esta historia salio de mi mente y me inspire en muchísimas cosas que he leído, así que probablemente encuentren situaciones similares a otras, los personajes no me pertenecen. woaah~~ comenzamos : D

The bittersweet side of love.

!...TAMAO!...Despierta maldita sea!, quedamos en que me acompañarías temprano a probarme mi vestido de bodas!, DESPIERTA! – una exasperada peli azul saltaba y jaloneaba a una tamao que se encontraba dormida en su cama.

-eh ¿qué?, ah, Ya voy, ya voy – Dijo con un bostezo la peli rosa despertando y haciendo estiramientos, para desperezarse – ¿qué hora es?

-son las 9!, la cita en la tienda de novias la tenemos a las 10!, anda ya y levántate!..-la jaloneaba de un lado a otro desesperada-

-¿las 9?, Dios, lo siento muchísimo ya voy- Se levanto de un salto y corrió a el baño para vestirse, no necesitaba arreglarse mucho, se puso sus típicos jeans y su blusa blanca y su cabello rosa que ya le llegaba a la cintura lo recogió en una coleta. – Pilika espérame abajo, solo iré por unas cosas al cuarto y bajo enseguida. – Tamao entro de nuevo al cuarto a paso veloz, al entrar se aproximo a el librero buscando en el estante mas alto una caja donde había guardado la reservación, movió libros y cosas que tenia por donde fuera, encontró la caja donde había guardado la nota, pero al jalarla hacia ella empujo un libro el cual cayó al suelo, al impactarse este se abrió y dejo salir 2 pedazos de papel , tamao dejo la caja a un lado la puso sobre el buro y luego se agacho para tomar el libro, al levantarlo del suelo, luego tomo los dos pedazos de papel, para su sorpresa era una foto y una carta, se sintió sumamente triste al ver la foto, era ella con el…con ese innombrable y el otro pedazo de papel, era una carta, una carta que ella se había propuesto a enviarle, pero nunca tuvo el valor…se quedo admirando ambas cosas impactada, ¿por que todo volvía en ese preciso momento?

-TAMAO! – Se escucho el grito que provenía desde las escaleras.

-OH no ya es muy tarde – Tamao volvió en si y volvió a guardar las cosas dentro del libro y lo coloco en el mismo lugar, Después tomo el papel con la reservación y salió corriendo.

no tenía tiempo para recordar cosas del pasado, aunque eso solo la hacía consiente de solo quedaban unos días para la gran boda de Pilika y lyzerg...unos días más y tendría que volver a ver a Ren, su más grande pesadilla desde hacía 4 años, 4 largos años, donde tuvo que aprender a madurar y hacerse más fuerte, ya no era la tímida tamao, la que lloraba por todo, y la que no sabía defenderse por sí misma, había crecido bastante, y todo por el gran papanatas de Ren Tao.

¿Por qué? ¿Por qué tuvo que enamorarse de la peor opción? Yho había sido su primer amor imposible, si es verdad, pero el joven Yho era un polo totalmente diferente a ese Ren. ¿Por qué siempre escogía a los amores mas imposibles? No tenía ni la menor idea de porque siempre terminaba así. Pero una cosa era cierta, jamás perdonaría a Ren ni a la humillación que la hizo pasar, la había lastimando tanto, que realmente no tenía ganas de verle la cara y ver como él se burlaba de ella frente a todos.

4 años atrás tamao se le había declarado a Ren en el parque, habían ido juntos a buscar unas cosas que Ana les había pedido, puesto a que su embarazo tenia a todos los habitantes de la casa a su disposición.

-R-Ren vas muy rápido! - Dijo una pequeña peli rosa sonrojada, y tartamudeando-

-Agh!, eres muy lenta- Soltó Ren el brazo de tamao un tanto molesto, y valla que estaba molesto, lo habían traído de sirviente para Ana toda la semana, y este era el colmo, mandarlo a él y a Tamao a comprar sabrá dios que cosa a la fuerza. – Apresurémonos, no quiero estar aquí afuera.

