Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.
La idea y escritura de esta historia es de mi propiedad. Prohibido cualquier tipo de plagio.
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En definitiva
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"I can't believe it was just an illusion"
Part 2.
Sabía que el malestar en su estómago no era producido por comer algo que le cayera pesado. Reconocía perfectamente las causas de su estado. Siempre era ella. No le gustaba verla, pero siempre quería hacerlo. Constantemente se contradecía cuando se trataba de Tenten y muchas veces deseaba odiarla, apartarla, insultarla, porque debía hacerlo, pero no podía. La odiaba, se convencía, pero sabía que no era totalmente cierto, que quizás el odio no era verdadero, que lo inventaba, como todo lo que tenía relación con ella, que se engañaba para intentar convencerse de lo que tenía que sentir, para arruinar la imagen que creía haber creado, para dejar de idealizarla. Y eso era estúpido, porque él era Neji Hyūga, un hombre absolutamente racional y objetivo. Nunca idealizaba las cosas, las situaciones o las personas, siempre las veía de la manera más brutal y honesta, tal cual eran, pero con Tenten todo era un engaño, intentaba creer. Porque ciertamente ella nunca lo traicionó, ni le mintió, siempre se mostró ante con él tal cual era, sin máscaras ni falsedades, con sus virtudes y defectos, con su sinceridad y su espontaneidad y era él quien quería convencerse que esa no podía ser la verdadera Tenten, que esa que le sonreía, que lo miraba con sus ojos brillantes cargados de mil expresiones. Esa que alguna vez lo amó tanto, tanto ya no sentía lo mismo.
Ella reía sonoramente, de esa manera agresiva y alegre, con carcajadas que hacían crujir sus huesos, acelerarle el corazón y casi contagiarlo. Sentado junto a ella estaba Naruto que también reía, hablándole entre risas de algo que Neji no quería escuchar, se divertían y parecía que el tiempo no hubiese pasado para ellos, que todavía eran dos adolescentes escandalosos que hacían más llevaderas las jornadas escolares. Reían como si no fueran dos adultos que hace más de diez años habían terminado la preparatoria, como si no estuvieran en la estúpida reunión de ex compañeros, rodeados de otros que ni siquiera los recordaban, como si sólo fueran ellos. Y él los odiaba por eso. También quería reír, alegrarse por volver a encontrarse con antiguos compañeros, a los amigos que llevaba tiempo sin ver, recordar con añoro tiempos alegres, pero no podía. Porque verla siempre lo ponía de mal humor, aunque lo disimulaba, aunque Tenten nunca se diera cuenta que él estaba furioso cada vez que hablaban, en que ella le acariciaba el brazo con cariño o lo abrazaba. Cada vez que ella le reiteraba que él siempre sería su mejor amigo, que nada ni nadie cambiaría eso, Neji la odiaba otro poco, porque ya no la veía como su amiga, pero quería que volviese a serlo, de verdad ansiaba e intentaba poner todo su empeño en confiar nuevamente en ella, en recuperar la amistad que los unió por tantos años y que en un momento se resquebrajó, se hizo trizas y se perdieron piezas. Para cuando intentó volver a juntarlas quedaron espacios vacíos y se desesperó, se esforzó por rellenarlos y no pudo. La perdía y no quería hacerlo, enloqueció. Entonces supo la amistad se disipaba, para siempre y en definitiva.
Fueron novios, sí, qué estúpido. De amigos pasaron a ser mejores amigos y luego novios, porque ella le reconoció estar enamorada de él y amarlo de manera espantosa. De esa misma que se trata el primer amor, el que duele e ilusiona, ese que se cree para toda la vida y luego lastima como si se rompieran todos los huesos del cuerpo, pero que pasa y deja de doler y vienen otros amores y siempre se recuerda con el cariño de un amor inocente, del dolor que se cree eterno pero que luego no se compara con nuevos sufrimientos. Neji también creyó amarla por un momento, porque se le aceleraba el corazón al verla, porque sólo quería tenerla cerca y se le escapaba el corazón por entre las costillas cuando Tenten lo miraba y le sonreía. Supo que la amaba y luego creyó que no era así, que se confundió, que sólo la veía como su mejor amiga y no podía cambiar eso. Fueron novios por casi un año hasta que él le rompió el corazón cuando le dijo que no la quería de esa forma. Tenten lloró mucho y se le apagaron los ojos, él se sintió enervantemente culpable, pero ella volvió a sonreír y le confesó con el pasar de los meses que ya no le dolía, que no lo culpaba y que no quería que la amistad se terminara por eso. Que fue feliz junto a él, inmensamente, aun cuando nunca consiguió que él la amara como ella lo hacía. Ella dejó de profesarle amor romántico, Neji se dio cuenta que siempre la amó. Tenían dieciséis años y fue un noviazgo intenso, desesperado, entregado. Adolescentes hormonales que creían tener el mundo en sus manos, que se tocaron y se besaron con urgencia, que se desvistieron y que una tarde después de clases apagaron el fuego de sus cuerpos. Fue intenso, entregado, con poca racionalidad. No esperaron mucho desde que formalizaron su relación, tres meses y el sexo se convirtió en su mejor actividad, porque eran jóvenes y sólo querían conocer y experimentar, porque el descubrimiento del placer, de las reacciones y sensaciones del cuerpo eran adictivos y les gustaba. Fue mucho sexo, mucha complicidad y confianza, risas, cariño y amor. Neji se asustó, dijo que no la amaba de verdad, se confundió y sigue arrepintiéndose de aquello.
