Titulo: Copos de Nieve 1/5
Autor: LUNAazul
Personajes/Emparejamiento: Clark/Lois, menciones de Clana, Chloe, Lana, Lex, Lionel, Martha Kent, Jonathan Kent, Oliver, Dick, Zatanna.
Género: Fairytale, Slavefic, quizás Humor.
Clasificación: PG-13, R en lenguaje ¡Joder, un cuento con vocabulario grosero, que dios me perdone!
Wordcount: 2732
Spoiler/Advertencias:
Resumen: Erase una vez… un chico, una chica y mucha nieve.
N/A: Muchos clichés de cuentos de Hadas.
Bueno, cuando era niña amaba los cuentos de hadas… ahora sinceramente los únicos que me gustan son los de bradygirl_12 LIVEJOURNAL, y pienso que gran parte es por ser Bat-Fairytale; ok solo si son de…SuperBat.

Erase una vez un reino; que era como cualquiera otro… prospero con personas amables y respetuosas. El reino de El gozaba de la amistad plena y apoyo de sus dos reinos vecinos el Reino de Gotham, y el Reino siempre verde de Star, con sus respectivos monarcas, Wayne y Queen –sin importar la redundancia.

La vida no podía ser más perfecta, los reyes siempre fueron amados por su gente, el día de nacimiento de su primer hijo la gente se reunió con presentes para el pequeño príncipe que llegaba como un milagro y una promesa para años mejores, el niño era hermoso, grandes ojos verde-azul, piel blanca como la leche, cabello tan negro como la noche y los pulmones más poderosos de todo el reino.

La gloria y felicidad parecía brillar para el reino, hasta la llegada del caos… una desastrosa mañana el cielo literalmente cayo a la tierra; el primer avistamiento fue en un molino a las afueras que termino derribado por una gigantesca bola de fuego… una tras otra cayeron a la tierra, quemando la madera de algunas de las chozas, causando daños incomparables y causando entre los detalles más relevante de nuestra historia la muerte de los reyes del reino… los cuales murieron de inmediato cuando su carruaje fue aplastado por una de esas estrellas del día.

Ese día la esperanza de las personas murió; quedaron sin hogares y sin monarcas… y ese día apareció el Duque Lutero.
Los primero días fue considerado un salvador, después de la reconstrucción de la ciudad se declaro Gobernante supremo con gran apoyo de la población quienes creyeron en sus promesas…

Pero cada una de las promesas no fueron cumplidas… Y el reino de la Luz se tiño en tinieblas y ruina.

En los pasos de los años, los mitos se hicieron más fuertes y sonoros, desde las historias de los lazos del Rey Lionel con la magia negra y su posible intervención en el desastre que convenientemente le dio el reino, y los más fantasiosos rumores que decían la existencia del Príncipe Kal, sobreviviente de la casa de El y descendiente al Trono usurpado. Pero solo fueron cuentos que las viejecitas contaban con esperanzas de librarse del yugo de su monarca.

Lionel era ambicioso, egoísta, y tirano… un ser oscuro, a quien se le acusaba de la muerte de su primera esposa Lilian, madre de su primogénito Alexander.

Casado con Nell Potter encargada de años de los jardines Reales y padrastro de la Princesa Lana. La familia feliz en apariencia, todos poderosos y perfectos, en el otro extremo se podrían encontrar los Kent, familia de 5 generaciones de Granjeros, humildes pero de gran corazón… Martha y Jonathan Kent vivían en las afueras del reino en su pequeña granja maldecidos y bendecidos la mañana de Fuego; quizás un poco más el segundo pues aquella día tuvieron el milagro que había pedido por años…

Era una mañana de últimos de noviembre, el aire era tan frio… Jonathan salió de su granero soplando algo de aire caliente de su boca a sus manos, la leña se había acabado y se requería con urgencia… la casa vieja no parecía proteger a sus residentes de la calamidad del clima y varios de sus caballos habían muerto, logro ponerse una chaqueta de lana y fue directo al bosque, la madera seria húmeda por la nieve que había caído la noche anterior, pero necesitaba tener algo de esperanza… No era lo normal, pero ese mañana era diferente y por algunas circunstancias Martha su esposa se decidió a acompañarlo, vagaron entre los delgados troncos del bosque, el granjero con una afilada hacha y su mujer observando a su lado, con paso firme.

