La Luna y las Estrellas II
Capítulo 1:
La mesa era extremadamente larga y estaba claro que se veía bastante raro que solo hubiera dos sillas ocupadas, y por decir que solo había dos sillas ocupadas, me refería a decir que solo Luna y Onyx estaban ahí, sentados uno junto al otro, en los lugares cerca a la "silla de honor", como Luna la llamaba.
Siempre que se daba la oportunidad, Onyx aceptaba las invitaciones de Luna de ir a cenar al palacio. No era que no le agradara ir, todo lo contrario, pero normalmente cenaban en la habitación de la princesa mientras mantuvieran su relación en secreto, pero esta vez ella había sido demasiado insistente y al final tuvo que decir que sí a la invitación de cenar con ella y su hermana en el comedor real, lo cual le puso los nervios de punta al pegaso.
Onyx estaba consciente en todos los sentidos posibles de que Celestia era la hermana mayor de su novia y eso lo hacía tener que convivir con ella, cosa que casi nunca hacía desde que había salido del hospital y una vez cuando fue por Luna a una cita y solo fue por unos segundos. A Onyx le agradaba Celestia, pero ese día estaba nervioso por el hecho de que la princesa del sol podría cruzar la puerta en cualquier momento. Literalmente esa era la primera vez que compartía una cena con la hermana mayor de su novia.
- Luna, no creo que esto sea una buena idea - Onyx volteó su cabeza para encontrarse con los ojos verdes de Luna, que brillaron levemente cuando sus labios se arquearon en una sonrisa.
- Saldrá bien, es mi hermana no te va a comer o a morder - bromeó Luna
- Pero… -
Justo cuando estaba a punto de decir algo, la puerta hacia el comedor se abrió de repente, y ambos voltearon involuntariamente hacia allá, para ver a la princesa Celestia cruzando la puerta. Caminaba erguida y un poco apresurada, pero aún así se veía elegante como siempre.
- Buenas noches - Celestia se detuvo un momento para saludarlos como debía de hacerlo en primer lugar.
- Buenas noches, Celestia/su majestad - respondieron Luna y Onyx al mismo tiempo.
- Luna - después de un rato Celestia saludó a su hermana con un abrazo, y después avanzó hacia Onyx.
- Sir Onyx, me alegra ver que ya se encuentra mejor -
- Buenas noches, su majestad, gracias es bueno poder volver al trabajo - le respondió Onyx inclinando un poco la cabeza a modo de reverencia, Celestia sonrió levemente y se dirigió hacia la "silla de honor", pero antes de que pudiera sentarse, Onyx se levantó bruscamente.
- Déjeme ayudarla - prácticamente corrió hacia ella e hizo lo que dijo, la ayudó a sentarse.
- Muchas Gracias -
- No fue nada - respondió Onyx mientras se sentaba nuevamente junto a Luna
- Perdonen el retraso, tuve algunas cosas que hacer, ustedes entienden- dijo Celestia
- Oh, no importa, estás aquí ahora - dijo Luna, ganándose una sonrisa de su hermana. Justo en ese momento, aparecieron algunos ponis para servirle la cena a los tres presentes, todos sirvientes de confianza de las princesas que conocían muy bien la relación entre el pegaso y la princesa de la noche prometiendo guardar el secreto, así que el trío estuvo en silencio unos segundos, al menos hasta que se fueron.
- Se ve hermosa esta noche, su majestad - le dijo Onyx de manera educada
- Muy amable de su parte – respondió la princesa Celestia con una gran sonrisa.
- Oh, pues, muchas gracias - dijo Onyx un poco nervioso.
Para sorpresa del pegaso, la princesa Celestia se comportaba como cualquier otro poni: sonreía, bromeaba y hacia comentarios sobre ella y su hermana que lograban que la conversación fuera de los más amena posible. Onyx pudo relajarse y pasar un muy buen momento sin sentirse nervioso o al menos eso creía el ya que de repente Luna se disculpó con su hermana y Onyx mientras se dirigía al tocador de yeguas, dejando a los dos solos en el comedor. Esto provocó que el pegaso se pusiera tenso una vez más al estar solo en presencia de la hermana mayor de quien fuera su novia.
