LAZOS DE SANGRE
PROLOGO
Tokio Japón, 14 años atrás...
Las dos niñas aguardan en el frío y oscuro pasillo del departamento de seguridad social, ambas han sido llevadas allí luego de la horrible tragedia, sentadas en una banca luego de ser evaluadas por la trabajadora social esperan a que las autoridades decidan su destino, la mayor de cabellos negros y ojos púrpuras con una mano vendada abraza a su hermanita menor, una niña de cuatro años, rizos rubios y ojos azules ahora velados por el llanto.
-Reiko…¿Qué nos harán?.-cuestiona la niñita rubia.
-Nada malo Usa…-dice la mayor usando el diminutivo de su hermanita.-Son personas buenas, no nos dañarán.-asiente la niña, la rubia se abraza más a su hermana.
Dentro de las oficinas la trabajadora social discute con el jefe de policía.
-Así es Tsukino san, son las hijas de Keitaro Fujimoto, el jefe de los Yakuzas asesinado ayer por el clan rival junto con su esposa.-dice la mujer al jefe de policía.
-¿Y esas dos criaturas vieron todo?.-cuestiona aterrado Kenji Tsukino.
-Luego de la evaluación psicológica supimos que solo la mayor, Reiko, vio lo ocurrido, al parecer la esposa de Fujimoto las ocultó en el armario, la niña mayor cubrió los ojos de su hermanita con una mano y con la otra su boca para que no gritara, la pequeña la mordió horriblemente por el miedo pero ambas sobrevivieron al incendio; milagrosamente no las encontraron-explica la trabajadora social-Tuvimos que hacerle curaciones de emergencia en la mano a Reiko la niña Mayor.-
-Es increíble ese valor en una niña de…¿Cuántos años tiene?.-
-Solo seis, y la pequeña Usagi cuatro.-explica la mujer del gobierno.
-Debió ser un trauma horrible para las dos niñas.-asiente el comandante.
-Lo fue efectivamente Tsukino san, pero ahora el gobierno está preocupado por desaparecerlas de la vista de los Yakuza, sabes que no perdonan la vida de nadie y se dice que el clan Minowara ha jurado exterminar hasta al último de los Fujimoto, esas son las dos niñas.-termina la trabajadora social.
-¿Y necesitan mi ayuda para?.-cuestiona Kenji.
-Trasladarlas a sus nuevos hogares, para su propia seguridad el gobierno ha arreglado la adopción de la mayor por una familia de gente rica de Okinawa.-
-¿Y la pequeña?.-cuestiona el policía.
-A la pequeña la darán en adopción a alguna familia de Tokio.-explica la mujer.
-Quiero adoptarla yo.-asiente Kenji conmovido por la historia de las niñas.
-¿En verdad Tsukino san?...me alegra, eso resuelve todas las dificultades, seguramente el departamento no se opondrá, además ningún Yakuza sospechará siquiera si la niña es tu hija.-feliz la chica. Kenji Tsukino sonríe, sabe que su esposa estará feliz de recibir a la niña que vendrá a alegrar la vida del matrimonio sin hijos, luego mira por la ventana a las dos niñas sentadas en la banca.
-Lo único que será doloroso para ellas será separarlas, si pudiera adoptar también a la mayor…-casi suplica Kenji.
-Sería poco seguro, separadas tienen más posibilidades de sobrevivir que juntas, por doloroso que parezca Tsukino san.-añade la trabajadora social.
Afuera la pequeña Reiko saca de entre sus ropas dos fotografías, ambas son iguales y en ellas muestra a las hermanas con sus kimonos tradicionales, las dos tomadas de la mano en la ceremonia de año nuevo. La fotografía es en blanco y negro.
-Toma esto Usa…-le da la mayor la foto a su hermanita.-Guárdala y llévala siempre contigo, esto nos mantendrá juntas.-explica la de cabello negro a su hermana, la rubia toma la fotografía y la guarda entre sus ropas.
-Reiko…¿por qué me dices eso?...-cuestiona asustada Usagi.
-No temas, si algo pasa, juro que te buscaré y que aunque sea lo último que haga en mi vida te encontraré y estaremos juntas de nuevo…-dice la niña más grande.
-¿Lo prometes?.-duda la pequeña.
