DISCLAIMER: STAR WARS pertenece a Disney.
Basado en la serie de libros del antiguo UE Fate of the Jedi


Cronología: 76 DBY

El 2do Imperio Ren fue fundado por Shemyazza Ren quien, en un golpe de estado a la Alianza Galáctica, provocó la 3ra Guerra Civil. Viéndose superado por la Unión de la Alianza con la Primera Orden, fue derrotado por su hermana melliza, la caballero Jedi Shara Dameron.

Una vez que acabó la guerra, la antigua almirante de la Primera Orden tomó el mando de la Alianza Galáctica quien ordenó la ejecución del traidor, pero logró escaparse y exiliarse en el Consorcio de Hapes.

Rey Dameron, Gran Maestra Jedi, es culpada por la Jefa de Estado Maris Gale por no evitar la traición de su hijo y es obligada a tomar una decisión: ser encarcelada o irse al exilio.

Mientras tanto, en algún lugar de la galaxia, una criatura milenaria ha despertado…


Ha pasado un año desde que su hijo Han Dameron fuese seducido por el Lado Oscuro de la Fuerza. Fue un momento decepcionante y doloroso al ver a su hijo ser responsable de varios ataques a sistemas planetarios y se culpaba a si misma al no querer ver los indicios que él coqueteaba con la oscuridad, todo eso solo había un culpable: Kylo Ren.
La Gran Maestra pensaba que al quitarle la sensibilidad de la Fuerza a Kylo, él se iría lejos, exiliado, pero se equivocaba. Kylo Ren de alguna manera logró recuperar su sensibilidad y en secreto maquinó su venganza y cuando se dio cuenta, ya era muy tarde; Han Dameron, el héroe de la Gran Invasión se había convertido en Shemyazza Ren, responsable de la 3ra Guerra Civil Galáctica y de la muerte de Rose Tico.

Tuvo que intervenir su hija Shara, la melliza de Han, quien lo devolvió a la luz con un alto precio: los brazos amputados y encarcelado, Maris Gale había ordenado su ejecución, pero espías hapanos lograron infiltrarse en la prisión, lo liberaron y huyeron al Consorcio de Hapes, donde la Reina Madre le dio asilo político.
Rey entendió porque su hijo se fue al Lado Oscuro, él solo quería salvar a su hija, ya que la pequeña era objetivo de varios intentos de asesinato, Han pensaba que gobernar la galaxia era el camino para eliminar a cualquier enemigo que intentase cobrar la vida de su única hija y Kylo Ren lo tentó, convenciéndole que el Lado Oscuro era el camino de un poder mayor y así evitar la muerte de su hija. Aunque su hija ya estaba más segura en Hapes, él perdió su reputación lograda en la Gran Invasión, su lugar en la Orden Jedi, el cariño de su melliza y el aprecio de su padre Poe.

Rey recostó su cabeza en la pared, sumida en sus pensamientos, le parecía increíble que todo eso haya sucedido en un año y también pensó en su vieja amiga Rose; ella tuvo la mala fortuna de descubrir a Han y a Kylo planeando un golpe de Estado, Kylo Ren la mató ante la atónita mirada de Han, sin él pudiese hacer algo.
Su hijo lo había perdido todo, Poe fingía que solo tenía una hija, pero sabía que lo echaba de menos, en la Orden Jedi era despreciado por los Caballeros Jedi debido a que atacó a varios de ellos cuando era un dictador, pero para Rey, él podía redimirse y limpiar su nombre.

La Gran Maestra se hallaba en el Palacio Imperial, acompañada de su fiel compañera, Siri Tharen, ya que tenía una audiencia con la Jefa de Estado, antigua almirante de la Primera Orden, Maris Gale.

La mujer no estaba nada feliz que el responsable de la 3ra Guerra Civil haya escapado hacia Hapes y estaba convencida que Rey Dameron lo ayudó en su huida. Un togruta apareció detrás de la puerta y anunció a Rey que podía ingresar, la Gran Maestra se puso de pie y miró a Siri, quien asintió.
—Que la Fuerza te acompañe. —exclamó y Rey ingresó a la oficina, un lugar amplio, con grandes ventanales donde el sol se ocultaba de a pocos, entre los altos rascacielos de Coruscant y deslizadores que volaban con gran velocidad. La Jefa de Estado se hallaba de espaldas, sentada en su sillón giratorio y se giró para ver a Rey. Era una mujer mayor, tenía el cabello gris corto y vestía de uniforme militar negro, impecable pero su mirada era carente de calidez.

