(N/T): Hola y bienvenidos a una lectura más de las muchas que ya existen en FF, gracias por tomarte el tiempo de pasar a leer, si les gusta déjenme saberlo con un comentario, sin más que decir los dejo con la lectura.
Disclaimer: Los personajes son totalmente de Hajime Isayama, no me pertenecen, yo solo los utilizo para cumplir mis fantasías de fujoshi.
Aclaraciones: Es una historia completamente AU, en otro universo, si, si tendrá HARD, pero en una buena historia No todo es LEMON.
…
-La medicina esta tan cerca del amor como de la ciencia, y esas relaciones son importantes incluso hasta en la cima de la vida misma.
-Rachel Naomi Remen.
…
-NO…. No lo haré cejotas- Replicó cruzándose de brazos el pelinegro.
-Eres el mejor médico, así que darás la materia y ya- Decía el Rubio fastidiado tomando el puente de su nariz.
-¡Por eso mismo!, no pienso dar clase a nuevo ingreso, esos mocosos no se toman en serio las materias al principio, no quiero ser niñera- Sentenció con voz severa.
-Ya te dije que no me importa, vas a dar clase este año al grupo de nuevo ingreso Levi, o te quito los casos importantes de la policía y se los doy a Hange- Lo miro con el ceño fruncido, no estaba para soportarlo más.
-Oi, oi, oi, No te atrevas a quitarme mi trabajo para dárselo a esa loca cuatro ojos, ella solo es una oncóloga amante de los virus y bacterias, nadie es mejor en la rama forense que yo- Se levantó de la silla y colocó ambas manos sobre el escritorio.
-Entonces esta dicho, aquí tienes el horario, solo darás una clase, para que el demás tiempo sigas con tu investigación- Le pasó un folder que tomo el pelinegro de mala gana.
-¿¡Anatomía básica!?, ¡Mis años de estudio para dar anatomía básica!, debe ser una puta broma- ojeaba con el ceño fruncido aquellas hojas.
-No encontramos un profesor a tiempo para el inicio de clases- El rubio se encogió de hombros.
-¿Por qué no se los das a la loca?-
-Ella esta con los de 6to. Semestre, y tiene su horario lleno-
-¿A la mierda conmigo? Esa cuatro ojos si puede dar clases a grupos avanzados… ¿y yo no?- Lo miraba con rabia.
-Nos vemos la siguiente semana para el inicio a clases Levi- El rubio lo miro seriamente por unos segundos para después ignorarlo mientras leía algunos papeles.
-Hijo de puta- Salió azotando la puerta, mientras maldecía camino a su oficina.
Suspiró profundo al entrar a su lugar de resguardo, no podía creer que tendría que lidiar con mocosos, que se tomen abroma los primeros semestres y para colmo es una materia absurda que no le emocionaba nada.
Dejó el folder en su escritorio y empezó a cambiarse detrás de un biombo que tenía en su oficina, colocó su pulcro uniforme quirúrgico y salió por esa misma puerta, caminó un largo pasillo hasta llegar a unas escaleras que daban al sótano de la universidad, traspasó unas puertas de metal y entro a su zona feliz, una enorme sala, pulcra y blanca, respiró profundamente al sentir el olor a químicos y limpiadores, sonrió y se dispuso a trabajar, caminó hacia los refrigeradores de pared que tenía esa enorme sala y abrió el casillero 9, jaló la manija y saco una larga plancha donde se encontraba con un hombre grisáceo. Acercó una mesa de metal y con cuidado colocó el cuerpo en ella, cerro el casillero y llevo la mesa al centro debajo de unas enormes luces blancas que iluminaban a la perfección.
-Bien, empecemos contigo pobre diablo- Hizo una media sonrisa y se dispuso a trabajar.
Se acercó a su reproductor de música y no dudó en poner un poco de ópera, escogió "L'amour est un oiseau rebelle", La ópera de Carmen le fascinaba.
Comenzó a sonar la canción y se alistó felizmente, colocó su bata quirúrgica, sus guantes y cubre bocas, tomó sus anteojos y se acercó al sujeto que estaba frio sobre esa mesa. Presionó una pequeña grabadora que tenía para poder dictar sus resultados y después poderla escuchar en su oficina para hacer sus informes, tomó sus instrumentos, se dispuso a empezar.
