Los personajes no me pertenecen, solo los irreconocibles son de mi propiedad...

Caminaba por el sendero que la llevaría de vuelta al lugar que hace mucho tiempo había considerado su hogar, hace casi 8 años, que no pisaba Hogwarts, tenia muchos recuerdos, tanto buenos como malos, hace 9 que había terminado la guerra contra Voldemort, muchos murieron, como sus padres, a pesar que los había hecho olvidarla al empezar la guerra, cuando los busco al terminar, solo encontró cadáveres, y a una niña de 13 años, en estado de shock... su prima. Sus padres habían muerto, solo unos meses antes de los suyos propios, Hermione se culpaba, pues solo los habían atacado, por el alcance de apellido, su prima se llamaba Lilith Selene Granger y su padre, era hermano del de Hermione, los habían matado, mientras la buscaban a ella, justo como con los suyos.

Los recuerdos bombardeaban su mente, al tiempo que cruzaba las enormes rejas de hierro, e identificaba lugares y objetos que la marcaron para siempre.

Estaba por subir la escalinata de piedra, cuando las grandes puertas se abrieron dejando salir a una bruja de aspecto severo.

- Señora Weasley, ha sido mucho tiempo, me da gusto verla- dijo la directora McGonagall abrazándola afectuosamente.

- directora, a mi también me da gusto verla y volver a ver el colegio, pero por favor solo dígame Hermione, ya no uso ese apellido- respondió la joven bajando la mirada con tristeza, y tratando de contener las lagrimas, que rogaban por salir de sus ojos marrones. Sintió la mano de su ex jefa de casa en el hombro, levanto la mirada y vio preocupación en sus severos ojos.

- ¿Pero Hermione, te encuentras bien? puedes contar conmigo para lo que necesites, ven vamos a mi despacho, ahí podremos conversar- dijo la directora, tomándola del brazo, mientras la dirigía hacia la estatua que franqueaba su oficina. - plenissime vivere- dijo la bruja a la estatua que se movió, dejando a la vista la escalera de caracol que conducía a su despacho. Al entrar los cuadros de los ex directores del colegio, la saludaron con cortesía.

- Señora Weasley, que gusto volver a verla por aquí,- saludo uno en particular, un hombre de cabello blanco y larga barba, sus lentes de media luna, sujetados por su prominente nariz, dejaban ver sus risueños ojos color celeste - me alegro que aceptara venir.

- Profesor Dumbledore, a mi también me da gusto volver a verlo, pero dígame solo Hermione, dentro de poco volveré a ser Granger- suspiro la castaña con tristeza.

Los ojos del ex director, se abrieron con sorpresa. - No lo sabia Hermione- dijo mirando a McGonagall interrogante.

- Yo también me sorprendí Albus, me acabo de enterar hace unos minutos. - dijo la bruja. - pero cuéntame Hermione, que ha sido de tu vida? - Pregunto la directora.

- Pues hasta hace una semana trabajaba en el ministerio, como auror, como ustedes saben, con la especialización de maldiciones, venenos y pociones.- contesto la castaña.- he presentado mi dimisión por algunos problemas personales, de los cuales no quiero hablar en este momento- añadió secamente, al ver que Albus abría la boca, seguramente para preguntar el motivo de su renuncia.

- Esta bien Hermione, no te preocupes, no te preguntaremos más. - dijo la directora, dándole una mirada severa al retrato del ex director.

- Muchas gracias profesora, pero dígame, para que me necesitaba? La lechuza que me envió decía que requería mi presencia para tratar un asunto importante.

- Llámame Minerva, ya no eres mi alumna, no hay necesidad de tanta formalidad- dijo la ex jefa Griffindor- bueno, el motivo de mi llamado es el siguiente, me he quedado sin profesor para pociones, pues la profesora que tenia ha presentado la renuncia, al saber que esta esperando un bebe y no encuentro a nadie lo suficientemente competente para el puesto. El profesor Snape no puede tomar el cargo, pues es el subdirector y da clases de DCAO, como ya sabes, no puedo sobrecargarlo de trabajo y tampoco quiere el puesto. Pero el mismo me recomendó que me contactara contigo, creo que sabía que estarías disponible y posiblemente dispuesta a aceptarlo.

Hermione la miro sorprendida.

- El profesor Snape me recomendó para el puesto?- pregunto con sus ojos marrones abiertos como platos.

- Yo me sorprendí tanto o mas que tu, si cabe, pero si, el me dijo que era la mas adecuada para el cargo, tanto por su inteligencia, como por su carácter, y le encuentro toda la razón.

Hermione la miraba pensativa.

- vera minerva, tengo que arreglar algunas cosas en mi vida, necesito algo de tiempo para pensarlo, lo tendré en cuenta y le responderé en cuanto lo decida - expuso la leona.

- De acuerdo, esperare tu lechuza- respondió la bruja. - Espero que la respuesta sea favorable, pero no te sientas presionada.

- Gracias Minerva, dijo Hermione poniéndose de pie - a mas tardar a fin de la otra semana tendrá su repuesta. Ahora si me disculpan debo retirarme, con su permiso.

- Ve Hermione, no te retendremos mas. Que tengas un buen día.

- También ustedes - respondió la castaña dirigiéndose hacia la puerta.

- Hermione- llamo el retrato de Dumbledore- espero verla pronto, aun si su respuesta es negativa. Siempre será bienvenida en el castillo, para lo que necesite.

- Muchas gracias profesor-respondió, abriendo la puerta para salir y cerrar tras ella.

Bajo las escaleras de caracol muy pensativa. Que haría con su vida? Hasta esa mañana se lo preguntaba, ahora se le presentaba una oportunidad que no le desagradaba, al contrario, seria su oportunidad de olvidar. Olvidar su sufrimiento, olvidarlo a El, Ronald Weasley, el origen de su dolor, de olvidar la traición de la cual había sido objeto. Las imágenes desfilaban por su mente mientras caminaba por los pasillos del castillo casi por inercia. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas al recordar el momento que había terminado con su matrimonio.

Flash back:

Hermione regresaba del trabajo muy cansada pero alegre, seria una noche especial, quería sorprender a Ron con una cena romántica, su prima, que vivía con ellos y un pequeño niño de dos años que era su hijo, se quedaría con unos amigos, por lo cual tendrían la oportunidad de pasar tiempo a solas con su marido.

Se dirigía entusiasmada a dejar sus cosas a su habitación, cuando escucho murmullos en la de su prima. ¿Esa era la voz de Ron? Se pregunto sorprendida, pues debería estar en una misión con Harry y debía llegar mas tarde. De pronto escucho la voz de Lilith:

- Ya te lo advertí Ronald, o rompes con Hermione esta misma noche o yo le contare que Dairan es TU HIJO. - Termino gritando.

Hermione abrió sus ojos como platos, se llevo las manos a la boca, para evitar gritar por la impresión, pero su voz fue más rápida que sus manos. La puerta se abrió por completo dejando ver el interior del cuarto y dentro de el Ron la miraba horrorizado, y a su prima, quien lucia una sonrisa y una mirada burlona.

Fin flash back

Los recuerdos de Hermione se vieron interrumpidos al chocar contra algo, o mejor dicho contra alguien.

-Perdone- se disculpo Hermione levantando su acongojado rostro, lo que vio la dejo totalmente anonadada. No esperaba verlo, no a El, aun no...