Este fic nace como una meta del NaNoWriMo Camp. Como una forma de probarme a mí misma que puedo escribir cosas largas, coherentes. Y terminarlas. Nunca lo hice con intención de publicarlo, pero gracias a un par de amigues y a la insistencia de que está muy bueno, por favor publícalo de una vez, no me quedó más remedio que acceder y darles las gracias por insistirme
Quiero agradecer a Tobi por betear este fic desde sus inicios y seguir haciéndolo hasta el día de hoy.
Devoré Haikyuu en menos de dos semanas y todavía no he podido sacármela de la cabeza, ni a la serie ni a esta OTP.

Disclaimer: Haikyuu le pertence a Haruichi Furudate y esta obra es sin fines de lucro.


Anteayer

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MenducaGh


Asahi cumple años el primero de Enero.

No es una fecha cualquiera. Habla de inicios, de objetivos, metas, comienzos. Es un día que se recibe con fuegos artificiales y desmayado de alcohol en la casa de algún amigo. O entre abrazos de gente a la que quieres. El primero de Enero es esperado durante semanas por personas que quieren apretar restart en su vida diaria. Genera expectativa, sueños, motivaciones.

A Noya le encantaría cumplir años el día que comienza a correr el calendario.

A Azumane no le queda bien. Lo ponen nervioso demasiadas muestras de atención sobre sí mismo. Si pudiese, se tomaría un tren a la punta del monte Fu y no volvería hasta la primera semana de Febrero. Es una fecha fácil de recordar; todo el mundo le saluda y lo saturan a mensajes de texto. Por todas las redes sociales. A pesar de ser tomado por delincuente, Asahi es bastante popular y cada año los saludos de cumpleaños se multiplican por diez.

De todos modos, Noya está bastante conforme con el suyo. Es el diez de octubre, mes en el que las hojas anaranjadas comienzan a acariciar el suelo y que las camisetas mangas largas se hacen una costumbre en los entrenamientos. Las prefiere, puesto que su piel es muy sensible y se marca de nada; nunca está de más una capa extra para protegerse. También es la época en la que puede comer helados sin que se le llenen los dedos de pegote ni que se le derritan entre los nudillos.

"Mañana es mi cumpleaños".

No siente ni euforia ni felicidad ni ninguno de esos sentimientos que lo han arrastrado durante sus diecisiete años de existencia. Ni fuegos artificiales. Más bien al contrario, le duele un poco el estómago por los nervios. Tiene dos semanas para aprender a recibir pases y al ritmo que va, lo único que aprenderá a recibir son collejas de Suga por chocarse la red y molestar a todo el equipo.

Ser la deidad guardiana le encanta, pero es un título que siente que le queda grande. Tiene que mejorar, empujarse al límite si quiere mantenerse en ese lugar.

Una vibración en la mesita de luz lo hace desperezarse. Al levantarse, todo su peso se apoya en un moretón particularmente doloroso que le hace fruncir el ceño. El teléfono parece inmenso en sus manos de dedos cortos y regordetes.

Asahi-Kenai

¡Un muy pero muy feliz cumpleaños a nuestra bolita de alegría!

Y abajo una de esas imágenes súper cutres con un Tweety, un atardecer y una frase del estilo "que hermoso haberte conocido durante estos diecisiete años". A otra persona, Nishinoya le habría respondido con algún meme riéndose de su ñoñez, pero Asahi tiene alma de abuelo y hay que tenerle más paciencia con la tecnología que a Shoyo y Tobio con sus peleas. Aún no se desvinculó del todo del MSN.

Noya

gracias kenai!

no puedo creer que te acordaras

pero aún falta un rato lololol

Asahi-Kenai

¡No me digas así! -.- ¿Estás seguro? Fíjate bien la hora.

Nishinoya chequea: son las 00:03.

Noya

eres un ansioso

no podías esperar a mañana?

Asahi-Kenai

Mañana estarás rodeado de todos los demás, la escuela entera va a felicitarte. Seguro llevarán regalos al club.

Noya

ohhhh, regalos? :D :D

acaso sabes algo que yo no? ;) ;)

Asahi-Kenai

Mis labios están sellados.

Noya

entonces, sabes algo

Asahi-Kenai

Noooooya, basta o me terminaré yendo de la lengua.

