/Hola!

Bueno, este fue mi primer fic de South Park; no contiene yaoi.

Pero es una motivadora historia, insestuosa sin llegar al lemon, que capitulo a capitulo les removerá el corazón.

PD: Si lo estan re-leyendo, es por que si, me decidi a hacerle un mejor final para que mis amados lectores esten mas contentos. SI se dan cuenta solo estoy "juntando" los capis pequeños y arreglando los demas para poder agregar mas capis antes del final./


Chapter 1 (Los hermanos McCormick: Una tragedia de tres.)

-Normal Pov-

Unos años han pasado desde que estaba en primaria, ahora ya era todo un muchacho "hecho y derecho" ya tenía 16 años y su hermano, en cuanto pudo, decidió huir de casa para buscar trabajo y un futuro mejor para los dos menores de la familia McCormick, pero muy en el fondo, él sabía que se iba para no volver a casa de quienes no hacían más que emborracharse y golpearse el uno al otro.

Kenneth McCormick o mejor conocido como "Kenny" se había quedado a cargo de la menor de la familia, la pequeña Karen. Desde siempre, Kenny le cuido y le quiso mucho, tanto el cómo Kevin su hermano mayor, presenciaron en carne propia como sus padres se emborrachaban, golpeaban y se gritaban groserías mil a los cuatro vientos entre sí. Claro, Kevin como el mayor, tenía el deber de mantener ignorantes de la situación a Kenny y Karen, sin embargo, Kenny estaba lo suficientemente capacitado para saber que ocurría, pero no quería que su pequeña y amada hermana sufriese el mismo trauma psicológico infantil que poseían él y su hermano mayor.

A la edad de 18 años, Kevin dejo la cuna McCormick en busca de trabajo y un mejor lugar al cual sus hermanos llamasen hogar y una vez ausente el mayor, Kenny debía hacerse cargo de Karen, contando solo con 14 años en ese entonces, era solo un "crio" decían los demás, pues ¿Como un adolecente de 14 años iba a cuidar de una niña de 12? Efectivamente, él no sabía cómo cuidar a su hermanita, pero haría todo lo posible para darle lo que sus padres jamás le dieron a ninguno de los tres: Felicidad.

El tiempo transcurrió normalmente desde que Kevin se fue, Kenny recién había cumplido 16 años y su amada hermanita ya tenía 14, como pasa el tiempo cuando intentas ser mejor y cuidar de quien más quieres en todo este inmerso mundo.

Una mañana como otras que ahora eran rutinarias, se levantó relativamente "temprano" vistiendo solamente unos boxers y un torso desnudo con marcas de una musculatura tratada con el tiempo, no muy voluminosa ni muy raquítica, solo lo normal, ya tenía 16 años, ya era todo un joven decían las vecinas. Vistió sus acostumbradas ropas y antes de bajar las escaleras, pudo notar el cuarto entre abierto de sus padres; al echar un vistazo, ambos adultos yacían dormidos de borrachos, a lo que él solo frunció el ceño y cerró la puerta, para seguir su camino hacia la planta baja de la casa. Y allí, en la mesa de la sala estaba Karen con un vaso de agua a su lado y su mochila colgada en la silla donde estaba sentaba, Kenny se acercó con cuidado y puso su mano derecha en el hombro izquierdo de ella, a lo que ella volteo y le regalo una hermosa sonrisa.

-Buenos días hermano-dijo en saludo amoroso acompañado de una linda sonrisa

-Buenos días Karen-sonrió para después mirar el vaso que contenía solo agua-¿No hay nada de desayunar?-arqueo una ceja creyendo saber la respuesta

-Ah... pues... no...-dijo ella tratando de no sonar triste

-¿Ni siquiera un vaso de leche?-pregunto con molestia, a lo que ella solo negó con su cabeza-¡Pero bueno! ¿Que se creen eh? Solo gastan el poco dinero que tienen en alcohol ¡Mierda!-exclamo furico

-Hermano...-tomo su mano a lo que él, intento calmarse un poco

-Vamos Karen, toma tus cosas, te llevare a desayunar antes de ir a la escuela-tomo su mochila y le tendió la mano

-P-Pero hermano...-contesto con cierta angustia-Tú tienes que ir a la escuela también...

