Hola a todos!
Esta es la continuación de la historia de riquitv, "Había Una Vez". Tengo el permiso de la autora para hacer esto, y además es que esa historia me gusto tanto que le quise continuar. Dirán ¿para que? Es divertido, además , este será el primer fic de supernatural que escribiré. Así que mas vale comenzar, riquitv, muchas gracias por el permiso dado para que escribiera esta loca historia XD
Disclaimer: Supernatural no me pertenece, ni "había una vez" que le pertenece a Riquitv, pero pedí permiso (al menos a alguien) para continuar esta loca historia. XD
Había una vez…!Prolongado y Peligroso!
Capítulo I: "Reprise de la Historia"
(Les aconsejo que lean "Habia una vez" de riquitv, para que sepan de que va esta historia, aquí pondré un resumen, pero siempre es agradable leer la historia del principio. Gracias de nuevo riquitv XD)
En anteriores capítulos…..
"¿Qué pasaría si Sam y Dean pudieran escuchar mi voz mientras narro esta historia? Lo primero que harán es tratar de descubrir qué fenómeno sobrenatural está causando que una extraña a quien no ven cuente lo que les está pasando, y por supuesto, una vez que conozcan la respuesta tratarán de librarse de mí."
Dean despertó con un terrible dolor de cabeza. Se frotó los ojos y pensó: Definitivamente no vuelvo a tomar tequila. Ahora hasta estoy escuchando voces…De acuerdo, esto ya no es gracioso… Miró la cama del costado donde Sam dormía plácidamente. Miró hacia la puerta. ¿Será que alguien nos está observando? Dean tomó el cuchillo que siempre estaba bajo su almohada y se acercó sigilosamente a la puerta. La abrió sorpresivamente y miró a ambos lados. No había nadie. Esto empieza a cansarme.
"¿Quién eres?", preguntó gritando hacia fuera.
"Dean ¿qué pasa?"
Sam se había despertado ante el ruido que había hecho su hermano al golpear la puerta.
"Dean, ¿quién está diciendo eso?"
"Es lo que estoy tratando de averiguar"
"Es una mujer"
"Sí, ya me di cuenta, pero no había nadie afuera"
Dean volvió a entrar, luego a salir, luego a entrar, luego a salir…
"¡Está bien ya basta!", dijo finalmente entrando a la habitación y cerrando la puerta con furia.
Sam se acercó sigilosamente al baño y entró mirando hacia todos lados. Los hermanos se miraron y sin decir una palabra empezaron a buscar bajo las camas, bajo la mesa, incluso dentro de su maletín.
"¿Buscaste dentro del maletín?", preguntó Sam riendo.
"Hey, quizá sea un grabadora o algo así" A Dean le molestaba que su hermano siempre pensara que era el tonto del grupo.
"¿En serio?", preguntó Sam preocupado.
"¡Yo nunca he pensado en eso!", dijo Dean defendiéndose. "Y si empiezas a hacerle caso a esa voz, entonces sí vamos a tener problemas"
Sam no creyó que su hermano estuviera siendo honesto con él, después de todo, se trataba de Dean, el hombre que no mostraba jamás sus sentimientos.
Si escuchar sus pensamientos, era malo, hay que esperar lo peor…
"No lo sé, lo dije sólo para insultarla. Aunque no hay que descartar esa posibilidad. Ahora vamos a la cafetería a comer y si vemos que la gente empieza a enloquecer es porque sí pueden escucharla."
Los hermanos se dirigieron a la cafetería que se encontraba cruzando la calle. Entraron, se sentaron en la mesa más cercana a la puerta y esperaron que tomaran su orden."
"¿Qué puedo servirles?", dijo una camarera de edad avanzada.
Sam y Dean se miraron esperando una reacción de la camarera, pero esta sólo repitió la pregunta.
"¿Qué puedo servirles?"
"Café, para ambos, negro", dijo Sam finalmente.
La camarera se alejó y los hermanos miraron a su alrededor a ver si alguien reaccionaba ante la voz.
"Parece que nadie la escucha, sólo nosotros", dijo Sam susurrando.
