Disclaimer: Nada es mío, pero lo que daría porque Jasper lo fuera. Todo es de la gran, la única, la inigualable, creadora de mis amores platónicos, Stephenie Meyer.
No sé qué me pasó, pero estaba viendo una imagen de Alice y Jasper y se me ocurrió esto, es muy cortito, quizás hasta malo, pero no me he podido resistir.
Y así empezó.
-Me has hecho esperar mucho tiempo.
No había podido contenerse, lo dijo con reproche, pero sólo superficialmente. Estaba extasiada, emocionada y enamorada. Él había sido lo primero que había visto desde que empezó su no vida. Él era su primer recuerdo, aquel hermoso vampiro que estaba frente a ella.
Esperaba no asustarlo, esperaba que se quedara junto a ella. Esperaba tantas cosas de él, pero sobre todo esperaba que él correspondiera ese sentimiento. Porque ahora luego de tantos años sabía que la realidad junto a Jasper, superaría cualquier fantasía.
Porque ninguna visión superaba esa realidad.
-Lo siento, señorita.
Así había empezado todo. Ese calor que recorría su pecho con furia al verla. Ese sentimiento que, pensaba que ya conocía gracias a María, había aparecido por primera vez en su vida. Ese pequeño demonio con aspecto de princesa que saltaba a su alrededor con una gracia que haría hasta a un dios sentir envidia.
Ese día, en esa cafetería, en ese año.
Había conocido al ser más espectacular ante sus ojos, ella lo había esperado y no entendía el por qué. No entendía qué había hecho para merecer tanta esperanza, tanta alegría y mucho menos, tanto amor.
Pero ahí estaba ella y ahí estaba él.
Quizás ella veía su futuro, quizás él sentía su amor.
Pero no estaban preparados para lo que se les avecinaba encima.
Una eternidad. Una dichosa eternidad.
Fin.-
Bien, ¿qué les pareció? Yo no estoy segura de cómo ha quedado, pero esas dos frases, las dos primeras frases que ellos intercambiaron, me parecen tan trascendentales en la vida de esta pareja que tuve que escribir algo de ellas. Quizás es el tema más usado, pero son tan adorables y perfectos que tenía que escribirlo.
Ojalá les gustara. Cuídense!
Jane.
