N/T: Hola ¿Cómo están? Estoy super emocionada porque les traigo mi primera traducción y también este es el primer Dramione que publico. Después de leer cientos de fics, pensé en contribuir para aquellos que no comprenden el inglés,así que aquí vamos.
He tenido muchas dificultades con Fanfiction para poder publicar esta historia (por alguna razón siempre que intentaba publicarlo faltaban palabras o letras) así que espero que todo este bien. y si llega a haber algún problema con esto o la traducción les pido que me avisen, así trato de arreglarlo.

Tengo ya algunos capítulos traducidos, calculo que publicare como mínimo una vez por semana. Talvez mas, todo depende de la aceptación que tenga el fic y el tiempo que tenga libre, ya que estoy en época de parciales.
Sin nada mas que acotar espero que disfruten de este primer capítulo ;)

Disclaimer: Nada me pertenece. Los hechizos, personajes, escenarios, le pertenecen a JKR. La trama a la maravillosa Kyra4

El encuentro

Si hubiera sabido de antemano la forma en la que su vida iba a cambiar al doblar esa esquina, posiblemente Draco se habría dirigido nuevamente hacia la Sala común de Slytherin.

No tenía idea de lo que le esperaba; ningún concepto de la tristeza, y en definitiva la alegría, que tendría como resultado al doblar en esa dirección.

La sala común de Slytherin era el último lugar en todo Hogwarts donde quería estar justo en ese momento. Incluso la Torre de Gryffindor parecía atractivo en comparación. Bueno, en realidad, no. Si debía elegir entre los dos, regresaría junto con los de su propia especie antes de poner un pie en territorio Gryffindor. Pero dado su odio por esa casa, y el de ella hacia él, eso no era decir mucho.

La fiesta que Pansy había estado ocupada organizando desde el mes pasado, ahora estaba en pleno apogeo, y Draco no se sentía para nada sociable. Ya había hecho lo suyo, presentándose allí como se esperaba de él –era, después de todo, Premio Anual, sin mencionar que también, era el Capitán de Quidditch de Slytherin – pero se había escabullido en el momento en el que sintió que ya no era el centro de atención.

Lo que significaba que había estado bebiendo por bastante tiempo ponche insulso y rechazando los avances de Pansy más de lo que le habría gustado. Porque él era el centro de atención de la mayor parte de Slytherin. Especialmente ahora como Premio Anual, pero incluso antes de su séptimo año había sido siempre una especie de celebridad en la casa de Slytherin, por su nombre, su riqueza, la posición privilegiada de su familia dentro del círculo más íntimo del Señor Oscuro, por su habilidad en el Quidditch - (Aunque todavía tenía que vencer a Potter en atrapar la snitch dorada, se había asegurado varias victorias para Slytherin a lo largo de los años contra Ravenclaw y Hufflepuff) - y, entre sus compañeras de casa, por su aspecto.

Era, como su némesis Harry Potter, de una contextura relativamente pequeña y ligera- requisito indispensable de un buen buscador- con un cuerpo delgado pero fibroso, y cuando sacudía su pelo plateado y sus inquietantes ojos claros hacía que todas las miradas se dirigieran hacia él. No era un dios bronceado de ninguna forma, pero su aspecto era irresistible.

Y en aquellas raras- extremadamente raras- ocasiones cuando sonreía ... no sonreir burlonamente, lo que hacia una docena de veces al día, pero cuando realmente sonreía, lo que habría hecho tal vez una docena de veces en todos sus años en Hogwarts- el efecto era, en pocas palabras, deslumbrante.

En este momento no sonreía. De hecho, estaba casi gruñendo, mientras pensaba en los últimos intentos descarados de Pansy para seducirlo. Bastante malo era que su familia esperaba que se case con ella luego de su graduación- su linaje después de todo, era impecable.