Noya

;) ;) ;) ;) ;) ;)

me dejarás en visto?

eso es cruel

Asahi-Kenai

Nah, estaba respondiendo otro mensaje. Tenía ganas de hablar un rato contigo, felicitarte cómo te lo mereces. Mañana (es decir, hoy) tendré suerte si puedo hablar contigo más de veinte segundos.

Nishinoya cierra whatsapp y pulsa en sus contactos, apretando el botón de llamada. El techo se le antoja lejanísimo. Su habitación antes pertenecía a su hermana, así que una cascada de constelaciones brillantes decora la vista del líbero.

Asahi responde al tercer timbrazo.

–¡Nishinoya! –grita en susurros. –¿Por qué no avisas antes de llamar? Están todas durmiendo aquí; pueden llegar a matarme si se despiertan.

Noya ahoga una risa ante el desamparo de Azumane. Ay, la abuela enojada da muchísimo miedo.

–Perdona. –sonríe. –No lo tuve en cuenta, de verdad.

Avisa la próxima, ¿sí? –casi siente la sonrisita de Asahi acariciarle el pómulo. –Feliz cumpleaños, Nishinoya.

–Gracias. –se arrepiente inmediatamente después de decirlo; su voz está cargada de apatía.

¿Pasó algo? –súbitamente la calidez de Asahi se tiñe de nerviosismo. –¿Estás enfermo o…?

–No pasó… nada. –Noya se debate en cuanto contarle a su amigo. No quiere hacer una montaña de lo que le está carcomiendo las entrañas hace semanas. Suspira hondo. –Estoy un poco preocupado.

Puedes hablar conmigo.

–¿Recuerdas el partido contra la preparatoria Date Tech?

Silencio en la línea.

Sí. Que bloquearon todos mis ataques.

–Y yo no pude salvar ninguno. –Nishinoya inspira hondo. –¿Qué pasa si, de nuevo… no puedo salvarlo? ¿Si no soy capaz de cuidarles las espaldas a todos ustedes?

Una risita nerviosa en el teléfono le devuelve el alma al cuerpo y agradece a todos los astros por tirar a Asahi en el mismo tiempo y espacio que él, y hacerlos coincidir.

Eres la deidad guardiana, Noya. No te dimos ese título porque suena genial. Realmente eres genial.

–Por más genial que sea, Asa, no puedo mantenerme en el podio por cosas relevantes que hice en el pasado.

¡Pero qué estás diciendo! –estalla Asahi; al parecer se olvidó completamente de su abuela dormida. –No es por cómo nos salvaste en casi cada partido, es porque a pesar de que nos encontramos con jugadores más poderosos… siempre estuviste ahí. Mejorándote. Mejorándonos a nosotros. A mí.

–Ese no es el punto. –a Noya le va a explotar la cabeza. –Sé que es totalmente irracional, pero estoy asustado, ¡son una de las escuelas más pichis a las que nos enfrentamos, Asahi!

Eh… –siente la lengua de Azumane dudar. –¿Qué significa "pichi"?

Nishonoya esconde la risa con la almohada, atragantándose con la carcajada.

–No sé. –se ríe. –Se le ocurrió a Ryu ayer y… no podía parar de repetirlo. Dios. Ennoshita y yo casi nos volvemos locos.

¿Estás seguro de usar palabras de las que no sabes el significado?

–Creo que no es una palabra. –bosteza. –Escucha, oso amoroso, todo muy hermoso lo del cumpleaños y tal, pero yo tengo un autobús hasta la escuela y tú no, así que me voy a dormir.

Deja de llamarme así.

–KENAI.

Ya no es gracioso. –musita Asahi, pero Noya percibe una gota de risitas en su última frase. –Te dejo dormir, entonces. Ah, y pon el teléfono en silencio.

–¿Y eso por qué?

Porque puse un aviso en el grupo sobre tu cumpleaños. –las burbujas de risa se empañan tras un deje de culpa. –Perdón. Deberían estar llegando un millar de mensajes ahora mismo.

–Nah, no te preocupes. Los mensajes de felicitaciones son siempre bienvenidos. –bosteza de nuevo. –Adiós, bobo.

Descansa, Noya.

Cuelga y deja descansar el teléfono entre los pectorales. Inmediatamente empieza a vibrar repetidas veces. Noya sonríe. El bueno de Asahi. Ahí, recordándole a todo el equipo que la deidad salva culos está entrando en su decimoséptima primavera, y que más vale le hagan buenos regalos.

Nishinoya se duerme con la firmeza de que el mejor regalo lo tiene ahí mismo, agarrándole la mano a través del teléfono.