Vueltas
Linda de vueltas en torno al poste de luz, con los ojos cerrados, recordando el cuerpo de Mello abriéndose paso entre sus piernas, convencida de que esa noticia que leyó en el diario por encima esa mañana-acerca de una Iglesia que se quemó en Nakano, con un mafioso que se oponía a Kira adentro-es sobre él. La nieve debajo de sus botas probablemente congelará sus dedos y los perderá a la larga. Pero no importa. Ya nada más importa y debe hacer que el frío congele también el dolor, que mana como sangre hirviente desde su pecho y derrite las paredes de la realidad, obligándole a ahogarse en ella.
