Hola queridísima gente, es un agrado para mi, poder publicar mi primer fanfic de Inuyasha. Así que por favor no seas tan duros conmigo u_u soy muy inocente aún. Cambiando de tema, soy pésima con la ortografía pero créanme; me estoy esforzando duramente para que mi humilde historia sea a la altura de ustedes ^^. Por otro lado, esta historia parte al final de la serie (El verdadero final) qué modifiqué algunas partes para dar comienzo a éste fic que tendrá lemon. (Vamos chicas… yo se qué les gusta eso xD)
No olviden dejarme sus reviews, no importa como sean, todo es gratamente recibido ^^ eso me incentiva un montón seguir adelante con esto:) ahora los dejo con el primer capi. Ojala les guste =)
Bella Ragazza Di Fiore
Disclaimer: Los personajes pertenecen a la maravillosa Rumiko Takahashi, yo solamente los tomo prestados para mi loca adicción de crear historias xD (Aunque algunos personajes nuevos creados por mi persona xD)
Simbología
*-*-* cambio de escena
-Habla
"" piensa
Anata Wa Watashi No Kokoro Desu
(Tú Eres Mi Corazón)
Capítulo 1: Te extraño
Era una calida noche estrellada en el Sengoku Jidai. El sonido armonioso de los grillos cantando en medio de tanta vegetación, provocaba recordarles a los habitantes de la Tokio Feudal que verdaderamente la paz ya reinaba hacia ya un tiempo.
Desde qué la Shikon No Tama había desaparecido para siempre; la tranquilidad inundaba a cada aldeano de la zona.
Bueno, para la mayoría, a excepción de un Hanyou que tenía la mirada totalmente perdida en aquel estrellado horizonte.
Un solo anhelo rondaba su mente…
-Kagome…- suspiró nostálgicamente.- Han pasado tres años de qué no sé absolutamente nada de ti, mujer. Aquél día, en que el pozo come huesos se cerró… sentí que algo en mí ya no estaba conmigo… si tan sólo pudiera sentir otra vez tu delicioso aroma… Kagome…
-Todos la extrañamos…
Una palpitante vena se formó en la cien del muchacho bastante cabreado de no tener una miserable pizca de privacidad en una aldea tan grande como esa. Frunciendo el seño gruñó:
-¡Keh! ¡No sé de qué mierda hablas vieja entrometida!
La anciana Kaede sonrió ante la efusividad y mal carácter del semi-demonio; definitivamente, Inuyasha no cambiaria jamás.
-Claro… no soy yo, la que pasa frente al pozo come huesos prácticamente todos los días… en verdad eres muy persistente, Inuyasha…
-Es cierto Inuyasha, no necesitas ocultar lo qué sientes. Todos sabemos que deseas aparearte con Kagome-sama…- comentó con picardía el Houshi acercándose con su esposa.
-¡Temee! ¡Monje pervertido!- a la defensiva encarando rápidamente a Miroku sé defendió ante la situación.- ¡Oe Sango! controla a este monje depravado antes que lo parta en dos con Tessaiga.- reclamó, mientras la mujer levemente le escurría una gotita de sudor.- Ya veo la enseñanza qué le estás dando a tus pobres cachorros, maldito monje. Y con respecto a Kagome, ¡Keh! A mi me da lo mismo esa niña…
-¿Esa niña? Jajaja…- Miroku nuevamente cambió la mirada a una completamente iluminada y muy poco santa.- Nee Inuyasha, han pasado tres años de que dejamos de ver a Kagome-sama, seguramente ahora es una hermosa mujer de dieciocho años… ¿No sientes curiosidad? Un cuerpo más desarro…
Se escucho el sonido de una fuerte bofetada.- ¡Maldito Houshi! ¡Prometiste cambiar esa estúpida costumbre degenerada qué tienes para expresarte! Te juro, qué si mi pequeño Takeru aprende alguna de tus mañas… ¡Te voy a matar!- finalizó escandalizada imaginándose a su pequeño bebé acosando a las muchachas de la aldea en el futuro.
Entre risas y comentarios picantes, Inuyasha miro hacia el Goshimboku. Aunque lo negara mil veces frente a todos sus amigos, él sabia perfectamente qué, a su corazón no podía negarle lo mucho qué extrañaba a la miko. "Sé qué algún día te volveré a ver… Kagome…"
-Inuyasha…- Susurró la muchacha envuelta bajo las mantas.
