Bueno aquí les presento mi nueva creación, espero les guste ya que he visto muy poco en Fanfiction de esta pareja (en español).

Aclarar que algunas cosas no van igual que el manga, obviare algunas cosas ya que si estás viendo este fic es porque conoces bien a los personajes del universo de naruto.

Los personajes de este Fanfic pertenecen al mangaka Masashi Kishimoto lo único que yo hice fue inspirarme y crear la historia de este fic.

La veo sonreír, pese al tiempo que llevamos juntos son contadas las veces que ella me da ese privilegio..., en tardes de regreso de mis arduas misiones, donde nuestro equipo demostraba los resultados de nuestro trabajo, miraba como sus ojos se iluminaban al verme, una evasiva de mirada, un inesperado tartamudeo, un sonrojo espontaneo me demostraba que era yo quien le provocaba esas reacciones en ella y aun mas las tardes de complicidad donde a petición de ella me esperaba a su hora de salida del trabajo no sin antes recibir sus labios como paga.

La veo triste, muchas parejas disfrutan del anaranjado sol del atardecer que iluminaba fugazmente a la aldea, pero ella en cambio meditaba mirando desde la ventana de su torre en donde tanto ella como yo sufría por su alta jerarquía ya que nuestro amor iba en contra de los estereotipos establecidos por la sociedad y el que dirá de la gente le afectaba mucho.

La veo decidida, en una tarde de celebracion me decidí a proponerle mi incondicional amor, y sin ningún ápice de titubeo ella acepto, adornando su dedo anular, de los lugares que menos esperamos vinieron tempestades y tormentas queriendo romper nuestra unión, pero yo me apoyaba en ella y ella se apoyaba en mi, concretándolo con terceros dimos por sellado nuestro compromiso, pero en la vida real no todo marcha como se espera.

Todos los shinobis de la aldea asistieron al entierro, muchos se alegraban por la partida de él y otros guardaban silencio nada mas, los ancianos de la aldea ofrecieron unas palabras en honor del fallecido, pues aunque no saliera a la luz él había hecho mucho por la aldea, el evento luctuoso concluyo con una lluvia torrencial, pero eso no significaba para algunos mas tristeza si no todo lo contrario.

Sus tacones demostraban su autoridad al caminar, su rostro demostraba satisfacción ya que se había quitado uno de sus dolores de cabeza, sus delicados labios rosados se curvaron demostrando una sonrisa maliciosa sin intención de disimularla.

-tsunade sama, no debería estar tan contenta en estas situaciones y menos cuando él murió-reclamo una morena de ojos azabaches mientras seguía a la susodicha.

La mujer de cabellos dorados esbozo un audible "hum", tomando la manija de la puerta tsunade abrió la puerta para entrar a su despacho, la rubia de ojos ámbar sentía como la felicidad se manifestaba en su cuerpo sintiendo mucho calor, quitándose su gran chaleco verde, revelo su camisa sin mangas de color gris la cual ceñía a su cuerpo con una faja azul del mismo color que sus pantalones.

-shizune, ¿acaso esto no es de celebrar?, he sufrido con ese tipo desde que acepte-

-pero no cree que es algo descortés, después de todo usted lo conoció bien ¿no?-pregunto shizune esperando que la rubia por lo menos le acreditara un poco de razón.

Tsunade no respondió de inmediato, abriendo una de las gavetas de su escritorio tanteaba dentro de esta tratando de tomar algo de ahí adentro. Ejerciendo presión en sus grandes pechos (ya que no le permitía alcanzarlo) logro sacar su estimada botella de sake junto con dos pequeños vasitos de porcelana.

-para mi mala suerte si, tuve que gastar mucho de mi tiempo con él, pero al fin descansare de ese nefasto tipo-tsunade vertió un poco del cristalino liquido en un vasito y luego en el otro-anda brindemos juntas –extendiendo su brazo le ofreció a shizune uno de los vasitos.

-¡tsunade sama! Como se le ocurre que voy a beber, hacer un acto tan descortés a una persona como el- reclamo shizune.

-recuerdas la vez que te pedí que corrigieras las mil ciento hojas que te había pedido que escribieras-dijo tsunade mientras de un trago se llevaba entero en contenido del vasito.

-claro como no lo voy a recordar dure tres días y noches haciéndolo-la pelinegra se sintió tan mal de solo recordarlo.

-pues-una pequeña gota de sake quedo en la comisura de los labios de la rubia la cual seco pasando su dedo pulgar por sus carnosos labios-por culpa de él lo tuviste que hacer-termino comentando la rubia mientras continuaba sirviéndose más sake.