"Bueno, quizá sea lo mejor, no quisiera que el resto de personas supieran lo que estamos pensando a cada momento."
"¿Entonces admites que ella sí dice lo que estamos pensando en realidad?"
"Yo no dije eso, sólo que… quizás…. Olvídalo", dijo Dean dándose por vencido.
Dean miró hacia arriba y levantó el dedo medio de la mano derecha. Era su forma de insultar a la narradora fuera quien fuera.
"Dean, creo que a ella no le importan tus insultos. Sigue narrando la historia como si nada hubiera pasado."
"Quizá sea hora de llamar a Bobby y preguntarle si alguna vez se topó con algo como esto."
Los hermanos no esperaron que su café llegara, se levantaron de la mesa y regresaron al motel dispuestos a remover cielo y tierra si era necesario para descubrir qué era lo que estaba pasando y cómo detenerlo.
Su gran amigo, Bobby si que les ayudo…
Cuando los muchachos llegaron al taller de Bobby lo encontraron en la puerta despidiéndose de un muchacho de unos 20 años a quien no habían visto nunca antes.
"Ten más cuidado la próxima vez", dijo Bobby.
El muchacho vio a Sam y Dean aproximándose así que se apresuró en darle las gracias a Bobby, despedirse y subirse a su moto, marchándose antes que Sam y Dean pudieran verlo mejor.
"¿Quién era ese tipo, Bobby?", preguntó Sam preocupado.
"Bueno, no sólo ustedes vienen a pedir mi ayuda y meterme en problemas. Ese es el sobrino de un viejo amigo, también es cazador."
"Es bastante joven", dijo Sam pensativo. Sin duda le recordaba a sí mismo. Un muchacho con todo un futuro brillante por delante y sin embargo atrapado en ese mundo sobrenatural.
"¿Atrapado? ¿Cómo sabes que a él no le gusta cazar? No veo que haya nadie presionándolo.", dijo Dean.
Bobby los miró extrañado, definitivamente algo estaba pasando con los hermanos.
"Quedamos en que no íbamos a creerle, ¿cierto?", dijo Sam.
"¿Creerle a quién?, ¿qué pasa con ustedes muchachos?", dijo Bobby mientras los invitaba a entrar. "Conociéndolos, no creo que hayan venido a decir 'Buenos días' así que díganme, en qué problema se han metido ahora"
Los hermanos se miraron sin saber cómo explicarlo, finalmente Dean habló.
"Escuchamos una voz, una mujer, una narradora", dijo Dean acentuando la palabra narradora. "Sí, sí, la acentúo porque en realidad iba a decir una bruja, una perra, una…"
"Hey, hey, Dean, ya basta, no logras nada insultándola".
"¿Se puede saber a quién están insultando?", dijo Bobby mirándolos como si hubieran perdido la cordura.
"¡Bueno, tú también perderías la cordura si tuvieras todo el tiempo la voz de esta mujer en tu cabeza!", gritó Dean.
"Escucha Bobby, esta mañana despertamos y escuchábamos a esta mujer. Es como si ella estuviera contando una historia sobre nosotros. Todo lo que hacemos, ella lo dice en el mismo instante en que lo hacemos. Incluso sabe lo que pensamos.", explicó Sam.
"¿Me estás diciendo que ella los controla?", preguntó Bobby preocupado.
Los hermanos se quedaron pensando por un momento. ¿Ella los controlaba o simplemente narraba lo que hacían?
"No nos controla. Por lo menos, no he sentido que haya hecho nada que no quisiera hacer."
"Y cuando hablamos, ella no dice nada. Es como si se tratara de un libro y ella sólo leyera la parte del narrador, por eso la llamamos 'la narradora', aunque yo había pensado en un nombre más llamativo pero Sam no quiso que lo usara."
"¿Y los persigue todo el tiempo?", preguntó Bobby mientras buscaba entre sus libros.
"No, no todo el tiempo. Por ejemplo, cuando subimos al auto para venir hacia aquí, ella dijo que habíamos subido al auto y luego dejó de hablar en todo el camino. Recién cuando llegamos volvió a empezar.", explicó Sam.