- Estoy impresionada - hablo Celestia después de que su hermana abandonara el comedor y luego de darle un último sorbo a su taza de té - En realidad lo estoy - sus ojos se posaron en Onyx, quien solo atinó a rascarse la parte de atrás de su cabeza - Estoy bastante impresionada por la… elección de mi hermana - dijo tratando de encontrar las palabras correctas para justificar sus puntos - ¿Le gustaría escuchar un secreto, sir Onyx? – preguntó.
- Pues, si usted quiere compartirlo, creo que no hay ningún problema, soy todo oídos - trató de bromear el pegaso, solo logrando que Celestia sonriera levemente.
- Cuando Luna me pidió que le entregara la medalla de honor de Ecuestria y nombrarlo a usted como el primer guardia elite nocturno, sentí un poco de desconfianza, pero ahora me doy cuenta de que no pudo haber mejor elección - dijo Celestia – No solo en eso, si no en su elección de pareja –
Onyx sintió un ligero escalofrió por su espina, pero al mismo tiempo sintió un poco de orgullo de las palabras de la princesa Celestia.
- Sabe, cuando tuve que tomar la dura elección de desterrar a mi querida hermana a la luna, sentía que había fallado como hermana mayor, durante mil años sufrí por su ausencia y cada día me culpaba por todo lo que paso, había fallado en proteger a mí hermana y eso me dolió -
Onyx tragó saliva…
- Hoy en día, como ha podido ver, somos mucho más unidas…y luego está usted - dijo la princesa del sol, y si Onyx pensó que estaba nervioso antes…se equivocó – Cuando Luna volvió después de su ausencia por mil años, estaba feliz, por fin podía remediar el daño que había provocado todo ese tiempo. Deseaba protegerla de cualquier daño, incluso de mi misma o de alguien que la dañara, no quería dejarla en cascos de alguien que fuera a lastimarla - se detuvo para voltear a ver a Onyx - ¿Sabe?, hay una diferencia entre todos aquellos nobles que han intentado cortejar Luna y usted -
- ¿Cuál es? - preguntó Onyx temiéndose lo peor, Celestia soltó una pequeña y breve risa.
- La verdad es que… todos ellos lo tienen todo, pero no tienen nada - Se detuvo - Y usted no tiene nada, pero tiene todo - dijo la princesa del sol caminando hacia el pegaso y poniendo su casco delicadamente en el punto donde se encontraba el corazón del pegaso, quien sonrió cálidamente un poco más tranquilo, obteniendo respuesta de parte de Celestia - Y definitivamente usted es el poni más que adecuado para Luna: Osado, valiente, sin duda modesto, educado, usted es alguien que podría dar la vida por Luna, y cabe decir que también es muy apuesto -
- Muchas gracias, su alteza - respondió Onyx considerablemente aliviado.
- He visto todo lo que tenía que ver durante estos días que ha convivido con mi hermana y en la cena de hoy, usted ha superado mis expectativas - dijo Celestia, para después de detenerse y tomar a Onyx del hombro – Usted la salvo, me salvo a mí y a mí hermana y por eso le estaré eternamente agradecida, pero quiero que quede bien claro que si usted se atreve a lastimar a Luna, si llego a enterarme de que le faltó al respeto, lo patearé ahí atrás - advirtió Celestia, haciendo que Onyx se quedara en shock.
-¿Disculpe?-
-Sé que no es lo más adecuado para una yegua como yo, pero es la verdad - dijo mientras volvía a su silla - Si juega con fuego se puede quemar, pero en este caso, si juega con Luna, me encargare personalmente de que reciba su merecido ¿está claro? -
Onyx tragó saliva…
- Yo amo a su hermana. Es la verdad, su alteza - respondió Onyx - Yo jamás la lastimaría, todo lo contrario, yo dejaría que me lastimaran por ella, yo daría todo lo que tengo por Luna -
-Yo sé, sir Onyx, yo creo en su palabra - termino de decir Celestia al mismo tiempo que Luna cruzaba la puerta.