-se que estas molesto, p-pero a la señorita Ana no le falta mucho para terminar con su embarazo, es normal que se ponga en ese estado,- Se habían vuelto un poco más cercanos después de saber que Pilika y lyzerg eran novios, y no era por nada en especial, simplemente, habían platicado un par de veces y ahora Ren no era tan tosco con ella, y no es que lo fuera, simplemente no la hacía en su vida y no le tomaba mucha importancia, pero ahora cada vez que veía a tamao en problemas, sin saber porque siempre acudía a su ayuda. Se había vuelto una costumbre el acompañar a tamao al mercado, y ayudarla con las bolsas, y vamos que eso para el gran Ren Tao, era un gran avance.

-lose, lose, solo apresurémonos ¿si? Hoy no estoy de humor para estar siendo el sirviente de Ana. – se había calmado un poco y es que no se podía desquitar con tamao, no era su culpa el que lo mandaran a hacer las compras, y realmente admiraba como ella siempre hacia todo lo que le pedían sin rechistar, ¿Cuándo se había convertido en una mujer? ¿Cuándo había empezado a ser tan femenina y tan endemoniadamente sexy? El mismo sabía que había empezado a sentir algo por tamao, algo que no se podía permitir sentir, y menos ahora que iba a adquirir la cabeza de la dinastía Tao, y mucho menos podía hacerlo notar, ni dejarlo saber, no quería lastimarla con todo esto de su prometida, ya que si no encontraba alguna alternativa para cambiar la regla de tener que casarse, no soportaría la idea de tener que dejar a tamao…su hermosa, hermosa tamao… ¿Su? –Agito la cabeza de lado a lado, no podía darse el lujo de estar pensando en boberías, tenía que darse cuenta que tarde o temprano la tendría que dejar, y que en ese tiempo probablemente tamao ya tendría a alguien mas, ¿alguien más? La simple idea le retorcía el estomago…-¿Podemos sentarnos?...de repente no me siento muy bien que digamos...-callo de golpe sentado en la banca, recostando su cabeza hacia atrás, no quería seguir pensando en esto, no quería seguir pensando en tamao y en todo el asunto de su familia, estaba arto, y tendría que partir dentro de 2 días a China, no había sido su día en nada, mas porque había recibido una llamada de su abuelo diciendo que tenía que volver en 2 días a terminar con unos asuntos y que probablemente no podría volver a Japón, y eso lo tenía un tanto consternado, claro, había optado por no decirle nada a nadie, y mucho menos a su nueva amiga tamao, sabía que la podría lastimar y eso era lo que menos quería, pero sabía que en China la notica que le esperaba no sería nada buena, Ren había decidido viajar a Japón para buscar alguna alternativa y no cumplir el cometido de sus padres, ¿casarse con alguien que sus padres escogieron? Tenían que estar bromeando, el gran Ren Tao escogería a quien desposar, así tuviera que matar a los mismos cabecillas de la dinastía.

-R-Ren…¿puedo decirte algo? – tamao estaba más nerviosa de lo normal, estaba estrujando la falda de su vestido con sus manos las cuales movía sin parar. Ren lo había notado al instante, pero no quiso hacer ningún comentario, quizá le contaría sobre algo que le había dicho Yho hoy en la mañana o algo así.

-¿hm? – Ren le hizo saber que la estaba escuchando y la verdad estaba bastante molesto con solo pensar en los sentimientos de tamao hacia Yho, en pensar en su familia y sus reglas, estaba molesto con todos-

-Yo…Bueno yo…bueno en realidad…t-tu…hm…me…gus-gustas. – cerro los ojos esperando una respuesta que no llego, no sabía que esperar, para ella era muy difícil saber lo que Ren sentía o pensaba, nunca había logrado descifrarlo, lo único que logro escuchar fue una risa fría y cortante, la misma risa de Ren cuando era malvado y frio con todos, la mira risa de Ren cruel..Levanto la vista hacia él, pero Ren solo miraba hacia el frente perdido, y con una cara de molestia, asco y repulsión-¿R-Ren?-

