: Esto está basado en un chiste, el cual no es mío, ni tampoco Carlos ni Kendall. Para fines de entretenimiento, nada más. No está revisado y si tengo algún error ortográfico o gramático les pido que me perdonen. Es mi primer BTR fic.