Un ligero tic, una contracción en sus cejas demostraba su gran indignación al saber eso-discúlpeme tsunade sama, siempre pensé que ese fue el acto más ruin al que usted me pudo mandar, sabe sírvame un poco de ese sake-dijo shizune mientras tomaba asiento al frente de su jefa-de repente se me antojo un poco-

-esa es mi shizune-dijo la mujer de voluptuoso cuerpo mientras serbia un poco de sake a su asistente.

La lluvia caía sin parar, los relámpagos no se hacían esperar y retumbaban momentos después de su imponente destello, mientras tanto la quinta hokague y su asistente seguían tomando a la vez que su rostro se sonrojaban levemente por el efecto del sake. De manera fantasmagórica apareció por debajo del suelo uno de sus ambus de elite, en posición de reverencia se presento el ambu.

-hokague sama-hablo el ambu captando la atención de una quinta hokague sonrojada-hemos recibido un reporte de uno de los ambus del extranjero, creo que le va a interesar- el ambu se acerco al escritorio de la rubia y coloco el pergamino en el escritorio y se marcho.

La rubia con algo de cuidado desenrollo el pergamino y lo empezó a leer.

Un buen baño con agua fría, una taza de café amargo, era lo que la gente recomendaba generalmente a las personas para mitigar el efecto del alcohol en el cuerpo, pero lo que leía en ese pergamino no era nada de lo antes recomendados y aun así fue capaz de sacarla del efecto.

No podía creerlo, volvía a leer lo que decía el documento otra vez, la fina mandíbula de la hokague se tenso y las lágrimas no se hicieron esperar y desbordaron de sus ojos. Shizune observo ese inesperado comportamiento en la rubia y las preguntas inundaron su mente, pero la intuición femenina de la pelinegra la hiso observar como tsunade se llevaba una de las manos para tocar eso que le recordaba a él.

Sorpresivamente tsunade se levanto de su asiento y se dirigió hacia las ventanas necesitaba soltar sus lagrimas sin que la vieran. Lagrimas de felicidad, lagrimas de inquietud, lagrimas de una esperazan que estuvo a punto de abandonar.

-tsunade sama-dijo una shizune que aunque sospechaba de que se trataba quería constatarlo atreves de la rubia-¿qué ha sucedido?-pregunto shizune no tratando de sonar entrometida.

Secando las lágrimas de sus bellos ojos ámbar la rubia se volteo y entrego el pergamino a su asistente, esta lo tomo y al leerlo quedo pasmada.

-tsunade sama, esto, confirma lo que usted sospechaba-dijo shizune mientras se levantaba de su asiento.

-así es shizune, las buenas noticias al fin vienen, primero muere el déspota de danzo-dijo una sonriente tsunade mientras llevaba una de sus manos a su pecho-y ahora después de dos años lo he encontrado-

-tsunade sama ¿Qué piensa hacer al respecto?-pregunto muy temerosa shizune.

-no hay tiempo que perder, mañana mismo partiremos a ese lugar-hablo decidida la hokague.

-¿partiremos?, usted no pensara, lo que creo que piensa- de inmediato shizune se acerco a tsunade-eso es una mala idea, usted es la hokague, no puede salir de la aldea-

-sabes cuánto he sufrido, no puedo esperar más quiero traerlo de vuelta, quiero verlo de nuevo- con cada palabra menguaba el ánimo de la rubia-quiero saber si aun-tsunade decidió guardar silencio.

-tsunade sama ¿cómo piensa salir de aquí?-

-eso lo tengo resuelto, quiero que llames a sakura- ordeno tsunade a su asistente.

Esta comprendió lo que tramaba tsunade y enseguida se marcho del lugar en busca de la peli rosa.

Al cabo de media hora tsunade seguía esperando a shizune, mientras lo hacia las ansias la mataban pues quería marcharse de una vez por todas a ese lugar que le habían informado. Pero al mismo tiempo debía concientizar que si no pensaba bien antes de actuar podrían salirle mal las cosas.

Finalmente shizune entro al despacho junto con su alumna sakura quien sonriente se presento ante tsunade.

-para que me necesita maestra-dijo una bella chica de pelo rosa y ojos verde agua.

-primero lee esto-dijo tsunade mientras shizune le entregaba aquel pergamino.

Rápidamente sakura dio vistazo a lo que decía el documento, para después llevarse las manos a la boca en señal de asombro, con ojos de preocupación sakura se acerco a la quinta y la abrazo.

-me alegro por usted tsunade sama-susurro sakura en el oído de la rubia.

