Disclaimer: Inuyasha pertenece a Rumiko Takahashi.
Hogar
Acaricio, con delicadeza, la frente sudada de Kagome. Retiro unos cuantos mechones que comienzan a caerle sobre los ojos y ella busca mi mano, la cual aprieta con fuerza.
Así, recostada en mis piernas, y dando su mayor esfuerzo para traer a nuestro hijo al mundo, tiene un encanto tan enormemente atrayente que no puedo hacer más que mirarla fijamente, esperando que de esa manera logren alcanzarla los sentimientos que me embargan.
Ella me mira. El poder que tiene sobre mi es sorprendente.
Sus labios se fruncen en una horrible mueca de dolor; y yo sé que es normal que le duela, pero en este momento juro por mi difunta madre que deseo ponerme en su lugar y evitarle aquella experiencia. Aunque, en el fondo, ella disfruta de ello.
Porque es su hijo. Nuestro hijo.
Nuestro.
Esa palabra se me hace tan desconocida. Nunca, en toda mi vida, había tenido el privilegio de compartir algo, ya que estaba solo. Y además, nadie quería tener algo que ver conmigo.
Pero Kagome está compartiéndome tantas cosas. Está formando una hermosa familia conmigo y yo no puedo evitar sentir que no la merezco, por más que ella deteste eso de mí.
Un horroroso alarido de dolor se escapa de sus labios, su mano cerrándose fuertemente en la mía.
Y entonces, el sonido más dulce que haya escuchado en mi vida se hace paso a través de mis oídos; nunca pensé que disfrutaría escuchar a alguien llorar.
Sango, quien había estado atendiendo el parto minutos antes, me entrega un pequeño y tibio bulto envuelto en una manta. Intento sostenerlo con delicadeza, teniendo cuidado de no hacerle daño con mis garras.
Unos ojitos cafés me miran, los párpados entrecerrados. El llanto comienza a calmarse.
Me quedo embelesado. Se parece tanto a ella.
Kagome extiende sus brazos y yo, con cuidado, deposito al niño en ellos. Ella lo mira enternecida y lo arrulla de manera protectora. Me pierdo en su mirada; esa expresión, tan cálida y maternal, le sienta bien.
Esa imagen, de la mujer que amo y mi hijo, se queda grabada en mi retina; la mantengo ahí, con cariño y esperando verla un millón de veces más.
Este es mi hogar.
Notas: La verdad es que hace tiempo que no me paso por aquí, pero quise hacerlo porque…no sé, supongo que después de comprobar que aún me acordaba de la contraseña me dieron ganas.
En fin, esto fue algo rapidito pero, como dije, me dieron unas ganas increíbles de publicar cualquier cosa (bueno, no exactamente cualquiera…pero se entiende la idea), así que todo vale jajaja xD.
No tengo nada más que comentar de esto…excepto que Sango quedó muy extra jajajaja.
