Buenas gente, una vez más estamos acá reunidos para disfrutar (espero) de un fic lemon IH, con la diferencia está vez que será un long fic. La próxima semana o esta, actualizó el "no fic" que hice en su momento sobre el final de bleach y ahí pondré lo que me pareció las últimas novedades de bleach, así como lo que paso en face con ciertas páginas y las ideas para el fic parodia IR xD (mucha saben de que va xD)

Como muchas saben este capítulo iba a tene páginas… que se transformaron en 12… bueno… la próxima vez que diga que será recuérdenme este capí xD

Como siempre, bleach no es de mi autoría sino del gran TITE TUBO-SAMA que tuvo el valor de terminar el manga como ÉL quería y NO como le decían.

Otras advertencias: mención de violencia, sexo, palabras mal sonantes, drogas, chantaje, muerte, y un pervert ichigo dando vueltas por ahí que hará todo en su mano para tener a Hime en la palma de su mano :D o en su cama, como prefieran :D

Respondiendo a los reviews del fic "Halloween: La enfermera y el vampiro". Por cierto, la mayoría quiere una continuación sobre como fue que se conocieron y demás asi que de a poco iré subiendo esos capítulos^^

Himeryu: jejej me alegro que te hayan gustado todas las ideas para futuros fics :D

Sheblunar: Todavía no tengo claro si haré una así que ichigo no sepa que será papá y hime se lo dice (después de una noche romanticona xD) o hacer a kazui con el resto y que éste le pida a sus padres una hermanita a la cual proteger xD

Javi Corona: jajajaj me alegra que te hayan gustado las ideas de apoco se irán haciendo^^ jajja si mucho blablá para decir que sos vago xD pero igual se te quiere xD

AsahiDragneel77: si, tengo pensando llegar minimo a 20 fics de esta pareja la amo :D IH es amor, IH es vida :D

Nanouchiha: Gracias, me alegra que te gustara el fic y que gusten las ideas^^ de a poco se irán haciendo :D Estoy tan feliz con el canon, lo espere por casi 12 años así que si una detrás de otra :D

Nypsy: Si, ichigo es un sexy vampiro pero también algo sádico xD

RimeasLandfill: Buenas cari me alegra que te gustara^^ acá te traigo otra historia con un ichigo bien sexy y pervert :D

JakiSanz: jejej la verdad es que no me gusta mucho escribir, me tiene que gustar mucho la pareja para hacerlo. Pero una vez que me encanta escribo xD y cuando lo hago los hago coger como conejos xD (lo cual no significa que no habrá historias long fic que tengan más argumento, tipo la parodia IR y el de tanabata que tengo que terminar de pulir y el de ichigo diablo ^^) si, hare más capis pero mas lentamente ^^

Erika: Buenas, si la seguiré ya que muchos así lo quieren ^^

LadryBry: Buenas^^ acá tenés a ichigo :D conforme avance la historia se verá porque es tan impulsivo :D dicen cualquier cosa porque les envenena que hime este enamorada de ichigo y la ven como un obstáculo para su canon (que nunca hubiera sido porque ya tite les dijo que ichigo y rukia solo son nakamas pero no quieren entender) hasta a senna la odian a muerte así que no me vengan las IR a decir que odian a hime solo por "kurosaki-kun". Yo sigo odian a ulquiorra xD nunca le perdonare que no hiciera nada para ayudar a hime y encima no dejaba a ichigo que lo haga tampoco y sin olvidar la tortura psicológica.

Dark yuki: gracias a vos cielo ^^ a vos también se te quiere mucho :D Para nada, gracias a vos por seguir a un fandom que ni has leído :D Sip fue corto pero sino ya se me pasaba mucho tiempo… demasiado tiempo atrasado con respecto a la fecha de halloween… sino le añadía otra escena xD

Mira justo antes de navidad acá tenes :D Y hime dominante… es que ella es tan dulce… pero trataré de hacer un fic así. Tal vez una hime súcubo… xD

SamuraiICHFCFY: Buenas, me alegra que te gustara^^ si es un vampiro y justo se caracterizan por eso xD Si, como dije en el fic si querían una continuación de cómo se conocieron la subiría y muchos han dicho que sí, por tanto, se hará aunque hay otros fic prioritarios como la parodia IR y le ichigo yakuza^^ navidad si hago, y la de san valentin que casi tengo lista la idea.

Letra en negrita - shirosaki

Letra en cursiva - recuerdos o imaginación de ichigo y orihime ^^


Prólogo: El día en que mi vida cambio

El día de hoy era como cualquier otro para un joven de 23 años cabellos naranja, ojos marrones y un cuerpo que hasta el mismo Adonis envidiaría. Pero lo que él no sabía, es que ese día sería diferente, que a partir de ese día no sería el mismo y que a partir de ese día un sentimiento que nunca pensó que llegaría a sentir lo invadió.

