DISCLAIMER: Amano-sama creó todo, yo solo juego pervertidamente con ello , la historia Christmas with the krans pertenece a a Columbia pictures, de la adaptación del libro echo por el respetado John Grisham :D

Warning: 8059 Yaoi/Shounen-ai/Parodia/OOCness

Summary: Todo comenzó cuando Tsuna se fue de viaje a Italia por Navidad... ¿Nee Dera, porque tenemos que saltearnos la navidad? Tch, Callate idiota! es el mejor plan de todos! Sin frió, sin estúpidas caras alegres deseandote felicidad, sin nieve, SIN LLUVIA! Pero Dera~ Tsuna dijo que vuelve en cinco horas... ... ... ¿¡QUE?

A/N: Ciaossu! Lo siento taaaaaanto por no actualizar (bueno, para las personas que me leen xD) juro que pronto voy a continuar Bendíceme, esque tuve un block total, del que acabo de salir, en fin, retomando el tema, escribí esto porque esta película me encanta y pues, la estuvieron repitiendo, y como la personalidad de Luther me reconrdó mucho a Gokudera, decidí hacerlo xD, en fin, espero que les guste este pequeño especial navideño, solo va a tener 3 capítulos, y el último cap será posteado en navidad , solo quiero que sepan que esto está echo e plan parodia, así que no se esperen nada muy serio :/, en fiiiin

Disfruteeeen :D


Una luz se prendió mostrando a una mujer pálida, en ropajes suelto levando una antorcha.

TARATARATARATARA COLUMBIA PICTURES PRESENTA, rayos siempre quise conocer a esa mujer… bueno, Starring: Gokudera Hayato, Yamamoto Takeshi, Sawada Tsunayoshi...

Todo comenzó en la gran comunidad de gente Malone, donde la navidad cobra vida todos los años, como dice el dicho: "Si pudiésemos meter el espíritu de navidad en jarros, la Comunidad Malone tendría sus jarros, si, porque sin Comunidad Malone no hay Navidad, y sin Navidad no hay Comunidad Malone, porque en Malone, es donde encuentras el espíritu navideño a montones, ustedes verán, en Malone…"

-Tch ¡córtala, mujer estúpida! ¡Trato de dormir! – gritó Gokudera a la preciada narradora.

¿Mujer estúpida dices? Sabes, yo tengo el poder de que te caiga un rayo en este momento.

-¡Si claro quisiera verlo!

No me tientes pequeño gatito, puedo hacer varias cosas solo hablando.

El peli plata se tapó la cara con las cobijas para calentarse del frío de las vísperas de navidad, bueno, no es como si el gran cuerpo que tenía al costado del suyo no fuera suficiente… dios, yo quisiera tener a un cuerpazo así también para mí…

- ¡Q-QUE TE CALLES! – gritó el semi italiano con la cara sonrojada, botando todas las cobijas de la cama. (no, ho-ho)- ¡DEJAME DECIRTE QUE TE PUEDES IR A LA REVERENDA…!

- Mmm… ¿Gokudera? – una figura más grande que el llamado se pulía los ojos con el dorso de su mano, mientras el que yacía en el suelo volteaba para encontrarse con la miraba caramelo de este.

-¡¿QUE HACES DESPIERTO? – gritó la tormenta, mientras se llevaba las cobijas a su parte de la cama y se envolvía, cual gusanito. –¡TODO ESTO ES TU CULPA, ASÍ QUE VUELVE A DORMIRTE!

- Haha, pero Gokudera, fuiste tú el que me despertó~- Dios mío el hombre esta en solo calzoncillos, tontos tsunderes que se quedan con los mejores...

Lo que provocó que un gruñido saliera de la garganta del pálido. Y de repente la habitación se quedó en un silencio absoluto. No era que Yamamoto entendiera mucho de lo que estaba pasando, de los veinte años que tenía de vida, conocía a Gokudera desde hace unos cinco, y kami-sama sabía que amaba a su Gokkun incluso más de lo que amaba su carrera, pero aún así a veces no podía entender los ataques de cólera de su pareja, aunque se viera tan lindo y apetecible sonrojado… le gustaba saber que era lo que pasaba por su mente.

