¿CÓMO VIVIR SIN TI?
Capítulo 1: La despedidaYa habían derrotado a Naraku, la paz volvió a la época Sengoku; sólo faltaba una cosa, que Inuyasha se decidiera entre Kagome o Kykio. El grupo estaba en casa de la anciana Kaede reponiéndose de la batalla, incluso Kouga y Kykio estaban allí, ya que habían sido dañados de consideración.
Kagome es la que estaba mejor ya que, aunque Inuyasha defendiera en todo momento a la sacerdotisa resucitada, Kouga la había estado protegiendo, Kagome no estaba sola en la batalla. Pero un sentimiento de tristeza muy profundo invadió su corazón al ver que su amado Inuyasha, la persona que más amaba en el mundo, sólo defendía a Kykio y se olvidaba de ella.
Inuyasha se fue a caminar y dado que Kykio y Kouga estaban inconscientes, Kagome pensó que era un momento idóneo para ir a hablar con él ya que no podrían ser interrumpidos por ellos dos, así que cogió su arco y sus flechas por si acaso, y salió de la casa de la anciana Kaede siguiendo a Inuyasha.
Siguiéndole, llegaron los dos delante del árbol sagrado, Inuyasha se había dado cuenta hace rato que ella le seguía y durante todo el trayecto pensó que era mejor así, que hablaran aunque aún no tenía la respuesta. Inuyasha se dio la vuelta y miró a Kagome muy fijamente a los ojos.
Inuyasha tenemos que hablar – dijo ella un poco nerviosa.
Ya lo sé, pero aún no tengo la respuesta – dijo él sabiendo que estas palabras no le gustarían nada a su compañera.
Kagome se puso a llorar, y él no sabía que hacer para que parara, sólamente la cogió y la abrazó con fuerza. Sabía que iba a perderla si no se decidía pero aunque tuviera miedo de que eso pasara, aún tenía a Kykio en su mente y en su corazón.
Kagome paró de llorar y le miró a los ojos, ella aún los tenia mojados por las lágrimas, y dijo – He seguido estando a tu lado, amándote, pensando que algún día te decidirías por una de nosotras, no es justo que sigas jugando con mi corazón – ella sentía un gran dolor al decir eso.
Lo siento, no quería hacerte daño pero es que aunque sienta un gran amor por ti aún tengo a Kikio en mi mente y en mi corazón.
Así que lo mejor será que me aleje de ti para olvidarme lo más pronto posible de este sentimiento que siento, el cual me está destrozando por dentro – dijo ella pensando que era lo mejor.
No por favor no te separes de mí, no me hagas esto, no sé que haré sin ti, te quiero, no quiero perderte – dijo él con dolor.
Lo siento pero ya has sido injusto conmigo demasiado tiempo – dijo ella volviendo a llorar.
Injusto? – preguntó él con dolor.
Sí, injusto – dijo llorando, las lágrimas le impedían seguir hablando, pero pensó que era mejor soltarlo de una vez – Yo te quiero muchísimo y auque tu sabías que me hacías daño he visto como, muchas veces, me dejabas a un lado para ir con Kykio, la abrazabas, la besabas, y a mi me dejabas sola. No es justo ni bueno para mí quedarme contigo sabiendo que aún tienes a Kykio en el corazón.
Ella se giró e intentó marcharse pero Inuyasha la abrazó por la espalda diciéndole al oído que lo sentía y que no se fuera, pero ella sabía que lo mejor era alejarse de él. Así que se apartó de él rápidamente y dijo – Abajo! – con mucha rabia y dolor, dejando a Inuyasha empotrado en el suelo. Ella corrió, tanto como podía y se fue.