Ese día, como cualquier otro día, Ichigo iba a dirigirse a desayunar con su mejor amigo, Abarai Renji. Pero ese día a diferencia de todos los demás, Renji quiso comer en otro sitio ya que después iría a ver a su novia Kuchiki Rukia – según el pelinaranja, una enana del demonio con la puntería de Robin Hood para dar patadas – para ayudarla a comprar ropa. Al parecer había salido una nueva colección del conejo "Chappy".

La cafetería a la cual se dirigía se encontraba cerca del Instituto Karakura. Se encaminó hacía el Instituto y se quedó mirándolo un minuto antes de perderse en los recuerdos que ese lugar le traía: todas las personas que había conocido y las peleas que había tenido por el color de su pelo.

Pero, de repente, su corazón se paró durante unos segundos al verla. El joven sintió como un rayo lo atravesaba. Una diosa de pelo naranja-rojo que haría temblar de envidia a la misma Afrodita. Y otro rayo terminó de hacer el trabajo cuando la muchacha sonrió y sus cabellos eran levemente movidos por una ligera brisa.

La muchacha parecía tener unos 15 años, ojos color plata, unas piernas kilométricas, busto generoso, una cintura estrecha, una piel suave y cremosa que hacía que sus dedos estuvieran deseos por recorrerla y besar cada centímetro, un rostro hermoso y angelical y unos labios suaves y carnosos creados para ser besados y devorados… ya podía imaginarla en su cama mientras gemía su nombre sin control. Sin que fuera consciente de ello, sus ojos comenzaron a volverse dorados.

Ichigo se quedó atontado unos segundos, pero, cuando recobró la compostura no pudo evitar comérsela con la mirada. Un fuego abrazador lo recorrió salvajemente como nunca lo había hecho antes.

Él no podía quitar sus ojos de la diosa enfrente de él. También, podía notar como la parte baja de su anatomía se había vuelto completamente dura como nunca en su vida lo había hecho. Y lo peor, es que no podía masturbarse porque se encontraba en plena calle. ¿Quién se creía esa mujer para hacerlo sufrir de la esa manera? ¿Quién era ella para hacerlo desearla de esa manera tan animal? ¿Quién era ella para irse así, sin más?

- Hazla pagar caro esta insolencia – escuchó esa voz que odiaba desde pequeño. Esa parte de su consciencia que era una maldición. Pero esta vez, estaba de acuerdo con esa voz.

Encontraría quien era esa adolescente, la ataría a él y jamás la dejaría escapar. Ante esta promesa hacía sí mismo, sus ojos por un momento, brillaron ferozmente.

Le costó moverse, pero lo consiguió, y se dirigió hacía el lugar que era su destino en primer lugar: la cafetería. Ahí se encontraría con Renji y él lo ayudaría a encontrar a esa hermosa diosa que parecía burlarse de él con esa sonrisa que podría rivalizar con los ángeles.

Inoue Orihime, ese era el nombre de la joven que estaba haciendo perder la cordura al jefe del clan Kurosaki.

Para ella era un día normal como cualquier otro y una de las cosas que formaban parte de esa normalidad era ir al colegio.

Pero, algo no era normal ese día.

Tenía la sensación de que alguien la miraba… que alguien la estaba desnudando… no solo en cuerpo sino también en el alma. Entonces, dejó de reír y se giró hacía la dirección que sentía esa energía oscura… y fue entonces cuando se chocó con unos hambrientos ojos marrones que poco a poco se fueron tornando dorado.

Ojos que la inspeccionaban, ojos que la cautivaban y le pedían – más bien exigían – que se dejará llevar, que se entregará a él sin oponer resistencia… ojos que la atrapaban en un hechizo del cual no sabía cómo salir.

La persona que la miraba era un joven que, según ella, no pasaría de los 25 años, cabello naranja claro, ojos marrones pero que en estos momentos eran dorados, un cuerpo que, a pesar de llevar un traje de smoking negro, se podía apreciar claramente que poseía un cuerpo fibroso y musculoso.

Orihime sintió como su cuerpo empezaba a entrar en calor y no sabía porque. Tan hechizada se encontraba por la mirada de ese completo desconocido que no notó cuando él sacó su celular y rápidamente le sacó una foto. Solo puedo salir de su ensoñación al escuchar el sonido de la campana del colegio que le indicaba que iba a llegar tarde a sus clases. No le quedaba mucha fuerza de voluntad, pero consiguió reunirla y poco a poco dejo de observarlo y echo a correr hacía el edificio.


En el restaurante

- Ichigo – le gritó Renji

- ¿Por qué gritas? – le preguntó bastante molesto el pelinaranja

- ¿Cómo no voy a gritarte si hace 30 minutos que estoy tratando de hablarte sobre los negocios y no me estás prestando atención? – le contestó con un resoplido.