- Estoy lista Onyx, ¿nos vamos? – dijo la alicornio tomando la pata de su novio jalándolo lejos de la mesa
- ¿Adónde irán? –
- Solo daremos un pequeño paseo nocturno –
- Esta bien Luna, diviértanse – dijo su hermana mayor con una sonrisa pero mirando fijamente a Onyx como si le diese a entender que confiaba en él y más le valía no defraudar esa confianza.
-o-
El manto de la noche cubría a toda Ecuestria bajo el suave abrigo de la oscuridad adornado con las luces de las estrellas.
En lo alto de una nube, la princesa Luna y Onyx observan el horizonte, las luces de la ciudad de Las Pegasus podían observarse a kilómetros, regalando un hermoso espectáculo a la pareja.
- Esto es hermoso Onyx - exclamo Luna mientras observaba las luces.
- Sabia que te gustaría, la vista desde aquí es increíble -
Luna soltó un suspiro que no pasa desapercibido por el pegaso
- ¿Sucede algo Luna? –
- No… no es nada… -
- Luna… dime que ocurre – insistió el pegaso – Vamos puedes decírmelo –
- Lo… que pasa es que… mañana inicias tus labores como Guardia de Elite –
- Temes que sea muy peligroso…-
- Confío en que eres apto para el trabajo… No le habría sugerido a mi hermana que te diera esa medalla solo porque sí. Lo que me preocupa es que habrá misiones que te mantendrán alejado de Canterlot… y eso no sé si podre soportarlo… - dijo la princesa dela noche con la mirada baja, ocultando que una pequeña lagrima cayo de su ojo.
Suavemente Onyx con un casco en la barbilla de su princesa levanto su mirada, notando la leve humedad de sus ojos, con su otro casco limpio con cuidado las lágrimas de Luna y dando un pequeño beso en la mejilla dijo…
- Aunque estemos lejos, mi amor por ti no cambiara, te prometo que este donde este siempre pensare en ti y en mis sueños te encontrare… No importa lo difícil que sea mi misión por ti volveré y de ti no me separare…-
Dicho esto, Luna se abalanzo sobre su pegaso abrazándolo con fuerza, mientras que Onyx la cubría con sus alas. Luna se mantenía abrazada a su amado pegaso, ninguno de los dos deseaba separarse en aquel momento, desde que el pegaso había salido del hospital se habían mantenido cerca el uno al otro, en sus ratos libres Luna se convirtió en su entrenadora y motivadora personal durante la rehabilitación, gracias a ella Onyx pudo regresar al servicio militar. Pero había algo que Luna temía más que nada y deseaba comentarlo con su querido pegaso, pero no deseaba arruinar aquel momento tan hermoso, así que guardo silencio a sus preocupaciones y se aferró más a Onyx.
Duraron así algunos minutos hasta que el abrazo se rompió un momento permitiendo a la pareja darse un tierno beso en los labios, que poco a poco fue aumentando en intensidad. Con suavidad el pegaso recostó a su princesa sobre la nube quedando sobre ella, el beso se rompió por un momento permitiéndose ver a los ojos.
- Te amo Luna – susurro Onyx.