-Lo prometo Usa…-acaba Reiko levantando el dedo meñique de su mano sana, Usagi levanta también el dedo meñique y ambas hermanas entrelazan sus dedos sellando la promesa, pero en ese momento las puertas de la oficina se abren y de ellas sale la trabajadora social con el hombre de traje gris y se acerca a ellas. Usagi se sujeta del brazo de su hermanita, la amable mujer se agacha a la banca y les dice.
-Reiko, Usagi, aún debemos hacer algunas entrevistas más antes de llevarlas a casa.-explica la mujer.-Sin embargo, Usagi deberá ir con este señor, él te llevará a comer un helado mientras hablamos con tu hermana…-la niña de ojos púrpuras mira desconfiada a la mujer del gobierno.-Será solo un momento, necesitamos hacerte algunas preguntas importantes de lo que tú ya sabes Reiko…porfavor tu hermanita no debe estar presente…-suplica la mujer, la niña de cabello negro parece entender.
-¿Reiko?.-cuestiona la rubia.
-Está bien Usa…puedes ir con el señor, estaré contigo de nuevo, lo prometo.-explica la de cabello negro a su hermanita y pasa su mano por la cara de la niña pequeña como siempre hacía para confortarla.
-Vamos pequeña…te llevaré a tomar helado…¿Te gusta?.-añade amistoso Kenji ofreciendo su mano a la pequeña que la toma ante la actitud amable del señor.
-Si…más de fresa con vainilla…-dice la niña y se aleja de la mano del hombre de traje gris, la trabajadora social se dirige a Reiko.
-Ahora ven conmigo pequeña…-dice sujetándola de la mano y caminando en dirección opuesta, un extraño sentimientos invade la sensible alma de la mayor cuando se aleja de su hermanita, algo no anda bien, sus inquietos ojos vagan ahora por la carpeta que la trabajadora social lleva en su mano y aterrada puede leer: "Departamento de Adopciones"…entonces sin pensarlo más se zafa de la mano de la mujer y corre hacia su hermana.
-¡Usagi!.- grita la niña.
-¡Reiko espera!.- trata de detenerla la trabajadora social.
-¡Usagi! ¡No!.- corre desesperada ella por el pasillo, la pequeña rubia escucha los gritos de su hermanita y se zafa también de mano de Kenji Tsukino.
-¡Reiko!.-grita, pero el policía es más rápido y la sujeta de la cintura alzándola en alto y evitando que corra hacia su hermana.
-¡Usagi no dejaré que nos separen! ¡Usagi!.-
-¡Onee chan!.-(hermana).- gime la pequeña extendiendo los brazos hacia su hermana mayor, al fin dos policías impiden el paso a Reiko que molesta les da de puntapiés e intenta morderlos.
-¡Déjenme! ¡Suéltenme! ¡Usa! ¡Usa!.- gime la mayor, pero el llanto de su hermanita ya no se escucha más, se ha perdido en el pasillo, angustiada Reiko se deja caer en el suelo.
-Reiko…sé que no lo entiendes pero es lo mejor para las dos, esas personas que les hicieron daño jamás las encontrarán. Ven conmigo-explica la trabajadora social, la niña de cabello negro se pone de pié apretando los puños y sigue a la mujer y a los dos policías que la conducen por los pasillos de las oficinas de gobierno.
Tokio Japón época actual.
La sombra negra se desliza con sigilo casi imperceptible por el techo del lugar, se agazapa en la sombras de la noche y salta luego hacia un árbol, cayendo al suelo, a lo lejos se puede ver que algunos hombres armados custodian la entrada al lugar, van y viene con pistolas en sus manos, sin saber como de repente uno de los guardias puede ver que su compañero cae al suelo sin gritar siquiera.
-¿Yuuto?.-cuestiona el hombre, y al voltear el cuerpo de este puede ver horrorizado estrellas samuráis encajadas en su pecho…aterrado da unos pasos para atrás pero rápidamente siente el frío filo de una katana en su cuello.
-Suelta el arma…-dice una voz.-¿Dónde está Minowara?.-cuestiona el atacante. El tipo de traje negro tiembla.-Repetiré la pregunta…¿Dónde está Minowara?. No creo que la vida de esa rata sea tan valiosa para arriesgar la tuya…dime dónde está…-dice la extraña voz.
-En la sala de masajes…-habla al fin el hombre antes de que un golpe en la nuca lo haga perder el conocimiento. La sombra negra recorre ahora los pasillos de aquel lugar en que solo los Yakuza disfrutaban los beneficios de una reconocida sala de masajes, oye algunos pasos y con la agilidad de un animal salta hacia el jardín y se oculta entre las plantas, cuando las voces de las doncellas que atienden los masajes han pasado, la sombra negra sale de nuevo y corre la cortina de papel para entrar en la sala.