- Tienes razón, Renji – se excusó. Apoyó los codos en la mesa mientras se masajeaba la cien – Es sólo que… - Quería contarle a su amigo lo que le había ocurrido hoy… pero tampoco quería parecer un estúpido adolescente con las hormonas revueltas. No obstante, no tenía otra opción: deseaba a esa mujer y la tendría. Y si algo lo caracterizaba es que siempre conseguía lo que quería. SIEMPRE.

- Hoy conocí a una alumna del Instituto Karakura y no pude evitar quedar prendado de ella – confesó con un tono tan serio que Renji no se animó a burlarse… eso, y el pequeño detalle que sus ojos volvían a tornarse dorados.

Ichigo sacó el celular de su bolsillo y le mostró a su amigo la foto que había sacado esa mañana.

– Esta es la foto de la persona de la que te hable. Quiero que me averigües quién es ella, su familia, donde vive, sus gustos. Todo. Quiero saberlo todo – esto último lo dijo de forma lenta y con sus ojos dorados brillando mientras veía embelesado al aparato y acariciaba tiernamente la imagen del rostro de la joven.

Renji por un momento no quiso decir nada. Pensaba que hacía tiempo Ichigo había controlado a esa parte de su ser que causaba miedo a todos a su alrededor. Miró la foto que le mostraba el pelinaranja y por un momento sintió pena por la muchacha ya que parecía muy dulce e inocente. Pero si Ichigo le había pedido encontrar a esta mujer lo haría. Lo lamentaba por la joven, pero si con eso calmaban a su amigo así se haría.

- Es muy linda y… - pero no pudo terminar de concluir su frase ya que Ichigo le había mandado una mirada mortal – pasame la foto al wassap y mañana mismo sabrás quién es – dicho esto se levantó.

- ¿Tan pronto te vas? – le preguntó Ichigo algo desganado.

- La verdad es que aprecio demasiado mi vida, y en estos momentos estás en un estado de macho alfa que ni tú mismo puedes con tu genio – le respondió de forma burlona y antes de dirigirse a la salida del recinto – Nunca te he visto interesado de esta forma en una mujer. Tan… posesivo, celoso, una sola mirada tuya y salta a la vista que habrá problemas… que habrá sangre… Lo que quiero decir, Ichigo es… ten cuidado porque esa parte tuya que pensé que tenías dominado está resurgiendo… ten cuidado porque hay noticias de Aizen y puede usarla en tu contra.

Ichigo se quedó solo y pensando en lo dicho por su mejor amigo. Era verdad que era la primera vez que se comportaba de una manera tan territorial con mujer alguna. Nunca necesito buscarlas dado que siempre se abalanzaban hacía él. Tampoco es que haya sentido por ellas más que la atracción para una noche. Pero esta chica… era diferente a todas las que había conocido… lo sabía por su mirada, por su sonrisa. Esta joven había sacudido no solo su cuerpo sino su alma también. Ell era completamente pura… y sería solamente para él y pobre de aquel que se interpusiera en su camino.

Sólo ÉL podía tocarla, sólo ÉL podía saborearla… sólo ÉL podía corromperla…

- Y disfrutaremos mucho haciéndolo. Esa pequeña no sabe con quién se ha metido. Disfrutaremos haciéndola suplicar y le negaremos, hasta que no pueda más y ella misma se entregue, una y otra vez hasta que no sepa nada más que nuestro nombre – le decía la voz en su interior. Ichigo gruño, no por estar en desacuerdo, sino todo lo contrario: haría todo eso que dijo su parte oscura y más. Nunca como hoy había estado más en acuerdo con esa parte. Y si bien, si hubiera sido cualquier otro momento estaría asustado… ahora no era así.

En la casa de Ichigo a la noche

Ichigo debía admitir que había sido, hasta cierto punto un iluso. Ya eran pasadas las 10 de la noche y pensaba que lo que había tenido la esperanza que lo pasado esa mañana era un simple calentón, pero no fue así. Sus manos temblaban deseos de recorrer esa blanquecina y cremosa piel, besar esos carnosos y tentadores labios, enterrarse dentro de ella y fundirse con su calor.

El joven no aguantó más y dirigió sus manos hacía su pantalón, lo desabrochó y sacó su duro, palpitante y dolorido miembro de su prisión. Con los dientes apretados, comenzó a masajear suavemente su miembro y lentamente fue cerrando los ojos, dejándose llevar por las sensaciones placenteras que esta acción le provocaba.

De repente, vinieron a su mente unos grandes e inocente ojos grises que lo miraban con devoción. Una pequeña mano se dirigía a su pene, lo tomó y empezó a acariciarlo suave y gentilmente. Ella nunca apartó su mirada. Pasaron unos minutos así, hasta que la muchacha guió sus manos hacía su blusa del colegio y fue desabrochando lenta y sensualmente los botones de la misma. Una vez acabo de hacer esto, llevó sus manos hacía la parte de atrás de su corpiño y lo desabrochó. Dejando libres sus hermosos y lozanos pechos. Grandes, suaves, cremosos coronados por dos pequeños pezones rosados que pedían a gritos ser devorados.

