Se bajó del escúter. Siempre llegaba diez minutos temprano. Bra vino a recibirla, ella ya estaba allí. Normal, vivía casi al lado del instituto.

-Ui... con esa cara, adivino que has pasado una noche movidita... con cierta persona. -Bra se apoyó en el volante del escúter.

-Salte de aquí, sabes que no me gusta que se apoyen en el volante de la moto. -Pan estaba de mal humor- Y si no he dormido bien, es porque he cortado con Erik.

-No puedo creer, la parejita feliz, la envidia de todo el instituto, el chico bueno con la chica buena el guapo con la guapa, el mejor deportista con la mas lista... ¿han cortado?

-¿Por una maldita vez te podrías saltar la parte de los adjetivos?

-Es cierto

-Si, hemos cortado. Bueno, lo he dejado yo a él. - Bra se sorprendió aun más. - Porque si Bra. - dijo como si su amiga le hubiera preguntado algo. - Porque es un pesado, un celoso. Un inútil que flirtea con la primera chica que se le cruza.Y porque ya me cansa en la cama.

-¡No puede ser que Erik sea malo en la cama!

-Créetelo. No es bueno. Casi nunca llego al orgasmo. Ahora vayamos a clase, que si no, no podremos entrar.

-Eso es lo que te quería decir... - la cogió del brazo, mientras caminaban hacia el recinto escolar - Se rumorea que el marido de Pamela se está muriendo.

-Pobre... se quedará más amargada de lo que ya está.

-Pero no es esto, tonta. Ha enviado un sustituto.

-Oh no, por dios. ¿Otra vez? Ya tuvimos bastante con el de historia...

-Además, el director habrá escogido a un viejo patucho pervertido que tiene entradas y gafas de culo de botella.

-Seguro q si - repitió riéndose.

Llegaron al aula y se sentaron en sus sitios. El curso estaba a la mitad del año, prácticamente. Los chicos, seguían siendo como niños, peleándose, y haciendo broma.

-¡Eh, Pan!- Joe la llamó- Mira... hoy el sustituto de Pamela se va a enterar este de quien manda aquí.- colocó unas chinchetas en el asiento del profesor.

Otro cogió la lista de asistencia y la escondió en un hueco que había detrás de un cuadro. Selena negó con la cabeza. Pobres idiotas. Y pobre el desgraciado sustituto que nos habrá fin la puerta se abrió. Todos pusieron atención a la entrada del profesor.

-Siéntense, por favor. - dijo. Esa voz parecía impotente. Poderosa y sexy a la vez. Había que lo miró de arriba abajo. Bra no tenía nada de razón. No era un viejo patucho. Era un hombre que estaba buenísimo. La camisa blanca le quedaba como nunca había visto. Bajó la mirada. Tenía un trasero precioso y la delantera daba mucho que imaginar. Pero de seguro que no decepcionaba a ninguna mujer. Unas piernas, seguramente musculosas, como los brazos, aun que iban tapadas por un pantalón negro. Y de calzado, unos zapatos de charol. El maletín en mano. Y un cabello lizo color lila. Unos ojos que los revisaron, alumno por alumno. Eran claros, de un color celeste. Y esos labios... oh dios mío. Pan se agitó un poco en su asiento, quitándose de esos pensamientos.

-¡Pan! - dijo Bra, desde uno de los asientos de delante. Era una de las chicas más problematicas de clase. Por eso la tenían en una de las primeras filas.

-¿Qué? - Hablaban como si el sustituto no estuviera allí.

-El sustituto no es un viejo verde.

-Me he dado cuenta. -se rió. - Está bien bueno. - dijo moviendo los labios.

De repente, un golpe. Fuerte. Todos pusieron atención a donde venia. El sustituto había dado un golpe en la mesa. Sonrió. Una sonrisa preciosa, como todo él.