Disclaimer: FMA no me pertenece

NA: me disculpo de antemano por cualquier error gramatical , de sintaxis o cualquier horror que pudiera haber en la historia y ummm espero que les guste ^^

Roy Mustang siempre se consideró un hombre de palabra, no había ninguna promesa que no cumpliera, ni una hasta que hubo una la cual no podía ser cumplida desde el mismo momento en que una noche que todos se reunieron a tomar unas cervezas y Fuhrer Grunnam se lo hizo prometer, Roy sabia que no la cumpliría, no podía, simplemente eso, no podía tomar a la nieta de Grunnam como primera dama porque ese puesto era de otra persona, aun si nunca lo ostentaba, esa persona era la única opción para esposa de Roy mustang, el lo sabia, hace mucho tiempo que era ella la única para el.

Aun sabiendo esto Roy se lo prometio, efecto del alcohol o solo quería darle un gusto al viejo, pero lo prometio y aunque quiso nunca pudo retractarse, disculparse con el viejo por darle esperanzas, esperó encontrarse con ella en el entierro de Grunnam pero no fue asi, ella no apareció y tampoco había como dar con ella, la busco sin mucho ánimo pero lo hizo, al final una promesa era una promesa, tenía la esperanza de encontrarla ya casada con hijos y asi no tendría que cumplir esa promesa.

Hoy, Riza le comento que quería ir a visitar a sus padres al cementerio y el quizo acompañarla y de paso visitaría la tumba del viejo, hizo lo que debería haber hecho más antes, le explico todo , que no la pudo encontrar y también le explico sus motivos personales, sabia que entendería, al final de cuentas fue el mismo Grunnam que abolio la ley de confraternización antes de que su enfermedad empeorara. También aprovecho para contarle todo lo que estaba pasando por el cuartel, como poco a poco sus esfuerzos daban frutos y entraban en una época de paz donde los niños podrían crecer en paz o como su intento de cambiar el uniforme femenino al ser ascendido a Fuhrer fue saboteado por Riza.

Así estuvo hasta que se dio cuenta que estaba por anochecer, decidio despedirse del viejo para volver hasta donde estaba Riza, seguro ya lo estaba esperando y el por su parte ya extrañaba tener a su esposa cerca, besarla como hacia cada dia al despertar, en las noches antes de dormir o en el trabajo cada vez que ella se descuidaba y el aprovechaba, para luego colocar su mano sobre su vientre que ya empezaba dar muestras del embarazo y decirle "Los amo".