-Entonces es así… ¿apenas de tan un poco de atención y te enamoras?, vaya si que eres fácil de manipular, ¿enserio creíste que alguien como yo, el Gran Ren Tao, se fijaría y preocuparía en realidad por alguien como tú?, Por favor!, ¿sabes la mala reputación que me daría el fijarme y estar contigo?, Eres fea, no tienes ni siquiera la mínima clase, no eres nada, ni estarás nunca a mi altura, Espero aprendas cuál es tu lugar aquí, alguien que es tan débil, jamás podría estar con alguien así –dicho esto, se levanto de su lugar y empezó a caminar, tenía la mirada fría, una sonrisa irónica, y de su boca emanaban palabras crueles, había dejado a una tamao llena de lagrimas y paralizada en su asiento, simplemente era como si tamao hubiera abandonado su cuerpo y solo quedara una muñeca sin emociones. Mientras que por dentro Ren estaba teniendo una pelea interior, tenía tantas ganas de abrazar a tamao y decir que todo era mentira, callarse a sí mismo y mandar al diablo a la dinastía, pero no podía permitirse algo así, tendría que pelear con la culpa, y después averiguar cómo arreglar las cosas con tamao, solo esperaba no terminar regresando demasiado tarde.

Ren, Ren, Hermanito te estoy hablando, ¿podrías escucharme? – Jun estaba enfrente de él tomando el té, lo miraba preocupada y al mismo tiempo intrigada- ¿Paso algo interesante?

-recibí una carta de Pilika- dijo seco y cortante, se había quedado totalmente en la luna, recordando todo lo que había pasado en ese parque, ese recuerdo que lo había atormentado durante largos 4 años, en los que no había sabido nada de tamao, y su amigo Yho rara vez le contaba algo nuevo sobre ella, cosas como "tamao hoy nos hizo pastel" o "tamao a estado cuidando muy bien de el pequeño Hana", ciertamente siempre se quedaba con ganas de saber más, pero se mantenía al margen.

-¿De Pilika?, vaya eso sí que es raro… ¿Qué decía la carta? – Dijo mientras daba un sorbo a su taza de té

-se va a casar, dentro de 15 días…y me invitaron a la boda – su rostro no detonaba ninguna expresión, solo Jun que era su hermana y lo conocía como la palma de su mano, sabía que Ren se estaba debatiendo internamente, en si era bueno ir o no.

-¿Una boda?, ¡Que divertido!, iras ¿verdad? – Jun había dejado su tasa en la mesita, frente a ella y miraba a su hermano intrigada con una sonrisa de felicidad.

-Claro que iré, por fin logre terminar con este absurdo asunto de el matrimonio forzado, voy a recuperarla Jun – el rostro de Ren era uno serio y decidido, no tenía ni la menor idea de cómo lograría convencer a tamao, no tenía ni la menor idea de cuánto había cambiado tamao, o de si lo odiaba, pero tenía que lograr que ella se fijara de nuevo en el, tenía que tenerla a su lado, esos 4 años sin ella parecían inmensas eternidades. Voltio con la señora que los estaba atendiendo en la sala – Prepara mi maleta y un avión a Japón, parto cuanto antes.

-¡envíame muchas fotos y cartas eh hermanito! – Jun tenía una sonrisa picara y complacida por la actitud de su hermano, nadie mejor que ella sabía cuando había sufrido.

Continuara...

Hola mundo c:, bueno aqui esta el primer capitulo de una historia que estoy escribiendo, es mi primer fanfic, así que sean amables conmigo D: , es la primera ves que escribo, y mi primera ves publicando, se que quizá al principio no les guste, o no sea muy buenos, pero con criticas y aportaciones a la historia, espero que al terminar la trayectoria tengamos una historia bastante aceptable c:.

hasta la siguiente semana : D!