Así que Yamamoto se puso a hacer algo que solo usaba para el baseball, y para las escenas XXXX que tenía con su "Dera" en casi todos los fandoms mundiales (y bueno, no eran la pareja más famosa de la serie, próximamente saga Reborn por las puras, después de todo, Yamamoto sabía como usar bien la pistola…, sino vean la carátula del capítulo 39, tomo 5 :D)

Yamamoto, pensó. Y rápidamente se le vino la idea a la cabeza.

Era por eso.

Un halo verde de celos entró en la habitación, tomando lugar en los ojos del moreno, que comenzaron a emitir un aura peligrosamente negra. Y él que había pensado que las actividades previas que habían tenido en horas anteriores, iban a privar a su Hayato pensar en eso, específicamente, en él, Sawada Tsunayoshi.

-Tsuna, Tsuna, siempre es por Tsuna, ¿verdad?- Le reclamó el más grande, y Gokudera insultó a la narradora en su mente.

De echo, el aclamado Tsuna, décimo jefe de la familia Vongola, según Gokudera, ó tan solo el vecino que vivía al frente, según Yamamoto, se iba de viaje a Italia por trabajo, y no volvería hasta su cumpleaños el próximo año, dejándolos (por fin) a él y a SU Dera (válgase la redundancia), solos, una Navidad, pero claro, para Gokudera seguro era el fin del mundo. Yamamoto comprende que la historia que su querido tenía, con el de pelos salvajes era desde pequeños, pero aún así, él no era el que estaba en la cama con él, después de todo.

¿O sí?

El pelinegro revisó entre las sábanas discretamente, victorioso al no encontrar nada.

Aún así la indiferencia de su novio le molestaba, Hayato estaba a su costado sin decirle nada.

Eso hizo que Yamamoto haga el gesto más lindo e irresistible en la historia de la humanidad. Un puchero.

El japonés destapó al semi italiano completamente y sentó para que él pudiera echarse en sus piernas y abrazarlo por atrás de la cintura, mirándolo tiernamente para arriba.

"Ese idiota… a veces es demasiado adorable para su propio bien" Y no es que Gokudera se complicara por eso, pero carajo, podía escuchar a las malditas fangirls gritando por su ventana.

-Nee… Gokudera~ ¿acaso estás así porque Tsuna se va?

Por un Momento el susodicho se quedó viendo los brillos ridículamente shojo que salían de los ojos de su amante, pero luego escuchó lo que acaba de decir.

MIERDA, LO HABÍA OLVIDADO.

Gokudera salió corriendo por las escaleras, y el repentino show desnudo que el italiano estaba dando alrededor de la casa, ayudó a que el aura shojo del cuarto principal se convirtiera otra vez en aquella oscura.

"son las cinco, el décimo se va a las siete, tengo que correr, correer, correeeeeer"

Mierda, en efecto.


En las seis y media de la tarde y aú parecían que fueran las once de la mañana, el clima tupido, el aire fresco en las calles, villancicos bailaban en los oidos de la gente, predicando amor y paz y Sawada Tsuna estaba tratando de disculparse con todas las personas que Gokudera golpeaba tratando de cargar con las 5 maletas del décimo Jefe, sin ninguna de ningún carrito, porque según Gokudera, una buena mano derecha no necesitaba tales cosas.

Oh, tal vez olvidé mencionarles de que era Jefe el décimo Jefe Vongola, bueno, el simplemente era el décimo Jefe de una cadena de bancos, ya se pueden imaginar el nombre, -si, que original, con el nombre en memoria del primer banco que su tátara tátara tátara tátara tátara tátara tátara tátara tátara tátara abuelo creó en beneficio del pueblo, un hurra por Tsuna, wi.- que pronto se convertirían en franquicia, bueno, no hasta que por lo menos suba al avión evitando que alguien se rompa un brazo o algo, por la brusquedad de su autoproclamada mano derecha…

-Eh… G-Gokudera-kun… no es necesario, puedo llamar a un empleado…- Le decía el pequeño castaño a su amigo.