-No tardaron tanto lindas…-dice la voz del hombre que estaba tendido boca abajo en la mesa de masajes con solo una toalla cubriendo su cintura, la sombra cierra la puerta y se acerca al hombre, una leve luz rojiza llena la habitación en semipenumbras y entonces la sombra se retira la tela negra que cubre la mitad de su rostro y sus ojos púrpuras refulgen con fuerza lanzando destellos de odio, de ente sus ropas extrae una pistola y la apunta en la cabeza del hombre que aterrado gira la vista y se haya con el cañón del arma en su frente.
-¿Juun Minowara?.-cuestiona la chica.
-¡Quien eres tú! ¡Cómo demonios entraste aquí! ¡Yahiru!.- llama el hombre. La chica sonríe con sadismo.
-Si busca a sus escoltas todos están muertos…-dice ella.
-Imposible…no pudo una sola persona matar a quince hombres armados…-balbucea el jefe Yakuza.-A no ser que seas…que seas…-aterrado no puede pronunciar palabra.
-Vaya vaya…uno de los jefes Yakuza del clan Minowara tiene miedo de pronunciar mi nombre, que honor…-se burla la chica y carga el arma, el hombre canoso traga saliva y suda frío.
-Yo…yo no tengo cuentas pendientes contigo Fénix…-intenta el anciano. Una risa sorda y tenebrosa escapa de los labios de la mujer.
-Que fácil olvidan Ustedes malditos…seguramente los años de asesinatos despiadados han atrofiado tu cerebro Minowara, Dime algo ¿A cuántos has matado en tu patética vida que ni siquiera lo recuerdas?...-explica ella y con su mano libre se levanta la manga negra de su brazo y le muestra al hombre el lunar alargado.
-Fujimoto…una Fujimoto tú…-tiembla el tipo.
-Así es bastardo, una Fujimoto, la última de mi familia, y ahora me vengaré de todos Ustedes…-con furia ella aprieta el cañón del arma en la frente del hombre.-Antes de hacerte el favor de acabar con tu vida, dime quién más ordenó la muerte de mis Padres…¡Dilo maldita sea!.-ruge ella.
-No diré una palabra…-con el resto del valor que le quedaba el hombre y se hace hacia atrás de la mesa de masajes. Ella sonríe, de su cinto extrae una katana con su mano izquierda mientras no deja de apuntar con la derecha a la frente del tipo.
-Hay formas de que hables…-explica ella y blande el arma en el aire, el sonido del metal rompiendo el viento sobre la mesa de masajes y el horrible grito de dolor del hombre se dejan oír, la sangre sale a borbotones del pié derecho del tipo al cual han sido cortados de tajo algunos dedos, unos restos de sangre embarran el rostro de la chica ante la terrible carnicería.-Tu decide Juun Minowara, puedes hablar ahora, o puedo seguir cortando partes de tu cuerpo, la noche es larga y yo no me canso fácilmente…-el hombre totalmente aterrado y dolido señala su cuello del que pende una memoria de computadora.
-Aquí es…-entrecortado por el dolor.-Aquí…esta lo que buscas…-dice al fin, ella sin dejar de apuntar a su frente la pistola, con la punta de la katana sujeta la memoria y la arranca del pecho del tipo.-¿Me…me dejarás vivir?...-se atreve el hombre sangrante, una sonrisa ambigua de la chica.
-Conoces poco a los Fujimoto Juun Minowara, créeme que te tendré la misma piedad que tú le tuviste a mis Padres…No he olvidado tu rostro al cortar el cuello de mi madre y prenderle fuego a su cuerpo-y de un movimiento tan veloz como vertiginoso, la chica de negro de un solo tajo corta el cuello del hombre que cae al suelo separado casi de la cabeza entre charcos de sangre, la asesina sonríe y con su mano enguantada toma algo de sangre del cadáver y pinta en la pared el número 4, después toma algo en un frasco que lleva oculto en su negra gabardina y rocía el líquido en torno al cuerpo ,luego saca de entre sus ropas un encendedor, coloca la manta sobre el ensangrentado despojo humano hecho pedazos, se agacha al suelo y prende fuego al cadáver.-Feliz viaje al infierno Minowara…-añade la chica antes de dar media vuelta y salir de la habitación perdiéndose entre saltos entre las sombras de la noche.