- Y yo a ti mi amor – respondió la princesa - Creo que es hora de que volvamos – sugirió
- Tienes razón, ya es un poco tarde… No quisiera que Celestia se preocupe si llegamos tarde –
Luna y Onyx emprendieron su regreso al castillo, pero eso no quiso decir que durante el vuelo de regreso no pudieran disfrutar de la compañía del otro, volando de forma grácil y uno junto al otro incluso haciendo pequeñas piruetas en el aire, el estar juntos era lo mejor que había en la vida y la princesa se sentía como la yegua más afortunada en toda Ecuestria…
Algunos minutos después, ambos aterrizaron en la terraza de la habitación de Luna, con un tierno beso la pareja se despidió. Onyx espero que su princesa entrara a su habitación antes de emprender el vuelo a su barraca. La princesa miro por última vez a su enamorado a través de la ventana, lentamente se fue quitando sus engalanes reales, se dirigió la baño, las luces se encendieron mágicamente al notar la presencia de la alicornio, se miró en el espejo y noto una pequeña marca en su cuello producto de lo que ocurrió esta noche, por suerte su pelaje oscuro hacía difícil que se notara del todo. Después de asearse un poco se dirigió a su cama preparándose para entrar al reino de los sueños y probablemente si la noche se lo permitía ver ahí a su amado pegaso…
-o-
Amaneció en los cuarteles de los guardias de élite, Onyx Blackstar quien había sido promovido a esa facción de los guardias reales dormía en las barracas de dicho emplazamiento, o mejor dicho en una celda que compartía con otro recluta que también había sido promovió poco antes que él y que por cuestiones de la normativa sería su compañero en misiones de su nuevo rango. El compañero de Onyx en este caso un pegaso de piel color celeste y de crin blanca con flancos azul, amarillo, rojo y blanco, su cutie mark tenía la forma de una espada atacando la cual emitía un trueno, ya se había levantado, estaba colocándose su armadura aunque sin mucha prisa debido a que era temprano y faltaba algo de tiempo así que se quedó estático como pensando en que cosas e hizo el ademán de querer sacar algo de entre sus cosas pero se detuvo recordando que estaba pronto la hora de formar filas en el patio.
- ¡Oye tú! ¡Deja de dormir! - Grito el pegaso golpeando con su casco la litera superior donde dormía Onyx para despertarlo.
Onyx se giró sobre sí mismo pero la litera era muy pequeña y termino cayendo pesadamente al piso.
- ¡Auch!- gimo el pegaso adolorido por la caída - Thunder ¿Porque me despiertas aun es muy temprano?-
El compañero de Onyx lo vio con una de decepción puesto que no se imaginaba que de bueno le había visto sus superiores para ascenderlo, y más todavía colocarlo con él, ya que hubiese esperado a un pony con mayor grado de disciplina
- Escucha tonto, vamos a llegar tarde a la repartición de misiones, así que mueve el flanco y ponte tu armadura. Eso te pasa por quedarte despierto tan tarde haciendo quien sabe que, no te despertaría si no fuese porque las reglas de los guardias dictaminan que siempre debamos ir en grupos de dos… así que… ¡Despabílate de una vez! - Grito el pegaso ya notándose molesto.
El grito hizo que el pegaso se levantara de prisa, rápidamente se puso su armadura y se arreglo un poco, su expresión aun era aletargada, deseaba seguir durmiendo un poco más.
Thunder Flash que así se llamaba el compañero de Onyx, resoplo un poco y se adelanto a su similar aunque sin avanzar muy rápido para darle tiempo a que lo alcanzara mientras se dirigía al lugar donde los otros guardias ya deberían estar formando filas.
El pegaso de color negro y crin blanca trotaba lo más rápido que podía, llevaba algunos días en su nuevo puesto y aun le costaba acostumbrarse al horario, pensó que tener un compañero le ayudaría pero cuando conoció a Thunder, digamos que no fue lo que él esperaba... su compañero era demasiado serio y no parecía el tipo de poni que convivía con los demás. El veía a los demás guardias llevarse bien con sus compañeros y esperaba algún día poder ser así con Thunder.
Los dos pegasos llegaron a las oficinas donde se repartían las misiones a todos los grupos de guardias de elite…
- Grupo 4... Grupo 4... Grupo 4…-
Gritaba el comandante llamando 3 veces lo cual causo vergüenza a Thunder ya que se dio cuenta, no solo de que habían llegado tarde ya que no vio a ninguno de sus demás compañeros, sino también de que Onyx se volvió a olvidar el número de su grupo por lo cual le dio un toque un tanto fuerte con una de sus patas para que respondiese al llamado. Al darse cuente de su olvido rápidamente el pegaso dio un paso al frente.
- ¡Grupo 4 reportándose señor! - haciendo esto con el tradicional saludo militar.
El comandante dio un suspiro al ver el apuro con el que el pegaso respondió al llamado y luego le entrego un pergamino envuelto con sellos reales a Onyx.
