Cóodigo azul
1: No puedes extrañar lo que nunca tuviste
Aizawa Shouta no cree en eso de las almas gemelas.
El no haber nacido con ninguna marca, ni siquiera cuando el resto ya las tiene, sólo le da más razones. Como si de verdad eso de "hechos el uno para el otro" fuese una idea sana y aplicable. O que se pudiese medir de forma más o menos predecible, lógica, científica. A veces aparecían cuando la otra persona nacía, o después, pero nunca antes. No se podía tener una conexión con algo que no era persona. Había veces en que aparecía y desaparecía antes de saber quién era, y por lo que veía esa solo traía sufrimiento por algo que jamás había sido.
Eso pensaba, más o menos, desde que dejó atrás la infancia y entró en la pubertad. Y en Yuuei.
Hizashi tampoco tenía una.
En chiste, o eso le dijo, mencionó que quizás aparecerían al mismo tiempo y serían iguales. Entonces se lanzó a una dramatización de telenovela radial que hizo que Shouta lo mirase, fijo, hasta que Hizashi recordó que iba a ir a por café. Y que tenía que ir rápido. Después, Shouta le dijo que no volviese a decir algo así o la venganza sería terrible.
A los dieciocho años, después de haber recibido su licencia de héroe, apareció su marca.
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La noticia no le cayó como balde de agua fría.
La noticia lo tiró en un mar de agua tan helada que apenas y no se convertía en hielo, dejándolo paralizado en cuerpo y mente. Sin poder respirar. Era un pedazo de algo detenido en el tiempo que se había olvidado de moverse, de funcionar. Había ido corriendo hacia su objetivo de toda la vida, la corta vida que había vivido, con unos ideales que creyó inamovibles, y ahora la realidad le daba un golpe desde todas direcciones, sacudiéndolo desde sus cimientos.
-Eso no sucederá. Deberías rendirte.
Izuku apenas empezó a registrar sus alrededores una hora después, cuando habían vuelto a casa, y él estaba de nuevo mirando ese video. Ese que ya había visto miles de veces. Podía sentir las lágrimas corriendo por su rostro, y cuando su madre lo abrazó, rogándole que la perdonase, sintió que su mundo se había terminado. Nada más había luego.
Los días pasaron, junto con algunas otras cosas. Cosas que no podía recordar, aunque Katcchan estaba por ahí en algún sitio, riéndose de él y de su no-particularidad. Tampoco es que le prestase atención, claro, porque con su sueño destruido no consideraba que el mundo requiriese que lo observase.
Así y todo, unos días después, cuando estaba cambiándose para ir a dormir, notó que había algo raro en él. Un detalle menor. Al costado de su cuerpo, donde su torso empezaba a convertirse en pierna derecha, por debajo del hueso de la cadera, estaba su marca.
Izuku no tenía dudas de cuándo había aparecido.
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Hizashi, por supuesto, fue el primero en descubrirlo.
Shota agradeció tanto que hubiese sido él y no otra persona, porque al menos podía entender cuánto apreciaba su vida privada. Al ver a su colega señalando un punto en su antebrazo desnudo, entre el codo y el hombro izquierdo, pensó que al final se le habían soltado los tornillos, o que estaba dramatizando su persona de locutor de radio y DJ. Pero no estaba diciendo nada, y eso era raro. Bajó la mirada y vio que su inmaculada piel, libre de marcas,había sido alcanzada por un diseño que lo señalaba como...
-Te va a dar un ataque- dijo, terminando de vestirse -Cálmate.
-Shota Aizawa- dijo, casi sin aliento -Shota Aizawa me ha ganado en eso. No lo puedo creer, maldito suertudo...
-¿De verdad es una suerte?- lo miró, serio, y la sonrisa del otro se enfrió -Sabes lo que puede pasar. Sabes que puede llevar a una vida poco feliz si no se llega a un final de cuento de hadas. Y no sé si lo habrás notado, pero nuestras vidas no son de cuento.
-La vida es riesgo- respondió, algo más calmado pero aún con ese tono de voz que le conocía bien. El que usaba para intentar negociar algo, o que salía cuando mostraba que no era tan descuidado como dejaba parecer -Y no sabes nada del futuro, Shota. Esa es una particularidad que nunca se ha visto.
-O que no se deja ver. Sería tener una diana en la frente.
-¿Quieres que pregunte?
-No. Mejor que nunca lo sepa. No puedes extrañar lo que nunca tuviste.
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Quizás fuese otra persona sin particularidad.
Quizás era una con particularidad a la que no le importase que él no la tuviese.
Quizás sería un héroe o heroína profesional que lo vería como una molestia, un blanco a proteger siempre, una carga más sobre sus ya sobrecargados hombros.
