Hola a todos/as mis lectores, este es mi primer fic sobre una película, espero que les guste.

Prólogo:

Metrocity es aterrorizada por un villano que con innumerables inventos intenta apoderarse de ella para dominarla y regirla a como su imaginación malvada y retorcida se lo permita.

Victima del rechazo de la humanidad, siendo un extraterrestre con un cráneo de enorme tamaño relativo a su inteligencia, calvo y con un "popular color primario" expresa su resentimiento a los humanos tratando de destruir todo lo bueno que ellos conocen, su único problema es el típico héroe que todos aman, el héroe que siempre frustra sus planes, el tal METROMAN, defensor de "metrósidad".

Pero esta rivalidad nació desde mucho antes de que toda la ciudad lo supiera, nació desde que ellos dos eran tan solo unos bebés, les explicaremos detalladamente cada parte de la vida de megamente dicho con sus propias palabras, escrito en su propio diario. El diario de un villano.

"El diario de un villano"

Capitulo 1.

El ser de un planeta totalmente diferente no es tan placentero como parece y el que mis padres me dejaran en una capsula para salvarme del terrible agujero negro que succionaba mi amado y poco conocido planeta simplemente me llevaba a pensar que mi especie no era tan inteligente como se suponía que era… ¿meter a un niño con pocos días de edad en una capsula que era enviada al peor planeta del mundo? Creo que se les pudo ocurrir algo mejor, pero bueno, lo importante aquí es que salvaron mi corta vida.

Luego de un traumante aterrizaje llegando a lo que parecía ser una "guardería para malos" que mas tarde conocí como reclusorio decidí investigar mas el lugar, quizás mis nuevos colegas me ayudarían a comprender mas las costumbres humanoides.

Miércoles de no se que mes

Me desperté tranquilo, gracias a mi fiel Servil, parece ser que aun no notan mi presencia, al menos no los extraños tipos con uniformes raros que caminan de un lado a otro. Estoy preso, aun sin saber que crimen he cometido, y mis compañeros de celda no son los indicados para sostener una interesante plática, con un simple: ¿nos lo quedamos? Me tomaron en brazos, me escondieron en su apestoso uniforme color…¿naranja?...y me llevaron a su celda, con tanta agilidad como les era posible.

Aburrido y sin nada que hacer, tomé unas cuantas cosas que tenían ahí, uno que otro cachivache, como le llamaban ellos, y me dispuse a crear, asi es, crear, yo era todo un Victor Frankenstein solo que sin la parte terrorífica, pues aun soy un bebé, finalicé creando un pequeño transporte infantil y utilizando la energía de mi chupete logré derribar todas las celdas, dejando que mis amigos escaparan, libres como millones de palomas, en ese momento era el alma de la fiesta, todos corrían y yo solo sonreía mientras manejaba mi letal maquina.

Nunca lo vi venir, la verdad no tenia idea, un extraño hombre se paró frunciendo el seño frente a mi, me parece que ahora si tendré motivo para estar…encerrado.

Jueves de no se que mes

Asi como lo suponía, me dejaron preso, aun siendo un pequeño niño, supuestamente representaba una amenaza social, ¿social?...ni siquiera conocía de cerca a la sociedad! Yo solamente era un pequeño bebé extraterrestre que iniciaba sus primeros experimentos, era como si estuviera aprendiendo a caminar… ¿eso era un delito?... ya no importa, esta la causa y el efecto.

- Lo siento amiguito – me dijo uno de los retrasados vestido de naranja

No se que hice mal, nadie me había enseñado nada, lo poco que conocía era todo lo que hasta ese entonces había aprendido… si tan solo alguien me hubiera dicho que era lo correcto y lo incorrecto nada de esto habría pasado.

Continuará….

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R. Monzon