Los sonidos de las patrullas del Departamento Metropolitano de Policía de Tokio se dirigen a toda velocidad con alarde de sirenas por las calles de la ciudad hacia el lugar en que el humo del incendio alardea sobre lo ocurrido, un carro de bomberos acude también, las personas se agolpan para observar la tragedia, en medio de la calle, una bella chica de largo cabello negro envuelta en una gabardina del mismo tono y lentes oscuros avanza en dirección opuesta a las patrullas, va fumando un cigarrillo, y al escuchar los gritos y el caos tiene un gesto de ironía, lanza al suelo al colilla de su cigarro y la pisa antes de entrar en una estación del metro, a lo lejos, en un auto, dos mujeres la observan.
-Llegamos tarde, a Rubeus sama no le gustará nada que Fénix haya asesinado a Minowara antes que nosotros…-dice en el auto una joven de largo cabello azul intenso-¿Crees que la información se haya salvado?.-
-Lo dudo Karmesite, cuando Fénix asesina no deja huella alguna, debió prender fuego al cadáver según su costumbre, además hay señales de incendio en la casa de masajes.-asiente la otra mujer de cabello verde.-Solo espero que se haya quedado con la información y no la haya quemado también.-
-¿Y qué le diremos al señor Zafiro Esmeralda?.-cuestiona la primera.
-La verdad…que por alguna extraña razón Fénix se nos adelantó, aunque dudo que le guste la idea, sabes que le tiene miedo a esa mujer.-replica la de cabello verde y el auto arranca por las calles de la ciudad.
De una de las patrullas baja un hombre de cabello negro y largo sujeto en una cola de caballo, aunque es joven lleva una gabardina café y la gorra de departamento de policía, sus inteligentes ojos azules destellan al llegar al lugar y ver a su equipo trabajando, del otro lado de la patrulla baja una bella joven de cabello rubio sujeto en dos coletas con un chaleco antibalas.
-Kou sama …señor…-dice acercándose al jefe de policía una chica alta de cabello castaño.
-Kino…-saluda este.-¿Han controlado ya el incendio?.-cuestiona el jefe a la joven policía.
-Los bomberos se ocuparon de ello señor.-
-¿Y la escena del crimen Mako? ¿Pudieron rescatar algo después del incendio?.-cuestiona la rubia mientras se encaminan hacia la incendiada sala de masajes atravesando a la gente, a los medios de comunicación y las cintas amarillas de seguridad.
-Igual que las otras veces Tsukino, el cuerpo estaba calcinado y se quemó parte de la sala, Ami y Taiki trabajan en rescatar lo más posible pero será difícil.-explica la policía castaña, ya dentro de la sala de masajes algunos empleados y el dueño son interrogados por dos oficiales, una chica rubia y alta y otra de cabello acuamarina.
-Dile a la detective Tenou que no sea ruda con los testigos, quiero un buen informe…-explica el joven.
-Desde luego señor… se cuadra Makoto y se aleja, el chico y la rubia caminan por los pasillos llenos de policías hasta llegar al lugar en que una larga fila de cadáveres son examinados por peritos que toman fotografías y viene y van, uno de los fotógrafos de cabello color plata saluda de lejos al jefe de policía y a la chica.
-Yaten está haciendo ya su trabajo…el muy idiota de mi hermano toma fotos a cadáveres y parece como si estuviera tomándoselas a modelos.-añade Seiya Kou al ver la sonrisa de su hermano menor.
-Es el amor por nuestro trabajo señor, aunque a algunos les parezca extraño, nos gusta hacer esto de alguna manera…-dictamina la policía de dos coletas, Seiya sonríe.
-Agente Aino…-dice Seiya a la chica rubia que dirige las acciones.
-Señor…-se cuadra ella.
-¿Cuántos fueron esta vez?.-cuestiona el jefe de policía.
-Catorce muertos señor, sin contar a Minowara-responde la chica.
-¿Cómo puede alguien asesinar con tanto sadismo?.-molesta la rubia de dos coletas aprieta los puños.
-Pero tenemos a un sobreviviente, el jefe de la escolta de Minowara no fue asesinado señor.-se anima la agente Aino.-Ahora mismo lo atienden los servicios médicos, será trasladado a prisión en cuanto esté en condiciones de ser interrogado.-
-¿Y la escena principal?.-cuestiona Serena.