Sasuke le susurró algo, Neji apretó la copa que tenía entre las manos antes de beber un corto sorbo de vino, Tenten le prestó atención, asintió a lo que él decía, sonrió apretándole la mano sobre la mesa y continuó riendo con Naruto. Sasuke Uchiha dejó de ser su amigo hace muchos años, porque lo traicionó y los verdaderos amigos no hacían eso. Lo odiaba visceralmente, pero sabía que él tuvo la culpa de aquello. Fue su decisión dejarla. Ella era libre de estar con quien quisiera; de amar otra vez. Debió hacerle caso a su instinto, a lo que se mostraba frente a sus narices y se negaba a creer. A Sasuke no le gustaba el acoso de las mujeres, siempre ignoraba a todas las chicas que se le declaraban, que desvivían por él, nunca mostró interés en ninguna. De Tenten nunca hablaba mal, tampoco opinaba de ella, pero siempre buscaba acercársele, le conversaba y hasta la hacía reír, incluso cuando fueron novios, Sasuke estuvo ahí, pero a él no le molestaba porque todos eran amigos. El Uchiha parecía confiar en ella y se llevaban bastante bien. No le tomó importancia al asunto; Tenten se llevaba bien con muchas personas, con muchos chicos del colegio, él confiaba en ella y también en Sasuke, nunca se le pasó por la cabeza que su amigo tuviese otras intenciones, que guardara sentimientos más allá de la amistad por quien entonces era su novia y luego sólo su amiga. Lo percibió tarde, quizás mucho, aunque no sabía hasta qué nivel la había perdido cuando se dio cuenta, cuando las alarmas se encendieron en su cabeza al darse cuenta que Sasuke miraba mucho a Tenten sin que ella se diese cuenta; siempre la estaba observando, sumergido en pensamientos que él ignoraba. Hasta que los vio, pero ellos nunca lo supieron.
Neji recordaba muchas cosas, en especial aquella escena que lo destruyó para siempre. Quería ver a Tenten, siempre quería verla y estar con ella, buscaba excusas a las que les quitaba importancia, porque ya no eran novios, porque él dijo no quererla más que como su amiga, porque estaba demasiado acostumbrado a estar siempre a su lado y desde que la relación terminó creía que la perdía, que ella estaba cada vez más lejana. Paranoia, se convencía en ocasiones, sólo suposiciones. Eran amigos, por eso la fue a buscar a su casa aquella tarde, esa era la mentira que le valía. Amigos. Le abrió la puerta el hermano mayor de Tenten, parecía que recién despertaba diciéndole entre bostezos que ella estaba arriba. Él subió a su cuarto, tenía toda la confianza para hacerlo, la puerta de la habitación estaba cerrada y dudo entre tocar o simplemente entrar, pero entonces escuchó su voz, los sonidos que él tiempo atrás le provocaba, esos que estaban grabados en sus tímpanos para toda la vida. Se asustó, tembló, odió sus propios pensamientos. Abrió despacio, lo suficiente para apreciar la escena que terminó de desgarrarlo; lo rompió para nunca volver a ser él mismo. Cuadernos y libros esparcidos por el suelo, Tenten con el cabello suelto esparcido por el piso en el que estaba de espaldas, a medio vestir, gemía, temblaba, Sasuke desnudo, hundido entre sus piernas. Follaban. Duro, enloquecidos, gemían, se tocaban, se arañaban, se besaban y él ya no era quien le provocaba placer a su mejor amiga, ya no era quien le recorría el cuerpo o le mordía el cuello. Ella ya no lo amaba, ella lo había olvidado. Lo vio, el mundo perdió su encanto y ellos nunca supieron que él estuvo ahí.