"Es interesante", dijo Bobby, "lamentablemente, nunca había oído de nada parecido y no sé si pueda ayudarlos."
Y luego de tanto sufrir, la solución llegó, pero con muchos problemas…
"¿Problemas, pequeño Sam?"
Sam volteó al escuchar la familiar voz femenina que parecía haber entrado a la habitación sin que lo notara.
"Ruby, ¿qué haces aquí?", preguntó Sam muy serio. Aún recordaba la última vez que la había visto, en otra habitación de hotel después de la masacre provocaba por Lilith.
"Sólo vine a ver cómo estaban, y por supuesto, a asegurarme que Lilith aún no los hubiera encontrado"
"No, gracias a lo que nos diste parece no haber podido rastrearnos aún."
"Sin embargo, parece que tienen otros problemas, ¿verdad?"
Sam miró fijamente a Ruby. ¿Estaría ella detrás de lo que estaba pasando? Por otro lado, ella los había ayudado ya varias veces así que, quizá esta vez también podría ayudarlos.
"¿Puedes ayudarnos?", preguntó Sam finalmente con cierta desconfianza.
"Parece que es para lo que vivo últimamente… ayudarlos", dijo Ruby acentuando la última palabra.
"¿Qué es lo que sabes sobre esa voz?"
"Quizá es una vieja amiga mía, quizá no, lamentablemente yo no puedo escucharla así que no sabría decirte"
"Entonces, ¿es un demonio quien está causando esto?" Por supuesto que Sam y Dean se habían planteado esa posibilidad pero, lo que pasaba era más bien parecido a un trickster que busca divertirse que a un demonio que busca destruir.
"Sam, creo que ya es hora de que ustedes traten de arreglar sus problemas solos" Ruby cruzó los brazos y se quedó mirándolo fijamente, como si estudiara su reacción. Fue entonces cuando Dean entró llevando un par de cafés y donas.
"¿Sabes qué Ruby?, nosotros hemos podido vivir perfectamente sin ti todos estos años. ¿Qué te hace pensar que no podemos manejar esto solos?", dijo Dean sin sorprenderse de encontrar a Ruby en la habitación. Sam lo miró extrañado pero no dijo nada. Ya le preguntaría después.
"Quizás el hecho de que están vivos ahora gracias a mí. No habrían durado tanto enfrentándose a todos los demonios que salieron de la puerta si no hubiera sido por mi ayuda."
"Sí, pues nunca te la pedimos y no te la estamos pidiendo ahora así que puedes irte", dijo Dean. Sam lo miró preocupado. A él tampoco le gustaba la idea de pedirle ayuda a Ruby pero Dean mismo había manifestado estar harto de esa voz, así que, si Ruby podía hacer algo, ¿por qué no aprovechar su ayuda?
"Sam, no puedo creer que en serio estés considerándolo. Y además, ¿cómo te enteraste de todo esto pe…" Dean no terminó el insulto. Aún recordaba que Ruby le había salvado la vida y le había exigido que dejara de llamarla 'perra'.
"Bueno, tengo mis medios. Ahora, ya que no me necesitan creo que puedo irme." Y diciendo eso Ruby se dirigió a la puerta. Sam miró a Dean con ojos suplicantes. Ahí va nuestra única esperanza. Dean podía saber exactamente lo que Sam pensaba, la narradora lo había dicho, además, él ya no soportaba a la narradora y si Ruby podía deshacerse de ella entonces quizá, sólo quizá podría dejar de lado su orgullo… o quizá no. Finalmente fue Sam quien detuvo a Ruby justo antes de que saliera.
"Ruby…" No dijo nada más pero esa palabra lo decía todo. Ruby volteó y suspiró dudando sobre su siguiente paso.
"En verdad creo que deben resolver esto solos. Así que sólo les daré una pista. Si yo fuera ustedes, revisaría cuidadosamente mis últimas acciones antes de que esa 'voz' entrara en la escena, y … si yo fuera ustedes, iría a White Gates en Kansas a visitar la biblioteca local. Quizá podría encontrar algo interesante."
