El corazón de la bestia

Capítulo 1

Las luces de la capital brillaban iluminando la ciudad completa, la noche estaba en un clima fresco, era uno de esos días especiales en los que la familia o las parejas paseaban tranquilamente.

Bulma Briefs disfrutaba del clima recargada en el barandal de su balcón. A sus veinticuatro años ya era la científica mas famosa de toda la capital y se había convertido en una de las mujeres mas hermosas ante el mundo. Tenia todas las cualidades de ser la mujer perfecta para cualquier hombre, era rica, era hermosa y sobre todo inteligente pero ellos no contaban con que tal mujer se tenia un carácter tan grande como su ego. En tanto podía ser una mujer amable y dulce podía convertirse en una odiosa malcriada cuando se lo proponía.

"No puedo creer que tenga que hacerlo" suspiro la joven heredera, hace unos días había causado un revuelto en la ciudad, uno de sus experimentos había salido mal provocando un caos en la sala de exhibiciones no hubo ningún muerto pero si bastantes heridos. A pesar de a ver pagado los mejores abogados y argumentado que en realidad no había sido su culpa de lo único que pudo salvarse fue de no pisar la cárcel pero tenía que cumplir un servicio si no quería acabar presa. "Que tan difícil puede ser" Dijo ella mirando a las estrellas. "En realidad será un monstro como dicen" Dijo curiosa si algo le atraía a Bulma Briefs era el peligro y los retos, fue por eso que no protesto a la hora de que le argumentaron su condena.

"Me pregunto cómo eres en realidad Vegeta" Bulma suspiro después de pronunciar el nombre tan extraño, según los tontos de la corte ella tendría que convertirse en una especie de asistente secretaria la verdad Bulma no estaba poniendo atención ya que según ella no habría cosa en este mundo que ella no pudiera lograr. Asique la misma noche investigo todo lo que pudo de Vegeta Ouji. Al parecer era un ex militar que había hecho una fortuna renovando armas militares, según las referencias que ella había logrado conseguir de sus ex empleados eran que era una persona cruel y despreciable, que si existía la maldad en este mundo ese sería Vegeta reflejado en carne propia. Pero para sorpresa de todos eso no era algo de lo que Bulma se preocupó, familiarizada con que la prensa la calumniaran, blasfemando cosas que en realidad ella no era había aprendido a no dejarse guiar por la impresión que la gente forjaba en uno si no la que tu descubrías al conocer a esa persona.

Decidiendo que era suficiente el tiempo que había pasado observando el cielo Bulma entro a su habitación cerrando las puertas del balcón con ella, camino hasta recortarse en su cama y tomo el folder con los papeles que había dejado alado de ella.

"Veamos que más tengo que saber de ti" Ella miro el expediente por tercera vez en la noche. "Te gusta imponer tu voluntad, eres cretino y odioso" Ella siguió leyendo aunque se lo supiera de memoria. "Tus asistentes duran nomas de tres días… Valla" Ella se sorprendió se imaginaba que tener que estar contratando y despidiendo debería de ser un fastidio. "Te gusta el café negro, Hum como tu alma de seguro, comes demasiadas veces al día. Lo que me faltaba tendré que ser su sirvienta también" Ella bufo aburrida arrojando las hojas fastidiada, mañana tenía que presentarse en la casa de ese hombre con una sonrisa y tratar de aguantar su mal carácter. Había entendido perfectamente el ultimátum que le dieron tenía que trabajar mínimo un año con el hombre, según tenían entendido había contratos con el ejercito que el necesitaba firmar y asuntos con los que tenía que ponerse de acuerdo y si seguía despidiendo a sus asistentes como se tronaba los dedos dichas negociaciones jamás se llevarían a cabo. No importaba lo que pasara ella tenía que durar ese año o si no acababa en la cárcel y Bulma Briefs no pisaría ese horrible lugar por nada del mundo. Así que, que ese hombre se preparara porque rogaría por ella después de que se terminara ese año.

Mientras ella manejaba en camino a la mansión del hombre no pudo evitar sentirse curiosa. Su casa estaba casi a las afueras de la capital, subiendo una colina que parecía no tener fin, aislada de toda civilización. "Que tipo tan mas raro ¿Quién rayos quiere vivir alejado de la tecnología?" Se dijo ella, como científica estar sin ello se le hacia una locura. "Según tengo entendido no tiene más de treinta esta entre sus veintisiete ¿acaso será de esos raritos que se quedan en casa?" Se dijo mientras más avanzaba más curiosa estaba de conocer a Vegeta Ouji sobre todo estaba curiosa sobre si los rumores eran ciertos.