Tenten y Sasuke tenían un hijo de nueve años producto del desenfreno irresponsable de dos adolescentes que no eran siquiera novios. Ella terminó el colegio con cuatro meses de embarazo y pocos lo sabían hasta que el tamaño de su vientre ya no pudo ocultarse, pero entonces sólo lo supieron familiares y amigos cercanos. No fue ella quien se lo dijo, Neji tenía anotado también aquello en su lista de rencores hacía Tenten, fue Sasuke el encargado de hacerle frente y contarle que embarazó a su amiga, a su ex novia. Nunca se enteró si fue ella quien le pidió que se lo comunicara o fue decisión del Uchiha. Iracundo, luego de escuchar las escuetas palabras, sin explicaciones ni disculpas, se abalanzó sobre su hasta entonces amigo golpeándolo con toda la furia que llevaba dos meses guardando, desde aquel fatídico día en que descubrió la felonía más horrible que pueden hacerse los amigos, descargando toda su rabia, su rencor en puñetazos certeros, cargados de odio y la traición que nunca se perdona. No recordaba ciertamente cómo los separaron, quiénes estaban presentes, si Tenten lo vio. Sasuke no se defendió, aguantó cada uno de sus golpes con la poca dignidad que ensució al llamarse su amigo. Nunca más volvió a hablarle, nunca ocultó su desprecio hacia quien alguna vez consideró su camarada. No lo perdonó, nunca lo haría, aunque siempre supo que él era el culpable de aquello; desde el momento en que confundido dijo no amarla.
Aquella noche lloró y siguió llorando hasta dormirse, eso tampoco lo sabía nadie, sólo él con sus recuerdos y sentimientos guardados. Porque creía que sería el padre de los hijos de Tenten, alguna vez lo pensó, pero las ilusiones futuras se vieron arruinadas cuando la dejó y entonces sólo creyó que seguirían siendo mejores amigos por siempre. Él no la quería de verdad, no la amaba, pero se sentía traicionado, herido y la falta de aire en sus pulmones, el corazón acelerado que parecía débil, las incesantes lágrimas, el frío y la amargura no significaban nada. No la quería, no la amaba, era su amiga y la perdió para siempre. Asistió al nacimiento del hijo de ellos, estuvo ahí el mismo día y lo conoció sólo al rato de nacido cuando lo dejaron pasar a verla. Fue en ese momento cuando comprendió que siempre estuvo equivocado, que realmente la amaba como nunca había amado a nadie, ni amaría. Al verla sonreír radiante con el pequeño niño entre sus brazos, entendió que la verdadera confusión fue creer que sólo la quería como su mejor amiga, la verdad era que estaba completa y profundamente enamorado de Tenten, quizás desde que era un niño y la conoció. De toda la vida la amaba, pensó. Fue su manera racional de enfrentar los sentimientos, de evitar las confusiones, de no querer dejarse llevar por las emociones, de ser realista y objetivo. No fue capaz de verlo, de identificarlo, pero realmente la amaba porque todo en ella lo fascinaba, lo hacía feliz y estallaba en aquello que siempre trataba de controlar. Al final fue la misma confusión que intentó evitar, los errores, sus malas decisiones y el maldito arrepentimiento constante. La perdió. Para siempre.
Sasuke y Tenten tuvieron una relación de siete años contados desde el embarazo, pero en el presente ya no estaban juntos. Ella fue quien le contó que ya no sentía lo mismo por Sasuke, ella tomó la decisión de hablar y finalizar la relación. Sasuke pareció entender, disimuló, lo aceptó y bajó la cabeza. Neji sabía que el Uchiha todavía la quería, que la amaba de verdad, lo veía siempre en sus ojos, pero no entendía las razones, los pensamientos o lo que fuese que lo llevó a aceptar el termino de su relación, del amor que se acaba, pero la confianza que se mantiene. Ella le seguía sonriendo cordial, quizás un defecto perverso de Tenten era que siempre parecía superar demasiado rápido y de buena manera los quiebres, se recuperaba, aprendía, volvía a sonreír y sufría muy poco. Pero el resto no era como ella, no superaban de la misma forma. Tenten tenía una especial forma de dañar a los demás de manera permanente, sin querer hacerlo, sin darse cuenta, porque todos se lo ocultaban, todos la engañaban. Igualmente ellos mantenían una buena relación: eran padres, tenían un hijo en común que siempre los mantendría unidos, debían llevarse bien por él. Fue el acuerdo al que llegaron. A ella no le costaba nada, le tenía aprecio a Sasuke, pero él, él parecía no saber la forma de manejarlo. Neji lo sabía porque siempre estuvo ahí, a pesar de todo nunca perdió contacto con ella, porque eran mejores amigos, porque ella seguía confiando ciegamente en él y le contaba todo. Porque Neji fue parte de todos los procesos, soportó todo, aunque odiara con las entrañas; era adicto a ella, no podía dejarla. Tenten era la droga que lo mataba lentamente, pero también era la que lo mantenía con vida.