Ichigo sintió todo su cuerpo casi llorar por el deseo que lo invadía.

En todo este acto, ella nunca había perdido el contacto visual con los ojos del joven. La pelinaranja se había acercado hacia donde se encontraba el miembro masculino y lo colocó en medio del valle de su pecho. Una vez allí, agarró su pecho y comenzó a subir y bajar mientras su lengua jugaba con la cabeza del pene. Nuevamente, Orihime no quitaba su mirada del hombre.

Ichigo tuvo que aferrarse fuertemente a las sábanas por el indescriptible placer que esa joven le estaba proporcionando. Le estaba costando cada centímetro de fuerza de voluntad para no agarrar la cabeza de la joven y hundir fuertemente su miembro en su boca. No paso mucho tiempo hasta que se escuchó un rugido en toda la habitación y se liberaba violentamente en la boca de la joven. Orihime lo miro con la intención de que supiera que iba a realizar el siguiente paso…

Y entonces… despertó de su ensoñación. Miró su mano y el desastre que había ocasionado en el piso. No pudo evitar gruñir. Cerró violentamente su puño y dijo:

- Maldita sea, estoy verdaderamente jodido – De repente sus ojos se tornaron dorados – Seas quien seas me las pagarás. ¡Maldición, maldición!

- Imagínate, Rey, si te pone así una simple masturbación como será tenerla atada a tu cama a tu completa disposición – le susurró su otra parte… a veces lo llamaba Shirosaki.

Dicho esto, salió de la cama y se dirigió al baño para darse una ducha bien fría. Ichigo tenía la intuición de que esas duchas y esas ilusiones, como la que acababa de tener hace unos minutos, sería el pan de cada día a partir de ese momento… y no se equivocó.

El baño, era enormemente grande y lujoso. Toallas y jabones de primera calidad así como los muebles que allí se encontraban. Cada mueble er veces más largo o grande que uno convencional. Tenía una bañera, a un costado estaba la ducha para cuando no tenía tiempo de relajarse y un jacuzzi. Él comenzó a encaminarse hacía la ducha, pero, mientras iba avanzando otra pesadilla/dolorosa y excitante visión tenía lugar.

Orihime se encontraba apoyada contra la pared de la ducha. Lo único que cubría su desnudes era una pequeña toalla blanca que apenas alcanzaba a cubrir su sexo. No lo miraba a él sino que su rostro, ruborizado, estaba mirando hacia un costado. Cuando la joven se percata que está siendo observada gira su rostro y lo mira a los ojos. Una pequeña y tímida sonrisa se forma en sus labios.

Orihime llevó sus manos al nudo de la toalla y lentamente lo fue desanudando y la toalla no tardo mucho tiempo en caer al suelo. Ichigo sintió como sus manos picaban por la necesidad de tocar y recorrer todo ese escultural, delicado y suave cuerpo. Su miembro se encontraba una vez más duro y alzado, dispuesto a asaltar a esa joven.

Con un gruñido, camino hacia la joven como un depredador hacia su presa, sin darle tiempo a protegerse, la levanto con una sola mano de la cintura y poseyó su boca de forma demandante y posesiva sin otorgarle ningún derecho a réplica. La otra mano, se encontraba recorriendo y explorando el dulce, inocente y virginal cuerpo de la pelinaranja. La joven, sumisamente, aceptaba el asalto por parte de su amo. Porque eso es lo que ÉL era. Su amo y señor y no importaba cuanto tiempo necesitara Ichigo para que ella lo entendiera. Él dedicaría todo la paciencia y el tiempo que hiciera falta.

La joven llevó una de sus manos a la nuca del joven donde acarició tiernamente sus cabellos y una manó la llevó al pecho del joven donde acarició suavemente los pectorales del joven. El beso, en vez de apagar la llama que los consumía solo hacia echar más leña al fuego y ambos se estaban consumiendo poco a poco. Si hubiera escuchado su voz, podría imaginarla suspirar y gemir pero como no lo había hecho eso tendría que esperar.

La traviesa mano que exploraba sin cesar, fue hasta la intimidad de la joven. Allí, pudo comprobar que se encontraba húmeda.

- Veo que no soy el única que disfruta de nuestro encuentro – le dijo burlonamente el joven una vez rompió el beso. La muchacha vio en los dedos de su amante la prueba de su excitación y se sonrojo un poco más y desvió su mirada hacia un costado. Ichigo sonrió de costado y llevó sus dedos a su boca para disfrutar del manjar.