-Mizuno y el doctor Kou trabajan allí…-indica la joven antes de regresar a atender a los fotógrafos forenses, Seiya y Serena caminan de nuevo por el tétrico escenario esquivando los cadáveres mutilados hasta la calcinada sala de masajes en que dos personas con batas de laboratorio trabajan.
-Es horrible…-contiene Serena un gesto de desagrado al ver el horror de la escena del crimen.-A pesar de mi experiencia en fuerzas especiales no puedo hacerme a la idea de que alguien tenga la mente tan retorcida como para hacer esto…-
-Mizuno…-se dirige Seiya a la médico forense de cabello azul.-¿Ella de nuevo?.-
-Así parece señor, la escena del crimen tiene todas las características de las tres anteriores, mismo patrón, mismas señales…-indica ella señalando la pared en que está pintado con sangre el número 4, el jefe suspira molesto.
-¿Y el cuerpo?.-pregunta Serena al joven de cabello castaño y largo que con una brocha especial limpia unos cuantos huesos que quedaron.
-Totalmente calcinado…no hay una sola huella como no sean las cenizas del fénix, no sé cómo alguien puede hacer esto, se necesita verdadera sangre fría, inteligencia y...-se detiene Taiki.
-Un motivo. Esto no fue un asesinato al azar.- dice entrando en el lugar una chica alta de cabello negro y largo y ojos rojizos, con correcto traje sastre y un portafolios.
-Nadie llamó a criminalística Meiou…-molesto el jefe de policía.
-Lo lamento Seiya pero evidentemente esto se ha salido del control de tu departamento, sabes que me necesitan para atrapar a Fénix.-explica la recién llegada.-A no ser que quieras alarmar a la Opinión Pública…-
-Señor, ella tiene razón …¿Qué haremos si la prensa se entera de que estos asesinatos tiene un mismo patrón? Sabes que lo último que queremos es causar alarma entre la población.-cuestiona Serena, Seiya Kou mal de su agrado se cruza de brazos.
-No debiera preocuparte tanto la prensa como los Yakuza Tsukino, cuando estos asesinatos empezaron yo mismo pensé que se trataba de una simple venganza entre mafias rivales, pero ahora…esto es demasiado para ser ignorado…habrá que investigar con los agentes encubiertos, tener un estudio comparativo de los tres casos anteriores, indagar en el bajo mundo sobre este asesino…-propone el hombre.-Creo que allí tienes tu oportunidad para demostrar la capacidad de tu equipo Serena, desde ahora este será tu caso.-añade Kou, su subalterna sonríe.
-¿En verdad Kou sama?...¿En verdad tendré una oportunidad?.-exclama la joven policía.
-Está decidido…-acaba el joven Kou.-El departamento tiene en estos momento cosas mucho más importantes como para ocuparse de una asesina en serie, elige a quien quieras del departamento, forma tu equipo y dame resultados Tsukino, quiero que atrapes a Fénix antes de que los altos mandos se enteren de esto…¿puedo contar contigo?.-cuestiona el joven jefe de policía a la chica.
-Señor…si señor…-se cuadra la joven rubia. Seiya Kou sonríe también y se aleja.
-Bien quiero un informe detallado en mi escritorio de este ataque y de todo lo que podamos sacar de nuevo sobre Fénix.-Serena asiente al igual que todos los demás y se dispone a trabajar colocándose unos guantes de látex, antes de salir, Seiya la mira y sonríe despojándose de la rudeza de su actitud de mando. -Tsukino…has que tu Padre se sienta orgulloso de ti.-termina.
-No necesita recordármelo señor.-sonríe ella y se agacha a trabajar al igual que los demás.
-Vaya oportunidad Serena…-le dice la chica de cabello azul.-Es lo que esperabas desde que salimos de la academia, una oportunidad para destacar en el Departamento.-
-Lo sé Ami…necesitaré de todo su apoyo.-replica la rubia.
-Cuanta con nosotros para el equipo Serena.-asiente Taiki Kou.
-No sé si al jefe le agrade que te tenga en el equipo Taiki…quiere que lo forme solo con novatos, y del área Forense planeo llevarme a tu asistente…a no ser que te moleste.-replica Serena.
-Mi hermano parece rudo pero no lo es…bien si te llevas a Mizuno entonces también ella tendrá una oportunidad de destacar, creo Ami que dejarás de ser mi aprendiz…-asiente haciendo un guiño el médico, la chica de cabello azul se sonroja ante el comentario de su superior.
