Renuncia de derechos: Trama y algunos personajes sí son míos, por lo que me reservo su uso. Lo demás, ya saben de quién es.
El presente texto participa en el Mini Reto de febrero de "La Copa de la Casa 2018–2019", del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Relación sorteada: Maestro/Mentor - Alumno
Personaje seleccionado: Pomona Sprout.
Repasando la lección.
—Muy bien, chicos. ¿Tienen bien puestas las orejeras?
—¡Sí, profesora Sprout!
Pomona se sorprendió de lo contenta que se sintió en ese instante. Cierto, había dado aquellas indicaciones muchísimas veces, pero esa era una ocasión especial.
—¡Profesora, yo no tengo orejeras!
—Déjame revisar, deben quedar más…
Con presteza, la mujer revisó en la caja de la cual había sacado los artículos, sintiendo de reojo el movimiento de sus alumnos en torno a las macetas que iban a manipular.
—Allí hay unas, profesora, tras la caja.
—¡Oh, sí, debieron haberse caído antes! Gracias, señor Longbottom.
—No hay de qué.
—Aquí tienes, Steven. Póntelas bien, como les he enseñado.
—Gracias, profesora.
Tras inhalar profundamente, la mujer dejó escapar el aire lentamente, vigilando atentamente que los chicos a su alrededor hubieran acatado sus órdenes.
—Muy bien, ¿están todos listos? —tras varias afirmaciones a su alrededor, carraspeó y adoptó su tono de voz más serio—. Recuerden todos, deben estar atentos a que no perder las orejeras. El llanto de estas mandrágoras, aunque no los matará, podría dejarlos inconscientes y por desgracia, no tenemos el tiempo ni los medios para atenderlos si eso llegara a pasar. Una vez que hagamos el movimiento, deben regresar inmediatamente al castillo, con la varita en mano, ¿han entendido?
—¡Sí, profesora!
—Longbottom, por favor, en cuanto terminemos, guíelos a todos de vuelta al castillo.
—Por supuesto, profesora, confíe en mí.
¡Sí que había pasado el tiempo!, pensó Pomona. Lejos estaban los días en que Neville Longbottom, aunque brillante en todo lo referente a su materia, era muy despistado y se creía incapaz de varias cosas. Estaba sumamente orgullosa no solo de tenerlo como alumno, sino de haber contribuido, de alguna forma, a que se estuviera convirtiendo en un hombre de bien, uno al que le podía confiar no solo la seguridad de sus condiscípulos, sino también sus vidas.
¿No era ese el deber de un buen profesor, a fin de cuentas?
—¿Qué hará usted? Me refiero a cuando acabemos.
—Asegurarme de que todo esté en orden, Longbottom. Descuiden, chicos, no voy a reprobar a ninguno si falla el tiro.
Eso causó unas cuantas risas.
Enseguida, Pomona encabezó la marcha hacia donde pensaban dejar fuera de combate a unos cuantos mortífagos.
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Bienvenidos sean al fic del mes de la Copa de la Casa. Quejas, dudas, sugerencias o comentarios, por el medio habitual.
En esta ocasión, en honor al día de San Valentín, el mini reto busca que se retraten las diferentes relaciones afectivas que puede haber entre las personas. Cuando me tocó una relación maestro/alumno, pensé enseguida en Pomona Sprout, profesora de Herbología y jefa de la casa Hufflepuff, pero no me convencía el retratarla en una de sus clases normales, por lo cual la mostré sí como profesora, pero con los que le ayudaron en la Batalla de Hogwarts a arrojarles mandrágoras a los mortífagos. Fue más cercana a Neville en esta ocasión, ya que lo consideraba uno de los mejores estudiantes de su asignatura y claro, por todo lo que hizo en el curso 1997-1998, debió tomarle al chico bastante aprecio.
Esperando que el relato les gustara, me despido. Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.