Su matrimonio sería uno arreglado y aunque finalmente se rendiría ante esto, se negaba a salir con ella de antemano. El hecho de que él estaba bajo órdenes estrictas de su padre para acompañarla en cada baile de la escuela era bastante malo. Pasar tiempo voluntariamente con ella estaba fuera de cuestión.

Él no lo haría.

Punto.

¿Qué fue eso?

Se detuve por un momento, inclinando la cabeza hacia un lado, escuchando. Más adelante, antes de doblar el pasillo, oyó el ruido de una puerta abrirse y luego cerrarse- ¿El laboratorio de pociones? - Y luego unos pasos - al menos dos pares, corriendo por el pasillo, acompañado de risitas tenues y de vez en cuando de carcajadas apenas sofocadas. ¿Crabbe y Goyle, tal vez? No los había visto en la fiesta, ahora que pensaba en ello.

Se quedó dónde estaba un momento más, hasta que los sonidos se habían desvanecido , agradecido de que los había evitado, fueran quienes fueran, sobre todo si eran, de hecho, Crabbe y Goyle. A pesar de que a veces era útil tener un par de enormes matones y muy devotos a hacer todo aquello que le pedía, salir con ellos no era algo que Draco hacía por diversión.

Por Dios, ellos eran tan estúpidos.

¿Y qué habían estado haciendo en un aula vacía después de hora, de todos modos? Probablemente Cometiendo pequeños actos de vandalismo, que inevitablemente tendrá que cubrir por ellos por culpa de Peeves porque ellos mismos eran demasiado tontos como para pensar en culpar a alguien más. Ya había sucedido antes.

Y en que aula habían decidido los idiotas cometer actos de vandalismo? La de su propio Jefe de Casa, por supuesto. Honestamente, si era así como realizaban sus golpes, ¿Por qué demonios no podían hacérselo a McGonagall, o a la subnormal de Trelawney?

Ah, claro, porque eran estúpidos.

Él sacudió la cabeza con exasperación.

¿Qué hice para tener a estos dos idiotas como "amigos"? No había otro miembro en la casa de Slytherin que podría igualar su intelecto, y Draco, que no albergaba ninguna falsa modestia en esto o en cualquier otra cosa , lo sabía. Y ya que él no estaba dispuesto a acercarse a los miembros de cualquier otra Casa, practicar una conversación inteligente era un lujo que hacía tiempo había renunciado a tener. La mejor forma de escapar de sus compañeros de Casa con discapacidad intelectual era escabullirse a la biblioteca y perderse en un buen libro de vez en cuando. Era allí donde se dirigía en ese momento y estaba bastante seguro, puesto que era fuera del horario, que estaría desierto - que era la manera en que le gustaba.

Dudaba seriamente que alguien estuviera estudiando esta noche.

Estos eran los pensamientos que corrían por su mente cuando giró la esquina y entró en el tramo de pasillo donde se encontraba el laboratorio de pociones. Y se detuvo, sus ojos de repente clavados en la puerta del aula.

Lo próximo que vería, aunque poco supuso en el momento, cambiaría su vida.

Mientras observaba, la puerta, que anteriormente había sido cerrado por cualquiera que había oído salir de la habitación, se abrió una vez más, y una chica tropezó y cayó en el pasillo.

No cualquier chica.

La Premio Anual.

Granger.

Draco observó, estupefacto, como estuvo a punto de caer al suelo, pero logró agarrarse a la jamba de la puerta y no perder el equilibrio. Luego se acercó con mucho cuidado a la puerta hasta que su espalda quedo pegada a la pared de piedra del corredor, apoyándose con fuerza contra ella. Lucía como el infierno.

Su uniforme estaba arrugado, su pelo despeinado, un gran hematoma ya comenzaba a formarse en su mejilla, y un brillante hilo de sangre estaba escapando de la comisura de su labio. Ambos brazos estaban envueltos, de forma protectora, sobre su abdomen, y su respiración era superficial e irregular.

Draco la miró durante un largo momento, mientras estaba allí, apoyada contra la pared, con su ojos cerrados. Luego , entendió, y una forzado "huh" de aire fue expulsado de sus pulmones cuando se dio cuenta de lo que esto significaba.