Ruby no esperó ninguna respuesta y salió de la habitación esfumándose como era su costumbre.
"¿White Gates?, ¿en Kansas? ¿Eso es lo único que puede darnos?"
"Bueno, no ayudó mucho tu actitud, Dean."
"Como sea, será mejor que partamos cuanto antes. Nos va a tomar todo un día llegar hasta allá y no quiero seguir escuchando esa voz."
Los chicos alistaron sus cosas lo más rápido posible y partieron rápidamente hacia el pueblo que, según Ruby, podría darles algunas respuestas.
En la biblioteca…
Sam siguió buscando en el libro mientras Dean revisaba los títulos de otros libros. Pasó otra hora y Sam no había encontrado nada, pero Dean sí.
"¿Qué encontraste?"
"Esa narradora sólo sabe arruinar sorpresas", dijo Dean mientras le pasaba a Sam un libro muy pequeño, "creo que encontré al hijito del libro que estás leyendo. Tiene los mismos símbolos, y parece ser que fue escrito algún tiempo después."
"¿Cómo lo sabes?"
"Porque este libro menciona que si el usuario de uno de los anillos está CANSADO, HARTO, ENFERMO de tanto escuchar al otro usuario, puede realizar un hechizo para romper la conexión de una vez y para siempre."
"Parece que las amigas pelearon."
"La bruja se cansó de que su querida amiga la estuviera llamando a las tres de la madrugada e ideó una forma de deshacerse de ella."
"Bueno, creo que tenemos todos los ingredientes necesarios, quizá nos falte un par."
"Y tiene que realizarse a la medianoche así que,", Dean sonrió como un niño en una tienda de dulces, "esta noche nos libramos de ella."
Y su solución… demasiada cursi o solo mala suerte?
"¿Terminaste?"
"Ya casi", dijo Sam mientras terminaba de mezclar los 'ingredientes'.
"¿Me parece o he oído sarcasmo en su voz?"
"Quizá presiente que nos vamos a deshacer de ella"
"¿Tú crees que esto sea peligroso… para ella?" Dean no podía dejar de pensar que esa narradora, por más fastidiosa que fuera, quizá era inocente y temía que sus acciones la lastimaran. No quería volver a sentirse culpable por la muerte de inocentes, no otra vez.
"De acuerdo, no me importa lo que le pase, terminemos esto de una vez," dijo Dean haciendo una mueca de disgusto y mirando hacia arriba.
"Bueno, de acuerdo al libro, aquí tenemos las hierbas molidas, la tierra, las flores, la sangre…"
"Sí, sí, todos los ingredientes, ahora qué hacemos, faltan 20 minutos para la medianoche"
"Entonces debemos empezar. Primero debemos quemar el 'palo santo'"
Pero en su intento….
Sam no pudo continuar, el nudo que se había formado en su garganta se lo impedía.
"¿Nudo en la garganta?", dijo Dean riendo, pero entonces… él también tuvo que callar. Luchó para evitar que las lágrimas cayeran de sus ojos pero ya no podía esconderlo más y lloró, lloró como no lo había hecho en mucho tiempo.
"Dean, ¿qué está pasando?"
"No lo sé, pero no puedo controlarme"
"Yo tampoco", dijo Sam llorando, y a pesar que sabía que a su hermano no le agradaría lo abrazó, y Dean le devolvió el abrazo.
"Sam, creo que ya entendí lo del usuario dominante."
"Por lo visto ahora ella puede controlar lo que hacemos, pero no controla lo que pensamos ni lo que decimos."
"Pero esto es solo temporal, ¿verdad?"
"El hechizo no está terminado. Exactamente a la medianoche debemos echar al fuego esa bolsita con las semillas de manzana y las lágrimas de la viuda, sólo entonces se romperá la conexión"
"Perfecto", dijo Dean molesto. Pero, ¿contra quién estaba molesto?, ¿contra su hermano?, no, estaba molesto consigo mismo. Esta era sólo una de las tantas veces en que le había fallado a su hermano, a su padre, a sí mismo…
"Te juro que yo no he estado pensando eso", dijo Dean mientras abrazaba con más fuerza a su hermano.