-gracias sakura, por eso mismo te llame, tenias que saber esta noticia también-comento la hokague – pero aun mas importante quiero que me ayudes en algo.

La noche avanzo más rápido de lo esperado para tsunade, sus preparativos estaban listos, apagando la luz de su despacho abrió la puerta y se marcho hacia su casa. El tiempo paso muy rápido, un día estuvo el con ella y otro se marcho repentinamente pero el culpable había muerto ya y eso la reconfortaba en gran manera.

Tsunade llego a la puerta de su gran casa, inserto la llave en el cerrojo y la abrió para entrar, mañana seria un día largo por lo que de inmediato se marcho a su recamara a descansar. Ahora se encontraba arrecostada de medio lado en su cama matrimonial, la rubia miraba esa foto en su buro, esa foto de aquel día tan memorable, apagando la luz de su lámpara finalmente se dejo caer en el sueño.

-abuela tsunade-golpeaba alguien la puerta de su despacho-abuela tsunade ¿puedo entrar?-pregunto una juvenil voz detrás de la puerta.

Con pesadez tsunade permitió que pasara.

-abuela tsunade!-dijo emocionado el joven rubio que acababa de entrar.

Alto vestido con una camisa negra y pantalones naranjas (igual al de the last), de tés ligeramente morena donde resaltaban tres marcas como de bigote de gato en cada mejilla.

-¿para qué has venido acá?-pregunto tsunade sospechando algo.

-abuela, eso se escucha como si yo solo te buscara cuando ocupo ayuda, y eso me ofende-dijo de manera zorruna naruto. El rubio tomo la silla que estaba al frente del escritorio de tsunade y se sentó-como ha estado la mejor hokague que ha tenido konoha-

Lo sabia la rubia lo sabía algo estaba tramando naruto adulándola tanto.

-de una vez al grano, naruto ¿Qué quieres?-

Naruto sonrió complacido.

-vera abuela, quiero que me ayudes con algo-naruto se sonrojo pues lo que iba decir lo ameritaba-como ya sabes me gusta sakura-

-aja y ¿que tengo yo que ver en eso?-tsunade miro dubitativamente a naruto.

-pues quiero que me ayudes con tus consejos, no quiero quedarme solterón como tú y además tú eres su maestra-

Tsunade se sintió indignada ante el comentario- a quien llamaste solterona-dijo tsunade mientras un aura asesina se le dejaba ver alrededor de la rubia.

Naruto sintió que su vida estaba en peligro, rápidamente se coloco detrás de la silla tratando de resguardar su integridad-no, no, lo que quise decir es que-naruto se quedo pensativo mirando a tsunade no quería decir otra estupidez- que joven se ve hoy sabe – dijo sonriente naruto.

Súbitamente las intenciones de herir a naruto por parte de tsunade se esfumaron sacándole una sonrisa a la rubia-lo se – respondió una alagada tsunade.

-está bien te voy a ayudar, pero no todo es gratis en esta vida así que-

-¿entonces?-naruto esperaba la resolución de la hokague.

-ya que shizune está de vacaciones tendrás que hacer lo que te ordene, ¿qué opinas?-termino preguntando tsunade.

-está bien acepto-

-bien entonces mañana iniciamos- dijo tsunade mientras volvía en su papeleo.

Al día siguiente.

-esto no es justo abuela, estos son demasiados pergaminos nunca voy a terminar-dijo naruto de manera aburrida mientras a su alrededor muchos pergaminos se hallaban desordenados en el suelo.

-si no te apuras llegara la noche y no te podre aconsejar-dijo una rubia relajada mientras reposaba en su silla con los ojos cerrados-por cierto-la rubia abrió sus ojos y tomo un pergamino que había en su escritorio-te falto este -dijo la rubia mientras lanzaba el pergamino hacia donde estaba naruto.

-no puede ser-una gota se pudo ver en la sien de naruto.

Al llegar la tarde naruto logro acomodar todo los pergaminos.

A paso lento naruto camino hasta el escritorio de la rubia y tomo asiento al frente de esta.

-he terminado abuela-

-bien entonces en ¿que quieres que te aconseje?-la rubia se cruzo de manos encima de su gran pecho.

-abuela he intentado, llevándola al cine, llevándola comer ramen y no me acepta más bien todo lo contrario-dijo naruto con un tono de derrota- ya no se qué hacer-dijo naruto.