―¿Me concede la siguiente pieza jovenyanotanjoven? ―la voz cantarina y alegre de la dueña de sus pensamientos lo estremeció. Le hablaba despacio y la oído. La odiaba otro poco cuando hacía aquello.
Espabiló, perdió el pasar del tiempo abducido por sus recuerdos, por la maraña de negatividad que siempre se le instalaba en la cabeza. Su mano entumecida todavía rodeaba la copa de vino a medio beber, la música sonaba y varias parejas bailaban, la mitad de sus amigos había desaparecido y Sasuke los miraba, ella no se daba cuenta de la mirada fija del pelinegro sobre ambos y sin ser completamente consciente de la petición, incentivado por la indescifrable mirada del Uchiha, aceptó tomando la mano que la chica le ofrecía con fingida caballerosidad.
Una canción movida estaba terminando a medida que se acercaban a la pista de baile, comenzando de inmediato otra que era muchísimo más lenta. Un cambio radical que llevó a algunas parejas a volver a sus asientos mientras otras se acercaban para unir sus cuerpos al ritmo de la triste y delicada melodía que sonaba. La rodeó por la cintura, apegándola a él con más intensidad de la necesaria, ella sólo sonreía al tiempo que le rodeaba el cuello con ambos brazos recargando su cabeza en el pecho de él. Tan juntos, como dos piezas que calzan perfectamente en un enorme rompecabezas, la comodidad al estar abrazados, la cintura, las manos, los sentimientos que se olvidan, los que se intensifican, el desbordante latir de su corazón martillando contra el oído de Tenten, el aroma dulce que poseía la mujer guardado en su memoria. Pensó que quizás ella lo entendería, que dejaría aquella inocencia confiada de creer en todo lo que le decían, que descifraría las mentiras, rompería la máscara y él ya no tendría que odiarla con ese amor enloquecedor, ya no tendría que apretarla tan fuerte de la cintura. Olvidaría que la música se acabaría, que debería soltarla y verla alejarse con su eterna sonrisa, con sus gestos infantiles y sus ojos brillantes que ya no lo veían con amor. El amor tan intenso que a veces se transforma en odio.
Heard you're free now and I will remain. Still dreaming, alive and awake. The love that once believed in…
La letra de la canción le golpeó los oídos; la conocía, ella también. Les gustaba. Seguían moviéndose ajenos a todo, sin seguir realmente el ritmo de la música, simplemente permaneciendo juntos, sin palabras, sin explicaciones. Ella con su vestido negro que se ceñía en las partes precisas, con los tacones que le hacían doler los pies, se quejó desde que llegó. Lo abrazaba como si fuese su pilar, como si sólo él pudiera sostenerla. Se aferraba, lo quería y entonces Neji olvidaba porqué debía odiarla
―Speak to you silently, and know that you'll hear me… ―tatareó ella muy bajito, pero él la escuchó y sonrió.
Siempre creyó que el amor tarde o temprano se terminaba, como aquella canción que acabaría y la realidad regresaría. Nada era eterno, estaba convencido, pero entonces comprendió que quizás las cosas no eran eternas, que los sentimientos no duraban para siempre, pero que evolucionaban. Él siempre la quiso de diversas maneras; Tenten siempre le generó distintos y extraños sentimientos que no logró identificar porque se confundía y él odiaba complicarse. Fueron siempre situaciones límite las que lo llevaron a entender mejor lo que ella le provocaba, aceptando finalmente que sólo podía encerrarlo todo en una palabra tan pequeña como el amor, pero también creía que para amarla con la variada intensidad que aumentaba con los años, también debía odiarla un poco. Tenten no lo amaba de la misma manera, ya no, él le rompió el corazón, la dañó de una manera que no sabía hasta qué punto llegó, porque ella siempre lo ocultaba todo y sanaba demasiado rápido. Se rompía en silencio y todos podían percibir cuán dañada estaba, pero en un parpadeo ella volvía a recomponerse dejando atrás el detrimento, siendo capaces quienes la conocían de ver también aquello, de llegar a creer que estuvieron siempre equivocados y que ella no estaba tan mal como pensaban. Neji la odiaba porque ella se recuperó del daño que le provocó, pero él no. Ella lo traicionó, esa traición tenía nueve años y era un niño que lo adoraba y al cual él también adoraba porque se parecía mucho a ella, porque el niño no tenía la culpa de todo lo que pasó; ni la irresponsabilidad de sus padres adolescentes, ni que él le rompiera el corazón a su madre o la confusión. Ese pequeño podría haber sido su hijo, pero no lo era. Neji odiaba a Tenten porque se odiaba a sí mismo, porque a veces no quería quererla aunque tampoco se esforzaba por no hacerlo. La odiaba porque ella lo dañó, lo rompió para siempre, pero también fue quien volvió a armarlo. Aunque ya no fue igual.
