Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Kishimoto. Yo sólo hago realidad mis fantasías con el Shikatema, YAY 3! Basado en la canción Here we go again de Alexz Johnson.
Shikamaru bostezó.
Temari lo codeó cerca de la cadera.
―Si hubieses acertado el golpe unos centímetros más al sur, no te podría dar hijos.
―Procuraré no fallar otra vez ―sonrió, mostrando maldad en sus ojos.
Encendió un cigarrillo, ella torció los labios e hizo un mohín de repugnancia.
Aquí vamos otra vez…
―Apágalo.
―No.
―Ahora mismo, Nara. No me retes ―él exhaló una bocanada de humo en su cara.
¿Estamos pretendiendo estar bien?
Probablemente Temari lo habría golpeado, dejaría un marca roja en su brazo y Shikamaru se sobaría profiriendo maldiciones. Pero desde hace tiempo eso dejó de funcionar. Las peleas eran más frecuentes e idiotas. Y, ¿si lo estoy olvidando?
Posiblemente sí. Han olvidado fingir odio, han olvidado simular constantes competiciones entre ellos. Han olvidado quiénes son o quiénes eran. Su amor es un error, un hermoso error.
Él pisó la colilla de su tabaco. Esto de intentar fastidiarla era agotador, ya no era una chica que se alteraba con cualquier bromita. Creció y quizá, muy rápido en comparación con Shikamaru.
¿Es esto lo que siempre quisimos?
Ella esperaba más de su parte, como se lo merece. Temari fue paciente, lo entendió y aún sigue tratando de hacerlo. ¿Estaríamos caminando bajo la misma tormenta?
La gente a su alrededor continuarían estando en contra de su relación. Muchos años de diferencia, dicen Ino y Sakura. Inmaduro para nuestra hermana, alegan Gaara y Kankuro. La rabia y el llanto se han vuelto una característica y enigma.
¿Es éste el camino de dos corazones obligados a romper?
Temari grita, Shikamaru grita. Él llora abiertamente, ella, a escondidas. Los dos se piden más de lo que se pueden dar, los dos ruegan porque haya algo en lo que creer. Alguna vez se han abofeteado, los moretones desaparecen pero no las grietas que quebrajan el amor.
Muéstrame una parte de ti que sea diferente. Muéstrame que sabes lo que necesito.
Beben juntos. Emborrachados, se desvisten desnudándose uno frente a otro. Es preciosa. Es tan atractivo. No quiero. No puedo. Se supone que estoy enojada contigo. No seas problemática. Soy mayor. Estoy lista para aguantar.
―Te amo ―susurra Shikamaru. Ella no sabe si es por efecto del alcohol pero le gusta escuchar eso.
Aquí vamos de nuevo.
―Yo también, bebé llorón.
―No me llames así.
―No seas molesto. ¿Por qué sonríes tan estúpidamente?
―Es tu forma de decir que estás loca por mí.
―¿Qué? No alucines.
―¿Y qué es esto?
―Sexo jodidamente bueno.
―Temari…
―Haz silencio, por favor.
Empezar de nuevo.
Volver a donde nunca habíamos estado antes.
Tomarlo desde el final y hacerlo mejor.
El sufrimiento es el precio que los corazones enamorados deberían pagar. Si no se lloran lágrimas de sangre, entonces todo es un juego. Porque aquí vamos otra vez.