-jaja-solto una carcajada tsunade , la cara de aflicción que ponía naruto era lamentable y chistosa, sin más la rubia le aconsejo sobre su forma de actuar, debía siempre impresionar a sakura y no solo llevarla a restaurantes de ramen si no a otros. Durante dos semanas naruto estuvo asistiendo a la oficina de la hokague después del trabajo asignado naruto esperaba por las recomendaciones de la rubia. Días en que tsunade y naruto fingían tener una cita pero esto no incomodaba a tsunade se podía notar una relación como de madre e hijo entre tsunade y naruto pero la rubia en lo profundo de su corazón no se daba cuenta que en realidad el estaba calando en ella.

-y bien como me veo-pregunto naruto mientras se daba la vuelta para que tsunade lo viera.

La rubia lo miro, zapatos negros de vestir junto a un smoking negro que le daba un aire de elegancia acompañada de esa mirada azul traviesa característica de él. Tsunade se acerco al rubio y abrocho un botón del saco que le faltaba de abrochar-siempre tan descuidado-dijo la rubia mientras alisaba con su dedo uno de los bolsillos del saco.

El rubio de ojos azules sonrió-mañana sakura caerá desmayada de la impresión a ¿que si abuela?-pregunto con una sonrisa traviesa el rubio.

-seguro, te vez espectacular, ojala y no se te olvide por los nervios todo lo que hemos practicado-recalco tsunade.

-por cierto abuela tsunade yo no sé besar aun- comento naruto con total naturalidad.

-hay aprenderás con sakura-dijo rápidamente tsunade.

-no, no me refería a eso hee tu sabes-naruto comenzó a ponerse nervioso-no es lo mismo alguien que nunca lo ha hecho a ya alguien experimentado-dijo el rubio con notable sonrojo.

-y los dos están en las mismas condiciones no se dará cuenta tu tranquilo-

-no abuela, me refiero a que si tu puedes, tu sabes , si yo puedo practicar contigo-soltó finalmente naruto.

La rubia se sintió repentinamente nerviosa-naruto no creo que eso sea buena idea, ya verás que no es necesario-

Naruto se acerco a tsunade y la tomo del brazo-vamos abuela quiero impresionar a sakura, por favor-dijo en tono de ruego a la vez que la miraba con ojos de suplica.

Tsunade se sentía entre la espada y la pared, quería ayudar a naruto lo quería ver feliz junto a sakura pero lo que le pedía no era buena idea no para ella, podría desatar consecuencias después y no debía hacerlo, pero esos ojos lo imploraban.

La rubia se dirigió a la puerta de su despacho y la abrió para ver al exterior cerciorándose de que nadie estuviera cerca, una vez segura cerró la puerta y se arrecosto a esta, su respiración era algo agitada, con un ligero movimiento de cabeza por parte de la rubia naruto se acerco a esta.

-solo por esta vez naruto- tsunade enrollo sus brazos en el cuello de naruto- oye me bien ninguna palabra sobre esto ¿ok?-pregunto la rubia clavando sus ojos ámbar a los de naruto.

Naruto hiso un ademan de ziper en su boca en señal de que nadie se daría cuenta.

-solo relájate-ordeno tsunade.

Colocándose de puntilla acerco su cuerpo al de naruto, este se tenso inconscientemente al sentir el imponente cuerpo de la rubia, esta solo sonrió al notar la reacción del joven, conforme ambos rostro se acercaban se lograban sentir sus respiraciones, de manera delicada tsunade probo los labios del inexperto rubio, el corazón del rubio latía fuertemente expresando las muchas sensaciones que experimentaba al sentir los labios de ella. Era algo maravilloso para naruto sumado a lo hábil que era la rubia.

Tsunade sentía agradable los brazos de naruto pues el rubio se había apropiado de ella acariciándole la espalda. El corazón de la rubia empezó a sentir cosas que hace tiempo no sentía.

Lentamente tsunade se fue separando de naruto, este no dejaba de verla pues ese profundo sonrojo, esos ojos ambar que lo miraban asustada la hacían ver hermosa como nunca se había visto.

La noche ahora estaba muy avanzada, tsunade ya se había marchado de su despacho y ahora caminaba por las calles de konoha en dirección a su casa pero no se hallaba sola pues naruto la había esperado hasta su salida.

-abuela, la noto muy callada le ¿sucede algo?- naruto pregunto algo preocupado.

-que te pasa, claro que no-respondió tsunade tranquilamente.

Naruto continuo caminando a la par de la rubia hokague pero con el rabillo del ojo la lograba apreciar pensativa.

La hokague ahora se encontraba al frente de la puerta de su casa, parados uno frente al otro no se atrevían hablar, el alumbrado público dejaba ver un ligero sonrojo en la rubia.