- Muy bien - Dijo el pegaso de crin arco iris acercándose para ver el pergamino - ¿Cuál es la misión? -
Onyx abrió el pergamino, leyéndolo rápidamente para sí mismo lo cual molesto un poco a su compañero quien de por sí ya estaba bastante enojado…
- ¿Y bien? ¿Qué dice? –
- Al parecer no tenemos misión este día –
- Déjame ver eso – dijo casi arrebatándole el pergamino y lo leyó rápidamente.
- Dice que debo presentarme ante el capitán Shining Armor y ante el resto de la Guardia de Elite – dijo el pegaso con cierto nerviosismo.
- Bien entonces no pierdas más el tiempo y ve, es mejor no hacerlos esperar – dijo Thunder devolviéndole el pergamino para después retirarse de ahí pero en dirección contraria.
- ¿Adónde vas? Dice aquí que todos los guardias de elite deben reportarse al cuartel -
- Iré en un momento, debo ir a otro lado, te veré allá – exclamo su compañero – Solo te diré una cosa… más te vale tomarte esto en serio – dicho esto último se alejó de ahí.
Thunder aún no entendía ¿por qué seguía sin ser líder de escuadrón? ¿Por qué le asignaron a un pegaso tan holgazán y débil como Onyx de compañero? El estaba listo para ser líder, pero siempre le decían lo mismo: "No serás líder de escuadrón, hasta que controles ese mal comportamiento tuyo". Incluso la princesa Celestia solo le pedía paciencia y que algún día lo entendería…
-o-
En el vestíbulo del castillo lo esperaba un unicornio blanco, su crin era de color azul oscura con un mechón de azul claro, llevaba una armadura purpura con adornos dorados y en centro una estrella rosa de seis picos sobre un escudo violeta, Onyx lo reconoció de inmediato como el capitán de la guardia real.
- Es un placer Onyx - finalmente dijo el unicornio, extendiendo su pesuña.
- El placer es todo mío Capitán Shining Armor - el pegaso hizo un saludo militar, dejando desconcertado al unicornio
- No hay necesidad de tantas formalidades, puedes simplemente llamarme por mi nombre-
- Lo siento, viejas costumbres… -
El unicornio solo sonrió.
- Sígueme - ordeno dirigiéndose a la salida principal del castillo.
Onyx le siguió de cerca sin apartar la mirada del unicornio. Por donde pasaban los demás guardias reales se ponían firmes en sus puestos, solo hasta que ambos se alejaban volvían a sus deberes. Pasaron algunos minutos de caminata silenciosa, pasando entre los pasillos y jardines de Canterlot.
- ¿No eres muy conversador? - rompió el silencio Shining Armor - ¿Estas nervioso?-
- Un poco… es que estoy nervioso de conocer a los demás - contesto el pegaso
- Es natural sentirse así, pero estoy seguro de que encajaras perfectamente con los otros. Las princesas siempre han sabido elegir a sus guardias de elite. Bien hemos llegado - finalizo el capitán deteniéndose en un gran edificio no muy lejos del castillo - Bienvenido al cuartel de los guardias de elite -
Onyx levanto la mirada al impresionante edificio frente a él. La fachada le recordaba a la entrada principal del castillo, adornada con vitrales de colores representando al sol y la luna, a cada lado de la entrada había dos estatuas, un pegaso y un unicornio, frente a frente.
- Entremos, los otros ya deben estar esperando -
Onyx trago saliva y siguió a Shining Armor dentro del cuartel.
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Dentro de una habitación en el cuartel de la guardia de Elite, estaban reunidos los más veteranos del grupo, aquellos que habían sido elegidos por las princesas y habían pasado por las pruebas más duras para ganarse su puesto como tales.
- ¿Por qué tardan tanto? Quiero terminar con esto de una vez - dijo un unicornio rojo de despeinada crin color fuego, tenía como cutie mark una flama veloz. Estaba sentado recargado en una silla con sus cascos sobre la mesa. Su armadura le cubría gran parte del cuerpo, de colores rojo metálico y adornos dorados.
