Era bastante claro que ambas estaban hasta la médula de podridas, estaban lejos de ser aquellas inocentes jovencitas de diecisiete años que dibujaron la más melosa y tierna de las relaciones; aquel primer amor que la hacía sonreír nomas de recordarlo estaba sepultado.
Los miedos y las ambiciones marcaron un extraño descenlace, pues ahora a sus veinticinco años, esa primera persona que acariciaba sus cortos cabellos con ternura y delicadeza mientras le permitía escapar de sus problemas; esa primera persona le estaba hundiendo en el pozo más hondo y oscuro jamás diseñado, pero no le dejaba sola incluso hasta en eso.
Mientras que sus manos marcadas por el trabajo en el mar recorren aquel cuerpo digno de la más perfecta de las sirenas, Watanabe You se pregunta cómo fue que aquella idealización de su primer amor se había transformado en... En lo que ahora era.
Sakurauchi Riko se retuerce debajo suyo por sus caricias, perdida en el placer que le brinda el estímulo en sus zonas erógenas no se percata de la mirada vacía de quién juro amarla para siempre, y aún de haberlo hecho, nada garantiza que aquello hubiera cambiado.
Las decepciones eran más poderosas que cualquier sentimiento positivo, su ingenuidad fue destrozada por la vida.
You siempre estuvo rota, eso Riko siempre lo supo, así como la marinero siempre supo que detrás de aquellas piezas tan sentimentales se encontraba un alma vacía.
You siempre se regocijó de ser el único ser viviente por el que Riko no actuó de esa manera sin vida, pero después de experimentar el cuerpo de su ex amor de esa manera tan fría supo que se volvió como todos los demás. Eso le enfureció, rompió toda buena intención.
Sus caricias se volvieron más bruscas y los gemidos más sonoros.
—Eres mía, Riko. Mia y solo mía.
Aquella conexión que tuvieron las veces pasadas y le recordaron lo bello de amar había desaparecido desde que decidieron dejar que únicamente el desenfreno controlara sus acciones. Ya no habían hecho el amor, ahora todo se trataba de sexo y de nada más.
— ¡You!
Su espalda fue bien marcada por las uñas de la pelirroja con ojos ámbar que oscurecía su mirada.
Fue un solo micro segundo en el que sus almas se hablaron en mutuo secreto.
Porque Riko siempre huiría y porque You siempre le seguiría tal perro faldero.
Más que amarse, se necesitaban con una ansia enfermiza.
Volver a ser como antes era imposible, porque todo para el mundo de Riko el amor está prohibido
Como no me dan YouRiko yo hago mi propio YouRiko (?)
Dale, tampoco. Creo que hay mucho YouRiko por acá, simplemente en lo que hacía la adaptación de la canción Shadow Gate to Love para un cover que pienso hacer se me vino a la cabeza esta trama medio rara para el YouRiko.
EN cualquier momento podría cambiar el título, así que en lo que se me ocurre un mejor título dejaremos el nombre de la canción.
Espero hayan diafrutado de este drabble, nos leeremos después.
Se despide, Ayrton Scar.
