One-shot.
No me amaste, no entiendo por qué no me amaste, por qué me dejaste, en el bosque, tanto era tu odio por mi, querías mi muerte, aun me recuerdas, aun me odias.
Yo no te odio, aun sabiendo que estoy aqui por que me dejaste no puedo odiarte, ya no te amo pero no te odio. Odio a quienes me hacen daño diariamente solo para obtener diversión, odio a las enfermeras, odio el dolor de sus juegos.
Jamas habia pensado que llegaria a odiar a alguien, pero aqui estoy odiando a más de una persona, odio a mi padre por traerme aqui, odio a mi madre por no hacer nada para detenerlo, me odio a mi misma por haber dejado que viera lo destrizada que estoy por dentro.
El odio que me quema por dentro, el odio a ellos que no quieren escucharme, el odio es lo que me mantiene con vida, el deseo de venganza es lo que me obliga a seguir respirando.
Me desperte por la luz del sol que golpeo mi rostro, Kurai me esta mirando, se que mis ojos solo reflejan el odio, el dolor y el deseo de venganza.
-Es hora de levantarse, Señorita.
Kurai me viste, ya que mis brazos estan lastimados, adornados por cicatrices que jamás desapareceran, al igual que mi corazón. Estoy completamente segura de Kurai, él no me abandonara, no puede hacerlo.
-Hoy es el día, Señorita-me mira expectante, esperando mi orden, y como buen marodomo debe cumplirla.
-Llevame con Edward Cullen-mi voz sale segura, hoy comienza el inicio de mi deseo, el inicio de mi destrucción, él solo sonrie, sus ojos brillan sobrenaturalmente, se inca sobre una de sus rodillas.
-Si, ama.
Cumplire mi deseo aunque despues de ello deba entregar mi alma a un demonio, estare con Edward Cullen aunque muera, sonriendo me preparo para el inicio del final.