"Creo que ella está escribiendo un libro o algo así. Quizá se puso el anillo y cuando yo lo quemé de alguna forma establecí la conexión, posiblemente todo lo que hemos estado viviendo y nuestras conversaciones han estado resonando en su mente y ella debe haberlo tomado como inspiración para su historia. Sin embargo, sólo ahora es que ella escribe por cuenta propia, y lo que escribe, nosotros lo hacemos."
"Pues déjame decirte algo. Como escritora, ¡APESTAS!"
"Dean, ella cree que eres un personaje de ficción"
"¿Qué acaso no se da cuenta de que sus personajes están tratando de deshacerse de ella?, además, ¿por qué ha hecho que nos abracemos?, ¿por qué nos hace llorar?"
"Creo que es muy cursi, quizá le gustan esa clase de historias"
"¡Pues no pienso convertirme en su diversión personal, voy a alcanzar esa bolsa y tirarla al fuego!"
Dean se esforzó por mover su brazo derecho para alcanzar la pequeña bolsa que descansaba junto al tazón donde se quemaban los ingredientes pero su esfuerzo fue en vano.
"Dean… hay algo que debo decirte."
"¿Más malas noticias?"
"Dean, lamento no haberlo dicho más a menudo pero en verdad aprecio todo lo que has hecho por mí. Sé que tuviste que madurar muy rápido, sé que tuviste que cuidar de papá y de mí toda tu vida, sé que renunciaste a todo por nosotros y que cuando me fui a la universidad rompí tu corazón pero… nunca te olvidé, ni a papá ni a ti, y ahora, después de todo lo que ha pasado no puedo estar más agradecido por tenerte a mi lado."
Sam había dicho lo que su corazón sentía, sabía que Dean lo golpearía si pudiera pero era algo que necesitaba decir.
"Sam, ¿ese fuiste tú?"
"No, siento que… siento que… no puedo… controlar… lo que digo"
Le había costado mucho esfuerzo a Sam decir esas pocas palabras. Sentía que perdía el control sobre su propio cuerpo. Ahora, sólo su mente le pertenecía.
"De acuerdo, esto se está poniendo cada vez peor. Faltan sólo diez minutos para la medianoche, si no echamos la bolsa al fuego a tiempo entonces… No quiero ni pensarlo pero me temo que quedaremos al control de esa loca de las telenovelas. Quién sabe qué nos haga hacer… puede que hasta… no quiero ni pensarlo, momentos cursis por el resto de nuestras vidas."
Sam respiró con dificultad, parecía que había vuelto a ganar control sobre sus palabras.
"Sam, ¿estás bien?"
"Sí, sí, hombre, fue raro, las palabras salían de mi boca sin que pudiera controlarlas, era como si… como si estuviera poseído."
"Esto es mi culpa, siempre es mi culpa. Se supone que debo protegerte… tal parece que no he estado haciendo un buen trabajo últimamente. Desde que… desde que moriste he sentido terror por no poder protegerte. Y ahora, ahora que me queda poco tiempo tengo miedo por ti... cuando estés solo… yo no voy a poder cuidar de ti…" Dean hundió su cara en el pecho de su hermano.
"¿Ese no eres tú verdad?", dijo Sam preocupado.
Y entonces, todas las barreras se rompieron y ambos hermanos se dijeron lo que no se habían dicho en mucho tiempo.
"Te quiero hermanito"
"Yo también te quiero Dean"
Se miraron a los ojos y los segundos se convirtieron en toda una vida de amor fraternal resumida en esa mirada.
"Sam, no creo que pueda vivir así. Me niego a convertirme en el títere de esta mujer, ¡es capaz de hacernos llorar todos días y decirnos cuánto nos amamos!"
"Bueno, por lo menos fue sólo un abrazo, unas cuantas lágrimas y unas frases cursis… pudo ser peor"
"Sólo dos minutos, dos minutos para la medianoche. Tenemos que tomar el control aunque sea sólo por un segundo."