"Un demonio negro de ojos rojos y cabello puntiagudo que era capaz de atravesarte y desangrarte de solo tocarlo, cicatrices en el rostro y dientes afilados, garras en vez de uñas y voz tenebrosa" Dijo Bulma estallando en carcajadas la gente sí que tenía imaginación, pero ella se lo imaginaba diferente un hombre con ese poder debía de ser alto y fuerte de ojos azules y rubio, ella de verdad no pude evitar imaginarse a uno de esos modelos atractivos que solían salir en la revista y esa es la imagen que ella tuvo de Vegeta.

Cuando finalmente llego hasta lo más alto admiro la casa que parecía haber salido de una película de terror antigua, era una mansión inmensamente grande y de color negro, las ramas de los árboles que estaban rodeando no lo hacía ver nada agradable, la tierra y las hiervas estaban terriblemente descuidadas en si ahí podía esconderse un cadáver de una chica tan bonita como ella y jamás seria encontrado. Bulma trago saliva todavía no conocía a su jefe pero ya estaba siendo intimidada por su hogar.

Estaciono el auto aun lado de la entrada, y mientras caminaba subiendo los escalones para llegar a la entrada, fue arreglando su ropa, había escogido un conjunto de falda y blusa ni formal ni juvenil pero si apropiado para ella trabajar cómodamente, su cabello azul había crecido bastante así que lo había alaciado. Ella sabía que se veía hermosa, pero procuro no irse provocativa, después de tan malas referencias que le dieron del hombre no quería provocar su lujuria y aunque en el expediente nada decía que fuera un violador ella no podía arriesgarse, estaba lo suficientemente lejos para que nadie escuchara sus gritos. Cuando finalmente estuvo enfrente de la puerta se preparó para lo que sería entrar en ese lugar. Acomodándose en su mejor postura, su rostro dibujo una sonrisa mientras tocaba el timbre.

Después de unos minutos de timbrado escalofriantemente ella se dijo que esto definitivamente era una mala idea, de hecho ahora que lo pensaba la cárcel incluso se veía más agradable que este lugar. Cuando estuvo a punto de retroceder la puerta se abrió haciendo un chirrido que molesto en sus sensibles oídos.

"Ustedes debe ser la señorita Briefs" Una voz sorprendentemente amable la desconcertó. Bulma miro cuidadosamente a la persona ante ella. Era de baja estatura, cabello negro en punta y ojos negros, piel morena. Después de recortarlo pacientemente y al ver que no le decía nada se dijo así mismo que los rumores y los chimes de las malas lenguas eran tan exagerados, de verdad no tenía nada de qué preocuparse. Aunque estaba un poco decepcionada tenía que admitir.

"Bulma" Dijo ella. "Bulma Briefs" Se aseguró de mostrar una angelical sonrisa mientras extendía su mano para estrecharla con la de él.

"Pasa por favor" Le dijo mientras se hacía a un lado para dejarla pasar. Ella estaba sorprendida de lo amable que se estaba comportando. "Supongo que te habrán informado sobre lo que tienes que hacer verdad" Él hablaba pero Bulma en realidad no estaba interesada en escucharlo, no era una presencia que le imponía respeto así que prefirió asentir y observar el interior.

Si la casa era terrorífica por fuera por dentro se le hiso algo elegante pero descuidada, la combinación de negro, rojo y gris se podía ver desde el suelo hasta las paredes, en el techo de lo más alto había uno de esos candelabros gigantes de cristales, cuadros de familias de generación en generación colgados en la pared de la escalera, las paredes estaban adornando el papel tapiz, la alfombra roja se extendía desde la entrada hasta el pasillo hacia donde la estaba llevando.

"Como veras este lugar es muy grande pero una vez que te acostumbres a él no hay pierde, los sirvientes vienen debes en cuando y tratan de limpiar lo mejor posible, tú te encargaras de la comida exclusivamente para un persona y como ya se te informo la organización de papeles, agenda, llamadas telefónicas. Como veras este es el despacho donde podrás trabajar para organizar todo" Bulma observo el cuarto oscuro con cortinas rojas y poca luz se preguntaba si en realidad esta persona podía ver con esa escasa iluminación, es escritorio de madera negro era hermoso tenía que admitirlo y la silla de forma barroca le daban su toque y en una esquina un sillón de cuero negro, podía decir que a esta persona le gustaban las cosas oscuras aunque no tenía nada que ver con su personalidad. Lo raro es que no había ningún cuadro o algún otro adorno en esa habitación que no fuera cosa de oficina y un librero con abundantes libros. Bulma lo observo que seguía diciéndole no sé qué cosas de verdad todo esa intimidad que él quería imponer no cuadraba con su personalidad sumisa.