- Pienso, follarte bien fuerte. Lo sabes, ¿no? Por eso estás aquí, para sea yo quien te tome primero. Para ser el único que lo haga. Y aunque no vinieras, sabes que te buscaría, ¿no? No tienes escapatoria posible – le susurró lujuriosamente mientras sus ojos, una vez más, se tornaban dorados.

La chica, giró su rostro, y aun sonrojada asintió con la cabeza tímidamente. Se ferró más a él y oculto su cabeza en el cuello del joven. Ichigo no pudo evitar sonreír de forma arrogante.

Tomó su miembro y lo dirigió hacia la entrada de la joven. Jugó un poco con el clítoris de la joven haciéndola temblar. Y sin decir una palabra, entró en ella de forma ruda. Sintió como la joven clavaba las uñas en su espalda por el dolor de perder su virginidad. Como su miembro era recibido por un suave, estrecho, húmedo y caliente canal.

- Ya te dijo que no sería gentil, esto es solo una muestra de lo que te espera cuando te encuentre en la vida real. Nunca una mujer me ha humillado tanto – le susurró de forma peligrosa el yakuza.

Agarró sus caderas y empezó a moverse de forma violenta. Saliendo y entrando de ella como un animal. Aunque hubiera querido, la joven no tenía escapatoria estando en medio entre la pared y el joven. No la dejaría huir, ella lo sabía.

Ichigo no pensaba. Su mente estaba en blanco y su cuerpo había tomado el control… sus instintos más básicos y primitivos habían tomado el control. El placer que la inocente joven le estaba proporcionando era indescriptible. JAMÁS había sentido tanto placer, tanta NECESIDAD de estar con una mujer. Por sus venas corría fuego en estado puro. Su parte más baja no dejaba de entrar y salir dentro de la joven sin compasión alguna. Su pequeño y estrecho coño lo envolvía como un guante y lo hacía perder la razón.

Orihime, que había sentido dolor al comienzo, ahora se encontraba disfrutando las embestidas del muchacho. Sentía como el joven la llenaba con su grueso y largo miembro y llegaba hasta el fondo de ella. El calor y placer que la inundaba hacía que no pudiera pensar con claridad y lo único que la salvaba de la locura era aferrarse al joven como si su vida dependiera de ello. No sabían cuanto tiempo paso hasta que el joven sintió que no aguantaba más la presión en su parte más baja y de con una última y fuerte estocada se metió profundamente en el interior de la joven derramando su semilla en el interior de la joven y lanzando un feroz grito.

Ichigo pegó con el puño a la pared mientras lanzaba un grito de frustración. Su cuerpo temblando por el placer de la liberación… su semilla esparcida sin reparo por todo el suelo.

- ¡Maldición! ¿Desde cuándo soy un animal? – se preguntó enojado consigo mismo. Sus ojos marrones brillaban de furia - ¿Desde cuándo tengo está necesidad urgente de estar con una mujer? ¿Desde cuándo tanta violencia?

- Tranquilo, Rey. Esa chica se lo merece… por hacernos sentir así. Es su culpa y no la nuestra. Tiene que aprender a ser responsable de sus actos. Y nosotros la ayudaremos a que lo sea – le respondió "Shirosaki" y sus ojos se volvieron dorados.

- Me las pagarás juro que me las pagarás – volvía a jurarse otra vez el joven… ya había perdido la cuenta de cuantas veces lo había hecho a lo largo del día.

- Crearé un cuarto solo para nosotros. Un cuarto insonoro donde sólo YO pueda escuchar tus gritos, gemidos, suplicas. Un cuarto donde pienso hacerte pagar una a una, todas estas afrentas. Kami-sama, pienso cogerte durante horas aunque estés cansada. – y dicho esto, volvió a sumergirse en otra de sus fantasías… Continuando la del baño. Poseyéndola una y otra y otra vez a lo largo de toda la noche a lo largo de toda esa habitación.


En la casa de Orihime a la noche

Orihime llegó tarde a casa ya que ese día le tocaba ordenar y limpiar el salón junto a su mejor amiga, Arisawa Tatsuki. Aunque otro motivo también de su tardanza es porque se había quedado en el parque pensando en lo sucedido ese día… en esos ojos dorados… esos ojos indomables, peligrosos que la atraparon en su hechizo del cual no hubiera escapado sin ayuda.

El sonido que indicaba que el teléfono estaba sonando fue la que la sacó de su ensoñación.

- ¿Orihime? – preguntó una voz masculina que inmediatamente identifico como su hermano - ¿Dónde estuviste? Desde hace unas horas te he estado llamando y no contestabas.

- Lo siento, nii-san. Hoy nos tocaba limpieza y se nos paso el tiempo.

- Está bien. Eres muy hermosa hermanita, algo podría pasarte – le dijo seriamente para después hablar con un tono burlón – pronto querrás tener novio y te olvidarás de tu hermano mayor y me dejarás solo.