-no sabía que vivías aquí abuela tsunade-dijo naruto mientras observaba la gran casa donde vivía la rubia.

-si gracias a mi salario la logre comparar-contesto tsunade evitando ver a naruto.

-si seguro-comento naruto.

Otra vez el silencio incomodo los invadió a los dos, pero tsunade decidió romperlo.

-ya es tarde, debo dormir mañana será otro dia cansado y ocupo nuevas energías-tsunade se giro y abrió la puerta para entrar-tsunade observo de nuevo los ojos azules de naruto que no perdían detalle de cada movimiento que hacia la rubia-hasta mañana naruto-dijo tsunade dedicando una hermosa sonrisa al rubio mientras cerraba la puerta.

El rubio quedo estático frente la casa de tsunade cada día se sorprendía el mismo.

Tsunade se encontraba en su cama boca arriba mirando el techo, pero realmente lo miraba o pensaba en otra cosa, la rubia sentía vergüenza se había comportado como una quinceañera frente a naruto, pero al mismo tiempo su corazón sentía angustia por lo que sucedería mañana.

Tsunade se coloco de medio lado, no se necesita leer la mente para saber en qué pensaba la mujer de cuerpo voluptuoso pues sus dedos los tenía en sus labios y así se quedo dormida.

Al día siguiente

-tsunade sama, tsunade sama, tsunade sama-

-mmm disculpa me decías-dijo tsunade algo distraída.

-se encuentra bien tsunade sama-pregunto kakashi mientras miraba a la distraída rubia.

-no, tranquilo, estoy bien-contesto tsunade-entonces me decías que…

El día le pasaba lento para tsunade quien se hallaba meditando a cada instante pues él no había venido aun ¿pero tenía por qué hacerlo? No su sentido lógico le decía que no, hoy sería el gran día de él lo apoyaría le daría buena suerte desde lo lejos, le desearía que repentinamente una torrencial lluvia que le arruinara el vestido a sakura, tsunade se bofeteo mentalmente, no tenía por qué pensar eso y más en la cita más esperada por naruto.

La tarde había llegado naruto miro el reloj que colgaba en la pared y este marcaba las 5:30 ya era hora pensó naruto, tomando las llave puesta en una mesita naruto abrió la puerta de su apartamento y salió, esto le recordó lo que le dijo tsunade, siempre debes ser puntual a tu citas. Cerrando con llave la puerta naruto camino rumbo a la casa de sakura.

Naruto paro en la división del camino, hacia la derecha estaba ubicado el camino hacia la casa de sakura y hacia la izquierda estaba la torre hokague donde se encontraba aquella rubia de ojos ámbar.

Sus coletas se movían a voluntad del viento apoyada en la baranda la rubia miraba desde la terraza como la gente transitaba cerca de la torre hokague, casualmente la calle colindante a la torre hokague llevaba al restaurante que naruto reservo para ir con sakura. Gente venía y gente iba pero aun no veía lo que quería, pero de pronto una chica de cabellos rosas que vestía un vestido corto de tirantes color rojo caminaba agarrada del brazo de un chico rubio, los dos parecían muy animados hablando.

Tsunade suspiro y abandono la terraza mojando el suelo para ingresar de nuevo a su despacho, una vez adentro intento olvidarse de su exterior y empezó a revisar el tedioso papeleo, papeles goteados, papeles goteados, tsunade sintió entumido sus hombros y se llevo una mano a sus hombros para auto masajearse.

- sabes trabajar mucho te tensa los hombros-dijo una voz muy conocida para la rubia, acto seguido unas manos empezaron a masajear los hombros.

Tsunade se sorprendió y giro su cabeza para encontrarse con unos ojos azules y traviesos.

-¿pero qué haces aquí? Y ¿sakura?-pregunto tsunade muy confusa.

-sakura está en su cita con mi clon de sombras-explico un sonriente naruto.

-pero por qué haces esto, acaso no querías una oportunidad con sakura-pregunto tsunade atónita pero algo feliz .

Naruto miro profundamente a la rubia hokague esta sospecho lo que se avecinaba.

-sabes abuela, en estos quince días que hemos pasado juntos tu sabes –naruto pauso un momento- han sido muy especiales para mí-naruto se incoo a un costado de la silla de la rubia y tomándola de su mano la miro nuevamente-abuela tsunade acaso no sientes algo especial por mi-pregunto sinceramente naruto.

Tsunade se llevo su mano libre a su pecho pues sentía que su corazón se iba desbordar, la rubia mira con temor a naruto pero levemente asintió a la pregunta de naruto.

