DESDE EL PUERTO

Amanecía en el océano, mientras el Sunny cruzaba las olas rumbo a Desrrosa. Luffy hacía la última guardia sentado en el mascarón del Sunny y contemplaba el cielo, viendo como se transformaba de la noche al día.

Desde el puerto he visto amanecer
con tu ausencia sentada junto a mí.
me ha invitado a no dejar atrás
el capricho de verte sonreír.

El sombrero de paja le cubría las facciones, así nadie de sus nakamas podría saber que lloraba en el caso de que se levantaran. El sol se alzaba brillante en el cielo, despuntando con fuerza y tanto su color como su calor le recordaban a su hermano Ace.

Y cada minuto
espera su turno,
se escapa, se pierde,
se une al mar.

Lo había intentado con todas sus fuerzas, pero no lo había conseguido. Esa imagen le seguía, le recomía no haber podido salvarle. Ese instante, interponiéndose ante el puño de lava, era imborrable.

Sobre el agua se dibuja una historia ya dormida,
en silencio escucho el verso de tu despedida.

Sus palabras, al oído, diciéndole que había sido feliz, era la despedida que tenía de él. Una sonrisa y un gesto de paz en su cara, de satisfacción, de sentirse querido y de tener una razón para haber nacido era todo lo que simbolizaba su rostro.

Es tu ausencia mi amiga en soledad,
me ha contado que el sol sale por ti.
tiemblo, descanso, ahora escucho su voz.
me miro en sus ojos, me llevan a dormir.

Ya habían pasado dos años desde esa fecha fatídica. Su sueño de ser el Rey de los Piratas seguía con él. Pero también quería seguir adelante por su hermano. Le demostraría lo fuerte que era para que estuviera orgulloso y no se preocupara.

Y cada minuto
espera su turno,
se escapa, se pierde,
se une al mar.

Había sobrevivido gracias a que Jinbei le hizo ver que no estaba solo, que tenía a sus nakamas.

Esos dos años fueron una pausa en el camino, un tiempo de espera para coger fuerzas y seguir adelante.

Sobre el agua se dibuja una historia ya dormida,
en silencio escucho el verso de tu despedida.

...Pero vosotros me habéis querido igualmente. ¡Gracias de todo corazón!

Sus últimas palabras, su mensaje para sus amigos y compañeros. Las escuchaba en su cabeza y calmaban parte del dolor que tenía

Quisiera tenerte aquí un segundo,
decirte que el mundo no tiene luz.

El fuego de Ace ya no estaba en el mundo. Lloraba porque tenía herida el alma, porque le faltaba una parte de si mismo sin su hermano. Porque en ese momento, viendo el cielo, se sentía desamparado.

Sobre el agua se dibuja una historia ya dormida,
en silencio escucho el verso de tu despedida.

Desrrosa esperaba a lo lejos. Conseguiría cumplir su promesa, costara lo que costara. Además tenía claro que no estaba solo, sus amigos le ayudarían cuando le faltaran las fuerzas. Estarían a su lado hasta el final de su aventura, pasara lo que pasara.