A/N Buenas noches a todos, estaba yo dispuesta a verme la segunda temporada de OUAT (otra vez 3) con shaakeeit cuando ésta me ha dicho: ¿y si haces una serie de fics de cinco frases con los temas que yo te diga? Mi respuesta: Yes, please. Las frases las cuento de punto a punto, los diálogos no cuentan como oración a no ser que este marcado como tal.

Disclaimer: No me pertenecen, si lo hicieran Emma no debería tener que ser hombre para acostarse con Regina, que todos sabemos que si Emma lo fuera ya las hubieran liado.

Verdad

El vaso de la sheriff se estampa con fuerza contra la mesa provocando que varios habituales se giren para mirarla, los ojos de la sheriff son tormentosos y están llenos de un dolor que no puede nombrar, no aún. Con un golpe seco la puerta se abre y entra la alcaldesa, su pose tan cuidada como siempre es desmentida por sus ojos, rojos por haber llorado, con un movimiento fluido se acerca a Emma y es entonces cuando solo Ruby puede oír lo que ocurre: "Emma, sabes que lo del tatuaje del león no es más una tontería que Tinkerbell inventó, nunca he pensado en Robin como nada más que un conocido que la magia tuvo la idea de mostrarme". Emma se gira y mira a Regina de hito en hito: "¿Entonces tu realmente no le quieres?". La reina sonríe mostrando sus dientes blancos; "No es más que un arquero Emma, no tiene poder sobre mí, por mucho que Hook diga lo contrario, está celoso…". Emma alza la nariz mientras intenta no sonreír de forma muy evidente: "Los celos están sobrevalorados".

Lujuria

Las manos de la morena se clavaron posesivamente en el culo de la rubia, dejando marcas que más adelante la reina calmaría con sus labios, rojos como las manzanas. La sheriff siseo, arqueando su espalda sudada, dejando que las sabanas resbalaran. Con una sonrisa Regina mordió el lóbulo derecho, a pesar de estar abajo sabía cómo tratar a Emma, su Emma. Con dedos expertos la continuó calentando, marcando su cuerpo, disfrutándolo como nunca había disfrutado ningún otro. Y cuando la rubia comenzó a estremecerse, gimiendo, la dulce y grave voz de la morena se deslizó por su cuerpo como el chocolate caliente: Te quiero

Helada

La alcaldesa se permitió reírse con el eco de la risa que poseía en otra tierra mientras Emma se retorcía en la cama de ambas, una mirada de evidente deseo y dolor brillando en sus ojos, oscuros ahora por el placer. "Es fácil, querida" dijo la reina, lamiendo sus labios, mirando los hielos que se deshacían sobre el cuerpo rígido de la rubia. "Haz que se conviertan en vapor y te desataré del hechizo, magia por magia". Emma gruñó con exasperación, no quería usar la magia pero algo dentro de ella cosquilleaba con fuerza, el recuerdo vago de la lengua cálida de Regina en su cuerpo tal vez. Lo último que vio antes de que la morena se le abalanzase fueron los hielos desapareciendo en una nube de vapor.

Levadura

Sus dedos, poco habituados a un trabajo así, se movían sin ningún tipo de coordinación, una sensación de frustración comenzaba a teñir todo de rojo mientras la masa bajo sus manos se mantenía deshecha, los ingredientes para el pastel de manzana diseminados por la cocina. Unas manos suaves y gráciles cogieron las suyas y los anillos a juego entrechocaron "el secreto está en la levadura cariño" dijo la morena con la paciencia resonando en su voz. Emma suspiró y se apartó un rizo rebelde de la frente. "Lo sé Gina, ojalá supiera hacer esto como tú, yo solo pienso en que la masa se está riendo de mi". La morena sonrió de lado antes de coger la cintura de su esposa, vamos, déjame a mí, tú te encargarás de vigilar el horno.

Dudas

Regina acaricia su vientre que ya comienza a redondearse por el parto, Emma la mira de pie junto a ella, ambas esperando al doctor para que haga una prueba de control a la morena, pura rutina. Los ojos chocolate de la reina nadan en un mar de dudas en la clínica. Sus miedos son los que la mantienen despierta y los que, cada vez que mira a Emma, anegan sus pupilas, la rubia la sonríe: "Todo irá bien, tú estás sana y también lo será el bebe, que seguro se llamará April". La morena ríe, sabe que Emma dice eso para que se centre en otra cosa, los nombres, tanto masculinos como femeninos han empezado a rondarles, como fantasmas en miniatura de futuros felices. La alcaldesa alza una ceja pero en vez de la esperada respuesta dice un susurrado: Gracias.

Madre

Las cigarras chirrían apaciblemente mientras los tres se refrescan en la piscina que Emma ha logrado sacar a Regina de la manga. Henry nada incansable mientras sus madres lo miran ojo avizor. Regina suspira feliz, contenta de que Emma la convenciera con esto, los golpes de calor de su embarazo, unidos a sus hormonas estaban haciendo estragos, con voz suave, casi perdida, continúa hablando. "Ella nunca me quiso, pero a veces, de pequeña, me abrazaba delante de todos para aparentar y yo me engañaba en creer que verdaderamente me quería". Emma agarra sus manos y responde suavemente: "Tú no eres ella, has sido y serás la mejor madre que cualquier niño pueda tener"

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