Crabbe y Goyle - ahora estaba seguro de que habían sido ellos- acababan de maltratar a La Premio Anual. Jesucristo. Eran diez veces más estúpidos de lo que habría creído posible.

Ellos serían expulsados por esto! ¿Cómo demonios iba a encubrir esto? Y ahora que lo pensaba ¿Quería hacerlo? Su primer instinto era por lo general proteger a los suyos. Pero esto: la idea de un par de brutos del tamaño de Crabbe y Goyle golpeando a una chica- incluso Granger- era repudiable. Era tan ... bajo.

Aunque el niño dorado, Potter, no lo creiría, Draco seguía un código moral, y golpear a las niñas no era parte de este . Jugar duro al Quidditch era una cosa; era parte del juego; las chicas que se unían a los equipos de Quidditch sabían lo que se encontraban, pero esto- dos gigantes como Crabbe y Goyle deliberadamente haciendo equipo contra una pequeña mujer - estaba simplemente mal. No importaba quién era ella.

Pero sus reflexiones se vieron interrumpidas cuando los ojos de Hermione se abrieron de golpe, sobresaltada. Había oído su exhalación de hace un segundo.

Mirándolo fijamente a lo largo del pasillo que los separaba, susurró algo que podría haber sido, "Oh, genial. Tú." No estaba del todo seguro, aunque sus palabras fueron tan suaves. Luego sus piernas cedieron y se deslizó por la pared hacia el suelo en posición sentada, visiblemente conteniendo gritos de dolor. Dejó caer la cabeza hacia delante, pero no antes de que Draco viera un par de lágrimas corriendo por sus mejillas.

Se acercó y se agachó junto a ella.

"Granger."

" Vete a ...la mierda. Malfoy ". Ella no miró hacia arriba.

Tuvo que luchar contra el impulso de hacer exactamente eso - abandonar a la maldita sangre sucia sentado allí y seguir su camino, olvidar que había visto esto. Él no necesitaba esta complicación en su vida.

Este no era su problema. Salvo que lo era. Ella era Premio Anual y él también , y sus propios matones, malditos animales domésticos, estaban involucrados, por lo que este era su maldito problema. Oh, sí.

"Granger," repitió, en voz muy controlada, y después, cuando por fin, de mala gana, levantó los ojos para encontrarse con su "¿qué pasó?" ella no dijo nada, simplemente lo miró. O intento hacerlo. Su expresión estaba tan llena de dolor que no lucia ni siquiera remotamente amenazante. Lo intentó de nuevo.

"¿Fueron Crabbe y Goyle?" Él ya sabía la respuesta a esto- sólo quería confirmarlo.

Miró hacia abajo y lejos. "Sí", susurró.

Un nuevo y muy perturbador pensamiento se le ocurrió, cuando él la miró fijamente, notando su arrugada, y en lugares desgarrada, ropa. "¿Granger, ellos- ellos no…?"

"Dios, no!-gritó ella, la captura de su significado, con una vehemencia que no había esperado. Ella se volvió hacia él, y su cara estaba retorcida de disgusto. "Yo prefiero morir!"

"Bueno,que demonios estabas haciendo aquí sola ?!" explotó, frustrado por todo lo relacionado con esta situación,y por los sentimientos contradictorios que estaba despertando en su interior.

No se suponía que debía estar preocupado por la sangre sucia, maldita sea! Su única preocupación tendría que ser el modo de calmar esto y salvar a sus jodidos compañeros de casa. Debería estar preparando un Obliviate para la chica en este momento. Y todavía no podía evitar la sensación de que Crabbe y Goyle simplemente habían ido demasiado lejos esta vez. Demasiado lejos.

" Sabes que este es un territorio hostil, Granger," continuó con rabia.

"No es como si vine a hacer una visita social" dijo entre dientes. "Yo estaba patrullando."

