QUIERO UN HERMANITO
Era un dia tranquilo, un castaño comenzaba a despertar de un profundo sueño, decidiendo que ya era hora de levantarse y preparar el desayuno para que su pequeño fuera a estudiar pero unos brazos lo volvieron a acostar.
- Mono estúpido, déjame levantarme, debo preparar el desayuno de Sora para que se vaya a estudiar. Suéltame – decía el castaño a su pareja.
- Misaki…. Tenemos mucho tiempo de sobra, además podemos hacer algo mucho mejor – le dijo a su oído un peliazul de ojos azules oscuros.
El castaño comenzó a sentir una traviesa mano ingresar por su pantalón hacia cierta parte suya.
- Saru… debo levan…tarme… en cualquier… momento… Sora se despertara… y…. Ahhh! – el castaño cerro los ojos y gimió al sentir la mano del peliazul encima de su entrepierna.
- Mi-sa-ki, estas despierto por aquí - dio un apretón suavemente a lo que el castaño solto un gemido sin poderlo evitar – Me estas calentando – le mostro una sonrisa perversa.
Misaki no sabía que hacer en ese momento, si no encontraba una forma de detener al mono lo haría suyo allí mismo y no quería que su hijo los encontrara en esa situación sin contar que llegaría tarde al colegio. Su salvación llego cuando el celular de Saruhiko comenzó a sonar haciendo que el mayor lo soltara de mala gana.
-No te salvaras en la noche, te hare gritar hasta que te quedes sin voz. Y no te vayas a querer escapar que sea como sea lo haremos – le dijo antes de contestar la llamada.