-he descubierto que usted me gusta abuela tsunade-declaro finalmente el rubio.

Tsunade quedo en estado de shock ante la declaración de naruto, nunca pensó que aquel joven iba a desarrollar sentimientos hacia ella que era mucho mayor que el pero no lo podía culpar pues el pasar mucho tiempo juntos los hiso descubrirse el uno al otro. Y esta fue la consecuencia, ambas miradas la de naruto y tsunade se entrelazaban, el rubio estrecho el espacio entre sus rostros pero la hokague lo detuvo poniendo su dedo índice en los labios de naruto.

-sabes lo que estás diciendo, sabes que soy una mujer mayor en años y tu apenas tienes 22 años y además soy la hokague de la aldea-dijo la rubia denotando cada palabra.

Naruto solo se quedo pensativo pero de todos modos respondió asintiendo levemente.

-a mi también- tsunade no termino pues los labios de naruto no se lo permitieron.

Otra vez naruto se deleitaba con los labios de la hokague, lo de ayer había sido un detonante, y naruto sabia que ella también había reaccionado. Súbitamente tsunade se separo de naruto.

-No, naruto, tu y sakura deberían-tsunade tartamudeo – tu me buscastes para que te ayudara con sakura, ahora deberías estar con ella no conmigo-

-pero abuela tsunade yo no quiero que sakura vea en mi alguien que no soy, si no le agrada mi forma de ser entonces yo no puedo cambiarla, de eso me di cuenta durante este tiempo-naruto tomo de su chaleco verde a la rubia y la jalo para volverla a besar.

La rubia se dejo llevar y tomando de la nuca al rubio lo beso profundamente, olvidándose del mundo real, olvidándose de las consecuencias de enamorarse de alguien joven. Disfrutando de los exquisitos labios juveniles de naruto. La había convencido con ese comentario de su verdadera personalidad a tsunade le encanto la sinceridad de naruto.

-abuela tsunade-hablo naruto muy cerca de los labios de la rubia- le gustaría ser, mi, mi-

-¿tu novia?-dijo sorprendida la rubia.

-si mi novia-dijo el rubio con algo de rubor en el rostro.

Tsunade miro de un lado a otro, estaba nerviosa y el también por la respuesta que ella le daría. La armoniosa relación que ella había tenido con naruto desde que lo conoció, ahora el la quería llevar a otro nivel aquel niño que la regreso a konoha ahora había crecido y quería que ella fuera algo más que una madrina para él.

-naruto yo- la rubia tomo el rostro del rubio y se acerco a su oído- si quiero- susurro la rubia.

Naruto dedico una gran sonrisa a tsunade para después entregarse a los brazos de la rubia en un efusivo abrazo.

- abuela tsunade, en estos días que pasamos juntos pude notar que me mirabas diferente y me pasaba lo mismo contigo-naruto tomo una pausa-en realidad yo no necesitaba de tus consejos para tener una cita con sakura solo quería tener compañía y en estos días descubrí que me gustabas-dijo naruto mientras encaraba a tsunade.

Esta se sintió conmovida por lo que naruto le había confesado- eres tan tierno-dijo la rubia con un tono dulce mientras daba un beso en la mejilla de naruto-ya no estarás solo naruto-

Naruto se separo del abrazo con ahora su rubia para volver a mirarla-abuela tsunade – iba decir naruto pero está levantando su dedo le interrumpió.

-un momento-dijo la rubia mientras tomaba del rostro naruto-¿me estás viendo verdad?-pregunto tsunade.

Naruto aun extrañado por la pregunta-si si te veo-contesto naruto con obviedad.

-y¿ me vez acaso arrugas? O ¿o soy la mamá de kushina uzumaki?-pregunto nuevamente tsunade.

-no-respondió naruto.

-entonces no quiero me vuelvas llamar abuela- tsunade dio sonoro beso en los labios de naruto-¿ok?-

-está bien abue- infantilmente naruto se llevo sus manos a la boca-perdón-dijo naruto mientras una rubia lo miraba de manera seria.

Tsunade paso por alto el descuido de naruto y continuo revisando los documentos pendientes-por cierto me ibas hacer un masaje ¿no?-reclamo tsunade.

Con una sonrisa el rubio se coloco detrás de la silla de la rubia y empezó a masajear los hombros de la hokague, escuchando como esta soltaba de vez cuando un gemido alivio por lo bien que lo hacia naruto.

-naruto ven-indico tsunade.

Naruto desde atrás acerco su oído para escuchar a tsunade.

-lo haces muy bien-felicito tsunade mientras aseguraba la cabeza del rubio con sus manos y daba un tremendo beso a naruto.

