La Carta Olvido
By She Rainbow
Aquel día despertó totalmente desorientada, se sentía de lo más rara. "Pero qué es lo que está sucediendo". Se sentó en su cama, el mundo le daba vueltas y vueltas. Por un momento aceptó que no pertenecía ahí. Pero aunque lo sobre meditara esa era su habitación y sus cosas. Miró hacia su escritorio…buscaba algo, algo que no recordaba pero que anhelaba. Sobre su escritorio se lograban divisar libros y cuadernos escolares, lapiceras, hojas sueltas y más cosas de oficina. Se levantó de prisa de su cama y ágilmente llegó a donde tenía puesta su vista. Comenzó a levantar cosas, a buscar algo, no sabía qué pero lo buscaba con desesperación. Sin tener resultado, abrió todos los estantes posibles buscando, tan solo encontrándose con papeles de la escuela, cartas de amigas, postales de su padre…nada de lo que necesitaba encontrar. "Pero qué era".
"¡Sakura! ¡A desayunar!"
El grito de su padre la hizo saltar. Volvió a recordar que se encontraba en su casa. Bajó las escaleras y encontró a su padre colocando la comida en la mesa.
"Buenos días" dijo ella en casi un susurro.
Al ver a su hija, Fujitaka, se preocupó, pues ella tenía su rostro totalmente desorientado y aún no se cambiaba su pijama.
"Hija, ¿estás bien?" preguntó alarmado.
"Eeh...sí, estoy bien….padre… ¿qué día es hoy?"
"Es jueves Sakura" respondió su padre aún más preocupado "¿Por qué sigues en pijamas?"
"Me cambiaré luego de desayunar" respondió la chica con una voz alegre pero falsa.
Se sentó en la mesa de diario, era jueves, "¿jueves? ¿Cuál jueves? ¿De qué mes? ¿De qué año?" No pensaba preguntarle aquello a su padre, de seguro lo iba a preocupar aún más. Sentía una amnesia terrible, sentía que el día de ayer pasó hace muchos años atrás, un día demasiado lejano. Luego recordó algo, miró hacia su lado y vio la típica foto diaria de su madre sobre la mesa.
"Buenos días" la saludó en un susurro. Ni siquiera ganas de hablar tenía.
"¿Dónde está mi hermano?" preguntó de pronto mientras su padre llenaba el vaso con leche que acompañaba una pila de panqueques rellenos con manjar.
"Ayer dijo que tenía que llegar más temprano a la universidad, ¿recuerdas?"
"oh, tienes razón" no recordaba nada realmente.
Comió lentamente mientras su mente trabajaba de lo más rápido pensando qué diablos le estaba pasando. ¿Por qué no recordaba nada?, ¿por qué estaba tan rara?, ¿en qué mundo se encontraba?
Al terminar subió a su pieza para alistarse, de manera casi inconsciente supo que debía ir a la escuela, se cambió a su uniforme de secundaria y salió de casa. Caminó hacia su colegio por inercia.
"Hola Sakura"
"Qué tal, Sakura"
"Muy buenos días"
Le saludaban sus compañeros al entrar al salón, ella simplemente respondía con un buenos días, cabizbaja, preocupando a sus amigas. Se sentó en su pupitre y dejó caer su mochila sobre la mesa, la abrió pero no llevaba nada, cero cuadernos, cero libros, cero lápices. ¿Qué estaba haciendo ahí?
"Buenos días, Sakura"
Reconoció la voz de su mejor amiga y compañera de asiento, Sakura con los ojos llorosos tomó a Tomoyo del brazo y la llevó corriendo a fuera de la sala de clases.
"¿Qué sucede Sakura?" preguntó Tomoyo angustiada, ya una vez en el pasillo.
"Tomoyo, ¿qué día es hoy?, ¿qué mes?, ¿qué año?"
"¿Sakura?, me estas preocupando"
"Sólo respóndeme por favor"
"Es jueves 22 de Julio del 2018" respondió la pelinegra "¿Qué sucede?"
"No se… no sé qué me sucede, hoy desperté y fue como si todo lo que existió antes de hoy no existió" dijo Sakura con las manos afirmando su cabeza desesperada.
"Sakura… mi querida Sakura… creo que es mejor que vayamos a la enfermería"
"¡No!, sólo dime quién soy"
Ante esa petición, Tomoyo ladeó su cabeza y su rostro se tornó sombrío.
"Eres Sakura Kinomoto. Tienes 14 años y vas en segundo año de la secundaria de Tomoeda en el salón 2-1. Vives con tu padre y tu hermano. Te gustan los deportes y la música. Eres parte del club de animadoras de la escuela. Le temes a los fantasmas. Odias las matemáticas y te encanta cocinar. Tu cumpleaños es el 1 de abril y hemos sido amigas desde el primer año de primaria"
"¿Sólo eso?"
Tomoyo la miró incrédula.
"Claro que hay más que solo eso, pero no creo que sean tan relevante como lo que ya te dije"
"Estás segura que no hay algo más importante qué deba saber, qué debo ser"
"No…"
Las cosas que su amiga le había dicho le hicieron sentido, pues si tenía recuerdos de todo lo que le nombró, pero aún no estaba satisfecha, había algo muy importante que debía recordar y no lograba hacerlo. Finalmente sonó el timbre para entrar a clases.