Quizás desapareciese con el tiempo, porque a veces esas cosas pasaban.
Quizás no se hubiese dado cuenta, porque estaba en su espalda o en una zona a la que no mirase de forma regular.
Quizás hubiese nacido justo en ese día, o fuese alguien mayor que él.
Quizás nunca se encontrasen.
Quizás tendría que inscribirse en una de esas páginas de encuentros, en donde se publicaba tu marca y buscabas una que concordase. Solían ser únicas. Incluso las que se habían registrado desde el inicio del fenómeno, que apareció junto con las particularidades.
Quizás era el efecto de una particularidad.
¿Qué clase de particularidad sería? ¿Tendría nombre? No había nada parecido en los registros, tanto históricos como actuales, aunque había algunos que podían acercarse. Escribir o grabar cosas en superficies. Bucar y encontrar personas. Hacer que la gente quisiera acercarse a ti. Poder sentir lo que sentía otra persona, o transmitir lo que sentías hacia alguien más. Enviar información de persona a persona...
...no podía ser All Migth, ¿no?
Se quedó quieto, con la lapicera por sobre su cuaderno lleno de notas, hasta que se dijo que no, que eso sería soñar demasiado. Que su vida no era uno de esos cuentos dramáticos con final feliz. Ese hombre tenía la edad de su padre y, por las fotos, sabía que no era su padre. También tenía los rulos de él, y All Migth no compartía ningún rasgo genético con su persona. Su madre se lo había dicho, y demostrado.
Él no tenía esa clase de suerte.
Él no tenía suerte.
Quizás, por eso, su alma gemela no mostraba interés en encontrarlo.
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Había casos en donde una marca aparecía en una persona, y luego aparecía en otra. Aizawa llegó a pensar que eso se debía a que persona A podía ser ideal para persona B, pero a persona B le faltaba un toque de horno para tener alguna posibilidad con persona A. O varios. Quizás era un árbol de posibilidades, algo que podía ser pero no tenía por qué materializarse.
Quizás era algo platónico: después de todo, las personas arománticas y asexuales (una cosa o las dos, valía lo mismo) podían tener marcas. No era raro que algunas personas heroicas fuesen la inspiración de la juventud, y a veces no tan juventud, de ser la motivación para hacer algo... aunque las marcas de almas gemelas eran algo serio. Rarísimo era tener más de una. Y eso era otro motivo de conflicto que él no necesitaba en la vida.
Ya tenía suficiente con sus alumnos: en el primer ejercicio cuatro se habían lastimado tanto que tuvieron que ir a la enfermería, un equipo no colaboró para nada, otros habían entrado en pánico y los demás habían tenido un desempeño mediocre. Aizawa no quería ni imaginar lo que sucedería si llegasen a enfrentarse con villanos. Escribió un informe detallado sobre todos y cada uno de ellos, y a los dos días les dijo, en persona, que estaban expulsados. Les entregó una copia a cada quien de su respectivo informe, y los mandó de vuelta a su casa.
El director Nedzu le preguntó si no había sido un poco severo.
-No- fue toda su respuesta.
-Aizawa, ¿qué es lo que sucede?
-No tenían ni madera de héroe ni voluntad para tenerla. Dejarles seguir con esas ideas ridículas era darles falsas ilusiones, y luego enviarles a morir. No cooperaban. No consideraban las ventajas del terreno. No comprendían el objetivo ni les interesaba hacerlo. El dejarles continuar sería cruel.
Nedzu asintió, tomando algo de té.
-Además, dos de ellos tenían sus marcas y tataron de hacer trampa. Su excusa fue que eran sus almas gemelas y que nunca harían algo así, que el ejercicio era ridículo y ofensivo. Si esa clase de enlace está por encima de su deber como héroes, no merecen el título ni el puesto.
-Ya veo- tomó otro sorbo y se quedó mirando la taza -Es una pena que no se lo tomen en serio. Más sabiendo que cada día los villanos aprovecharán toda debilidad posible para ganar terreno. Y el ver que usan su alma gemela como excusa en vez de como fortaleza... Es triste. ¿Recuerdas, Aizawa, lo que pasó con Mimic?
-Pasó por muchas cosas, ella.
-Mimic, en el caso de la toma de rehenes. Su alma gemela estaba atrapada, y por eso ella decidió ir pese a que no solía hacerlo. Y lo hizo más que bien: redujo uno por uno a los secuestradores, desactivó las bombas, avisó con datos precisos a las ambulancias y logró terminar todo sin gente herida. Y a partir de allí, si mal no recuerdo...
Aizawa suspiró, con mala cara.