"Eh ¿dije algo gracioso?" Pregunto al ver que ella había empezado a reírse. Bulma simplemente no podía evitar la imagen del pequeñín sentado en toda esa oscuridad pero aun así derrochando amor era demasiado para ella de soportar, no sabía porque no se había reído en cuanto lo había saludado en la entrada.

"Perdone usted señor Vegeta" Ella tomo unos momentos para tratar de controlar su humor, lo miro levantar una ceja perplejo. "Es que si me permite la imagen que me habían forjado de usted era completamente diferente"

"A qué se refiere señorita Briefs" Pregunto el curioso y luego desvió la mirada alado de ella pero Bulma no le dio importancia ella lo diría total era una mujer que se conocía por su sinceridad en lo que pensaba sin importar a quien ofendía y en especial este hombre no parecía enojarse con facilidad.

"Bueno si le puedo ser sincera cuando toque ese timbre me imagine que me abriría la puerta un completo bastardo, me había preparado para tratar de lidiar con el famoso e intimidante odioso Vegeta Ouji el monstro despiadado sin alma y corazón, un ser tan repugnante que no puede retener a una mujer por más de tres días y con eso que solo tiene que lidiar con el trabajo" Ella dejo salir un fuerte suspiro. "Pero me alegro que todo ese ser horrible que imagine fuera una simple creación de rumores tontos"

"¿Rumores?" Dijo temeroso, y Bulma asintió

"Oh si lo tienen en un completo totalmente depreciable, incluso me dijeron que no aguantaría más de los tres días. Pero me alegra saber que usted es completamente diferente a lo que describieron. ¿Ahora me pregunto porque la gente se formó dicha fachada de usted que malos?" Se dijo Bulma entretenida la verdad no lo entendía.

"Sera porque él no es Vegeta Ouji" Escucho decir una voz atrás de ella, una voz que había hecho que su piel se erizara y un escalofrió bajara por su espina, La voz era fuerte y raposa tenía que admitir que había sido bastante intimidante, incluso había logrado que sus rodillas temblaran un poco, lentamente se giró para ver quien había provocado tal miedo en ella.

Miro un hombre que le igualaba en estatura, su cabello era igual de negro en forma de llama, su rostro era duro, facciones demasiado masculinas, ojos penetrantes y negros, mirada intimidante, cejas que parecía marcadas en enojo con ese ceño fruncido. Labios delgados. El hombre esta vestido con unos pantalones deportivos y camisa negra de tirantes porque podía presumir ese cuerpo musculoso e intimidante, manos grandes y largas capaces de tomar su cuello y partirlo sin problema. Podía ver la molestia reflejada en esa vena que se marcaba en la frente y cuello. Entonces Bulma se maldijo una y otra vez y rogo a Kamisama que lo que pensaba no fuera cierto

"Yo soy Vegeta" Hablo de nuevo imponiendo su nombre con esa voz fuerte y rasposa. Bulma se mordió la lengua de verdad la había regado. Apretó los dientes para aguantar la humillación que seguirá luego. Lo miro sonreír y se dio cuenta que se veía mucho más temible sonriendo que con su rostro serio. "No dices nada" El hombre dio un paso hacia ella y no pudo evitar retroceder. "Tu escandalosa e insoportable risa fue lo que me desconcentro de mis entrenamientos no pensé que una bocona como tu fuera silenciada tan fácilmente" Bocana ese idiota la había llamado bocona, buena ella había dicho cosas peores pero nadie insultaba a Bulma Briefs, no pude evitar mirarlo con desprecio y eso pareció desconcertarlo.

"Hermano de verdad no hay necesidad de esto" le escucho decir al otro sujeto que había confundido con este.

"Cierto" Dijo Vegeta y Bulma se sintió aliviada de que dejara de verla con esos ojos asesinos, tal vez no eran rojos pero de verdad que daban miedo. "Me puedes explicar cómo es que esta mujer te confundió conmigo"

"Fue mi culpa yo no me presente como debía" Le escucho decir.