—Jefa de Estado Maris Gale—exclamó Rey respetuosamente, inclinándose.
—Maestra Dameron— exclamó la Jefa de Estado—Supongo que está al tanto porque fue citada aquí.
—Sí—exclamó Rey—Es sobre mi hijo Han.
— ¿Ha tenido contacto con él?
—No, hablé con él antes que se escapase de la prisión.
—Bueno—exclamó Gale juntando los dedos—Los Holo videos de grabación han dejado claro que usted no tuvo nada que ver con su escape. Pero aún así el Senado la ve a usted como la responsable del Golpe de Estado que perpetró su hijo. Cómo Jedi, no ha previsto que haría tal cosa.

Rey tuvo una visión de la Fuerza sobre ello, mucho antes que su hijo cayese al Lado Oscuro, la visión era muy parecida a ese momento que murió Han Solo ya tiempo atrás, solo que en lugar de Kylo Ren, había una sombra no definida y en lugar de Han Solo, estaba Poe, ella veía todo eso desde arriba. Recordó que se había despertado sobresaltada y lo tomó como una pesadilla.
Era difícil saberlo, las visiones de la Fuerza no suelen ser muy explícitas, pero debió haberlo tomado importancia, nunca imaginó que esa sombra era su hijo ¿o era Kylo Ren quien asesinaba a su padre, cuyo nombre compartía su hijo? ¿Era una señal que la luz de Han Dameron murió cuando Kylo lo llevó al sendero oscuro? Apartó esos pensamientos, su hija Shara logró salvarlo, pero aún así él estaba roto internamente.
—No lo ví venir, Jefa de Estado. Lo que le pasó a Han es responsabilidad mía y de nadie más, debí haberlo previsto, solo que no quise aceptar la verdad.
—Entiendo, pero él ya actuaba de manera violenta mucho antes de volverse un dictador y un golpista.
—Estaba bajo la influencia de Kylo Ren.

Maris Gale colocó las manos en la mesa y arqueó una ceja, ¿Kylo Ren? Hacía ya mucho tiempo que no oía ese nombre.
— ¿Kylo Ren? ¿Puede probar que él estuvo detrás del golpe de estado? ¿Dónde se esconde?
—Él está muerto. — exclamó Rey y no pudo evitar recordar ese momento, cuando Han ya estaba en el poder y convertido en el Lado Oscuro. Llena de ira, se enfrentó a él y lo decapitó. Se había sentido mal después de hacerlo, tuvo que meditar para mantener sus emociones en calma.
— ¿Muerto? ¿Cómo piensa hacer que el Senado se crea que fue el antiguo Líder Supremo?
—Será difícil probarlo, solo es mi palabra y la de Han. Sé que él asesinó a la ingeniera de naves, Rose Tico.
—Y Han Dameron estuvo ahí ¿verdad?
—Sí—admitió con pesar Rey, Kylo Ren le había dicho eso cuando se enfrentaron en Mimban, que Rose escuchó sin querer la conversación entre el señor oscuro y Han. Momento equivocado y lugar equivocado.
—El Senado decidió que Han Dameron fuese ejecutado, pero al escaparse, la culpa recae en usted.
— ¿Piensan que contacté a un grupo de hapanos a liberarlo?
—Si, eso piensan e igualmente yo— exclamó Maris Gale—Así que tienes dos opciones: Entregarse voluntariamente o irse al exilio, renunciando a la Orden Jedi.
—Tomaré el exilio.
—Entonces, prepare sus cosas y deje todo en orden, Maestra Dameron; abandone el planeta cuanto antes. Si el día de mañana aún está en Coruscant, será detenida y llevada a la cárcel. Puede tener contacto con su familia y amigos, pero no se puede acercar a ningún planeta afiliado a la Alianza Galáctica.