-¡Por décima vez Flame Runner! ¡No tengo idea de a qué hora llegaran! Yo también tengo cosas más importantes que hacer, que esperar a un novato y su iniciación - respondió otra unicornio recargada a la pared, esta era de color aqua con una corta crin azul marino con costados blancos, tenía como cutie mark un cántaro de color zafiro el cual dejaba caer una pequeña cascada de agua resplandeciente - ¡Y baja tus sucios cascos de la mesa! - Llevaba una armadura similar a la de Shining Armor pero de color azul zafiro
- No puedes relajarte Silver Mist, solo debemos conocer al chico nuevo -
La unicornio simplemente lo ignoro y giro la cabeza hacia un lado.
- Por favor no peleen - interrumpió tímidamente otra unicornio de piel color alabastro y de crin roja corta, tenía una cutie mark con forma de una espada sobre la cual había un corazón alado. Su voz apenas fue audible para los ponis en la habitación – Saben, según escuche fue quien salvo a la Princesa Luna y a la princesa Celestia de Nightmare Moon - su armadura era similar a la Shining Armor pero de color amarillo.
- ¿Ese debilucho? No lo creo Noble Heart, de seguro solo se escondió y dejo a las princesas hacer todo el trabajo -
- No lo creo Silver, la princesa Celestia no mentiría en algo así, todos nos hemos ganado nuestro lugar por hacer un acto de gran valor para Ecuestria, estoy segura de que él también hizo algo semejante – respondió la unicornio de crin roja.
- Ya veremos…- respondió simplemente Silver Mist.
- Así que al nuevo le darán su promoción - dijo una pegaso de color blanco y crin azul claro y rizado, su cutie mark eran tres copos de nieve con forma de diamantes, sentada en un rincón acomodando su cabello - Interesante, aunque pobre Thunder, primero lo degradan por su mal comportamiento y ahora tiene que lidiar con un novato dándole ordenes…–
- Me encanta lo que hiciste con tu cabello Diamond Dust –
- Gracias linda, es difícil mantener estos rizos -
Las puertas de la habitación se abrieron de par en par revelando a un unicornio y un pegaso, ambos entraron y en un segundo los cuatro ponis se pusieron de pie saludando de manera respetuosa a su capitán Shining Armor…
- Descansen yeguas y… ¿caballos?… ¿Dónde están Thunder Flash y Clarus?-
En ese momento la puerta se abrió revelando a un unicornio de gran tamaño, quizás más alto que el capitán Shining Armor, de complexión delgada, de crin rubia y su cutie mark era una estrella de cuatro picos, llevaba una armadura de color dorado muy similar a la del ahora príncipe del reino de Cristal.
- ¿Llego tarde?- dijo Clarus
- Un poco, es bueno verte viejo amigo – ambos unicornios chocaron cascos espero un poco por si Thunder aparecia pero no. Ya habia pasado un rato y decidió continuar - Bueno quiero presentarles a un nuevo integrante… Onyx Blackstar -
Todos enfocaron sus miradas en el pegaso negro detrás del príncipe Armor, hubo un silencio incomodo hasta que Silver Mist decidió hablar…
- Es una broma… este potro a duras penas pudo completar los ejercicios básicos cuando estuvo bajo mis órdenes, no tiene por qué estar aquí… es lento, débil… ni siquiera sé cómo paso las pruebas de admisión a la milicia -
- Las princesas en persona lo recomendaron para ser uno de nosotros - respondió Shining Armor - Este potro, como tú le dices, se enfrento y sobrevivió a Nightmare Moon -
- Ja… Disculpe mi expresión pero eso es difícil de creer. Hasta donde recuerdo solo es un debilucho, se lastimo durante un entrenamiento y se escapo de la enfermería para ir a no sé donde, arriesgando su salud y desobedeciendo ordenes directas de un superior –
- Estuve al tanto de la situación, el ya pago por su falta, fue suspendido de labores en aquella ocasión… - salio en su defensa el capitán de la guardia real.
Mientras escuchaba la conversación entre ambos unicornios, Onyx recordó todos y cada uno de los sucesos desde que entro a la milicia; las burlas, los insultos, las humillaciones que hubieran hecho a cualquiera renunciar pero no a él.
- El está dentro Silver, quieras o no – dijo con autoridad el unicornio blanco.