-No te preocupes por eso. Kyle cuida de una modesta cantidad de dinero que le he encargado solo para situaciones de emergencia-serio

-Pero...

-No aceptare un "no" por respuesta-tomo la mano de ella-Vamos que se hace tarde-abrió la puerta de la casa y salió con ella aun tomados de la mano

El aun le trataba como la niña de 8 años que fue salvada por su ángel guardián "Mysterion", quien de vez en cuando le visitaba. Pero, Karen ya no era una niña, ahora era una adolecente de 14 años de edad, y estaba más que consiente de la situación en la que se hallaban ellos y sus padres. Sabía que, de no ser por ella, Kenny solo estudiaría, pues trabaja de medio tiempo en el supermercado del pueblo, y en cierto modo, ella se culpaba sin "razón aparente" y apreciaba lo mucho que su hermano trataba de sacarla adelante.

Kenny, no pudo hallar persona más confiable que Kyle para guardar su dinero, sabía que el pelirrojo no se negaría tratándose de su amigo y más que nada, la niña que más quería su amigo. Todos sabían que Kenny amaba demasiado a su hermanita Karen, ella era la persona que más amaba en el mundo, si pudiera darle todo lo que ella necesitase el no dudaría en dárselo, aun si fuere perder la vida, lo cual no era un problema técnico. No había poder humano que detuviera a Kenny y sus ganas de ser mejor para ella, ni la muerte misma lo haría cambiar de opinión.

Una vez en frente de la residencia Broflovski, Kenny toco el timbre; Sheila, la madre de Kyle fue quien los recibió con una calurosa sonrisa, buscando con la mirada a cualquiera de los padres aunque sabía que no vería a ninguno de ellos.

-Hola Kenny, Karen ¿Cómo están?-pregunto

-Bien señora-sonrió el muchacho-¿Aun esta Kyle?

-Claro, en su cuarto-contesto-Pasen...-los hizo entrar-Díganme chicos, ¿Ya han desayunado?

-Eh... Vine con Ky por mi dinero para llevar a Karen a desayunar-dijo algo avergonzado, rascándose la parte trasera de la nuca

-Oh vamos, vengan... Hice unos hot cakes para desayunar, acompáñennos por favor-sonrió

-Ah...Pero...

-No pasa nada, yo los llevo a todos a la escuela si ese es inconveniente-insistió. Ambos asintieron accediendo y pasaron al comedor con ella.

Sheila y Sharon estaban más que enteradas del caso McCormick y claramente no estaban de acuerdo con que los chicos pasasen por cosas aún peores de cuando eran niños, más arruinada la vida de los hijos de los McCormick no podían estar. ¿O sí?

Terminaron de ingerir aquel delicioso desayuno y Sheila, como prometió, llevo a todos a la escuela, dejando primero a Ike, en la primaria. Una vez que el auto de Sheila se detuvo en la entrada de la secundaria, Kenny bajo y ayudo a bajar a Karen, le dio un beso, un abrazo amoroso y le dijo que se portara bien, porque a la salida, la señora Broflovski iba a llevarla de compras. Ella también le dio un beso a su hermano y se fue desapareciendo en el mar de adolescentes que también iban entrando. Él regreso al auto y suspiro, era como un padre que veía a su querida hija entrar a la escuela, Karen lo era todo para él y él se desvivía por ella.

-Vaya, cuanto ha crecido ya y apenas hace dos años que le prometiste a Kevin que cuidarías de ella-dijo Kyle cerrando el libro que estaba leyendo mientras se retiraba los lentes

-Si... Hace dos años ya...-el auto se detuvo en la entrada de la preparatoria, ambos bajaron y se despidieron de la mujer, así entrando a la escuela.

Como era costumbre de cada mañana, se reunían los cuatro en cualquier punto, en cualquier casillero de los cuatro, o cinco según fuere el caso. Platicaban de los deberes del día anterior y de los próximos, era una rutina de cada mañana, de cada día.

