Debates internos

Su día no podría haber sido más agotador, es decir, ella era Sakura Haruno la ninja médico de todo el mundo con más trabajo que cualquiera, al día solía atender a decenas de pacientes tanto rutinarios por consulta como de emergencia por misiones o heridas de entrenamiento. Su equipo también necesitaba de ella y aunque los entrenamientos no eran tan extenuasteis como los de Tsunade-sama, aún así eran agotadores con todo el trabajo en conjunto.

– Joder, ha sido otro de esos días.– se acababa de tirar en su cama con la mente viajando a través de los hechos que acontecían rutinariamente en su vida.

Ultimamente todo había resultado más agotador que antes, las misiones, su equipo, el hospital, las constantes peleas o discusiones con Naruto e Ino, todo resultaba agobiante últimamente. Aunque lo peor de todo, era que nada de lo anteriormente dicho era lo que la mantenía sumergía en el limbo ni mentalmente cansada, sabía bien que era otra cosa.

– ¡No Sakura! Eso no tiene nada que ver con esto.– se repetía mentalmente cada día, pero aunque lo intentara no podía lograr sacar dichos pensamientos de su mente.

Cada noche, día tras día, se reclamaba a si misma el hecho de no poder olvidar lo sucedido con Sasuke últimamente y lo injusta que era con Naruto desde hacía tanto tiempo atrás. Se debatía internamente sobre lo que debería y no debería hacer; se decía así misma que tenía que hacer algo para detener esa lucha interna que eran sus remordimientos.

Necesitas relajarte frentona.— eso era lo que Ino se la vivía diciéndole, pero era exactamente eso lo que no podía hacer, y ella al parecer no podía entender la, no podía relajarse teniendo tal debate interno, jamás podría.

Eso era lo que hacía de su vida tan exhaustiva, no era el trabajo, no eran las misiones ni los entrenamientos, su desgaste no era fisico, sino mental. Adoraba su vida, sus amigos, y cada día con ellos era increible, pero no podía evitar pensar en lo que ella había causado en Naruto muchas veces por Sasuke.

No podía quejarse de su vida, ya que muchas veces la disfrutaba, y mucho, pero su vida diaria no era solo trabajar con Ino en el hospital, sino también preocuparse por aquellos quienes formarón parte de su niñez y ella nunca había dejado de hacerlo, siguió preocupándose por ellos aún después de tanto tiempo.

No dejes que el pasado interfiera en tu futuro, Sakura.– le dijo una vez Kakashi al verla con la mirada distraída y presintiendo en lo que estaba pensando.

– Es cierto. No dejare que eso interfiera.– esa era su vida, un debate interno.