SADNESS AUGUST.


Mi nombre es Olivia, como la novia de Popeye el marino, mi apellido Gray como el color. Tenía 15 años cuando perdí todo lo que tenía, lo que más quería.

Yo vivía en Pensilvania, Estados Unidos. Un lugar tan frió y sobrio. Vivía en un residencial, donde todas las casas son iguales, vecinos apáticos, una residencial demasiado tranquila y silenciosa. La mayoría de las personas que viven ahí son de la tercera edad, hay muy pocos niños, y lo que hay en 80 peciento son bebes y el 20 incluyen niños y adolescentes. El clima era el mismo de todos los días, frio. Era un frió tan infernal, el cielo estaba nublado y muy pocas veces salía el sol. El verano solía ser cálido y húmedo, prefecto para usar camiseta de tirantes y andar fresco aun que a veces eres agobiador.

Cuando estaba chica. Todas las mañanas de invierno deseaba que nevara porque así sabría que las clases se cancelarían por el clima. Amaba ver nevar, salir a pasear en trineo con mis hermanos, Lillie y Ethan. Esas mañanas jamás las olvidaré, eran parte de mi infancia, pero como esto se hizo costumbre terminé odiando el frío.

Cuando lo perdí todo fue en inicios de agosto cuando el clima comenzaba a ponerse cálido, era lunes 04 de agosto de 1975. Ese día lo recuerdo perfectamente, eran ya vacaciones de verano, hacíamos lo que queríamos sin preocuparnos por no entregar el ensayo de un libro importante que contaba el 50% de nuestra calificación. Pasábamos todo el día viendo televisión, en el parque y yo a veces salía a tomar algo con Lillie. Mi hermanito —6 años—, invitaba a su mejor amigo —él si tenía amigos—, a jugar con sus nuevos coches y figuras de acción.

7 de agosto 1975, jueves. Todos los conocidos se acercaron a mí a ver como estaba, yo sólo sonreía pero nunca me atrevía a mirarlos a los ojos, sabía que no iba aguantar y desbordaría un gran mar de lágrimas y dolor. Recibí toda la atención que nunca había logrado tener aun en mis peores momentos de humillación. Todos me dieron el pésame incluyendo mis "supuestos amigos" —no solía hacer amigos, sólo tenía a mi hermana Lillie —ella tiene 14—, y a otra chica, Amber—, maestros, amigos de mi padres —trabajo, vecindario y de sus antiguas escuelas—.

No sé realmente que pasó, a veces me siento agradecida de no haberlos acompañado cuando me insistieron tanto que terminaron cansándose de mis reproches y se fueron con Ethan y Lillie. Iban solamente a súper pero yo estaba tan ocupada con mi programa favorito, todos en la familia sabía perfectamente que amaba ese programa y que por nada del mundo me lo perdería. Terminaron sentenciándome con "Hablaremos seriamente de esto". Mi madre odiaba que me quedara todo el día pegada a la televisión y que me dejara llevar por el ocio, por eso se enfadó conmigo.

Ethan aceptó ir sin problemas pues sabía que si iba conseguiría comprar todas las golosinas que quisiera —a mi padre y a él les encantaban, tanto que buscaban cualquier escusa para ir a comprarlas, como "querida ya no hay shampoo, tenemos que ir a comprar más" eso significaba: ¡ya no hay golosinas—.

Se fueron exactamente a las 5 de la tarde, irían por la despensa y ¡golosinas! Recuerdo que ese día estaba perfectamente soleado, ni siquiera las lluvias de verano arruinaron el día con su presencia. Hacía unos 25 grados, era el día perfecto para estrenar mi top de tirantes con los colores del arcoíris un estilo sicodélico y mi falda de mezclilla algo desgarrada, era el estilo de la prenda.

Me quedé viendo el programa de televisión en lo que iba por una soda y botanas. Al terminar chequé el reloj, las 6:00. Era normal que tardaran, iba por las compras de la semana. Seguía viendo televisión sin que nada me molestara, estaba tan a gusto. La casa sola por al menos 2 horas después de eso sería oír a mis padres reprendiéndome por no acompañarlos a las compras con un patético intento de pasar más tiempo en familia. Dieron las 7:00 ya estaba esperando a que llegaran pero no. La noche ya había caído y se me hizo tan extraño que no llegaran. Siempre tardábamos entre 1 horas a 2 no más.

