Prólogo

Como abogada, su prioridad era confiar y defender a su cliente a toda costa desmantelando así la verdad enterrada en cada caso. Pero en este mundo, bajo la mirada de la ley, no había nada más importante que las pruebas. La obtención e interpretación de ellas determina el destino del acusado, por ello era importante acceder a la escena del crimen y peinarla hasta haber examinado minuciosamente el escenario por completo. Y todo esto sería sencillo de no ser por cierto detective.

Athena Cykes había asumido desde un principio que Bobby Fulbright, quien lideraba la investigación en los casos donde ella debía enfrentarse al fiscal Simon Blackquill, era un oponente fácil de derrocar. Por si fuera poco le agarró el gusto de manipularlo. A primera vista, el detective se mostraba tenaz e inflexible cuando se trataba de dejar a la defensa rondar por la escena del crimen, pero su punto débil era muy evidente para ella y poco podía hacer al respecto una vez caía en su malicioso juego. Sin embargo, a medida que avanzaba el tiempo, el detective empezó a generar más resistencia de lo habitual.

¿Tornarían sus enfrentamientos en algo más que un par de acaloradas discusiones sobre la justicia y todo lo que gire en torno al caso de la fiscalía?