-¿Terminaron la tarea de anatomía?-pregunto el azabache

-Sí, estuve ayudando a Ike con algo similar, así que eso me ayudo a terminarla-contesto el pelirrojo

-Me desvele llegando del trabajo para hacerla-dijo Kenny algo cansado y somnoliento

-Oye, deberías dejar eso, no descansas para nada-aconsejo Stan

-No digas pendejadas, sabes que lo hago por su bien, si te escuchara, comenzaría a llorar-exagero

-Dude, debes dejar de tratarla como una niña de 8 años, ya tiene 14 y sabe que pasa en tu casa-dijo Kyle apoyando su mano en el hombro del rubio-No te esfuerces mucho

-Tengo que hacerlo-dijo completamente decidido-Si se dan cuenta de que no podemos subsistir me la quitaran, y ella es lo único que tengo desde que Kevin se fue. No puedo dejarla sola

-Lo sabemos-contesto Stan-Pero si te esfuerzas demasiado podrías enfermar, e incluso... Ya sabes...-dio vueltas a su mano haciendo seña de que en realidad sabían a qué se refería

-¡La muerte puede chuparme las bolas!-exclamo-Siempre he luchado contra la muerte, no puedo permitirme ser vencido por ella, mucho menos ahora

-¿Y qué tal si tardases en volver? ¿Qué haría Karen sin ti?-dijo el pelirrojo tocando fibra sensible

-¡Hey trio de idiotas!-grito el castaño-¿Terminaron la tarea?

-Sí, Wendy me ayudo a terminarla

-Aaaah... Así que Wendy "te ayudo terminarla"-lo codeo levantando las cejas al mismo tiempo que lo hacia

-¡Jodete Cartman!-dijo ya cabreado rodando los ojos por la molestia

-¡Jodete tu Marsh! ¡Yo no tengo la puta culpa de que Wendy no sea tan precoz como tú y no se deje coger!-dijo sin remordimiento alguno

-¡Escuche eso hijo de puta!-lo golpeo con la enciclopedia tamaño biblia que llevaba en brazos- Lo que pasa es que aun estas solo y por eso tienes envidia ¿Porque no le dices a tu puta madre que te haga el favor eh? Quizá no te cobre por ser su hijo

-¡Cállate perra!

-¡Basta ya!-intervino Kyle-Ya ha sonó el timbre y si no llegamos a tiempo, nos van a joder a todos, ya se arreglaran después

-De acuerdo...-comenzaron a caminar-Dime Kyle, ¿Has sabido algo de Rebecca?

-No... No desde esa vez...-hizo memoria

-Oh que mal-dijo mirando el pasillo-¿Y tú Kenny? ¿Sabes algo de ah...? ¿Kelly? ¿Si se llamaba Kelly?-el rubio solo se tomó la molestia de negar con la cabeza

Una vez dentro del salón, cada quien tomo su debido asiento, Kenny no se molestó en ir a hablar con sus amigos antes de que el profesor llegase, lo que dijo Kyle lo había dejado atónito, no sabía que hacer al respecto, lo único que quería era que servicios sociales no alejara a Karen de él.

Las clases tomaron su debido curso, exceptuando porque Kenny no estaba prestando atención, aquello lo había dejado noqueado en verdad. ¿Por qué putas Kyle siempre tenía la razón? El timbre volvió a sonar para el almuerzo. Cerró su libro sin contestar y con pesadez se levantó y camino unos pasos hacia la salida de aquella aula. Sin embargo, su cansancio era tal, que se desmayó sobre de Botters, quien se asustó e inclusive trato de apartarlo de sobre de el sin éxito aparente, sin embargo logro notar que el rubio sobre de él estaba ardiendo en fiebre.

-C-Chicos... Ke-enny está caliente-dijo

-¡No jodas Botters! Déjate de mariconadas y quítatelo de encima, porque si no te va a coger ¡y bien duro!-exclamo Eric carcajeando

-No, no... Yo no hablo de-e eso... Dije que estaba caliente porque... Ti-ene fiebre...

-¿¡QUE!?-exclamaron los chicos

-¿Por qué no lo dijiste antes pendejo?-volvió a reganarlo el castaño

Quitaron a Kenny de sobre Botters y corriendo, lo llevaron hacia la enfermería. Una vez ahí, lo recostaron en la camilla, él se vía realmente fatal y no había a quien acudir, lo último y la cerecita del pastel fue lo que Kyle le dejo a pensar, y Kenny no se dejaría vencer por la puñetera muerte, ahora tenía a alguien a quien cuidar, a quien proteger y no iba a permitir que nadie, ni siquiera el Papa le arrebataran a la única persona de su familia que le quedaba.