- Bien entonces no le importara una pequeña pelea contra uno de nosotros ¿o sí?, un combate… - Silver Mist clavo su mirada en el pegaso negro - Solo para probar si en verdad están rudo como dice ser -
Todos volvieron a mirar fijamente al pegaso que se mantuvo en silencio…
- Lo hare… - finalmente hablo – Les demostrare que merezco estar aquí -
- El novato tiene agallas - susurro Flame Runner - No te parece Noble-
- … - la pequeña unicornio no respondió, solo se quedó observando al pegaso de crin plateada.
- Y también muy lindo - añadió Diamond Dust también mirando al pegaso.
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Todos los guardias de elite salieron del cuartel dirigiéndose a un área alejada del castillo, un lugar que usualmente usaban para practicar sin molestar o lastimar a alguien. Era una especie de cráter poco profundo usado como arena de combate o centro de entrenamiento. Los guardias de elite fijaron su mirada en el fondo del cráter donde uno de sus compañeros además de Onyx se miraba fijamente, cada uno a un extremo de esta improvisada arena.
- No seas tan duro con el Clarus - grito Shining Armor - Recuerda que solo es un novato-
- Capitán Armor ¿No cree que debió dejar que uno de nosotros se enfrentara al novato? - pregunto Silver Mist con un poco de preocupación
- Pensé que esto era lo que querías Misty - respondió el unicornio, llamándola por su apodo, algo que molestaba a la unicornio aqua
- Lo sé pero… ¿Clarus?-
- Si no te conociera Misty diría que estas preocupada por el novato - dijo Noble Heart
- No es eso, sabe tan bien como yo lo fuerte que es él. Aunque solo sea una batalla de prueba, Clarus nunca se ha tomado nada a la ligera-
- Lastima que Thunder Flash no esté aquí para ver esto - exclamo Flame Runner
- ¿Ver qué? - dijo una voz detrás de ella - ¿Qué está pasando? no vi a nadie en el cuartel, no pensé que estarían aquí – dijo Thunder Flash vistiendo una armadura con protecciones hasta las alas, de distintos tonos de azul y adornos dorados.
- Bu-buenos… días… Thunder Flash - murmuro Noble Heart con un ligero rubor en sus mejillas apenas vio al pegaso celeste.
- Buen día Noble - respondió el provocando mas rubor en la unicornio - ¿Qué está ocurriendo? – Volvió a preguntar - ¿en dónde está Clarus y mí… compañero? – dijo esto último casi tragándose la palabra…
- Ven Thunder te perderás toda la diversión – dijo Flame Runner con entusiasmo - Clarus está por patearle el trasero a tu compañero, creo que tendrán que asignarte a uno nuevo cuando esto termine – rio el unicornio.
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- Estas listo novato - Grito el unicornio blanco desde su posición.
- Listo… -
- Te lo advierto… - dijo el unicornio colocándose su casco - … No seré blando contigo por ser el nuevo -
- No se preocupe, ya me lo esperaba -
Thunder se acercó al borde, fijo su mirada en el pegaso negro y el unicornio blanco, ambos estaban listos para iniciar un combate que definiría si Onyx era digno de pertenecer a los guardias de elite…
Continuara…
Lo prometido es deuda, después de muchos años y de varios pequeños tropiezos aquí tienen la tan esperada continuación de "La Luna y Las Estrellas". Los primeros capítulos tal vez les parezcan familiares si leyeron "La Búsqueda del Guardián" eso es por que logre rescatarlos antes de que Fanfiction me obligara a borrar esa historia por una acusación falsa de plagio, pero olvidemos esa momento amargo y disfruten de este nuevo fic que se varios de ustedes habían estado esperando…
Muchas Gracias a todos los que me apoyaron para poder hacer esta continuación: mi amiga y hermana Adriana Valkyrie, mi gran amigo y autor Mond Dunkel y a mi hermanita Kuroderpy, gracias por su apoyo.
No olviden dejar un review o si notaron algún error háganmelo saber y lo corregiré de inmediato.
Sin más que decir nos vemos en el segundo capítulo.