"Patrullando," repitió con incredulidad. "¿Tú sola? ¿Dónde diablos esta tu pareja? ¿Dónde está Weasley?"

Todos los viernes y sábado por la noche los prefectos se turnaban para vigilar los pasillos de la escuela después del toque de queda, y los Premios Anuales no estaban exentos de esta obligación. Pero siempre, un par de prefectos, por lo general de la misma casa y año, patrullaban juntos. Era algo más que una costumbre; era una regla. Con el objetivo de evitar un hecho, como este. ¿Por qué Granger había estado patrullando sola esta noche?

"Es el Día de San Valentín," susurró ella, la amargura en su voz era inconfundible. "Ron decidió que tenía mejores cosas que hacer."

Por un momento, todo lo que Draco pudo hacer era mirarla fijamente, horrorizado. "Pero-" por fin consiguió decir ", pero se supone que Weasley es uno de tus mejores amigos, ni siquiera yo enviaría a Pansy a patrullar por su cuenta, y ni siquiera me gusta" Se calló bruscamente, cerrando la boca con un chasquido. Estuvo a punto de haber dicho demasiado. "¿Por qué Weasley no encontró un reemplazo, entonces?" Preguntó un momento después, una vez que se había serenado.

"Todos tenía planes para esta noche, Malfoy. Todos."

El tono de Hermione era agotado.

"Todos, menos tú," Draco corrigió, incapaz de resistir un pequeño pinchazo, incluso ahora.

"Yo no notó ninguna cita en tu brazo " le espetó.

"Tuve mi cita antes del toque de queda "Draco mintió sin problemas. "Soy un caballero"

En la palabra caballero, Hermione dio un resoplido burlón - pero el sonido se convirtió en un grito de dolor y se dobló sobre sí misma, bajando la cabeza hasta las rodillas.

"¿Granger, donde te duele?" No hubo respuesta. Suspiró. "Vamos, te llevaré a Pomfrey soy Premio Anual; supongo que no tengo ninguna opción en el asunto."

Su cabeza se elevó de golpe, y se sorprendió al ver el pánico en sus ojos. "No te atrevas, Malfoy!" exclamó. "No puedo ir allí!"

"¿De qué demonios estás hablando? Mírate, Granger, estas claramente lastimada. No es que me importe, pero como Premio Anual yo tengo el deber…. "

"A la mierda tú y tu deber "dijo ella, con toda claridad.

Su mandíbula cayó literalmente asombrada. Nunca había imaginado que ella tenía esa lengua. No la remilgada de Granger. Por Dios, ¿Qué seguía?

"No voy a ir a la enfermería," repitió rotundamente. "¿No lo entiendes, Malfoy? Patrullar solo es contra las reglas. Me meteré en problemas por hacerlo, y Ron tendrá peores problemas por dejarme. Y Harry estaría furioso con Ron, y... oh, sería un desastre! Podría perder mi placa por esto, ¿no lo ves? No podría soportarlo! Y ... Dios, ¿por qué te estoy contando esto? ¿Por qué estoy confiando en la única persona que le encantaría ver eso? "Más lágrimas escapaban de sus ojos y dejó caer la cabeza de nuevo en su rodillas, murmurando, "estúpida, estúpida, estúpida ...".

Draco pensó rápidamente. La única forma de tapar este horrible incidente y ella se lo estaba ofreciendo en bandeja de plata! "Cálmate, Granger," dijo al final, "no voy llevarte en contra de tu voluntad. Después de todo, tengo mis propias razones para querer que esto permanezca en silencio".

"Quieres decir para que puedas proteger a esas pesadillas que llamas amigos", dijo, con la voz apagada.

"Como si no harías lo mismo por Potter y Weasley," replicó. "Acabas de decir hace un minuto que no deseas que Weasley se meta en problemas por esto y en mi opinión, debería hacerlo! Esto es todo su culpa!"