"Dean, lo que dijiste… cómo supo ella sobre mi muerte, el pacto y… bueno, todo eso de que tu responsabilidad es protegerme… ya sabes"
"Sam, ella podía leer nuestras mentes. Quizá toda nuestra vida. El resto fue su imaginación y lo que ella quisiera que pasara."
"¿Eso quiere decir que todo lo que dijiste no era verdad?"
"Sam, por favor, ¿eres tú o te está controlando otra vez?"
"Sólo digo que… aunque ella me obligó a decirlo pues… lo que dijo sí era cierto, casi todo por lo menos."
"Sam, se nos acaba el tiempo. Sólo queda un minuto"
"De acuerdo, creo que por un momento pude mover un dedo, quizá pueda tomar la bolsa y lanzarla al fuego."
Sam concentró toda su energía en mover su brazo. Los segundos pasaban y su futuro dependía de un solo movimiento de su mano.
"Sam… lo que dije… también fue cierto, no todo pero… la idea general fue cierta."
Sam sonrió, después de todo algo bueno había salido de toda esa historia. Y aunque los hermanos habían sido forzados a decir lo que sentían el uno por el otro las palabras habían salido desde el fondo de su corazón.
"¿Sam?"
"Ya casi Dean, ya casi."
Aún estaban abrazados junto a la mesa que tenía el tazón de metal y la bolsita con el final del hechizo, entonces, tras un largo esfuerzo y cuando el reloj estaba por dar las doce de la noche, Sam pudo mover su brazo, tomó la pequeña bolsa y la lanzó al fuego.
Y aquí en adelante… su mini aventura comienza…. ¿se habrán deshecho realmente de la narradora?
-XD
Continuación de la Narración (ya que ya se termino el resumen XD)
Ahora, los hermanos salían de ese lugar, podríamos decir que contentos, ya que ya no tener que oírla, ya era algo bueno XD
El recorrido en su Impala fue silencioso, creo que ninguno de los dos quería recordar lo que había pasado ahí.
A la mañana siguiente….
Podría haber sido una mañana tranquila… pero como sabemos, eso no es muy posible con ellos…
Siguiendo, Dean fue el primero en despertar, pero no se levantó de la cama, se quedo quieto viendo que en ese lado de su cama, había una joven de unos 16 años, de cabello negro largo, delgada, piel clara, con piyama de ositos, abrazando un cuaderno y un lapicero. Ella sintió que la observaban, y en cuestión de segundos, los dos se levantaron de repente.
-¡pervertido! ¡¿Por qué estás…? –dijo la joven dándose cuenta de que ya no estaba en su "casa"
-¡oye! ¡yo no soy el pervertido! –se excusó Dean
-¿Qué pasa? –dijo San levantándose de un solo ante el grito de la joven -¡Dean no puede ser! ¡trajiste a…
-¡yo no hice nada! –dijo Dean
-ohh por Dios! –dijo la joven emocionada –pero si son ¡Dean y Sam Winchester!
-¿nos conoces? –dijeron los dos
-¡Si! –dijo ella… luego se dio cuenta –emm fue un gusto verles… ya me voy –dijo ella caminando hacia la puerta
-como que me recuerdas a alguien –dijo Sam
Ella abrió la puerta al tiempo que Dean gritaba:
-¡la narradora! –
Ella salió corriendo mientras Dean y Sam salían tras ella. Vieron que se estaba dirigiendo al bosque que tenía cerca ese lugar, casi la alcanzaban…
-XD
Hola a todos!
Jaja que les pareció? Pobre cuando la alcancen, o será al reves? Espero que les haya gustado y gracias de nuevo a la autora por haberme prestado el cap, espero que el resumen les invite a que lean la historia de riquitv, y gracias de nuevo a la autora por permitirme hacer una conti de su historia. Espero que te haya agradado y me des tu opinión XD
Dejen rr para que la musa me visite rápido y les suba la conti XD
Hasta el próximo cap, entonces XD