- Eso no es verdad, nii-san – le contestó alzando la voz y, en seguida, sus cachetes se inflaron y sus mejillas se tornaron de un adorable color rojo.

- Veremos si eso es verdad, princesa – le respondió con una sonrisa – Bromas aparte, sólo quería avisarte que no llegaré a casa esta noche y es muy probable que no lo haga en toda la semana. El caso en el que estoy trabajando se complicó y estamos trabajando contrarreloj, así que si llegó a ir a casa será solamente durante unas pocas horas. Desaparecieron unas pruebas de nuestro defendido y hay que hacer todo de vuelta – le comentó algo preocupado.

- Oh, espero que todo se solucione nii-san – le dijo Orihime tratando de animar a su hermano.

- Sí, seguro que se arreglará. Bueno, hermanita, te dejo debo irme. Cuídate – se despidió con una sonrisa – Eres lo que más quiero en esta vida, hermanita. Recuérdalo siempre – y dicho esto, Sora cortó la llamada.

- Yo también te quiero, hermano – susurró la pelinaranja, pero solo obtuvo como respuesta el sonido del aparto.

La joven soltó un suspiro y volvió a colocar el teléfono en su lugar. Una vez hecho esto, se dirigió hacía el baño y una vez preparó todo entró a la ducha. No paso mucho tiempo hasta que terminó de bañarse y una vez terminó de secarse, tomó una bata delgada y se encaminó hacia su dormitorio.

El dormitorio de Orihime no era muy grande, pero sí lo bastante cómodo para tener su cama, su mesa de estudio, varios muebles donde poner su ropa o repisas donde poner sus libros y mangas favoritos. Encima de la cama de la adolescente se encontraban 3 almohadones grandes y es allí a donde se dirigió. Primero se lanzó arriba de la cama quedando boca abajo, agarró uno de los almohadones y lo abrazó fuertemente hacia ella.

Los mismos dorados que la acecharon durante toda el día volvieron a aparecer en su mente y para empeorar las cosas ese día había tenido una charla sobre sexualidad… métodos anticonceptivos, embarazo, como complacerse a sí misma…

Y entonces recordó el pequeño incidente de la tarde cuando le tocaba hacer limpieza con su mejor amiga, Arisawa Tatsuki.

Flashback

Eran como las 4 de la tarde y ya no había nadie en el aula. En el colegio todavía quedaban algunas personas que realizan actividades escolares, ya fuera música, pintura, costura, deportes, o cualquier otra actividad cultural que proporcionara el establecimiento.

Ese día le tocaba limpieza junto a su mejor amiga. Tenía el pelo corto y negro. La misma edad que Orihime y apasionada de las artes marciales. Ella se había encargado de que Orihime aprendiera también y ahora la pelinaranja tenía el rango de cinturón negro. Tatsuki había decidido que limpiaría el pizarrón y así como las ventanas. A Orihime le tocaba barrer y limpiar las mesas. Quién terminaba primero ayudaba a la otra a terminar la tarea.

Pero ese día, Orihime estaba como ausente. Y aunque Tatsuki lo había notado iba a esperar un poco más antes de preguntarle.

- Orihime, iré a cambiar el agua. Ya vengo – le informó a su amiga antes de abandonar el aula.

La pelinaranja no pudo evitar soltar un suspiro de alivio. Sabía que su amiga había notado algo raro, solo que… no sabía como decirle.

Y una vez más, esos oros dorados que la habían hechizado y que no había parado de pensar en ellos – y más aún en la clase de sexualidad que les habían dado – y sintió como su cuerpo comenzaba a entrar en calor, sobre todo una parte muy sensible de ella. Junto sus piernas pensando que haría desaparecer ese calor pero al final se encontraba frotando así misma sus piernas. Vio la escoba que tenía en una mano. Cerró los ojos y la colocó entre sus piernas y cuando llevaba solo unos minutos frotándose contra el objeto…

- ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO, ORIHIME? – al escuchar el grito de su mejor amiga, la pelinaranja abrió los ojos y soltó la escoba por la sorpresa.

- Yo… yo… - trató de explicar la joven pero solo consiguió balbucear.

Tatsuki simplemente suspiro y se encamino hacía su ahora "sonrojada y tartamuda amiga".

- Mira, hime. No es que lo que hiciste es malo o algo así solo… estoy algo preocupada porque has estado algo ausente y distraída el día de hoy… bueno… más de lo normal – dijo burlonamente arrancando una sonrisa por parte de la ojigris.

- Lo siento, Tatsuki-chan. No quería preocuparte – se disculpó Orihime – es solo que hoy… a la entrada del colegio vi a un joven mayor que yo… bastante apuesto – ante esto, la joven se sonrojo y miró hacia un costado – y sus ojos me han atrapado – confesó esto último con un susurro.