"No es toda su culpa! " ella lloró. "Él no es el que- el que me llevó a un salón vacío y-" su voz se fue apagando, aparentemente incapaz, o tal vez reacia, de expresar lo que había sucedido.

"De todos modos," dijo un momento después, "esto es diferente. Yo no protegería a Harry y Ron si hicieran algo como esto. Ni aunque fuera a ti."

"Bien, gracias, Granger," dijo Draco arrastrando las palabras. "Estoy conmovido." Diciendo esto, se puso de pie y se inclinó, la cogió por las axilas, y, sin decir una palabra más, la levantó. Había estado a punto de ofrecerle caminar de vuelta hacia la Torre de Gryffindor - una concesión extraordinaria viniendo de él.

Al parecer, al tirar de ella había causado un mayor daño a sus lesiones, ya que gritó otra vez, como lo había hecho cuando se había caído al suelo, y esta vez no se molestó - o no pudo - reprimir su grito.

Y luego sus piernas se doblaron y se desplomó hacia adelante, a su lado, la cabeza choco contra su hombro mientras comenzaba a deslizarse hacia el suelo una vez más.

"Mierda, Granger" -exclamó, y levanto ambos brazos, Atrapándola alrededor de la cintura, tirando instintivamente con fuerza hacia él como un medio para detener su caída. Ella volvió a gritar, esta vez su grito amortiguado por la tela de su camisa.

Al darse cuenta de que no había manera de que ella pueda valerse por sí misma, le llevó lentamente de nuevo hacia el suelo, apoyándola boca arriba, no consciente de la manera en la que estaba amortiguando su cabeza contra su mano, impidiendo las fríos y duras losas.

"Granger," murmuró, inclinándose sobre ella- sus ojos estaban fuertemente cerrados, su cara tensa de dolor, con sus brazos envueltos sobre sí misma. - "¿Qué mierda -?"

Ella abrió sus ojos, y se tomó un momento para concentrarse en él. Su respiración era tan superficial que se preguntó si el aire realmente le llegaba a sus pulmones. "Muh Mal-Foy, "dijo sin aliento, aparentemente con gran esfuerzo," Me duele res-pirar ".

"Mierda Mierda Mierda, "Draco murmuró en voz baja. "Oh, malditos idiotas, ¿qué hicieron?"

Regresando su atención a Hermione, deslizó suavemente la mano debajo de su cabeza y la agarró por el mentón, obligándola a mantener contacto visual. "Granger," dijo, "A pesar de que va en contra de los intereses de mi Casa, voy a sugerir que reconsideres ir a la enfermería. Puedo levitarte hasta allí. En caso de que no lo hayas notado, esto es jodidamente grave ".

Aun así, aunque al parecer apenas consciente, ella negó con su cabeza lo mejor que pudo "No" susurró. "Malfoy. No"

"Entonces, vas a tener que dejarme ver el daño. " Sus ojos se abrieron al darse cuenta de lo que implicaba, y ella se abrazó con más fuerza, sus brazos apretados justo por debajo de la curva de sus pechos. Draco sintió que su frustración regresaba.

"¿Qué piensas, Granger, que las heridas se van a ir solas? Alguien tiene que verlas, y si aún te niegas a ver a Pomfrey, entonces tengo que ser yo".

Ella cerró los ojos de nuevo, lágrimas se escapaban y se perdían en el tumulto de su pelo.

"Tengo que hacerlo", dijo Draco, tanto para sí mismo como para ella, y suavemente pero con firmeza alejo sus brazos de su cuerpo. Manteniéndolos presionados en el suelo a ambos lados de ella, le preguntó: "¿Puedo confiar en que vas a mantener los brazos fuera de mi camino, o prefieres que te inmovilicé?" Sus ojos se abrieron de nuevo, el miedo y la desconfianza se manifestaron claramente en sus oscuras profundidades.

"¿No ... te atreves ...", se las arregló para decir entre forzadas respiraciones.

Se encogió de hombros.

"Haz lo que quieras, Granger, pero mantente quieta."

