Día dos del reto en el que sin saber como termine dentro, espero poder terminarlo y que ustedes mis queridos lectores disfruten de este intento de terror/parodia/comedia. Sin mas que agregar los dejo para que lean.

DDR: los personajes no me pertenecen, son propiedad de su autor

De Ferias Y Payasos

¡Vamos a la feria!

No

¡Vamos a la feria!

No

¡Vamos, vamos, vamos, vamos a la feria!

Noooo

Desde hace un par de días ese había sido el cantar de la vida de Dipper con su hermana, quien desde que descubrió que la feria había llegado al pueblo no paraba de insistir con ir a la feria. Prácticamente se lo pedía en cada oportunidad que tuviera, en el desayuno, cuando salía del baño, cuando iba a pasear al perro, momento ¿desde cuándo tenían perro? Y ¿Por qué era él quien tenía que pasearlo? Como sea eso es historia para otro momento, el punto es que Dany no quería ir a la feria por mucho que Rita le insistiera.

¡Vamos a la feria!- este era el tercer día y el intento número 6578 de convencer a su hermano, y está vez antes de la comida; vaya que cuando quería podía ser insistente.

No Mabel, no tengo ganas de ir a la feria- dijo con voz cansina el alto muchacho.

¿Por qué?- preguntó haciendo un mohín, a lo que Dipper no se resistió a reír levemente y es que pese a tener ya 17 años y alegar acaloradamente que ya no era una niña, su hermana seguía comportándose como tal.

Porque no me gusta esa feria- su respuesta fue seca y corta.

Pero antes me acompañabas a los festivales- fue el reclamo de su hermana.

Ah he ahí el detalle, tú misma lo has dicho, esos eran festivales, este es una feria, no son lo mismo y ya te dije que no iré- rebatió hábilmente el muchacho, dejando a su hermana con un gesto indescifrable, abría y cerraba varias veces la boca, levantaba la mano en puño con su índice arriba solo para bajarlo.

¡Bien! Les diré a mis amigas- fue tan bajo lo que dijo y después de tanto tiempo en silencio, que Dipper ya hasta había pensado en abandonar la habitación, pero sabiamente decidió quedarse al ver que su hermana iba a seguir hablando- aunque no será lo mismo sin ti, esta era una de las actividades que podíamos hacer antes de separarnos e ir a escuelas distintas-. Lo último mas como reproche sonó como una triste resignación a la que Dipper no le hizo caso, y terminó dejando la habitación en la que estaban juntos; después de todo no siempre lograba ganarle a su hermana y ni pensar de decirle que en realidad no quería ir a la feria porque en esta había payasos, horripilantes y escalofriantes payasos, no, no, ni hablar ni Rita ni nadie jamás debían enterarse que, desde que vio la película de terror de aquel payaso en sus tiernos 10 años este le temía con todo su ser a los payasos.

Ese secreto se lo llevaría con él a la tumba de ser necesario.