Sin miramientos

-Sé como hacerlo sentir mejor.

-...-Holmes lo miró de reojo, desde el mismo sillón en el que había permanecido inmutable toda la semana.

-Estoy listo. Vamos a hacerlo.

-No tengo humor.

- Muere de ganas.

-No tengo fuerzas.

-Siempre que me ve, solo piensa en eso.

-No lo haga por lástima.

-Sé que va a disfrutarlo.

-Olvídelo. No pienso practicarle una blefaroplastia a su perro hoy.

Después de verlo en tal estado de depresión, Watson estaba dispuesto a sacrificar a su mascota.