Rey asintió, eso le dejaba muy pocos planetas donde asentarse, tal vez el clima de Ach-To sea bueno en esta época del año. Se inclinó respetuosamente y abandonó la oficina.
Siri Tharen se puso de pie y Rey negó con la cabeza.
—No salió bien. Para evitar la prisión debo exiliarme y tengo que hacerlo esta noche.

Ya caía la noche en Coruscant, Rey solo tenía dos bolsas de viaje y el droide astromecánico R2D2, quienes se encontraba en el hangar, Poe estaba disgustado por la decisión tomada por Maris Gale. Ellos no eran los únicos que estaban ahí, estaba la nieta de ambos, la hija de Han, y dos maestros Jedi, Temiri Blagg y Siri Tharen, miembros del Concejo.
—Es injusto—exclamó Poe— Aún tengo influencia, déjame hablar con ella.
—No, Poe—exclamó Rey dejando su equipaje en el suelo y se acercó a su marido— Fue mi decisión, ella tenía la intención de apresarme.
—Aún me disgusta la idea de que una antigua almirante de la Primera Orden esté en el poder, por más tratado de paz que haya firmado. ¿En que pensaban el Senado en elegirla?
—A mí tampoco me gusta, pero recuerda que ella ayudó a derrotar al General Hux y eso nos hizo ganar la guerra.
—Sí, luego firmó el tratado de rendición de la Primera Orden, sabía que algo ocultaba—exclamó el retirado piloto de la Resistencia, Rey tomó las manos de Poe y lo miró con dulzura.
—Tomo este exilio como una oportunidad de buscar a Han…y reparar el daño que nos hizo, no podemos apartar nuestro chico.

El corazón de Poe se encogió, Rey tenía razón, Han y Shara eran los únicos hijos que tenían después de que Crix, el menor, muriese en la Gran Invasión. Recordarlo aún quemaba en su interior y por ello no podía apartar de su vida al único hijo varón que tenía.
— ¿A Han?
—Sí, debo hablar con él. Iré a Hapes. — exclamó Rey y notó que Poe apartó un poco la mirada. —Sé que estás molesto con él, pero los mellizos son nuestros únicos hijos. — Rey aún le dolía recordar a Crix y notó también ese dolor en Poe, la manera de perder al menor Dameron fue muy doloroso para ambos, pero sirvió para ganar tiempo y ganar a los invasores de otra galaxia.
—Lo echo de menos—musitó Poe y miró a Rey—Necesitó una explicación porque lo hizo y de lo que pasó. Hazle saber que me dolió.

Rey abrazó a Poe, el veterano piloto no quería soltar a su esposa, la nieta de ambos, una niña de ocho años miraba la escena; su cabello rojo delataba su ascendencia hapana, pero sus facciones y sus rizos delataban ser una Dameron.
—Abuela ¿verás a papá? —exclamó la niña. Rey se puso de cuclillas y asintió—Salúdame a papá y a mamá.
—Lo haré.
—Te extrañaré abuela ¿nos veremos en Hapes? En tres días regresaré.
—No lo creo, Cilliana—exclamó Rey tocándole las manos—Iré con tu padre en un viaje por la galaxia, te extrañaré, pero estoy segura de que nos volveremos a ver.

Cilliana sonrió, acentuado su parecido con su abuela en su juventud, Rey abrazó a su nieta y se puso de pie.
— ¡Adiós, abuela!
—Adiós, Rey
—Adiós, cariño— abrazó por última vez a su esposo y fue hacia los dos Jedi que se encontraban alejados de la escena, R2 silbó.
—Maestra Tharen—exclamó Rey— Te dejo a ti el cargo de la Orden Jedi, me iré, pero confío en que regresaré, sé que encontrarán alguna manera de que me perdonen mi exilio.
—Agradezco que me confíe la Orden Jedi, maestra Dameron— exclamó Siri.
—Que la Fuerza te acompañe—exclamó Tem con el semblante serio.
—Que la Fuerza los acompañe, nos veremos pronto.

Rey se subió a su yate estelar seguido de R2, lamentaba que su hija Shara no haya estado ahí, pero ella ya estaba al corriente de la situación. Encendió la nave y abandonó el hangar.
— ¿Volverá? — preguntó Cilliana a su abuelo Poe.
—Quiero creer que sí—exclamó Poe, sujetó la mano de la niña y dejaron el hangar.