El silencio fue destrozado cuando uno de las bolas de fuego cayó en las cercanías, un estruendo tras otros más lejanos, y otro que agito las copas de los árboles y hizo llover nuevamente la nieve de estos de la forma más violenta vista por ambos granjeros, Jonathan atrajo a su mujer a sus brazos en busca de refugio y protección para ella, un meteorito cayo detrás de ellos, seguido por un pino encendido en llamas, ambos corrieron lo mas que pudieron hasta que una gigantesca rama les rompió el paso y los hizo tropezar.

El hombre se levanto torciendo grandes cantidades de nieve, para observar entre los arboles caídos a un pequeño de 3 años en ropa blanca y fina, su cabello negro y revuelto tenia copos de nieve igual que sus pestañas, sus ojos estaban rojos y llorosos, y sus mejillas tenía dos hilos de lagrimas que recorrían hasta sus barbilla.

-"¡¿Martha?"

No aparto la vista de pequeño, quien subió la cabeza y contemplo el cielo lleno de aquellas estrellas de fuego que seguía cayendo.

-"¡Martha!"

Su mujer levanto la vista, y al ver al niño que lloraba con más intensidad pero en completo silencio se levanto con una velocidad casi sobre humana llegando hasta él y cogiéndolo en sus brazos, lo calmo con palabras dulce, el pequeño puso su cabeza contra el pecho de la mujer cerrando los ojos con bajos resoplidos y gimoteos.

Tomaron al pequeño como su hijo, llamándolo con el nombre de Clark, Clark J. Kent… ese día el pequeño huérfano, dejo atrás su vieja vida como príncipe para convertirse en un simple pero feliz granjero.

*REINO DE GOTHAM*

Una larga fila de esclavos encadenado por los tobillos andaba a paso corto por el camino en pleno y frio bosque… los esclavos usaban ropas delgadas, sucias y agujeradas, cabellos maraña dos en sus caras huesudas y pies descalzos y sucios, cualquiera con una pisca de inteligencia podría decir que no era una buena forma de tratar a sus pedazos de carne; pues la carne se vende por el ojo, nadie en su sano juicio compraría un esqueleto, desnutrido y moribundo… además de que la condición del bosque ponía a los pobres cuerpos en condiciones vida y muerte; una mujer estaba casi agonizando por la temperatura.

Era una mierda, estúpidos esclavistas… un esclavo perdido era una gran pérdida de monedas.

-"Idiotas" pensó, el esclavo numero veintitrés. Ella, era una ella. Odiaba ser tratada como un número más, no es que quisiera ser tratada como un culo bonito digno de ser follado por cualquiera, y no es que fuera a dejar ser desflorada por el tipo gordo que jalaba las cadenas ¿verdad?

Lois se maldijo por tercera vez, si su padre la viera ahora… si no sería bonito, hasta hace tres semanas estaba ayudando a su padre con una misión del Rey Thomas, recibiendo los típicos coqueteos del Príncipe Bruce y fingiendo no querer nada con él y ahora en una fila de esclavos de la peor calidad rumbo al Reino de Lutero, bueno no es que eso fuera malo en sí; la razón del giro en su vida tenía que ver mucho con su viaje secreto al Reino donde vivía su Prima Chloe, pero… si hubiera podido elegir hubiera preferido una carrosa real que una contingencia de esclavos.

Por lo menos iba directo a su prima… jalaron la cadena con demasiada fuerte haciéndola tropezar, su cuerpo termino tendido en plena nieve… mierda, sus labios blancos murmuraron, el tipo gordo la levanto por suerte para ella la fila no había sido arruinada y nadie mas había caído.

-"¡Maldita sea, vamos princesa de las malas palabras!"

Tomo el mecho de su cabello y la jalo con toda fuerza sin importar se separaba de su cuero cabelludo, Lois dio un grito fuerte forzando a sus pies a quedarse quietos y firme en la nieve.