-Sí, dije que ahora sí estaba a la altura de su título de heroína profesional.
-El verlo como excusa... es vergonzoso. Y el verlo como una vergüenza es una excusa.
El otro lo miró, sin decir nada.
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"Voy a morir"
El pensamiento apareció en su cabeza con la claridad del día.
"Voy a morir"
¿Por qué había decidido ir bajo ese puente hoy? ¿Por qué se había retrasado tanto pescando su libro de notas del estanque de peces koi? ¿Por qué se había quedado dudando tanto tiempo en la puerta a la salida?
"Voy a morir"
El monstruo de barro le había dicho que sólo dolería por cuarenta y cinco segundos. Izuku Midoriya iba a morir sin saber quién era su alma gemela, y sin poder ser el héroe que tanto deseaba ser. Jamás podría llegarle siquiera a los tobillos a All Migth...
"Voy a morir y dejaré sola a esa persona"
...y jamás sabría quién era, y esa persona nunca sabría quién era él. Aunque, quizás, Katcchan tuviese razón. Quizás reencarnaría y tendría alguna clase de particularidad. ¿Las almas gemelas se pasaban de una vida a otra? Quizás diez o quince años de diferencia no le importasen tanto...
...y entonces alguien lo estaba despertando. Alguien con una sonrisa brillante y un villano en botella, derrotado.
Quizás aún podría cumplir algunos de sus sueños.
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Ese muchacho se va a hacer pedazos.
Quizás debería haber estado con el año anterior, si era así de descuidado para con el bienestar de su cuerpo. Romperse las dos piernas y un brazo luchando contra el robot de cero puntos. Si bien parecía tener buenas intenciones, de poco le iban a servir en una situación donde hubiesen muchos villanos y él fuese el único disponible. Era mejor ponerle las cosas en claro de una vez.
-He borrado tu particularidad- le dijo, con su bufanda volando a su alrededor y su cabello flotando hacia arriba -De nada servirá que te rompas huesos en una situación real.
El muchacho es demasiado nervioso, demasiado inseguro, demasiado descuidado para su propio cuerpo. Sabe bien que va a terminar en último lugar. Y que All Migth esté espiando tampoco la da una buena sensación. Es cuestión de esperar a que se rompa algo, vea que no se puede mover, y lanzarlo fuera de Yuuei.
Y luego va y se rompe un dedo.
Sonriendo con las lágrimas acumulándosele en la cara, el dedo doliéndole y esforzándose por no mostrarlo, le dice, tiene la cara de decirle, que aún se puede mover.
Aizawa decide que mejor no expulsa al último de la clase. A ver qué otras formas de no romperse tiene bajo la manga.
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Uraraka no tiene ninguna marca.
Iida, por otra parte, sí, pero es distinta a aquélla con la que nació. Dijo que a los diez años desapareció, y que un par de años después otra tomó su lugar, en otra parte de su cuerpo.
Katsuki gruñe cuando se lo preguntan.
Kirishima dice que la tiene, pero que está en un lugar que no se puede mostrar. Se ríe, algo nervioso, diciendo que sería romántico descubrirla en la intimidad con su alma gemela. Que el saber que puedes confiar tanto en que alguien no te va a herir en tus momentos más vulnerables es algo masculino que él desea alcanzar.
Mina tiene una, en la palma de la mano. Buscó en sitios de encuentros pero aún no ha hallado a la otra persona.
Mineta ansía tener una, y espera que sea Midnigth.
Tsuyu dice que ella no tiene ninguna marca, y que espera poder entenderse lo suficiente con alguien como para ganársela.
Todoroki no dice nada, ni contesta preguntas al respecto.
Hakagure dice que no sabe, que quizás que sí tenga alguna, pero como no se ve, lo dejará al futuro. No al destino, no que eso es una tontería tóxica. Que pase lo que tenga que pasar.
Tokoyami, orgulloso, levanta la barbilla y deja ver su marca. Diseño gótico. Espera que quienquiera que sea su alma gemela guste de lo gótico, que él la hará su diosa de la oscuridad.
Jirou dice que tuvo una pero que ya no está. Cosas de la vida, que le dejaron buen material para unas canciones a las que les puso letra durante una semana que se la pasó con fiebre. Que si va a sufrir, mejor hacer arte al respecto.
Izuku se lo pregunta a All Migth.
-¡Midoriya, muchacho! ¿Acaso tienes una marca y deseas saber qué hacer?
-Eh... algo así.
-Pues no, no la tengo. La tuve antes, pero la persona con la que estuve... ya no está.
Un par de ojos verdes lo miran, comprendiendo.
