El ebrio
-…Y en realidad, la bruja era doncella de la princesa, por lo que hacía todas esas molestias sólo con tal de protegerle…¡Hip!-Murmuró Mayhew, olvidando por primera vez en la noche, su cerveza especiada.
Bojangles arqueó sus labios fantasmales, que estaban dibujados sobre sus dientes descarnados. El tío estaba "ebrio" otra vez (había aspirado el espíritu del alcohol mismo, cuando menos, como era la costumbre de los parroquianos que en vida hubieran tomado el vicio) y hablaba con quien quisiera escucharlo (o tuviera la desgracia de estar lo suficientemente cerca como para hacerlo) de su antigua novia, una tal "Haydeé" o "Ginger", no estaba muy seguro de entender sus ahogados murmullos. Desde que su querida Emily había desaparecido, pasaba las noches eternas componiendo canciones para otros compañeros atrapados en el limbo y ese individuo no era diferente en absoluto a los demás.
-Lo siento, me perdí el comienzo y ahora no comprendo, Doc.-Se encogió de esqueléticos hombros, a manera de excusa. Era la forma más rápida de escapar a los desvaríos del sujeto. Sobre su novia desafortunadamente viva y las princesas de los cuentos que inventaba para sus niños y amantes.