Diciendo esto, agarró el dobladillo de su blusa blanca (¿Quién demonios llevaba su uniforme en un sábado por la noche? Patrullando o no - Vamos! No es de extrañar que no tuviera una cita el día de San Valentín) y la empujó hacia arriba, dejando al descubierto su cuerpo delgado, revelando - Oh, Jesucristo, "murmuró nauseabundo.

Él había pensado antes que Crabbe y Goyle podrían haber ido demasiado lejos - ahora, al ver el alcance de las heridas que le habían provocado, estaba seguro de esto. Se le ocurrió por primera vez que, literalmente, podría haber muerto - de hecho, dándole una mirada, ella aún podría. Y qué carajo le pasaría si ella moría mientras la cuidaba? Tuvo una breve pero intensa visión, de él mismo llevando el cuerpo sin vida de Granger a la enfermería, y la reacción que esto provocaría.

De ninguna manera alguien iba a creer que él había tratado de ayudarla. Sería culpado. Sería expulsado. Él sería enviado a Azkaban mierda! No solamente los culos de Crabbe y Goyle estaban en juego, se dio cuenta; el suyo, también. Oh, esos dos bastardos tendrían mucho que pagar por esto. Y ahora que pensaba en eso, Weasley también debería.

Todo su caja torácica estaba empezando a tener moretones; y un enorme y repugnante manchón se esparcía contra su tersa piel, era doloroso el sólo mirar. Era evidente que ella tenía varias costillas rotas; que le representaban dificultades para respirar. Podía ver a una de ellas - un borde filoso de hueso - presionando su piel. Uno de esos fragmentos debería haber perforado su pulmón ... Sintió que se le revolvía el estómago.

Él apartó la vista de su maltrecho cuerpo y miro su rostro una vez más . Ella estaba luchando contra la inconsciencia. "Granger," dijo, inclinándose hacia abajo para que sus narices casi se tocaran, con ganas de llamar su atención, sorprendido por la inestabilidad de su propia voz.

"Mal ... Foy." Oh, sí, ella estaba luchando. Luchando duro para mantenerse despierta, alerta. "Esto va a doler. Tengo que encontrar algo para que te aferres."

Él miró a su alrededor, con una intranquilidad cada vez mayor - no era desesperación, no lo era - Y si lo era, se debía exclusivamente al hecho de que si ella moría, él estaba verdaderamente jodido. Desde luego él no estaba preocupado por una maldita sangre sucia- pero antes de que pudiera encontrar algo al que aferrarse, sintió un apretón fuerte en su muñeca.

"Tú", susurró con voz ronca .

"Me aferrare a ... ti " parpadeó asombrado. Así que, al parecer, ella ya no estaba pensando con claridad. " Muy bien, entonces, "dijo desconcertado. "Si eso es lo que quieres, Granger."

Luego estrechó su mano, entrelazando sus dedos con los de ella con fuerza. Con su otra mano, buscó su varita y colocó la punta ligeramente contra la rotura que podía ver.

"A la cuenta de tres", murmuró. "Uno ... dos ...". Nunca dijo "tres", solo murmuró con rapidez las palabras del hechizo de curación. Hubo un crack, sorprendentemente fuerte en el desierto pasillo, cuando el hueso se fijó.

La protuberancia se desvaneció, dejando su piel suave, aunque todavía gravemente magullada. Cuando volvió a mirar su rostro una vez más, noto que se había desmayado, sin duda, como resultado del dolor causado por el arreglo de su costilla. Eso era probablemente lo mejor para los dos, decidió. Siempre y cuando pudiera conseguir que se despertara de nuevo, en el momento adecuado. Por el momento, él tenía mucho trabajo por hacer.

Pasó la varita lentamente hacia adelante y hacia atrás por encima de su cuerpo, la que se encargó de avisarle con una pequeña lluvia de frescas chispas verdes cada vez que detectaba un daño importante.