"Insecto" le escucho decir y para disgusto de Bulma el volvió a concentrarse en ella. "Ya que el inútil de mi hermano no usa su cerebro espero que así como tienes la lengua de venenosa tengas el cerebro para no tener que repetirlo dos veces" Le dijo ese hombre la había insultado y ella no podía creer que aún no lo golpeara, pero cuando vio cómo avanza a estar a una nariz de tocarla trago saliva fuertemente y apretó los puños encajando sus uñas en la palma de su mano para tratar de controlar su nerviosismo de salir corriendo por la ventana. "El insecto que te abrió la puerta es mi hermano Table que vendrá debes en cuando a esta casa para asegurarse de que no pase nada malo, bueno si es que como tú dices duras más de tres días sin que tenga que despedirte por ineficiente" Y siguió insultándola con esa fuerza que el imponía. "No olvides quien soy, tu trabajas para mí, no me importa cómo te llamas o tu vida solo quiero que hagas bien tu trabajo y de ser posible no me des ninguna molestia. Yo no soporto estupideces ni niñerías mucho menos llantos. Te presentaras todos los días a partir de mañana a las seis de la mañana, prepararas mi desayuno lo servirás en el comedor grande y desaparecerás de mi vista, a las nueve entraras al despacho y te diré lo que harás. Entendiste" El no espero a que ella respondiera en tanto acabo se dio media vuelta y empezó a caminar hacia la salida pero se equivocó si creía que Bulma era de las mujeres que se doblegaban por haberse equivocado o por haberla regañado

"Mi nombre es Bulma Briefs" Dijo con fuerza y determinación si ella se había equivocado y había hablado de más, pero no dejaría que ese pequeño error suyo justificara que ese hombre la tratara como su chacha. Lo miro detenerse y voltear totalmente desconcertado.

"Que" Le escucho decir.

"Pensé que serias un hombre lo suficientemente inteligente al que no tenían que repetirle las cosas dos veces" Ella se permitió devolverle el insulto y vio el disgusto en su mirada. "Trabajo para ti, no por necesidad, si no por algo que tengo que cumplir en tanto como nos gustes tú me necesitas y yo te necesito, así que al menos deberías de saber el nombre de la persona que te es indispensable para sobrevivir"

"Yo no te necesito mujer" Dijo vegeta ofendido, el nunca necesito de nadie mucho menos de esa vulgar y grosera mujer.

"Deberías de saber mejor que estoy obligada a durar un año contigo como tu asistente y el paquete completo de lo que quieras" Bulma se permitió mirar hacia sus uñas como quitándole importancia a su presencia. "Eres tú o la cárcel así que te puedo asegurar que durare y no habrá queja en cuanto a mi trabajo laboral"

Vegeta se cruzó de brazos un poco entretenido por su irrespetuosa forma de dirigirse a quien sería su jefe ese año

"Y en cuanto a tu forma de hablar" Dijo el que era lo que más le estaba molestando en estos momentos

"De ello no respondo" Dijo Bulma con determinación. "No soy un ser humano que se calla cuando quiere hablar ni me doblego ante nadie así que no hay discusión en eso. Puedes llenar una forma de queja sobre lo habladora y e irrespetuosa que puedo llegar a ser" No sabía de donde estaba sacando el coraje para responderle tan groseramente como lo estaba siendo pero al ver que no se lanzaba a golpearla parecía que todo estaba bien. Lo miro por un momento un solo segundo él quiso sonreír pero a la mejor había sido solo su imaginación.

"Ya veremos cuanto soportas mujer"

"Bulma" Dijo ella, el en ningún momento dejo de mirarla firmemente a los ojos

"Yo no soy la clase de hombres que pronuncia un nombre que no vale la pena recodar" Le dijo insultándola de nuevo, estaba segura que su cara estaba roja del coraje y lo vio sonreír al ver como provocaba tan fácil su enfado. "Table" Llamo firmemente.

"Eh, si"

"Cuando termines de explicarle lo que tiene que saber le muestras la salida"


Vegeta salió de su despacho verdaderamente entretenido, se permitió sonreír al pensar en cómo convertiría en un infierno la vida de esa mujer tan vulgar. Mientras caminaba nuevamente a retomar sus ejercicios fue planeado como hacerle todo lo imposible para que su estadía en su casa fuera terriblemente insoportable, ella verdaderamente va a desear que la metan presa y se aseguraría que el nombre de esa mocosa este totalmente arruinado para cualquier trabajo que quisiera en un fututo. Ella aprendería que nadie absolutamente nadie se mete con Vegeta Ouji y sale con una sonrisa luego.


