La fantástica obra La Historia Interminable y sus diversos personajes le pertenecen y siempre pertenecerán al fallecido genio Michael Ende.

La canción Volver le pertenece al grupo musical Auryn.


- EL PODER DE AURYN -

Volver


"Todo vuelve a renacer.

Y así borremos el ayer.

Lo único que quiero hacer,

es Volver"


Las gotas de lluvia atacaban la entrada. Con el mismo ritmo e intensidad que cuando Bastian pisó por primera vez la librería del señor Koreander.

— ¿Sabe tu padre que has salido?

Bastian levantó la vista del papel en el que estaba haciendo garabatos para mirar a los ojos a su antecesor. Una sonrisa apareció en su rostro al asentir a la pregunta del anciano.

Karl solo asintió ante eso y volvió la atención al libro que estaba leyendo. Hacía mucho que no se le veía tan relajado con la compañia de un niño. Más que nada porque ya no creía que existiese niño imaginativo y desconectado de videojuegos que estuviera a la altura de ser Guardian de Fantasía.

Y de pronto llegó Bastian para cambiarle la vida.

El niño se fijó por primera vez en horas en el dibujo que su mano estaba creando. Sus ojos se ensombrecieron un tanto tras su flequillo castaño.

— Señor Koreander —el anciano levantó la vista del libro para encontrarse con que el niño lo miraba intensamente. Muchas veces le había pedido que le llamase Karl, pero parecía que el menor no quería perderle el respeto— ¿Cuántas veces estuvo en Fantasía?

Suspiró ante esa pregunta, sabiendo que la respuesta lo desesperanzaria.

— Tan solo una, Bastian.

Como se temió, el niño soltó un quejido asombrado.

— ¿Entonces yo tampoco voy a volver? —se entristeció.

Karl se encogió de hombros quitándole hierro al asunto.

— Fantasía no es como la Emperatriz Infantil, es posible que puedas volver a verlo —dijó con un mínimo toque de burla contenida—. De todos modos, La Historia Interminable únicamente aparece cuando hay algún peligro. ¿Quieres que los Fantásticos estén en peligro?

— ¡No! —exclamó asombrado e indignado. ¿Qué clase de Guardián desearía la desdicha de aquello que protege? Bajó la cabeza ocultando la mirada con su flequillo castaño, avergonzado— Pero...

El sonido ensordecedor de las campanitas de la entrada lo interrumpió. Un hombre llegó calado hasta los huesos a pesar del paraguas que llevaba.

— ¡Papá!

Bastian corrió hacía él para recibirlo con un abrazo, pero se dió cuenta de que no sería buena idea mojarse más de lo que lo haría al salir.

— Hola, espero que mi hijo no le halla causado problemas.

Karl sonrió.

— Por supuesto que no, es una buena compañía para este vejestorio.

Con una despedida, de nuevo las campanillas sonaron.

Karl dirigió su mirada a la obra de su predecesor. El poblado de los Pieles Verdes se alzaba en el papel.

El dibujo plasmaba con detalle la buena descripción que Atreyu le había dado al humano de su hogar.

Bastian siempre se aferraba al recuerdo de Atreyu más que a ningún otro, y estaba seguro que era recíproco.

Deseó que, por una vez, la realidad fuera comprensiva y el libro apareciera de nuevo en sus estanterías.

Como siempre había sido y como recordaba de la experiencia más maravillosa y espeluznante de su vida.

Tan brillante, que las sombras del alma desaparecieran con solo mirarlo.

Ese era el poder de AURYN.