-"Así me gusta bien domesticada"

La miro aun sosteniendo su cabello a pesar de la castaña se había parado por completo, se acerco unos cuantos centímetros sonriendo con esos dientes amarillos.

-"Casi olvidaba que era una mujer con ese genio que te cargas preciosura"

Poso su mano en el trasero, Lois trago hondo cerrando los ojos y abriéndolos sucesivamente.

-"Quítame tus sucias manos de encima"
-"¿O si no que?"

Jalo su cabello… mostrando su pútrida sonrisa.

-"¡Simon!"

Ambos miraron, el jefe, un hombre de aristocracia… De nombre Morgan Edge los miraba fijamente, se había bajado de su carruaje tras el escándalo y con solo mirarlo, el gordo soltó a la Lois sin más, gruño por cierto pero era un perro que solo ladraba y nada más. La castaña sonrió para sus adentros, quizás ella y sus compañeros no era los únicos encadenados, era evidente que Morgan tenia la correa de Simon muy corta y apretada, sería un gran espectáculo ver cuando se le corte la circulación.

*REINO DE LUTERO*

Clark ayudo a su madre a bajar unas canastas de frutas fresca rumbo al palacio, había elegido por la mañana su ropa con mucha atención, la menos rota, dañada y de color menos opacos, algo que no dijera soy un granjero sin dinero, había peinado durante una hora su cabello oscuro con mucha determinación, su madre había visto su impaciencia durante el largo trayente… ahora estaban tan cerca, Clark sonrió mientras no empiece a tartamudear… bueno no es que tuviera la posibilidad a acercarse a la princesa pero se valía soñar.

Él y su madre se dirigieron a las grandes escaleras de piedra cuidando sus pasos, la piedra tenía un cierto brillo que podría hacerlo patinar y caer, en las orillas de esta estructura había montones de nieve no barrida, mientras subía Clark sonrió de lejos a Pete si viejo amigo que trabajaba en la herrería.

Pasaron por la puerta trasera de la servidumbre, La viaje Elisa les sonrió, era la cocinera real… desde año y la mujer más sabia del Reino y sus alrededores, empezó a platicar con Martha mientras observaba las manzanas con detenimiento, el joven granjero aprovecho la distracción para pasar a vagar por los pasillos.

-"Clark, sabes las reglas"

Su madre pronta a su hijo, todo el mundo conocía las historias que circulaba alrededor del Rey Lionel y lo que hacía con las personas que se atrevían a desafiarlo e incluso a mirarlo de mala forma, Clark miro a su madre y dio una mirada sincera asintiendo.

-"No estaré lejos, tendré cuidado"

Dando la vuelta por el pasillo sin esperar otra advertencia de su madre Clark se dispuso a seguir caminado, no tenía mucho temor, una de las veces se había encontrado con la Reina y esta lo había tratado con toda la cortesía posible, Mamá decía que su amabilidad era solo por estar enamorada de Papá… Si, quizás su madre solo exageraba, la reina Nell estaba en un nivel diferente como para estar en el amor con un granjero, Clark amaba a su padre pero no era lógico. Su madre solo odiaba a la reina eso era todo para el joven Kent, y… en otra cosas, él había desarrollado una rara amistad con Alexander, está bien… Lex, el príncipe le había permitido llamarlo así, pero no era él a quien deseaba ver con su vida… Lana, ella flotaba en su cabeza, su largo cabello castaño algo rojizo, su sonrisa, y su postura tan fina lo tenía hechizado, estaba perdido de amor como tantos chicos del Reino… era verdad, pero, no le importaba estar maldito por ella… quizá alguna día podría estar en su radar.

Un día más y solo verla, se quedo en la ventana viendo como unas muchachas cepillaba su cabello, resoplo con los ojos muy abiertos, ojala no fuera invisible.

Quiso maldecir al Príncipe Oliver por tener la oportunidad de ser ese para ella, si solo fuera príncipe… bajo la mirada con tristeza, aun podía conformarse con verla… tener una milésima de segundo de la hermosura de la princesa, era extraño al pensarlo, no había escuchado su voz pero estaba enamorado, su amiga Chloe decía que Lana podía tener la voz de una cacatúa pero nunca lo sabría.