-¿Y qué hay de criminalística?...me necesitarás si es que vas en contra de alguien tan inteligente como Fénix.- propone Setsuna Meiou.
-Pensaré detenidamente en quienes formaran el equipo Meiou…-asiente Serena. Luego se acerca a la pared y mira el número escrito con sangre.-Esta mujer me intriga mucho…¿En verdad puedes saber cosas de ella solo con ver la escena del crimen?.-cuestiona la policía rubia a Setsuna.
-Bastantes…por ejemplo, rasgos de su temperamento, decidida, firme, bastante explosiva, metódica e inteligente, las víctimas no son elegidas al azar, tiene estudiados sus movimientos, sus rutinas, las personas que la acompañan, es algo que planeó por meses, quizá años…-
-¿Cómo pudo asesinar a quince personas en una noche?.-cuestiona Ami.
-No solo en una noche doctora Mizuno, según mis cálculos y la reconstrucción inicial de los hechos debió hacerlo en alrededor de media hora desde que asesinó al primer guardia hasta que lo hizo con Minowara.-dictamina la joven de cabello negro.
-Y la forma como lo hizo, con técnicas ninjas ancestrales, ni uno solo de los cadáveres fue muerto con arma de fuego, eso es singular.-añade Taiki Kou.
-Todo indica que debe tener motivos personales para matar, y ese tipo de criminales Tsukino son los más difíciles de atrapar, no matan por gusto o por sadismo, tienen una razón, casi siempre la venganza, y son obsesivos.-añade Setsuna, la experta en criminalística.-Todo un reto para ti…-
-¿Qué daño le pudo hacer la vida a esta mujer para guardar tanto odio a los demás?.-se cuestiona Serena.
-Quieres un consejo Tsukino…no te involucres demasiado en su psicología y limítale a atraparla, eso te diría tu Padre si aún estuviera vivo.-añade Setsuna.-Ahora a trabajar nueva comandante.-se cuadra ella.
-Aún no tengo el nombramiento…-sonríe Serena.
-De nuestra parte ya lo tienes Serena…tu madre se sentirá orgullosa al ver la condecoración.-completa Ami. Luego los cuatro se enfocan a su trabajo, pero la mente se Serena no puede estar tranquila, desde que empezó a trabajar en el departamento luego de terminar su preparación en la academia de policía había visto la realidad de la delincuencia en la gran ciudad, pero nunca nada como esto…¿Una venganza?...¿Contra qué o contra quién?...sin embargo allí estaba su oportunidad de demostrar que era una excelente policía, y no la iba a dejar ir, atraparía a esa asesina a toda costa.
La chica de cabello negro envuelta en la gabardina camina por el parque Juuban, ahora fuma un nuevo cigarrillo el cual enciende con su extraño encendedor con forma de cabeza de fénix, luego se sienta en una banca del parque, comienza a atardecer, y una pelota aparece en medio del parque, dos niñas corren tras ella, la niña más pequeña resbala y cae llorando enseguida, la mayor se acerca a ella y la levanta amorosamente.
-Yuni…no llores así linda…-dice la niña mayor.-¿Te lastimaste?...no es nada verás que puedes caminar…-
-Maki…me duele…-gime la pequeña.
-Sube a mi espalda…te llevaré de regreso con mamá y papá para que no te lastimes…-propone la mayor.
-Onee chan…¿En verdad?...-feliz la pequeñita sube a la espalda de la mayor y ambas entre risas se alejan.
La chica con el cigarro ha visto la escena y sonríe, se retira los lentes oscuros que cubren sus ojos y deja vagar su mirada púrpura por el lugar, el sol se pone en el horizonte y los cerezos en flor dejan caer sus hojas rosadas por el bello parque, la chica de negro saca de entre su gabardina una fotografía vieja y gastada que muestra a dos niñas pequeñas con kimonos tomadas de la mano.
-Usa…¿Dónde estarás?...-cuestiona la chica mirando la fotografía.-Espero que esta maldita vida haya sido mucho más benéfica contigo que conmigo y que estés lejos de tanto dolor y maldad, que seas feliz, que estés segura y bien…no he olvidado mi promesa, te seguiré buscando…-acaba la chica y luego guarda la foto de nuevo entre sus ropas y poniéndose de pié se aleja del parque.
