De pequeño lo llego a creer con todo su ser.
Llego a creer que si se escondía bajo las sábanas de su cama el mundo desaparecería, junto con todas las cosas confusas que sucedían a su alrededor. Se hacia un ovillo y empezaba a cantar esa canción que hacia poco había escuchado, mientras cerraba los ojos con fuerza y deseaba que su hermano estuviera ahí, con él. Pensar que todo era un sueño siempre fue lo único que pasaba por su cabeza en esos momentos.
A veces dejaba de cantar, para en su lugar matar el tiempo con un cuento infantil. Siempre el mismo, de eso me acuerdo. Al terminar dejaba que la noche tomara su curso y en la mañana salía de debajo del escudo que le daba su cama. Cada que hacia esto pensaba en una oruga, como es que salían de su crisálida para convertirse mariposa y entregarse a una nueva vida.
Él quería ser esa mariposa.