Y así transcurrió la noche feliz noche hasta que termino la jornada de la hokague. Ahora las calles estaban vacías pues a altas horas de la noche la mayoría de la gente ya estaba dormida. Naruto caminaba rodeando con su brazo a tsunade esta caminaba felizmente a la par de naruto a la vez que se acurrucaba en el.

-naruto –llamo tsunade en un tono algo preocupada-cuando haya gente no debemos mostrar nuestra relación-dijo tsunade con algo de tristeza.

-¿pero por qué?-pregunto naruto muy extrañado.

-pues porque no es correcto que yo como hokague a estas edades ande saliendo contigo, imagínate que pensara de mi –explico la tsunade esperando que naruto comprendiera la situación.

-pero a mí no me importa lo que piense la gente de mi, yo, yo te amo ati-dijo naruto con ternura para tsunade.

Tsunade sonrió ante la afirmación y llevo una de sus manos al rostro de su rubio-lo se naruto, pero hazlo por mí, si la gente se llega a enterar o peor aun el consejo de konoha, puede que me meta en un lio por ser tu en contenedor del kyubi-explico tsunade.

-está bien, pero no estaremos asi todo el tiempo ¿verdad?-pregunto naruto.

-no tontito-tsunade tomo la nariz de naruto y la sacudió un poco- solo dame un poco tiempo mientras hallo el momento adecuado- tsunade paro a naruto justamente al frente de ella y tomo el rostro del rubio con ambas manos-¿está bien?-pregunto tsunade.

"se veía tan encantadora" pensó naruto.

-está bien –respondió naruto-pero y ¿shizune?-

-shizune es mi mejor amiga, se desmayara cuando le cuente sobre lo nuestro pero no pasara de ahí- dijo tsunade mientras entrelazaba su brazo al de naruto para volver a caminar.

Y así llegaron a la casa de la rubia, tsunade se despidió de naruto besándolo tremendamente por no decir que casi lo deja sin aire, al marcharse naruto, tsunade ingreso a su casa con una risita de boba de enamorada hoy había sido su mejor día.

El despertador empezó a sonar en el buro de la rubia alertando que ya era hora de levantarse pero eso estaba por demás pues tsunade ya se hallaba despierta y lista, la rubia tomo su mochila y la guindo a sus espaldas y salió de su casa en dirección a la de shizune.

Tsunade caminaba de techo en techo pues tenía prisa, rápidamente llego al apartamento de su asistente y al llegar toco la puerta saliendo una shizune preparada para partir. Sin más apuros tsunade y shizune partieron de la aldea.

-fue muy fácil burlar la seguridad de la aldea tsunade sama-comento shizune.

-claro que si se me sus puntos vulnerables-dijo tsunade algo distraída.

-ahora donde deberíamos ir exactamente-pregunto shizune.

-debemos ir al cuartel general de los ambus de kirigakure, por eso antes debemos visitar a la quinta misukague-dijo tsunade.

La rubia y su asistente continuaron su camino hacia la aldea de kiri, según el informe de sus ambus el se hallaba en una de las prisiones en una base ambu de elite. Transcurrieron cinco horas de camino donde tsunade y shizune no caminaban sí no que corrían gracias esto llegaron antes de lo esperado a la aldea de la niebla.

Tasunade y shizune se acercaron a las puertas donde uno de los shinobi de la aldea pidió sus datos y de inmediato permitieron el paso, acompañadas de un shinobi de la misma aldea fueron guiadas hasta el residencial misukague. Donde la mismísima misukague la recibió.

-¿Cómo has estado tsunade?-pregunto una mujer de cabellera roja rebelde hasta las rodillas la cual vestía un traje azul-no te veo desde nuestra batalla con madara, a no perdón desde la boda con tu joven amante-dijo la misukague con un tono pícaro al final.

-si he estado pasándola durante este tiempo, ya sabes desde que ocurrió aquello no es igual –contesto tsunade mientras se cruzaba de piernas para estar más cómoda en su silla.

-y dime ¿qué te trae por aquí?-pregunto la misukague.

Tsunade tomo la mochila que traía con ella y sacando un pergamino se lo entrego a la mujer de cabello rojo. Esta lo tomo y lo leyó para después llevarse una mano a la boca en señal de sorpresa.

-querida amiga,¿ has venido tu sola para rescatarlo?-pregunto la misukague.

-si –respondió tsunade mientras agachaba su mirada.