Serena llega ya de noche a su casa, abre la puerta con su propia llave y entra en la sala, su madre se ha quedado dormida con la televisión prendida, la chimenea lanza los últimos rescoldos de brazas rojas en la sala de la casa Tsukino, la chica se acerca y arropa a la señora con una manta, esta se despierta.
-Hija…volviste…-dice abrazando a la rubia.
-Mamá Ikuko, ya te he dicho que no me debes esperar despierta.-reprende suavemente Serena.
-Esperé a tu Padre toda la vida, y haré lo mismo contigo ya que has elegido la misma peligrosa profesión.-asiente la señora.
-No digas eso, sabes que amo lo que hago tanto como papá, él me enseñó a amarlo, viéndolo cumplir con su deber fue como quise ser policía.-responde la rubia sentándose al lado de su madre.
-¿Pasa algo Serena?.-cuestiona la señora.
-Tengo un nuevo caso…no quiero entrar en detalles de lo que se trata, es solo una chica que asesina, pero al ver lo que hace me he puesto a pensar, qué hubiera sido de mí su papá y tú no me adoptan…¿Habría sido alguien como ella?.-
-Hija, no te atormentes pensando esas cosas, eres una buena persona, alguien que hace algo bueno por la sociedad, nunca te compares con un delincuente…-aterrada Ikuko Tsukino abrazando a Serena.
-Eso lo sé mamá, es solo que pensaba…¿En dónde está la diferencia entre ella y yo?...¿En qué momento la vida decide que yo sea policía y esa chica asesina?.-continúa Serena.
-No sigas pensando más en esas cosas, mejor vayamos a cenar, te calentaré la cena, hice omelet de queso, tu favorito….-termina Ikuko y se aleja hacia la cocina, Serena se queda mirando la chimenea encendida, y de entre su saco extrae la fotografía gastada y vieja de dos niñas usando kimonos y tomadas de la mano.
-Hermana…¿En dónde estarás?...¿Cómo será tu vida?...¿Algún día te volveré a ver?...¿Serás feliz?...-cuestiona ella al ver la fotografía.-Odio no recordarte, no tener de ti y de mi pasado más que este gastado pedazo de papel.-acaba ella suspirando.
-Serena, hija, ven a cenar…-termina la voz de su madre desde la cocina.
-Voy mamá.-termina ella y se levanta en dirección a donde su madre la ha llamado…
Dedico este mini fic a mi amigo Zhudo como regalo de cumpleaños, sé que es algo atrasado y todo eso y que no soy muy buena para dar regalos a mis amigos, pero siendo escribir lo que mejor hacemos los dos quiero mostrarte cuando te estimo con este fic el cual creo que cumple con ese estándar de no ser "Muy meloso" como tú dices, más bien todo lo contrario. Felicidades amigo.
ATTE: Tu amiga Leonor de Éboli
A los demás lectores: Este será un fic cortito comparado con otros que he escrito, solo ideas locas que vienen a mi cabeza, y para nada será convencional, diferente en temática, crudo y nada similar a lo que han leído en fanfiction, no se asusten, no es yuri ni nada de eso, simplemente exploro los terrenos del REALISMO FANFICTION, una nueva Éboli teoría, verán, pienso que tal como los movimiento de la literatura universal en Fanfiction hay de todo, Romaticismo, Simbolismo, Modernismo, etc, y agradezco infinitamente a mi amiga Lucyana Li Kou que con sus brillantes adaptaciones de "Mujeres Asesinas" me mostró este género literario y sus posibilidades con personajes de Sailor Moon, claro que no lo hago tan bien como ella, pero al menos reconozco con orgullo que sus trabajos me han inspirado, también te lo dedico, y finalmente a ti lector que como siempre te atreves a iniciar esta aventura conmigo, espero no defraudarte....por fin veremos una Serena un poco mas valiente y decidida que en el resto de sus historias, la pregunta es ¿será tan valiente como para atrapar a Rei?...
P.D: No prometo actualizaciones periódicas pero si seguras, es decir, no me comprometo a subir cada semana o cada dos, ya que como saben tengo aun "Hime-Zen" y "Speed Rei Racer" al aire y ambos son proyectos grandes, pero definitivo si acabaré, en mi cabeza ya tengo toda la historia, pero escribiré cuando haya tiempo y según sus respuestas y comentarios, palabra de Mars Fan…
ATTE: Leonor de Éboli ¡Larga Vida a Mars!