¿Cómo podía extrañarlo tanto? Ciertamente, su vida ya no era la misma. Se había vuelto una chica apagada. Ya no sonreía a menudo.
¡Es que del maldito día que se cerró el pozo, el Hanyou se había llevado su corazón! ¡Su felicidad! Santo díos… ¿Es que ya no podría tener una vida normal?
Tenia a su familia, pronto ingresaría a la universidad, no tenía problemas.
Las lágrimas se asomaron nuevamente convirtiéndose en ligeros sollozos; se aferró mas a las mantas, con fuerza, sentía muchísimas ganas de gritar.
"Te extraño Inuyasha… daría lo que fuera por volver a verte… ¿Qué no entiendes qué te necesito?" la desesperación la embargaba, apretaba fuertemente su mandíbula y decidida se levanto, se colocó sus pantuflas y salió rumbo al templo.
"Ya no puedo más, necesito verlo. Lo amo. Y aunque él no me corresponda me conformo con permanecer a su lado. Es lo más importante en mi vida"
Se paró frente al Goshimboku llevándose una de sus manos hacia su pecho, justamente donde se encuentra su corazón. Su respiración era agitada, inhalaba y exhalaba con ímpetu.
Cerró sus ojos comenzado una concentración imprescindible para lograr su objetivo.
"Goshimboku… árbol del tiempo… en la era civil… en este mismo lugar conocí a Inuyasha… pasamos muchas cosas juntos, incluyendo a nuestros amigos. Sé qué él siempre estuvo solo. Su vida fue llena de humillaciones por ser un Hanyou. De niño creció a la defensiva… pero yo… a mi me gusta tal cual, lo amo por sobre todas las cosas. No me importa si es un demonio, humano o lo que sea… simplemente ayúdame a permanecer a su lado. Onegai…"
El viento meció las hojas del árbol sagrado mientras el silencio inundaba el lugar reflejando un ambiente lleno de paz.
Kagome abrió los ojos divisando en el pequeño agujero donde alguna vez yació la flecha que mantuvo sellado a Inuyasha por cincuenta años; con curiosidad se puso de puntillas y estiró tu brazo para meter uno de sus dedos en el orificio.
-Ittai… eso dolió…
Una suave voz llamo a la muchacha en su mente.
-Kagome…
La muchacha quedo brevemente paralizada al escuchar esa voz tan familiar. Creyó que era una mala jugada de su intrépida imaginación, pero no. Era real.
-Kikyo…- logró soltar.
-No querida… soy Izayoi la madre de Inuyasha…
-¿S-su… madre?
-Kagome… gracias a tu persistencia, por amar a Inuyasha incondicionalmente, por siempre darle tu apoyo y compañía… gracias a tú amor y bondad… el pozo come-huesos esta libre de interferencias… cuida mucho de mi pequeño…
Una fuerte luz proveniente de donde se encontraba el pozo llamó la atención de Kagome. Lágrimas de felicidad cayeron por su rostro y una sensación de tranquilidad se apoderó de ella. Sonriendo contestó:
-Arigatou… y no lo dude, jamás dejare solo a su hijo, lo prometo… es lo más importante en mi vida…
Una imagen de la madre de Inuyasha dejo ver una calida sonrisa de agradecimiento. Con esto, finalizó desapareciendo en una hermosa estrella rumbo al cielo.
-¡Keh! Ya dejen de molestarme malditas mocosas… ¿Qué no tienen otras cosa mejor que hacer?-
-¡Inu, Inu, Inu!- exclamaban alegremente las hijas gemelas de Miroku y Sango.
Las pequeñas se colgaban del muchacho. Neky se apoderó de las orejas del hanyou, mientras que Anomi besaba una de las mejillas de éste.
-Vaya… se nota que las gemelas te quieren mucho Inuyasha…- comentó Shippo notoriamente tratando de fastidiarlo. – No se como pueden querer a un perro tan feo…
Un aroma característico y muy especial para el Hanyou llegó a su sentido del olfato, su corazón comenzó a latir desbocadamente. No podía ser cierto… era ella… no había dudas…
-Mocosas del demonio. Vayan a jugar con su tío Shippo y golpéenlo todo lo que quieran- Murmuró rápidamente y con avidez corrió rumbo al pozo…
Fin Capítulo 1