-El desprecintado e inicio de la necropsia se produce a las 13:00 pm- dice mirando el reloj que está en la pared. -Cadáver frío en rigor mortis de un hombre, de 75 kgs, de una edad estimada de 23 años, en buena condición corporal- Pobre mocoso, pensó con una sonrisa de decepción. -Al abrir el cráneo se observa una extensa hemorragia subaracnoidea sobre el cerebro- continuó hablando lento y frio. –Previo se hicieron muestras de sangre, dio positivo para alcohol y drogas, Al examinar el sistema respiratorio se observa sangre…- dio un gran suspiro y terminó el trabajo con rapidez. -La causa de la muerte se debió al traumatismo agudo por el golpe de un vehículo, fractura craneal aguda y múltiples hemorragias compatibles con el traumatismo por el golpe-, Terminó de limpiar al muchacho para regresarlo a su casillero, limpió, desinfecto y acomodó todo dejando la sala impecable de nuevo. Llevó consigo su grabadora para regresar a la oficina. De camino por ese pasillo noto una figura alta que lo saludaba felizmente, gruñó poniendo sus ojos en blanco.
-¡Enano!- Retumbó la voz chillona de esa mujer.
-Quieres callarte psicópata- Le regañó el pelinegro.
-Me enteré que serás niñero- dijo riendo mientras le daba un golpecito juguetón en el brazo.
-Vuélveme a tocar y mi próximo caso serás tú- Le rugió sin mirarla y siguió su camino.
-Vamos amargado, mejor cuéntame cómo estuvo tu cliente hoy- Se refería al cadáver de aquel joven.
-Fue una muerte por negligencia propia- Suspiró fastidiado pero continuó,-Era solo un mocoso que se alcoholizó y drogó, no miro por donde iba, fue un estudiante de administración de este campus, estúpidos e inconscientes deportistas- Decía con desaprobación mientras negaba con la cabeza.
-Así que el chico terminó en tus manos, si… supe del escándalo que se armó, los padres querían demandar a la escuela- Sonaba triste al pensar en ese pobre joven.
-Espero le sirva de lección a sus amigos- bufó.
-Vallamos a cenar algo estoy hambrienta- Intento cambiar de tema, no le gustaba mucho hablar de muertos.
-Tienes razón muero de hambre, después del trabajo se me abre el apetito- La chica lo miró con asco mientras se retorcía en un escalofrió.
-Y yo soy la loca- dijo riendo, el más bajo le regalo una risa corta.
El pelinegro sabía que ella era oncóloga, se atrevía a decir que una de las mejores del país, solo le gustaba estar en su laboratorio examinando muestras, trabajaba muy bien con sus pacientes, pero decía que lo suyo eran los vivos, a pesar de sus diferencias trabaron una buena amistad, su relación era de amor odio pero se conocían perfectamente, como colegas se apoyaban cuando tenían problemas.
En la semana se la pasó armando el expediente de ese chico, Moblit era el abogado que representaba a la institución así que estuvo trabajando muy en conjunto con Levi, los padres de ese mocoso demandaban a la escuela por falta de seguridad, pero lo que aquel chico tonto hizo era ajeno a la institución.
-Lo hacen porque están dolidos Levi- hablaba tranquilamente el abogado.
-Su hijo fue un idiota, la universidad no lo obligó a embriagarse y drogarse- Lo miraba sin expresión alguna.
-Lo sabemos, de eso me encargo yo, gracias otra vez por todos tus aportes, el caso está por cerrarse, por cierto, Hanji me dijo que mañana darás clase, ¿Ya preparaste tu temario?- El más bajo abrió los ojos de sorpresa y choco fuerte su palma contra su frente.
-Mierda- Masculló en voz baja levantándose de su asiento,-Tengo que irme Moblit- Empezó a tomar varios papeles de su escritorio y aguardarlos en su portafolio, -No puedo creer que seas esposo de esa loca- se burló mientras caminaba hacia la salida de su oficina, se despidió y salió hacia su hogar. Vivía en un pent-house en una buena zona, le quedaba a 20 minutos de la universidad, no podía pedir más.
Al llegar buscó de mala gana en su gran librero, que se expandía por su amplia sala, algo básico para enseñar a los mocosos, sabía que él era muy estricto, así que haría que sus alumnos no olvidaran quien era Levi Ackerman. No durmió mucho esa noche, en parte por preparar una clase y otra por analizar otro caso que tenía.
Llenó un termo con té negro y salió malhumorado a su clase, miró la hora al encender su auto, aún era temprano, su clase empezaba a las 10:00 am, tenía una hora para llegar tranquilamente.
Buscó el aula que le asigno Erwin, aun nadie entraba, así que aprovechó para acomodar sus papeles y preparar el material, era un aula tipo auditorio, se quedó sentado sobre su silla con los brazos cruzados esperando a que ingresaran las nuevas víctimas, poco a poco iban entrando con caras de asombro y un poco asustadas, dando la hora empunto se levantó y noto como toda la clase se quedó en silencio mirándolo.