- ¡PATRAÑAS DÉCIMO! No dejaré que ningún desconocido toque sus valiosas cosas.

-Haha, Tsuna, no puedo creer que te vayas – le sonrió jovialmente el Pelinegro, mientras lo abrazara amistosamente por los hombros, un momento, no lo entiendan mal.

No es que a Yamamoto le caiga mal Tsuna, no para nada. De echo, era uno de sus más grandes amigos, e incluso es capaz de decir que lo protegería con su vida, además era aún más especial, porque él había sido quien le había presentado a Gokudera.

Simplemente era esa necesidad de proteger lo suyo. Y sí, aunque anhelaba pasar una feliz navidad con el peli plata, era cierto de que iba a extrañar a pequeño.

Pasajeros del vuelo 1313 por favor pasar a la sala de embarque

El pequeño castaño abrazó a sus amigos.

-Regresaré el próximo año chicos – dijo con la sonrisa característica. –Buena suerte.

Porque OH SI, la iban a necesitar.


Gokudera se quedó viendo la foto que el friki del baseball había tomado con su celular, del castaño con el mismo, el la agradable comodidad del carro, –y en una luz roja- se encontraba al mando, mientras que Yamamoto se hallaba en el asiento del copiloto, tratando de resolver un cubito mágico.

-Nee, Gokudera~

-Tch, que quieres, idiota del Baseball.

-¿Crees que Tsuna va a estar bien? Es decir, es Italia…

- ¡Por supuesto que los Vongola cuentan con los más altos sistemas de protección para su líder! Aunque Juudaime estaría aun más seguro si YO estuviera ahí, si no me hubiera pedido que me quede aquí, hubiera ido…

-Pero sabes Gokudera, me alegra que no hayas ido porque tu y yo podemos estar… -el moreno se le acercó hasta que pudiera rozar su oreja –solos.

"¡LUZ VERDE!"

Has una cosa a la vez Baka, sino tu cerebro va a explotar, y créeme, no voy a tener piedad en recoger los pedazos de mi auto nuevo.

Diga lo que diga, aún no podía esconder el sonrojo en sus mejillas…

¡TU TAMBIÉN CALLATE!

-¡Espera Gokudera! Necesito arroz y leche para la cena de hoy.

-¿Y a mi que me interesa?

-Es que, ahí hay un sitio.

Parecía que el clima se estaba desquitando con alguien antes de las pascuas, porque el cielo se había puesto a llorar a cantaros afuera.

-Bueno estas de mala idiota, no traje el paraguas.

-Pero aún así necesito comprar eso… No importa Gokudera, yo salgo sin paraguas.

Porque la navidad iba a continuar gracias a Takeshi, nuestro amable, lindo y oh guapo salvador

Gokudera podía sentir como la venita de la frente se le llenaba de sangre del enojo.

-¡TU Y ESA MUJER YA ME TIENEN HASTA LAS *******! ¡YO VOY A SALIR POR EL ESTÚPIDO ARROZ, Y LA ESTÚPIDA LECHE, ME OÍSTE!

-P-pero, Gokudera, yo solo compro Leche de Namimori y, tu no conoces el lugar…

-AH ENTONCES ME ESTAS DESAFIANDO, BIEN, PERFECTO, YO SALDRÉ.

La puerta del carro se abrió dejando escuchar los truenos y la lluvia cayendo desde afuera.

-¡No lo olvides Gokudera! Arroz de marca Ame y Leche de Namimori!

- ¡YA LO OÍ ESTÚPIDO!