De esta forma descubrió otra costilla rota, y dos quebradas. Una vez que estas habían sido atendidas, su respiración se hizo mucho más fácil, aunque ella no recuperó la conciencia.

Una vez reparado el daño más importante, comenzó el laborioso proceso de curación de sus contusiones. En el momento en que había terminado y tirado de su camisa hacia abajo, los moretones que cubrían su abdomen se habrán desvanecido en un par de semanas, Draco estaba agotado. Estaba bastante seguro de que ella todavía tendría un dolor sordo con el que lidiar, pero en lo que a él respecta, podría jodidamente vivir con ello.

Podría servir como un recordatorio de lo estúpida que había sido por patrullar en territorio Slytherin por si sola. Dejó deliberadamente el moratón en su cara, y su labio cortado. Ella podría curárselo sola si quería y si tenía el talento para hacerlo. Él más bien esperaba que no lo hiciera. Aunque sabía que ella quería mantener este incidente en secreto para Potter y Weasley, personalmente pensaba que deberían saberlo.

Weasley no merecía vivir ignorando el daño que su irresponsabilidad había causado. Él debería ser forzado a enfrentarse al hecho de que casi le había costado la vida de uno de sus mejores amigos. Abandonar sus deberes como prefecto era bastante malo - Granger había expresado su preocupación de perder su placa por esto, pero en su opinión, era Weasley quién debía perder la suya. Desde el quinto año, Draco había tomado sus propias funciones de prefecto muy en serio.

Claro, a veces utilizaba su estatus como una ventaja y dominaba a los otros estudiantes ¿Qué tipo de Slytherin sería si él no hacía eso?¿Pero eludir sus obligaciones? Nunca. Por lo tanto, ya era bastante malo que Weasley hubiera abandonado sus deberes como prefecto. Pero peor que había abandonado sus deberes como amigo. Eso Draco no lo entendía. Allí estaba otra vez; el instinto Slytherin de proteger a los suyos a los golpes. Independientemente de lo que las otras Casas podrían decir acerca de los Slytherin, nadie podría acusarlos de no mantenerse unidos. Bastaba con mirar a Snape como ejemplo de la fuerte lealtad y protección que los de esta particular Casa sentían el uno por el otro.

Draco sonrió un poco ante la idea. Seguro que los otros estudiantes se quejarían y lo llamarían como un descarado favoritismo. Había que dejarlos. Los Slytherin tenían que permanecer unidos - ¿Qué otra alternativa tenían cuando las tres cuartas partes de la escuela, incluyendo los profesores, los detestaban? Draco habría hecho cualquier cosa por proteger a cualquier miembro de su Casa , y más aún por sus compañeros de séptimo año, a los que había conocido mejor y durante mucho más tiempo. Mierda, eso era lo que estaba haciendo en este momento, o no? Arriesgando su propio culo para curar a Granger, de manera que lo profesores nunca sabrían lo qué (esos jodidos imbéciles!) Crabbe y Goyle habían hecho esta noche. Y la cosa era, que en realidad ni siquiera los consideraba como amigos. Sólo ... socios que venían muy bien de vez en cuando

Ahora que pensaba en esto, realmente no consideraba a ninguno de sus compañeros como amigos (un verdadero amigo tendría que ser capaz de mantenerse al día con él intelectualmente, y ninguno de ellos podría), pero aún así, como le había dicho a Granger antes, no habría enviado a ninguno de ellos a patrullar en territorio enemigo solo. Así que simplemente no podía imaginar tener un verdadero amigo- un amigo que realmente amara – y al parecer los miembros del trio dorado se amaban, y luego eran tan descuidados.

Enviándola al peligro- y si Weasley honestamente, no había visto el peligro, entonces él era tan estúpido y ciego como pobre y feo - sólo para que pudiera pasar una noche besándose con alguna fulana. Ni siquiera era como si la comadreja tenía una relación formal. Draco se habría esmerado en saber si la tuviera – seria más munición para sus burlas. Sacudió la cabeza con cansancio. Gryffindor no tienen ningún sentido para él. Ningún sentido en lo absoluto.

