Capítulo 1: Daño.
Odio.
Cuando se produce ese sentimiento tú alma se corrompe, cómo lo sientes, tu corazón queda reducido a infinitas partes en un puñado de polvo, tus ojos quedan como cuencas vacías y los sollozos quedan como gruñidos furiosos.
Por eso cuando puedes ver una hebra de luz entre toda esa oscuridad, te aferras, como una sanguijuela, cuando sientes la tibieza abrazarte, harías todo, absolutamente todo para no dejarlo ir, para evitar algún daño, por efímero que parezca.
Su olor se cuela por mis fosas nasales, como un hermoso recordatorio. Estoy muerta, sí, pero le tengo a él, lo único que me queda entre toda la inmundicia, lo único que realmente vale la pena. No se le puede llamar a nuestra relación enfermiza, por ningún motivo. ¿Cómo diablos iba serlo?, él me ama y yo lo amo. Yo daría todo lo que tengo sin dudar, mataría por él, odiaría.
Él era una piedra preciosa, tan frágil a mis ojos, tan brillante… No era un amor pasional el que le tenía, era verdadero, único, era maternal. Le amo como mi hijo, como mi sangre, como parte de mí, una alianza indestructible. Era mi hijo, el resquicio de un gran amor, uno que en des fortuna ahora es odio, un odio tan puro y palpable que hasta él lo siente.
-Mami.
Su voz infantil resonó en mi cerebro, baje mi vista con vehemencia, vi sus ojos verdes mirándome con cariño, su boca formando una tierna sonrisa, su cabello negro azabache cubriendo su frente. Le sonreí y apreté más contra mi pecho, sabía que a Charles no le gustaba verme triste, por eso nunca recordaba a su padre, excepto ese día. Cuando conté todo de él, sin odios ni rencores, simplemente lo que paso, visto desde segundo plano claro. Pero mi hijo es intuitivo y vio tras la máscara.
-No le necesitamos Mami- dijo con una convicción asombrosa-. No podría faltarme nada con una Súper Mamá Vampiro.
Bese su frente y le despeine el cabello, Charles hizo un mohín.
-Siempre estaré ahí para ti- prometí-. Nada me hará separarme de ti.
-Lo juráis.
-Lo juro cariño.
10 años después.
Cuando se es semi-humano, el tiempo cobra otro significado. Pero nunca desde que tengo memoria la he pasado mal. Mi madre era lo único que necesitaba para que mi mundo siguiera teniendo sentido, es decir, era el amor maternal que me mantenía a flote, hasta que según mi madre, llegara el amor de mi existencia. Porque de eso no había ninguna duda, en un año más sería un Vampiro completo, Bella me lo había prometido.
Isabella "Bella" Swan, era, sin duda alguna, la mujer más extraordinaria y bella que te toparías, sus ojos son idénticos a los míos, excepto que los de ella reflejan madurez y para mi disgusto, tristeza. Su cabello era liso, la piel de mármol y fría. Sin embargo era la mujer más cálida entre nuestra especie, su olor era superior al de muchos. Y su Don era asombroso.
Un Audi R8 paso rápidamente a mi lado, el auto color azul oscuro zigzagueo frente a mí, pude ver la sonrisa de mi madre por el espejo retrovisor, pise el acelerador de mi Jaguar Negro y me dispuse a darle caza.
Si Bella Swan quería problemas, los tendría. Quizás no sea tan mala la idea de mudarnos a Forks.
Eso serviría para reparar el daño que causo ese estúpido Vampiro, aquél que agradezco que se fuese, él no merecía a alguien como mi madre, no merecía una mujer tan dulce como Bella.
No después de tanto daño.
