Nunca pensé que iba a pasarme esto. Que iba a sentirme así. No puedo creerlo.
Quiero decir, sí. Naruto es un héroe, todos lo respetan, lo idolatran, lo aman. Pero esto ya es otra cosa.
Cuando empecé mi relación con él, sabía que lo nuestro daría que hablar. Él también lo sabía.
Los dos somos muy privados con respecto a esto, pero porque es nuestro primer noviazgo y nos estamos acostumbrando a la idea, aprovechando el tiempo juntos y conociéndonos en todo sentido, ya me entenderán.
Es un tanto difícil tener una relación con una persona tan famosa. Lo amo, y es lo mejor que me paso. No estoy quejándome.
Pero quiero tener una relación con él. No con la prensa, su club de fans, los habitantes chusmas de la aldea, y también aldeas vecinas.
A Naruto le gusta dar entrevistas y hablar con la gente, ver a sus fanáticos y alentarlos a superarse a mí mismo. Es un sol. Aun, así y todo, cuando le preguntan sobre nosotros, amablemente siempre aclara que son temas muy personales y que estamos bien juntos. Suficiente.
Pero lamentablemente no acaba ahí.
Me encantaría decirles que el que tiene que poner la cara es Naruto. Que el que tiene que callar rumores es él. Que al que acosa su club de fans y los medios es a él.
Pero no.
Él se va de misión en misión y a la que acosan es mí.
¡GENIAL!
Soy extremadamente tímida con las personas que no conozco. Aun también con las que conozco. Me tomó muchísimo tiempo acostumbrarme a Naruto, amándolo con locura.
Imagínense lo que puede ser para mí que me sigan por todos lados haciéndome preguntas. Que me miren según lo que hago, lo que visto; que si estoy más flaca, que si estoy más gorda; que si tengo o no ojeras, y todas las situaciones que inventan según a como me veo.
Me han seguido hasta la puerta de mi casa. Sus admiradoras me han dicho cosas extrañas.
Los chismosos me han inventado cosas, dicho cosas que Naruto ha hecho o no ha hecho. Que le sonrió a tal, que ayudó con tal paquete a tal otra.
Dios, necesitan conseguirse una vida.
Esto ya está generando algunos tipos de roces entre nosotros.
Está bien, sí. Algún momento me agarró el bichito de los celos, más momentos de los que quisiera admitir.
Pero, independientemente de eso, no me gusta que me acosen. Tampoco me gusta que acosen a mi novio. Pero bueno, él es el famoso, que lo sigan a él.
No no.
Él tiene trabajo. Y yo los padezco a los demás.
Encima, cuando él está acá y podemos hacer cosas juntos… dios mío, están por todas partes.
Amo a Naruto. Estoy sumamente feliz de que haya logrado que todos lo quisieran.
Pero esto ya es morboso.
Un tipo acaba de preguntarme si estoy usando una campera para ocultar mi embarazo.
¿¡Qué embarazo!?
Y así, tengo muchas otras situaciones. Algunas muy descabelladas.