- Ay amiga, las hormonas por fin te han atacado. Nunca pensé que este día llegaría. A pesar de que eres la "ídola" del Instituto nunca te has fijado en nadie – le respondió de forma burlona – A este paso pensé que serías virgen toda la vida.

Ante esto Orihime infló sus cachetes y le grito:

- Tatsuki-chan es muy mala.

Por toda respuesta, recibió carcajadas por parte de su amiga. Segundos después, la pelinegra abrazó a su amiga y le susurró:

- No está mal que te guste alguien, Orihime. Simplemente, ten cuidado, ¿sí? Sabes que eres la hermana pequeña que nunca tuve – al decir esto, la abrazó más fuerte – No sé que haría si te pasara algo.

- Tatsuki-chan – susurró conmovida la joven y respondió al abrazo y se quedaron así durante unos minutos completamente en paz.

- Bueno, vamos a terminar de hacer esto sino nunca nos iremos – le dijo Tatsuki una vez rompieron el abrazo – Y cuanto antes terminemos antes podrás ir a casa a pensar en tu enamorado. Tienes que presentármelo sino me gusta no puede ser tu novio… espera a que se lo diga a Sora – y dijo esto se alejo de Orihime riendo.

- Tatsuki-chan – volvió a gritar la joven sonrojada.

Fin de Flashback

Al recordarlo se sonrojó y enterró oculto su rostro en el almohadón diciendo cosas como "esto no está bien", "me he convertida en una pervertida", etc. Pero esa actitud sólo duro unos minutos y una vez que terminó suspiro y volvió a colocar el almohadón en el medio de los otros dos y apoyó su espalda contra ellos.

Y una vez más esos ojos dorados hicieron acto de presencia. Y poco a poco, el bello rostro del joven así como su cuerpo se iban volviendo más nítidos en su memoria. Orihime cerró los ojos y soltó un pequeño gemido de placer mientras inconscientemente guió sus finos y delicados dedos hasta su zona más intima y sólo cuando toco su clítoris abrió los ojos y supo que es lo que estaba pasando. Una vez cayó en la cuenta, su sonrojó volvió, pero aún así, no retiró su mano de ese lugar.

Interiormente agradecía a Kami-sama porque su hermano no viniera esa noche, si era honesta consigo misma no sabía si podría controlarse. Volvió a cerrar sus ojos e imaginó al joven enfrente de ella mirándola lujuriosamente estando completamente desnudo.

Kurosaki Ichigo se encontraba frente a ella en su cama. El joven no decía una palabra pero la miraba intensamente. Él no espero más tiempo y dirigió una mano hacía la nuca de la joven, acto seguido, unió sus labios con los de la joven mientras la aplastaba contra los cojines. Después de varios minutos, libero su boca y su nuca y fue bajando lentamente por todo su cuello y se detuvo allí.

La mano que estaba en su nuca se dirigió hacía un pecho de la joven. Se dedicó a masajear esa zona con deleite y la joven y la otra mano se encaminó hacia su zona más íntima. Notó el muchacho lo húmeda que estaba y con una sonrisa socarrona se lo hizo saber a la ojigris. Ichigo, velozmente, se acomodó en la cama, abrió las piernas de la joven y enterró su cabeza en ese lugar. Orihime no tardo mucho tiempo en sentir como sus labios inferiores eran separados por un pequeño y húmedo intruso. El muchacho la sujetaba fuertemente de las caderas… no había lugar donde esconderse… ella sería la cena del desconocido…

Orihime masajeaba con más ahínco sus zonas privadas e iba acorde con lo que realizaban las manos del joven en su imaginación.

Orihime apretó fuertemente su clítoris y con un fuerte grito liberó toda la tensión que se estaba formando en esa zona y saboreo el dulce placer de su primer orgasmo.

La pelinaranja se encontraba algo desorientada por la violencia de su liberación. Su respiración se encontraba entrecortada. Paso varios minutos en esta posición hasta que poco a poco volvió a respirar con normalidad. Entonces, miró la mano que se encontraba en su intimidad, la sacó lentamente de ahí y observó los jugos que había en ella mientras mordía delicadamente su labio.

- Gracias Kami-sama porque ni-san no está hoy en casa – pensó la joven sonrojada y apenada por lo que acababa de pasar.

Pero, a pesar de la vergüenza, la necesidad que su cuerpo estaba volviendo a sentir era más fuerte. Esta vez, se colocó en cuadro patas sobre la cama. Atrajo uno de los almohadones y lo colocó enfrente de ella una vez hecho esto, apoyó su cabeza. Una mano la llevó hacia las sabanas y la otra nuevamente se dirigió hacia esa zona tan especial y su imaginación, una vez más se apoderó de ella.

Esta vez, ella se encontraba en la misma posición en la que se encontraba "en el mundo real" excepto, que estaba con los ojos vendados, con un bozal en la boca que tenía en el medio una bola de color rojo, las manos se encontraban atadas hacía adelante. El misterioso joven se encontraba detrás de ella. Acariciando suavemente su espalda hasta llegar a su cola y, una vez ahí, se entretuvo bastante tiempo masajeando esa zona. De vez en cuando, caía alguna que otra nalgada.