-No te entristezcas, muchacho. Murió como la heroína que era, y salvó a mucha gente. Su legado continuará en ti, y en quien consideres merece que le pasen la antorcha. Nana era... una inspiración para mí. Pese a que fue algo platónico, ella me influenció más que nadie. Cada vez que estoy a punto de desfallecer, pienso en ella, y me regresan las fuerzas.
Izuku mira la taza entre sus manos, pensativo.
-La mía apareció a los cuatro años. Horas después que me dijesen que no tenía particularidad. Y no sé... qué hacer. ¿Buscar a esa persona? ¿Dejarlo a la suerte? ¿Qué pasa si resulta que no le atraen los hombres, de forma romántica o... de otras maneras? ¿Y si es civil? ¿O heroica persona pero con ideas incompatibles con las mías? ¿Y si...?
-Calma, muchacho, calma. Tienes mucho tiempo para eso. Después de todo, eres joven, y tienes toda una vida y un gran futuro por delante. Deja que todo fluya: si no le encuentras, podrás seguir con tu existencia de todos modos. No todo en la vida es romance.
Izuku no se siente del todo reconfortado.
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Chico dorado.
Favorito de All Migth.
Descuidado para con su bienestar, poniendo al resto sobre su salud.
Analista excelente, sí.
Baja autoestima, probablemente por acoso de ser, supuestamente, un sin particularidad.
Exámenes intelectuales muy por sobre la media.
Muestra tendencia a ser buen estratega y a usar planes poco usuales, pero que funcionan.
Lo que Aizawa ve es a alguien que lleva al aula entera a hacer más. Plus ultra. Midoriya es joven, descuidado para con su cuerpo y con un deseo de ser héroe obvio para quien lo conozca por dos minutos. Tímido para con las chicas. Utiliza movimientos y ataques de otras personas, adaptándolos a su estilo de pelea.
Terminando con sus observaciones, pasa a Mineta.
Oh, qué cambio de personaje.
La marca en su brazo no ha dejado de recordarle su presencia desde el inicio de ese año escolar.
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Izuku no es tonto.
Puede que algo descuidado a veces, pero tonto no es.
Su marca parece haberse "activado" el día en pisó Yuuei, para el examen escrito: es decir, le indica que la persona que tiene una igual está en su proximidad. Quizás interactúa con ella a diario. Y es en un diario donde comienza a anotar fechas, personas y marcas, de tenerlas... o si dicen no tenerlas. Para asegurarse, anota sólo las que ha confirmado que están, y empieza a tachar nombres. Anota todos, todos, eliminando algunos porque es obvio que nunca serían su alma gemela. Su madre, por ejemplo.
Luego, empieza con un horario detallado de lo que pasa en su semana. Lunes, salir a Yuuei, saludar a la vecina, entrar a clase. Gente de su clase. Personal docente también, aunque lo duda. All Migth y el director Nedzu no están por obvios motivos, sólo aparecen marcas en humanos. Poco más hace en su día a día, en su meta de llegar a ser héroe. Pero es un comienzo, uno en el que puede confiar, porque puede comprobarlo con datos empíricos. Más o menos.
Y empieza a tachar nombres conforme descubre sus marcas. A veces es por casualidad, como cuando están en el vestuario de chicos y sus ojos pasan por una mancha de colores en la piel de otro. Ninguna tiene tatuajes. La lista va depurándose conforme pasan los días. ¿Será alguien de su edad? ¿De algún curso vecino? ¿Alguien de su vecindad? ¿Se cruzan en el transporte público, siendo que toma uno distinto para ir a Yuuei del que tomaba para ir a secundaria?
Hay demasiados interrogantes, pero mientras más variables pueda iluminar, mejor.
Quisiera hablar con esa persona. Quisiera poner en claro lo que desea hacer de ahí en más. Quizás ya tenga pareja, quizás esté casada, quizás se esté muriendo y desee saber quién es su alma gemela. Quizás no quiera saber nada con él. Quizás no necesite saber que tiene por alma gemela a alguien como él. Quizás le haga daño el saber que su alma gemela es tan poca cosa.
Izuku deja de lado la lista y se frota los ojos, cansado.
Debería ir a dormir. Mañana irán a la USJ y mejor es estar descansado. Su alma gemela puede esperar.
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Las novelas rosa siempre me aburrieron. Lees dos o tres y ya te puedes escribir la propia, aunque no tengas idea de cómo escribir. Y en parte, es por eso que hasta este momento no había tocado eso de las "almas gemelas": es un mito del amor romántico, tóxico y que te lleva a una vida de infelicidad, a una muerte prematura o a tu propio asesinato. Y un recurso mal usado, una forma tramposa de shippeo.
Veamos si se puede hacer algo mejor.