―¿Crees…? ―comenzó ella sin mirarlo, él inclinó la cabeza buscando sus ojos―. ¿Crees que alguna vez dejes de odiarme, que me perdones? ―Neji se tensó ante la pregunta―. No me engañas Neji… yo lo sé. Lo veo en tus ojos desde hace tantos años… ―sonrió con amargura―. Crees que me has mentido, pero yo lo sé; sé que me odias y no puedo aceptarlo porque si lo acepto no podría vivir… ―se le escapó un tenue sollozo, hundió la cara en su pecho limpiándose en él las lágrimas que no alcanzó a ver―. Ignoro el odio con el que a veces me miras porque no puedo perderte… yo no puedo vivir sin ti ―suspiró y entonces lo miró a los ojos―. Ya no me odies más por favor…
―Es sólo porque te amo demasiado ―confesó atrapado por sus brillantes y húmedos ojos.
Fue preciso y sincero, en voz ronca y palabras certeras explicó todos los años; todo lo que sintió por más de una decada. Encontró en ese momento la explicación necesaria para calmarse, para entenderlo todo y quizás estar en paz. Realmente no la odiaba, no podía hacerlo, era sólo amor, un amor que maduró y que entendió, que creció y aprendió. Un amor que se intensificaba con el tiempo, que evolucionaba pero que siempre era generado por Tenten, destinado únicamente a ella. Porque quizás sí dejó de amarla, pero el amor que se acababa era rápidamente remplazado por otro más fuerte, más sabio e intenso. La apretó más fuerte, ella nuevamente apoyaba la cabeza en su pecho, quedándose en silencio luego de su declaración. Ojalá supiera lo que ella pensaba, ojalá por un segundo supiera qué se escondía en aquella misteriosa mente.
―Come back to me. Please believe ―cantó nuevamente. Él la escuchó, su corazón se aceleró―. The feeling is more than I've ever known…
Entendió el mensaje, sonrió y la apretó más fuerte. Tenten también se aferró con más ímpetu. Su aroma lo golpeó. Miró su entorno sin verlo realmente. Fue tan ciego, tardó tantos años en entenderlo.
Pero era tarde para volver el tiempo. Ya no quería hacerlo. Ya no necesitaba hacerlo.
La canción finalizó. No pudo soltarla.
Please believe…
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Hola todas y todos!
Estoy ansiosa, sí, demasiado. Me fumé todos los cigarros mientras escribía.
La idea me devoró completamente, ni siquiera estaba en mi casa así que cuando llegué rápidamente me instalé a escribir y esto fue lo que surgió. Hasta el momento me ha gustado como quedó, pero conociéndome puede que en algunos días ya no me agrade. Si encuentran alguna falla ortográfica me la dejan pasar, ya lo revisaré bien y corregiré, ya saben que al estar tanto rato frente al computador por más que la falla esté frente a nuestras narices no lo vemos, así que cuando descanse lo reviso.
Estaba tan ansiosa y entusiasmada que lo único que quería era compartir esta idea con ustedes. Espero de corazón que les halla gustado. Dejen sus comentarios para saber sus opiniones, saben que los reviews me hacen inmensamente feliz y me animan a escribir más.
Por si les interesa la canción se llama The lost song, part 2 de Anathema. Apareció en el momento preciso.
Sobre mis otros fics pues tengo las continuaciones a medio escribir así que ya vendrán. Estuve un tiempo bastante falta de inspiración, luego me fui de vacaciones, pero al parecer me hizo bien ya que he andado muy inspirada estos días.
Dejen sus reviews! Nos leemos más pronto de lo que imaginan!