-"Te quiero"

Susurro pasando sus dedos por cristal de color rojizos, y evito ser visto cuando la princesa concentro su mirada en el ventanal.

& & & & & &
Tres Dias después…

Por fin llegaron a su destino, ellos fueron casi, casi desnudados… para ser vistos por la gente, su aseo personal era mejor, pero su palidez no era fácil de disimular, los tipos pusieron una marquesina en la plaza y varios lugares de honor entre el público para la familia real. Serian expuestos como pedazos de carnes para ser vendidos al mejor postor, Lois observo desde una rendija a la gente que se reunían quizás podía escapar mientras era transportada a su nuevo amo, contaba con ello.

Clark Kent había guardado en un pedazo de tela anudada las monedas que su padre le había dado para comprar lo necesario, estaba con Pete charlando largo sobre la desaparición repentina de Chloe y su padre, cuando en la esquina de la plaza vio a Lana y Lex acomodándose para la subasta, su joven amigo noto eso y solo sonrió despidiéndose al ver al granjero caminado rumbo al lugar.

Las cosas resultaron así, después de captar la mirada de molestia de Lana y de sentir el vacio en su palma de la bolsita de dinero logro regresar a la realidad, que había hecho… Lex le sonrió y le dio una palmada en el hombro.

-"¿Puedo preguntar cómo diablos te lo vas a permitir?"

Clark negó, aun observando la mirada de la princesa… debía estar detestándolo, ella y su oferta siendo superada por un sucio y analfabeta granjero, (la culpa del rey Lionel que no permitía a su hijastra gastar tanto en lujos que no merecía alguien que no llevara su sangre).

-"Y las monedas era"

Pregunto nuevamente Lex, mofándose del chico…

-"De mis padres, ellos…"
-"Déjame adivinar no planeaban un esclavo a cambio verdad"

Clark asintió, viendo como un tipo gordo jaloneaba a la esclava castaña que el acababa de comprar.

-"Me siento como el idiota de los frijoles mágicos"

Murmuro Clark con el seño fruncido, Lex rio corto con toda la educción de un príncipe.

-"Según las historias, los frijoles si eran mágicos"
-"No quiero un gigante, yo… no quiero un esclavo"

Jaloneaban a la chica rumbo a ambos, Lex miro a Lana y después a Clark.

-"Aun puedes ganar puntos si se la regalas"
-"¿Qué?"
-"Vamos, un presente para la princesa"

Clark volvió a verlo sorprendido, Lex asintió. Simon jalo a Lois contra si sonriendo.

-"Vendida como nula de carga linda, ves a tu dueño… eres una mierda si eres poseída por tal infeliz"

Indico con mofa al ver la vestimenta del granjero, y en los últimos pasos arrojo a la chica contra los pies de Príncipe y del joven, Clark no pudo evitar gruñir al ver la brutalidad con la que era tratada, le tendió su mano y ella la tomo al instante.

-"¿Estás bien?"

Le pregunto realmente sincero, Lex se acerco y murmuro a su oído.

-"Ella está bien si tu deseas que este bien, no tiene emociones"

Se alejo rumbo a su hermanastra, Clark lo miro horrorizado y miro a su nueva posesión…

-"¿Cuál es tu nombre?"
Espera, se dijo… ella no tiene nombre, según la ley no es una persona. Negó constantemente, él no fue educado de esa forma y no iba a caer en las insinuaciones de Príncipe Alexander.

-"Ahora le importa, mi señor"

Como esa palabra podía ser tan obscenas pensó Clark, ahora se sentía pisoteado y lleno de mierda por todas partes… ella era feroz, vio alejarse a la princesa y su gente y solo pudo resoplar.

-"No soy tu señor, ¿Cuál es tu nombre?"
-"Lois, o tu mula de carga cual mas te guste"

Deseaba patearlo, escupirlo… un hombre que compra un esclavo merecía ser odiado y matado con saña… aunque, olvídalo Lois pensó, no es tan guapo.

tbc