Pero hablando de Gryffindor,estaba la cuestión de qué hacer con este espécimen en particular. Llevarla de regreso a su propia habitación estaba fuera de cuestión, por supuesto. Al ser Premio Anual, él tenía una habitación privada, pero tendría que atravesar la sala común de Slytherin para llegar allí. Sala común en la cual la fiesta de San Valentín de Pansy estaba, sin duda, en pleno apogeo. No es que él hubiera accedido a tener una sangre sucia en su habitación de todos modos, pensándolo bien.

No, su habitación definitivamente no era una opción. Y ellos ya habían determinado que la enfermería tampoco lo era. De acuerdo, ¿Entonces su habitación? No, eso se encontraba en el otro extremo de la escuela y a un centenar de tramos de escaleras. Demasiado lejos maldición; el riesgo de encontrarse con alguien en el camino era demasiado grande. ¿Cómo demonios se iba a explicar a sí mismo, entonces? Podría despertarla y enviarla de vuelta a la torre de Gryffindor sola?

De esta manera, aunque se encontraran con un adulto, ella podría simplemente decir que regresaba de sus rondas- y si comprobaban la lista, verían que ella realmente, estaba registrada para esta noche.

También que Weasley lo estaba, y luego se metería en problemas por eludir su deber, que, Draco pensó ,sería algo muy bueno.

Pero no ... de alguna forma simplemente no podía dejarla en la escuela con sus heridas tan recientes. Después de haber sido el que la curara, no pudo evitar sentir un cierto sentido de la responsabilidad por ella. Estaba seguro de que iba a desaparecer de forma relativamente rápida, pero por esta noche, sólo por esta noche no la abandonaría como sus supuestos amigos habían hecho con ella. Sobre todo porque Crabbe y Goyle estaban todavía por ahí en algún lugar haciendo sólo Dios sabe que tipo de travesura.

Podrían estar en cualquier lugar dentro de la escuela. Si ella se encontraba con ellos de nuevo ... ni siquiera quería pensar en eso. Entonces, ¿dónde diablos podría llevarla? No podían quedarse aquí, en medio de un pasillo en las mazmorras. De hecho, ya habían estado aquí, expuestos, durante demasiado tiempo. Fue sólo un golpe de suerte que nadie había llegado aún- Crabbe y Goyle deberían regresar a los dormitorios de Slytherin, Snape, Filch o su maldito gato- no podía esperar a que mantuviera su suerte durante mucho más tiempo.

¿Pero qué hacer? Aún seguía sentado al lado de Hermione, dejó caer su cabeza hacia adelante, en sus manos, pensando. De repente alzó su rostro, y lo primero en lo que sus ojos se posaron fue en la puerta abierta del laboratorio de pociones, la misma puerta por la que había visto a la Premio Anual tropezar. Lo haría, decidió. Por una noche, lo haría.

Él la llevaría adentro y cerraría la puerta tras ellos, y las probabilidades de que ellos fueran encontrados por alguien eran escasas. No sería cómodo, pero sería seguro. Lástima que la Sala de los Menesteres estaba casi tan lejos como la torre de Gryffindor, pensó con pesar, mientras él la tomaba en sus brazos y la levantaba.

Más tarde se le ocurrió que nunca había considerado la posibilidad simplemente de levitarla a través de la puerta. Había estado demasiado ocupado meditando sobre el hecho de que una habitación que se supone que proporciona todo lo que una persona necesita en un momento dado, no debería ser inmóvil; si fuera realmente una Sala de los Menesteresdebería ser capaz de moverse por la escuela en el momento de una desesperada necesidad, como era ésta, y podría haber llegado a él. Con su mente ocupada, él simplemente la había recogido como si fuera la cosa más natural del mundo.

Cruzaron la puerta de la oscura y sombría habitación, y murmurando un hechizo hizo que la puerta se cerrará de golpe detrás de ellos.