Los chicos se turnarían cada clase para cuidar del ya inconsciente rubio, pasarían apuntes, le explicarían si no entendía, todo para evitar que más estrés se cargue al muchacho. Inclusive Erick Cartman ayudaría en la clase de historia, la única clase en la que era bueno realmente. Tampoco ellos tres querían que Servicios sociales se llevaran a Karen, si eso llegase a pasar, Kenny estuviera devastado y si Stan emo era molesto, Kenny deprimido llegaría hasta el punto de matarse.

El timbre nuevamente sonó dando lugar a la hora de la salida, ya para ese entonces Kenny ya podía levantarse, aun así sus amigos lo ayudaron a caminar y fueron a casa de Stan para pasar los apuntes y que él pudiera descansar, al fin y al cabo, hoy era su día de descanso...

-Ese cabrón se está esforzando mucho por su hermana-dijo Cartman con una mano deteniéndole la cabeza y con la otra pasando el apunte a la libreta de Kenny

-Es normal que no lo entiendas-paso la página del libro-No tienes hermanos...-concluyo Kyle

-Oye... Stan tiene una hermana mayor y no se mata por cuidar del pendejo este

-Bueno... Tú no sabes nada...-dijo Stan sonrojado recordando que su hermana había hecho unas cuantas buenas acciones por el-Además ella es menor que el, es normal que se preocupe por su bien estar

-Ya no le expliques Stan, nunca entenderá...-dijo Kyle cambiando de libro

-Pero que cabrón eres Kyle, solo estaba hablando con tu novia, no es para que te pongas celoso ¿O qué? ¿Tienes arena en tu judía vagina?-espeto

-Mira culo gordo, to realmente quisiera saber por qué aun en realidad somos "amigos". Con esas actitudes que tienes y has tenido, bien podríamos mandarte el carajo

-Basta ya los dos-intervino el azabache-No tengo que recordarles que estamos justo aquí para ayudar a Kenny y si comenzamos a pelear ¿Quién va a ayudarle eh? El solo nos tiene a nosotros, sus amigos-Kyle y Cartman se miraron y asintieron regresando a su labor

De la nada se escuchó un montón de alboroto afuera, gritos de vecinos y después patrullas y con ello, el timbre de la residencia Marsh sonó casi inmutado, pero escuchable de a poco, así que Stan abrió encontrándose con la diminuta figura del pequeño medio-hermano canadiense de su mejor amigo.

-¿Ike?-le miro con extrañez, el niño casi nunca se paraba en su casa, y mucho menos solo

-¡Hermano, quieren llevarse a Karen!-exclamo asustado, y asustando a los demás

-¿Q-Que...?-dijo a un escalón del suelo, con la mirada alterada y casi perdida

Corrió rumbo a la salida empujando a Stan de la puerta y saliendo disparado, como una exhalación rumbo a su casa, donde seguramente se encontraba el barullo. Sus amigos no se hicieron de esperar, Stan tomo las llaves del auto de su padre, todos subieron e intentaron alcanzar a Kenny, quien le había robado la bicicleta a un niño para ir más aprisa.

Al llegar a la residencia McCormick dentro de dos patrullas ya estaban los padres de él, uno separado del otro y dentro de la casa estaba Karen, quien asustada solo supo aferrarse al cuerpo de Liane para que no se la llevaran como paso con sus padres. Fuera de la casa estaba Sheila intentando obstruirles el paso a los oficiales, más de nada sirvió, lograron hacerle a un lado. Abrieron la puerta con brusquedad y alejaron a Liane de Karen sin importarles los gritos desesperados de la niña. Karen, pateaba y gritaba en un mar de lágrimas, la situación era realmente horrible para ella.