Orihime pudo sentir como unos traviesos dedos se dirigían hacía su zona íntima y abrían delicadamente sus labios vaginales dejando al descubierto cuan mojada se encontraba. Si el joven hubiera podido hubiera gruñido ante la hermosa visión que se le presentaba, pero como la adolescente no conocía su voz siguió estando callado. Los aventureros dedos se abrieron paso por ese canal estrecho, cálido y húmedo.

La joven sintió una pequeña descarga eléctrica que la atravesaba cada vez que esos dedos entraban y salían de su vagina. Hubiera gritado, pero el bozal en su boca lo impidió. Así paso varios minutos mientras el placer, una vez más, se juntaba en ese sitio tan especial y palpitaba con necesidad. Sus pechos, también faltos de atención se endurecían. No paso mucho tiempo hasta que toda la tensión que se arremolinaba en esa zona fue violentamente desatada, haciéndola temblar de placer. De haber podido, otra vez, hubiera gritado.

No obstante, su amante no le daba ningún respiro. Ya había estirado los labios vaginales de la joven y comenzado a lamer todo el jugo de amor que la muchacha había liberado. Las mejillas de la adolescente se sonrojaron y los gemidos de placer querían escapar de sus labios pero no era posible. Una exquisita sensación la recorrió cuando la lengua del hombre la exploraba. Y, esta vez, la dejo a medio camino ya que sintió como ese pequeño y húmedo intruso salía de ella.

Entonces, sintió como otro intruso la penetraba… más largo y grueso que la llenaba completamente…

La Orihime "real" estaba desesperada dándose placer. Sus jugos, fiel reflejo de su excitación, bajaban lentamente por sus piernas. Sus manos masajeaban frenéticamente uno de sus pechos y la otra entraba y salía de su vagina. Ya no pudo aguantar tanta presión en esa zona y una vez más, volvió a liberarse, solo que esta vez su orgasmo fue más violento y el grito que soltó mucho más audible.

Orihime, temblando como estaba, giro su cuerpo y quedó bocarriba respirando con dificultad. Cerró los ojos y se perdió disfrutando los retazos de placer que quedaban en su convulsionado cuerpo. Giró su rostro, y vio la mano que la llevo al clímax. Nuevamente, agradecía a Kami-sama porque su hermano no estuviera esa noche en casa. No sabía que les diría a los vecinos si mañana preguntaban que habían sido esos gritos. Pero, en estos momentos, solo quería sumergirse una vez más en sus fantasías, donde ese misterioso y atrayente hombre la esperaba para dominarla y tomarla de cualquier forma que él deseara. Y ella sabía que no pondría resistencia alguna.

Y así fue, como la joven se perdió toda la noche en sus fantasías.

Pero, lo que la muchacha no sabía, es que ese misterioso y dominante hombre ya la había encontrado.

Ni que su hermano le había mentido. Había perdido su trabajo como abogado y la razón de su retraso esos días serían porque había aceptado ser distribuidor de drogas y ese era el turno que le había tocado al menos, al comienzo. Un joven de larga y pelirroja cabellera se había acercado a él y lo había convencido para entrar en el negocio.

Tampoco sabía que ya no tenía escapatoria de esos ojos que la perseguían, pero más que nada no podría huir de ÉL. No habría sitio donde pudiera esconderse, lugar al que poder huir. Siempre la encontraría y la traería devuelta a sus manos…

Porque a partir de ese día su vida cambio, a partir de ese día su cuerpo, alma y corazón le pertenecían al yakuza… aunque ella todavía no lo supiera.

Buenas gente ^^ hasta acá el primer capítulo ^^ Si el título les suena es porque es el mismo título de un capítulo de fushigi yuugi mío xD

Ahora la cuestión. Dos opciones:

1. Tenía pensando que Ichigo y Orihime se vuelvan a ver cuando ella tenga 17 años y el 25 (en realidad él iba a esperar a que ella fuera mayor pero se está volviendo loco)

2. Hacer que tengan encuentro dentro de ese lapso de tiempo (entre los 15 y 17 de hime y los 23 y 25 de ichigo)

La verdad este fic iba a tene capítulos pero a cada rato me vienen ideas ^^ así que puede que sea de 10 o así :D

Pondré una encuesta, la opción más votada será la elegida^^ daré dos semanas de tiempo :D

Como siempre, sugerencias, consultas, ideas y todo lo demás en un review por fa^^ que es lo que nos motiva a las autoras a continuar :D

Posdata: el capítulo no está editado por una beta (volvió Michelle así que ya no molesto a lala pero está ocupada así que cuando lo edité, lo editaré yo ^^)