Subí a mi habitación a leer, me encantaba leer obras de Shakespeare. Siempre decía que cuando fuera grande sería una gran escritora y mis obras se venderían como pan caliente. En mi clase de literatura inglesa recibía grande abochornas de la señorita O'Riordan —es Irlandesa—. Me abrumaba cada vez que terminaba de leer mi ensayo sobre alguna obra que nos encargaba, ella se levantaba de su asiento y comenzaba aplaudir. Mis compañeros se burlaba de la actitud de la maestra y me hacía sentir tonta pero nunca se daba cuenta de lo que me hacía pasar.

Miré por el rabillo de mi ojos la hora, era cuarto para las 8, ¿qué estaba pasando? Me parecía ilógico que tardaran demasiado por una simples comprar.

Baje desesperada a la estancia dejando mi libro a medio terminar. Me acerqué sigilosamente a la ventana por si no se había entretenido hablando con algún vecino, pero no. El carro no estaba y las luces de afuera estaban apagadas, no había llegado.

Comencé a mortificarme, era yo de 15 años sola en mi casa. Eché otro vistazo y nada, de repente el teléfono comenzó a sonar lo que me ocasionó un gran susto. Suspiré aliviada de que no se trataba de otra cosas más que el escandaloso teléfono.

Par de veces me había dichos mis padres "jamás contestes si no estamos. No abras la puerta a nadie y por nada del mundo te salgas" era un dilema, o contestaba o no contestaba, pero estaba tan preocupada que opté en cogerlo.

— Buenas noches. Hablamos de la policía ¿usted es Familiar de los Gray? —me asusté, a mis cortos 15 años la palabra policía sonaba aterrador.

— Sí —afirme temerosamente. No había hecho nada malo como para que la policía, FBI o la CIA me siguiera.

— Bien. No hay ningún adulto responsable a lado tuyo.

— No. Estoy sola en mi casa.

Y así fue como me enteré de la peor noticia que jamás en la vida había recibido. Fue tan choqueante que el teléfono cayó al piso de madera quedándome yo con el ondulado cable cobre mi mano. Las lágrimas cayeron automáticamente sobre mi mejilla. Me quedé viendo hacia la pared donde estaba el teléfono. No me había caído el veinte, no sabía lo que pasaba.

Esa fue la primera noche en la que dormí sola. A la mañana siguiente llegó la policía temprano. Cuando abrí la puerta me asuste de verlos a fuera. Era dos policías y un detective. Éste venía de una chaqueta, camisola azul marino y pantalones de mezclilla.

Me preguntaron si era Olivia Gray, asentí asustada. Después si tenía algún responsable que se hiciera cargo de mí, yo dije que no. No sabía de nadie. Mi padre era hijo único, algo raro porque todos suelen tener de 10 a 15 hijos. Mi madre tenía 8 hermanos, dos mujeres más ella y 6 hombres.

La tía más cercana vivía en nueva york. Mi madre se crió en Canadá, Todos mis tíos viven ahí, mis tías una en Pensilvania —mi madre—, Nueva york e Inglaterra.

Por lo tanto me escoltaron a una especie de internado. Me avisaron que sólo estaría ahí hasta que consiguieran alguien que tuviera los recursos y disposición para cuidarme si no me dejarían ahí hasta que una pareja me adoptara. Lo que un niño menos desea es estar en un internado, ningún niño lo quisiera, es el temor de todos.

07 de Agosto 1975, jueves. Era el día. Me vestí toda de negro y me llevaron hasta la funeraria. Me hicieron sentarme frente a los ataúdes. No me atrevía mirarlos, menos en pleno estado de descomposición. Los llegué a medio mirar, estaban inflados y con un tono verde pálido, quería vomitar. Mis tías y tíos todos lloraban, maestros y alumnos por igual. Había unos que trataban de hacerse los fuertes pero era los que más lloraban. Yo por ejemplo permanecía callada mirando hacia la nada. Mi tía Elisa me abrazaba, recargándome sobre su hombro izquierdo y besado mi frente.

El padre comenzó a decir oraciones después rezamos un rosario. Yo tenía en las manos un rosario especial —pertenecía a mi madre—, era de cristal cortado con un bello color rosa pálido. Era su favorito.

Al terminar me llevaron nos llevaron al cementerio… 4 cuerpos sin vida fueron enterrados… no pude más y llore abrazando a mi tía Elisa —ella provenía de Inglaterra, tenía un hijo, de mi misma edad y otra de la edad de Ethan.

A la semana ya me tenía escogido con quien me iría, pues seria a Inglaterra. Los agentes vieron con enmarqué una relación con Elisa y le preguntaron si estaba disposición. Ella se compadeció de mí y aceptó.


ESPERO TENER REVIEWS :)

me astengo a lo que digan :D ya saben, las criticas llevan a mejorías ;)