Pedaleando gracias a todas sus pocas fuerzas llego Kenny, quien se encontró con una escena devastadora. La persona a quien más quería en todo este puto mundo era llevada casi a rastras por servicios sociales y sin pensárselo dos veces, tiro la bici robada y corrió tomando en sus brazos a su hermana, arrebatándosela a los oficiales. La aferro a su cuerpo con ese abrazo posesivo que parecía que ella se fundiría en esa chaqueta anaranjada que llevaba el. Todos miraron inmutados la escena de desesperación del rubio y ante las palabras desgarradoras que salían con lágrimas imparables:

-¡No se la lleven! ¡Ella es todo lo que tengo en todo este puto mundo carajo!-grito mientras lloraba-¡Llévenselos a ellos! Pero... Por favor... No me la quiten a ella... ¡Trabajo para darle un futuro mejor! ¿Por qué coño no puede quedarse conmigo? ¡Ya no soy un pendejo crio!

-Sabemos que puedes mantenerte solo Kenneth... Pero ella necesita el amor de una cariñosa familia-dijo sonriente la secretaria de servicios sociales

-¡Yo soy su puta familia!-volvió a gritarles

Los oficiales tomaron a Kenny por los hombros y el torso, mientras que otros le arrebataron a su hermana de entre sus brazos y la llevaron dentro de una patrulla, un auto aparte, donde no tuviera contacto con sus padres siquiera. Kenny intento soltarse, tanto fue su intento desesperado de poder alcanzar a su hermana que incluso, por un momento lo hizo, pero recibió un madrazo en la nuca, golpe que propicio que el rubio callera inconsciente en el frio suelo.

A la mañana siguiente, debido al golpe de anoche, su cabeza dolía de sobre manera, se encontraba en un cuarto algo "conocido", creía saber dónde se encontraba. Se levantó de la cama y salió de dicho cuarto, topándose con el pasillo de la casa de Cartman, ya lo sospechaba. Suspiro cansado, por su mente pasaron las escenas de lo que había pasado la noche anterior, no era un sueño, era una terrible realidad. Las autoridades se habían llevado a Karen a quien sabe dónde. Derrotado, cayó de rodillas sobre la alfombra y golpeo a puño cerrado la pared haciendo unas cuantas grietas sobre esta, pero sin mover su mano de donde había golpeado.

-Veo que despertaste-dijo Liane con una bandeja con comida

-Oye si vuelves a golpear la jodida pared nos tiraras la puta casa encima, compórtate pendejo-dijo Cartman

-Cielo ¿Puedes ayudarle a levantarse?-su hijo levanto al rubio y lo encamino de regreso al cuarto

-¿Que...?-enuncio Kenny casi en un susurro

-Mira Kenny... Lo que más temíamos ha pasado...-comento la castaña-Yo...-suspiro rendida y frustrada-Honestamente no pudimos hacer nada para salvarla. Las personas de Servicios sociales decretaron que vivirás aquí de ahora en adelante, hasta que tengas la edad de poder volver a tu hogar, y en cuanto a Karen...-volvió a suspirar-Tenemos la esperanza de que la regresen a tu lado en cuanto vean que eres capaz de cuidarle-dijo sin mirarle

-¿Capaz? ¿¡Capaz!? Soy lo suficientemente "capaz" de cuidar de ella, ¡Lo he hecho durante dos años! ¡Y no ha habido queja alguna! ¿O sí?

-Pero ellos aún creen que todavía eres "incapaz" de cuidar de ella... Kenny, a penas puedes valerte por ti mismo. Debes entender la posición en la que ambos están-puso su mano sobre el hombro de él

El muchacho de ojos celestes solo bajo la cabeza y entendió de alguna forma que, aun era muy joven para cuidar a su hermana como era debido, pero aquel dolor en su pecho, ningún poder humano se lo iba a quitar. Su dolor ni siquiera se comparaba con alguno de sus antiguos desmembramientos. Por las mañanas, ya no habría quien le sonriese y le diera motivos para seguir luchando cada día, ya no escuchara esa melodiosa risa y tampoco abrazaría a ese hermoso ángel que tenía por hermana. Todo, absolutamente todo su mundo, se había ido a la mierda. Sus ojos se llenaron de lágrimas que se negó a soltar, tenía que ser fuerte, esforzarse al máximo aunque ella ya no estuviese, y es cuando Liane guiada por su instinto maternal abrazo a Kenny quien sin quererlo, comenzó a llorar aferrándose al cuerpo de la madre de su amigo con desesperación e impotencia.

Continuara...