-de mil gusto te ayudaría, pero debes saber algo, estos ambus se hacen llamar de kiri pero en realidad no lo son, ellos trabajan por su cuenta y además son muy peligrosos-dijo la misukague-ademas el camino que hay que tomar para llegar hasta esa base es muy peligroso-

-eso no importan mei, en primer lugar soy hokague se cuidarme sola y además el esta hay y lo quiero traer de vuelta, creí que ellos estaban bajo tu mando pero si no es asi debo irme cuanto antes-dijo la rubia mientras se levantaba de su silla y se disponía a marcharse.

Rápidamente la misukague se levantó de la silla y paro a tsunade tomandola del hombro.

-me gustaría ayudarte más amiga, ten-la misukague entrego un papel a la hokague-en ese papel esta la dirección de un hombre que las puede guiar hasta la base de esos ambus, su nombre es O-Urtan hace un año ayudo a un escuadrón de mis ninjas a infiltrarse a ese lugar así que es de confianza-habiendo dicho esto la misukague dio un abraso a la rubia.

-gracias mei- dijo la hokague mientras se marchaba del lugar.

-tsunade sama, a donde vamos ahora-preguntaba shizune mientras intentaba seguirle el paso a la rubia.

-vamos a buscar a un hombre, que la misukague me recomendó, el nos ayudara a llegar a la base ambu ya que parece que el camino es difícil-

-pero por que la misukague no ordena nada más que lo liberen-

-pues por que esos ambus no están bajo las ordenes de ella solo se hacen llamar de kiri pero no lo son-explico la rubia.

Tsunade se guio por la dirección del papel y termino parando en una cabaña de madera a las afueras de la aldea de la niebla. Tsunade se acerco a la cabaña y toco la puerta para ver si alguien respondía, tras tocar varias veces nadie respondía, ya vencida tsunade se sentó en una banca que había afuera de la cabaña junto a shizune.

-parece que no se encuentra en la cabaña el hombre-comento shizune.

-si no importa nosotras podemos llegar hasta hay solas-dijo tsunade mientras tomaba su mochila para marcharse.

Pero súbitamente apareció un anciano con una melena de pelo blanco que cubría hasta su rostro, este vestía unos restos de ropa color café.

-buscaba a alguien-dijo el misterioso anciano mientras se acercaba caminando con un bastón.

-si tal vez tu nos puedas ayudar, buscamos a un tal O-Urtan que vive aquí, sabes dónde puede estar-pregunto tsunade.

-mmm –el anciano se toco la barba para pensar-claro que se donde esta-contesto el anciano mientras se acercaba a la rubia, el anciano rodeo a tsunade como escaneándola y sin ninguna vergüenza soltaba debes en cuando una risita traviesa- mi nombres es O-Urtan, un gusto en conocerla hee-el anciano extendió su mano arrugada a la rubia.

-tsunade-contesto la rubia mientras tomaba la mano del anciano algo extrañada pues esperaba a alguien más joven-lo venimos a buscar porque nos dijeron que podía ayudarnos a llegar a la base ambu de kiri-dijo la rubia.

El anciano soltó una carcajada y se tiro al suelo para sentarse-ciertamente las puedo ayudar, pero para que dos hermosas jóvenes piensan llegar a ese infierno de lugar-pregunto el anciano.

-eso es lo de menos-dijo tsunade mientras ponía una mano en su cadera- le pagaremos bien solo quiero nos ayudes a atravesar el camino-

-bueno eso lo resuelve todo jaja-el anciano se acerco a shizune y tomo la mochila que ella cargaba-te ayudare jovencita, deberían quedarse en mi cabaña si no tienen lugar en cual descansar pues partiremos hoy mismo en la noche-dijo el anciano mientras ingresaba a la cabaña-vamos entren no es una mansión pero es mejor que descansar a la intemperie -

Las dos mujeres entraron a la cabaña del anciano.

Y espero les haya gustado el primer capítulo de este nuevo fic, aclarar que cronológicamente este fic se localiza en de the last.

Sin más me despido pero antes leamos esta pequeña parte extra.

-naruto, me divertí mucho contigo, pero la verdad no te quiero ilusionar-sakura evitaba los ojos de naruto-tu sabes yo amo a-naruto hiso callar a sakura

-no es necesario que lo digas-dijo naruto con algo de desilusión-lo puedo entender-

-gracias naruto- sakura dio un amistoso abrazo a naruto y después entro a su casa no si antes moverle su mano a naruto en señal de despedida.

Naruto se giro para marcharse –lo puedo entender tsunade me correspondió-dijo naruto desapareciendo una nube de humo puesto que era un clon de sombra.

Hasta la próxima.