En cuanto Vegeta había abandonado la habitación Bulma sintió que el alma le regresaba el cuerpo

"Ah" Suspiro y sintió como las rodillas se doblegaron.

"¡Señorita Bulma!" Escucho de Table y sintió como la tomaba en sus brazos para evitar que tocara el suelo, ella al instante se desenredo de él y camino hasta sentarse en el sofá, se sentía mareada y le dolía bastante la cabeza "¿Está usted bien? ¿Necesita que llame al doctor?" Pregunto.

"Porque" Logro articular Bulma. "¿Por qué no me dijiste que no eras el?" Le reclamo ella asesinándolo con la mirada, miro a Table tragar saliva nervioso, en realidad para ser hermanos eran completamente diferentes.

"Yo no me esperaba que usted bueno dijera tales palabras" Dijo avergonzado bajando la mirada. Bulma bufo frustrada en que lio se había metido. "Usted no piensa renunciar verdad"

"¡Por supuesto que no!" Dijo ella. "No le daré el gusto de verme derrotada"

"Tal vez esto no sea tan mala idea" Les escucho decir. "Por favor Bulma no desista y no deje que mi hermano la intimide en realidad no es tan malo"

"¿No lo es?" Dijo Bulma burlándose.

"Bueno es humano se lo puedo asegurar" En verdad las palabras de Table no ayudaban nada, peso Bulma.

Mientras Bulma manejaba de regreso a su casa no pudo evitar que las palabras de Table le robaran el sueño

("Bueno entonces mañana te presentas a las seis en punto yo vendré los fines de semana para colaborar que todo esté en orden" Le había escuchado decir

"Como solo vendrás dos días y el resto de la semana que digo ¿No vives aquí?" Dijo ella alarmada.

"No, está solo es casa de mi hermano pero no te preocupes ahora que tuve la oportunidad de tratarte sé que estarás bien… bueno espero")

Con un demonio que ella estaría bien, estaría sola con ese psicópata que tenía ganas de asesinarla Kami sabrá de cuantas maneras. Cuando llego a su casa miro a sus padres haciendo lo que siempre hacían cuidar de sus animales.

"Oh Bulma querida como te fue en tu trabajo fueron amables contigo" Pregunto su mama alegre a veces ella se preguntaba como siempre podía estar feliz. La envidiaba.

"Si querida estoy seguro que dejaste una buena impresión a tu jefe" Dijo su papa despreocupado, prestándole más atención a su gato.

"La verdad es que insulte a mi jefe en su propia cara, el tal vez me asesine así que deberían de preparar los arreglos para el funeral" Dijo Bulma pensativa no prestándole más atención empezó a subir a su habitación.

El señor y la señora Briefs se quedaron inmóviles ante las palabras de su hija.

"Querida que fue lo que dijo" Pregunto el señor Briefs

"No se querido no le entendí bien a mi Bulma"

"Bueno confiemos en que ella lo resolverá"

Bulma tomo un largo baño, se cambió y alisto la ropa del día siguiente, robóticamente camino hacia su cama y programo la alarma para mañana temprano. Una vez que se acostó en su cama reacciono.

"Bulma Briefs en que te has metido" Se regañó. "Eres mujer muerta" susurro al recordar el poder que impone la presencia de su jefe. Ella realmente se había metido en casa de una bestia.


Chan chan chan chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan chan chan chan chaaaaaaaaaan

Hola chicas Bueno aquí esta una nueva historia que me traía robando el sueño

La verdad estoy muy emocionada por escribirla y traerla aquí a fanficition después de a ver finalizado "Mi destino eras tu" espero que les guste, les agradecería muchos su comentarios si les gusta o lo que no les parece ya sabes que a mi me encanta leerlas y saber su opinión

Las que me han leído antes se darán cuanta que cambie mi forma de escribir para esta historia quiero probar a ver si les gusta, demen su opinión :3 ahora tratare desde la perspectiva de Bulma y vegeta narrada de diferente fomra a ver como resulta :3

Mi nombre es Aioro y les invito a leerla y ser parte de esta historia conmigo 3

Facebook –Aioro fanfiction

Gracias por leer 3