Hayato salió esquivando los carros y al enorme charco que tenía enfrente. "Haha-ha, ningún charco de porquería inservible podrá contra la súper mano derecha de Gokudera Hayato y su sexto senti…"El pensamiento fue interrumpido por un camión pasando por detrás de él, mojándolo hasta los calzones. Obviamente las siguientes palabras que se escucharon salir de su boca no serán expuestas al público por respeto al mismo… y a sus madres.

-¡Necesita un paraguas! – le gritó un jovial santa desde debajo de un árbol a metros de la tienda.

-¡QUE NO VES QUE SOLO NECESITO LECHE!

Yamamoto suspiró dentro del coche, mientras movía otra de las piezas del rompecabezas, cuando sintió que alguien le tiró una bolsa de arroz de redondo en su cabeza.

-aaw Gokudera gracia… espera, no compraste la leche.

Si Yamamoto no se hubiera pasado todo un fin de semana viendo la película chuqui con sus dos amigos, no hubiera sabido con que comparar exactamente la cara que en este momento tenía el peli plata.

-ESQUE. NO. HA-BÍ-A.- su respuesta solo causó que Yamamoto mirara el suelo del carro con cara de perrito pateado.

- Pero Gokudera… ¿Le preguntaste a Dino-san?

- ¿¡QUIEN CARAJOS ES DINO-SAN?

- El esposo de Hibari-san… - Gokudera tuvo miedo de preguntar- El que vende los mariscos…

- Por extraño que perezca no, lo siento, NO SE ME PASÓ POR LA CABEZA PREGUNTARLE AL MARISQUERO POR LA LECHE DE M…

-Lo que pasa es que Hibari-san es un amante de Namimori, mi pueblito nativo en Japón, y pues, como Dino-san trabaja en esa tienda el tiene que…

- Ayadayadada… -le shuseó- me interesa una cucaracha la vida de los cabrones esos, solo quiero llegar a casa y… - Gokudera se volteó a ver al beisbolista para abrocharse el cinturón cuando vio la cara de perrito mojado que tenía.

-Si Gokudera, tienes razón, yo saldré a…

- ¿Sabes que? Está bien. ¡ESTÁ BIEN! ¡VOY A PREGUNTARLE AL TAL MARISQUERO DE SEXO DUDOSO DONDE PUEDO COMPRAR LA LECHE!

- Pero Gokudera…

- SÓLO CALLATE.

Por segunda vez en la noche Gokudera salió para toparse con la lluvia otra vez.

-¡SENOR LE VENDO EL PARAG…!-

-SSSHDDGNSDKL

Luego de haber comprado la famosa leche y de haber conocido la vida acerca del marisquero y de su esposa(o), Gokudera salió feliz por su compra, porque por fin, podría llegar a su cama y echarse a ver Pinky y Cerebro, si no fuera porque el tipo vestido de santa, lo hubiera parado en la entrada de la tienda.

-¡¿SEÑOOOOOOOOOOOOOOOR-CHAN, ESTÁ SEGURO DE QUE NO QUIERE UN PARAGUAS?

-SABES POR DONDE TE PUEDES METER ESE PARAGUAS, TE LO PUEDE METER POR EL GLUGLUGLUGLGUGLFGFV

Un cliente había empujado a Gokudera, llevándose el tubo que sostenía la toldeta de la tienda, y lo había mojado más que en los mismos carnavales. Oh,ladichadelkarmatosido. Bueno, ya no necesitaba tal paraguas, pues no podía estar más mojado.

En eso, una luz alumbró un anuncio publicitario a su lado. Gokudera no sabe si fue el coro de los ángeles o la canción de un vago borracho, pero a el le sonó a paraíso.

"¿Te deprime la lluvia? Crucero por el Caribe"

Y fue ahí, cuando una de las mejores ideas que tuvo, se le cruzó por la cabeza.


Fin del prólogo :D, nos leemos el jueves!

Ah, por cierto, si dejan review, reciben adelanto xD

Ciaociao!

ps: alguien desifró la insinuación de Death note :D?