-No me interesa saber nada de ustedes, así que en esta clase no vamos a perder el tiempo con presentaciones estúpidas, si se quieren conocer lo harán fuera de mi clase- hizo una pausa mirando seriamente a todos, -Quiero que sepan que no estoy muy feliz dando clases a unos mocosos, mis clases son muy estrictas y no tolerare interrupciones-. Caminó a la mitad del aula prendiendo el proyector, -Soy el Doctor Ackerman, les impartiré la clase de anatomía básica, sonara fácil pero para su desgracia no se los hare sencillo- noto como lo miraban con asombro pero no les dio importancia, tomó la hoja de asistencia y comenzó a decir los nombres que aparecían, cada que mencionaba un nombre levantaba la vista para ubicar al alumno que contestaba.
-Jaeger…- murmuró muy por debajo, se quedó mirando el nombre, ¿será posible?, pensó para sí mismo, -Eren Jaeger- levantó la vista con ceño fruncido esperando respuesta.
-Presente- Divisó a un chico alto en la segunda fila.
-¿Eres hijo de Grisha Jaeger?- pregunto con un tonó más frio que de costumbre, miró al chico que solo asentía nervioso. –El hijo del famoso doctor Jaeger nos hace el honor de estar en nuestra clase- Terminando de decir esto toda la clase volteo al ver al joven que volvía a tomar asiento nerviosamente. –Veamos si está a su altura-.
No es que odiara al chico, pero a su padre, esa era otra historia, lo recordaba bastante bien, pues cuando él estaba cumpliendo su residencia tuvo muchas discusiones con ese hombre, Levi no era de las personas que se callan las cosas, y ni hablemos del tacto, su boca suelta lo llevo a cumplir guardias de tres días sin descanso, hacer informes, básicamente Grisha lo trató como escoria durante su residencia, sabía que lo hacía para que renunciara pero jamás se doblego, trató con los peores pacientes, llegó a desmayarse del cansancio y recibió un regaño porque pensaban que estaba durmiendo en labor. Su cuerpo se llenó de ira al recordar como el padre de ese estúpido mocoso casi hace que se quiebre en su formación profesional.
Terminó de pasar lista y dio el temario, su semblante era muy imponente para su estatura, hablaba directo y frio, explicó su forma de calificar y dio el nombre de los libros que les ayudarían a estar al corriente con los temas, explicó que su materia se vería dos veces por semana, un día seria teórico y otro seria en el anfiteatro* médico, aclaró dudas y finalizó su clase. Guardaba sus cosas ignorando como sus alumnos salían del aula.
-Profesor- Levantó la vista ante el llamado, miró al joven Jaeger que sonreía frente a su escritorio, lo examinó por unos segundos, era alto, sus ojos de un profundo verde claro, que combinaban con su apiñonada piel, debía admitir que el chico era atractivo, arqueo una ceja esperando a que preguntara algo, -¿Usted conoció a mi padre?, ¿Eran colegas?- Eso ultimó le llegó como una punzada al hígado.
-Digamos que estoy al tanto de las personalidades notorias en esta rama- trató de no sonar tan agresivo, -¿Cómo es que un Jaeger terminó aquí?- pronunciar su apellido le daba rabia.
-Soy el orgullo de mi padre, hare todo mi esfuerzo para que siga aún más orgulloso de mi – Sonrió ampliamente, pero Levi lo miró con un brillo en sus ojos y una sonrisa maliciosa.
-Así que el orgullo de la familia…- seguía sonriendo de esa manera mientras lo veía fijamente, el chico borro su sonrisa y notó un leve sonrojo.
-Si- asintió con la cabeza –Mi padre tiene mucha confianza en que me gradué con honores y mantenga en alto nuestro apellido-
-No me digas…- Llevó una mano a su barbilla y su sonrisa se hizo más grande –Pues espero lo mejor de ti- Le extendió una mano al joven que no dudo en estrecharla, su sonrisa se borró ante el tacto de esa piel, era agradablemente cálida, soltó al joven con un movimiento brusco, se disculpó y se dispuso a irse.
De camino a su oficina iba con una expresión de satisfacción en su rostro, pensaba como el destino le puso una ayuda para cobrar todo lo que sufrió por culpa de ese doctor de cuarta, sabía que el aura de perfección que pedía Grisha Jaeger era enorme, y haría que se sintiera apenado por tener un hijo que no esté a su altura.
-Dale las gracias a tu padre- Dijo mirando de nuevo el nombre del joven en esa hoja.
…
(N/T): El primero de muchos. (:
ANFITEATRO: Lugar destinado a la disección y estudio de cadáveres (necropsia), en las universidades se utiliza para enseñar procedimientos como anatomía.
Que el universo les sonria.
